DEBUTA EL JUEGO DE LA SEMANA EN LA TELEVISIÓN CASTRISTA
Por Andrés Pascual
El último juego de Grandes Ligas que se televisó en Cuba fue el del cierre de la Serie Mundial Chicago vs Dodgers en 1959.
Sin embargo, como que la tiranía sabe lo que hace y por qué lo hace, 16 años después de que transmitieron al Baltimore contra su selección en La Habana, se aparecen con una novedad ajustable a las novísimas reformas del castrismo: un juego del calendario regular de Grandes Ligas que nadie esperaba, porque así son ellos, “dirigentes a los que les gusta sorprender agradablemente a su pueblo entusiasta, fervoroso y combatiente…”
El problema fue que no jugaron elementos de “comunidad”, lo que provocó comentarios encontrados (no antagónicos) contra la transmisión diferida: una mujer de 46 años dijo “me gustan los Industriales, ese juego…”; un hombre de 62 ratificó que no les interesa esa pelota y escupió “lo vi 45 minutos, pero no conozco a nadie, así que…”; un tercero amenazó “si no ponen a los cubanos…” Todo en un cable de AP, redactado por la bomba Ann Marie García y reproducido sin editar, como siempre, por el Nuevo Herald.
Uno de los clubes que pudieron ver fue al Atlanta, que demostró lo poco que conocen sobre beisbol en Cuba y lo mucho que se apartan de quienes viven del lado de acá del charco y no responden a sus intereses, porque el manager de los Bravos es Fredi González, nacido en La Habana, que les importa menos, porque no funciona ni responde ni habla ni delinque como Víctor Mesa, Anglada o Germán.
Yo siempre he sabido que no somos un solo pueblo, sino enemigos de esa gente y sé también que si pueden aprovecharse de tu buena fe te revientan como oportunistas cuando la situación lo amerita, el llamamiento al exilio solicitando la ampliación del coro alrededor de Bahamas o de otro que carenó en México es un buen ejemplo y lo sazonan con “demuestra que eres cubano” y cosas así, apoyados por otros que “mejor que me calle, que no diga nada…”
Un pitcher del corrupto histórico Industriales, carroña cuyo nombre solamente empaña la moral del beisbol cubano, se quedó en Francia, su padre está en España… Y todavía se habla de represión allá… por favor.
Un hijo de Ultiminio Ramos, que fue campeón del llamado torneo Córdova Cardín durante los 70’s, fue impedido de viajar al “campo capitalista” porque su padre estaba en México y así sucedía con todos los que tenían familiares o amigos en países área capitalista.
Dos cosas sobre el industrialista: padre G-2 o en Cuba la represión no es suficiente como para la bulla, digo, me parece, pero analizando cosas como la anterior, o que Chapman se quedó con el pasaporte ¿Olvido de la Seguridad? Vamos ¡zúmbese pa’llá ande!
Estos globos le revientan en la cara al que quiera… o al que le sirva de pala, que también juega.
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