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BEISBOL 007

Jesús Guzmán contento con la oportunidad recibida en Padres‏

PEORIA, Arizona - El día en que los Padres cortaron vínculos de manera oficial con Jorge Cantú, el equipo subió desde Triple-A Tucson al infielder venezolano Jesús Guzmán para que ocupara el puesto del mexicano en el roster de San Diego.

Fue un movimiento que pasó algo desapercibido en un equipo que estaba con 10 juegos por debajo de .500 (30-40) y que se encontraba en el sótano del Oeste de la Liga Nacional. Y fue así hasta tratándose de un jugador como Guzmán, quien venía castigando al pitcheo de la Liga de la Costa del Pacífico con promedio de .332.

En otras palabras, no había muchas expectativas para Guzmán, quien ya había cumplido los 27 años de edad pero que sólo había agotado 20 turnos a nivel de Grandes Ligas en 11 años como profesional.

Pero Guzmán tuvo dos hits en ese primer partido vs. los Mellizos. Tres días después en el Fenway Park de Boston, conectó dos más, incluyendo un triple. Cuando jugaba, bateaba. Y en un equipo hambriento de ofensiva, el bate del venezolano le brindaba más tiempo de juego.

"Cuando llegó a los entrenamientos el año pasado, se decía que de verdad sabía batear", dijo el cátcher de los Padres, Nick Hundley. "Desde el primer día de los entrenamientos, lucía en forma propia del medio de una temporada. Entonces no creo que sea sorpresa que le haya ido bien.

"Pero hacer eso en tu primer año en Grandes Ligas...darle duro a la bola de manera consistente...fácilmente pudo haber bateado .350."

Cuando terminó la campaña de 71-91 de San Diego, Guzmán tenía promedio de .312, el 13er mejor entre los jugadores de la Liga Nacional después del 16 de junio. Dio la cara con corredores en posición de anotar (.431) y con jugadores en posición de anotar y dos outs (.444). Además, dio dos hits o más en 23 partidos.

Tal vez lo más impresionante de Guzmán en sus 76 juegos con los Padres haya sido su promedio de .346 en el espacioso PETCO Park de San Diego, donde normalmente bajan los promedios de otros peloteros. Pero el venezolano, en una pequeña muestra, domó el gigantesco estadio.

Este éxito a nivel de Grandes Ligas fue algo por el que Guzmán esperó mucho tiempo. Firmó como profesional con los Marineros a los 16 años en el 2001. Jugó ocho temporadas en liga menor antes de participar en 12 encuentros con el equipo grande de los Gigantes en el 2009.

"Cuando estuve en San Francisco, no me dieron la oportunidad de jugar y no creían en mí", dijo Guzmán. "Cuando llegué a los Padres, me dieron la oportunidad de jugar, de vestir este uniforme. Eso fue muy importante para mí."

La experiencia en San Diego validó lo que Guzmán ya sabía-que podía batear a este nivel. Un bateador de .305 en liga menor, Guzmán se lució en casi cada parada.

"Nunca me di por vencido, nunca bajé la cabeza y siempre trabajé duro", dijo Guzmán. "Tuve cuatro buenos años del 2007 al 2010 y nunca me subieron. Pero para mí no importaba. Siempre me dije que el año siguiente es otro año y que tengo que seguir trabajando duro."

Luego sonrió.

"Si trabajas duro en liga menor y nunca bajas la cabeza, a veces recibirás una oportunidad", expresó.

Guzmán era torpedero cuando firmó con Seattle, pero pasó a la tercera base y finalmente a la primera con los Padres cuando a Anthony Rizzo le fue mal la temporada pasada. Ha jugado algo en los jardines y esta primavera, volverá a tener la oportunidad de estar en los bosques de los Padres mientras el manager Bud Black busque la manera de integrar su bate al lineup.

Definitivamente, es su bate lo que llama la atención.

"Si ves su swing, lo que hace todos los días en las jaulas de bateo, puedes argumentar que este muchacho puede batear en Grandes Ligas", dijo Black. "Creo que puede batear. Ya veremos, pero me siento bastante bien cuando él llega a la caja de bateo."

Ese mismo sentimiento estuvo presente para Guzmán una que otra vez en verano pasado, especialmente al encontrar su nombre en el lineup casi todos los días.

"Cuando tienes confianza, cuando los coaches creen en ti, es diferente", dijo Guzmán. "Porque sabes que vas a estar en la alineación el día siguiente. Aunque no hagas nada ese día, sabes que vas a tener la oportunidad de jugar mañana."

Corey Brock / MLB.com

 

 

 

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