La batalla de la mandíbula rota
BUENOS AIRES -- Aquel fue el año, 1973, cuando George Foreman arrasó salvajemente con Joe Frazier en Jamaica, hasta que el referí Arthur Mercante la detuvo en el segundo asalto. Ese 22 de enero, en menos de seis minutos, Joe anduvo seis veces por la lona. Fue, también, el año en que Richard Nixon anunció un "acuerdo de paz" con Vietnam. Aquel fue el año en el que Muhammad Alí, el 31 de marzo, en el Sports Arena de San Diego, California, perdió frente a Ken Norton. Seguro que los diarios no titularon "Ganó Norton", sino "Perdió Alí". Y con la mandíbula rota.
Cuenta Alí en su autobiografía que, cuando bajó del ring, una mujer se le paró delante y le gritó: "Te he seguido a todas las peleas que pude, esperando este momento, perdiste y me alegro". No fue la única. Fueron muchos, según Alí, que le gritaron de todo: "¿Quién es el más lindo ahora?", "Estás terminado, bastardo". Esas imágenes no se borraron de la mente de Muhammad Alí, aunque, claro, tenía en ese momento muchas cosas por atender. Inclusive su mandíbula rota.
Por ese entonces, Ken Norton era un rival respetable, pero accesible. Muhammad Ali, por lógica, era el favorito 5 a 1. A los 28 años, Norton, que había estado combatiendo para la Marina -de hecho fue un destacado amateur con 100 peleas realizadas-, llevaba 30 combates ganados con 24 KO y una sola derrota, ante el venezolano José Luis García, en 1970. Fue justamente, después de esa pelea que su equipo contrató a un mentalista, el doctor Michael Dean. "Todo es cuestión de tener una mente ganadora, y por eso estoy seguro de que venceré a Alí", dijo Norton antes de la pelea, mientras -además- mostraba un libro que estaba leyendo, "Piense y hágase rico", de Napoleón Hill. Cuando le preguntaron si el libro mejoraría su jab de izquierda, dijo que no, "Pero sé que mentalmente, me ayudará mucho, con Alí hay que tener muy claro el objetivo". Lo cierto del caso es que el Doctor Dean aseguró: "No lo voy a hipnotizar a Kenny, simplemente aumento su autoestima". Alí respondió: "Nada de eso me extraña, yo me hipnotizo a mí mismo en cada pelea".
Sin embargo, sería bueno recordar que junto a Ken Norton estaba Eddie Futch, el mismo que había acompañado a Joe Frazier en la primera pelea, cuando ganó Joe. A nadie le extrañó, entonces, cuando Eddie, con una sonrisa entre burlona e intrigante, haya dicho: "Yo sí sé cómo ganarle a Muhammad Alí". Esa noche, Ali, quien tenía 31 años, tuvo una sorpresa especial para todos, ya que estrenó una bata blanca, con la inscripción "El campeón de la gente", en la espalda, que le había regalado Elvis Presley. Fue por cierto, una ocasión única, ya que Alí jamás volvió a ponerse la bata...
Muhammad expuso por sexta vez su campeonato NABF de los pesos completos, obtenido en 1971 en Houston, Texas, ante Jimmy Ellis. Llegó a la pelea con Norton con una actividad muy intensa. Había efectuado 7 combates en los últimos 12 meses. En 1972, venció a Mc Foster en Tokio (abril), George Chuvalo en Vancouver, Canadá (mayo), Jerry Quarry en Las Vegas (junio), Alvin Lewis en Dublín, Irlanda (julio), Floyd Patterson en el Madison (septiembre) y Bob Foster en Stateline, Nevada (noviembre). Y, en febrero de 1973, había dado cuenta de Joe Bugner en Las Vegas: Bugner, Mc Foster y Chuvalo fueron los únicos en terminar de pie. Número uno del ranking mundial, Alí se acercaba inexorablemente a tener una nueva oportunidad por el campeonato que le habían quitado en 1967 por negarse a ingresar al ejército. En 1973 aquella guerra llegaba a su fin y como alguna vez dijo Ángelo Dundee, "Le quitaron los mejores años de su vida". Cuando enfrentó a Norton, tenía un record de 41 peleas ganadas (31 antes del límite) y una derrota, sufrida ante Joe Frazier.
Su encuentro con Norton fue una pesadilla. Peleó con la mandíbula rota y terminó perdiendo por puntos. ¿En qué round ocurrió aquello? Es algo que todavía se discute, porque según Alí, el problema lo tuvo a partir del primer asalto, mientras que Norton, a su vez, insiste en que fue en los rounds finales. De hecho, Ángelo Dundee afirmó que fue en el primer round. "Fue en el undécimo, sino no hubiera podido aguantar, lo sé porque el que le pegó fui yo", dijo Ken Norton.
Lo cierto del caso es que el fallo de los jurados le dio la victoria a Norton por puntos, aunque no unánime, ya que el referí Frank Rustich le dio 7 rounds a 4 y Hal Rickards, 5-4. A su vez, Fred Hayres le dio 6 rounds a 5 a Alí, quien se llevó una bolsa de 210 mil dólares, mientras que Norton ganó 50 mil, 42 mil más que en su última pelea, ante Henry Banks, cuando le pagaron 8 mil dólares. La recaudación fue de 240.792 dólares, por la venta de 11.884 entradas.
Algo quedaría en claro de ahí en más y es que Norton, quien enfrentó en dos peleas posteriores a Muhammad Alí, fue uno de los rivales más complicados para El Más Grande. De hecho, aun cuando Norton realizó grandes combates -su derrota ante Larry Holmes por el campeonato mundial de los pesados fue una batalla inolvidable, cuando se midieron en el Caesars en 1978-, fue ante Alí en donde cumplió sus mayores actuaciones. Alí aseguró que había sido su rival más difícil y, de hecho, fue el más incómodo para El Más Grande. Aunque ganó las dos siguientes peleas, siempre lo consiguió por márgenes muy ajustados y con polémica, ya que fueron muchos los que lo vieron perder en la tercera edición. Norton aprovechó e incorporó su apodo: "El rompe mandíbulas".
La revancha fue en el Forum de Inglewood, el 10 de septiembre de 1973 ante 12 mil espectadores, y Alí, que reaparecía, ganó por puntos, 7-5 y 6-5 mientras que el tercer jurado lo vio 6-5 para Norton. En la tercera pelea, efectuada en el Yankee Stadium de Nueva York, Alí también venció ajustadamente: dos jurados le dieron 8-7 y Arthur Mercante, el referí, para Norton 8-6. Ese combate, celebrado el 28 de septiembre de 1976, fue por los títulos WBC y WBA que Alí tenía tras vencer a George Foreman.
Muhammad nunca le perdonó a Norton lo que le hizo después de aquella primera pelea. Lo llevaron al Clairemont General Hospital, donde le pusieron alambres en la mandíbula. Un rato después que él llegó su esposa, Belinda, presa de una aguda crisis de nervios, quien también quedó internada.
"Al otro día vino Norton a visitarme y no me pareció mal, de la misma manera en que me pidió sacarse una foto de recuerdo conmigo. Lo que hizo fue traerse un fotógrafo profesional. Al otro día la había publicado en los diarios y eso jamás se lo perdoné", aseguró en su autobiografía. "Cuando me estaba recuperando, vino a verme Dick Sadler, que trabajaba con George Foreman. Me dijo que la pelea con George estaba asegurada por 5 millones de dólares. Y yo le dije que antes iba a hacer la revancha con Norton. Saddler me dijo que no tenía sentido alguno, que me olvidara de eso y fuera a los billetes grandes de verdad, pero yo le dije, con los dientes apretados por los alambres, que aunque fuera gratis, iba a tener mi revancha con Norton, fuera como fuera. No era cuestión de plata, era un asunto personal", contó Alí.
La Gran Boca había quedado cerrada, pero unos meses más tarde, volvería a funcionar como siempre, para delicias de los periodistas ya que cada frase suya era un título. Al estilo de El Más Grande.
Por Carlos Irusta
ESPN.com
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