Cuando matar a un hombre es más fácil que amarlo
- Griffith, que murió a los 75 años sin saber quién era, pasará a la historia por haber matado en un combate a su rival, Bennie Paret, en 1962
- El boxeador era homosexual y una vez expresó: ’Aunque nunca fui a la cárcel, he estado en prisión casi toda mi vida’
- La demencia y la pobreza marcaron sus últimos años, en los que vivió con la ayuda del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y de su mánager
Hasta que la demencia producida por los golpes se lo permitió, el boxeador Emile Griffith se preguntó por qué el mundo le perdonó haber matado a un hombre en el ring y le recriminó haber amado a otro. Griffith, quemurió a los 75 años sin saber quién era, pasará a la historia por haber matado en un combate en 1962 a Bennie Paret, su gran rival y quien alimentó la ira y la fuerza de sus golpes al llamarlo ’maricón’.
"Sigo preguntándome lo extraño que es todo esto. Mato a un hombre y la mayoría lo entiende y me perdona. Sin embargo, amo a un hombre y esa misma gente lo considera un pecado imperdonable. Aunque nunca fui a la cárcel, he estado en prisión casi toda mi vida", dijo Griffith, según el libro ’Nine...Ten... And Out! The Two Worlds of Emile Griffith’, escrito en 2008 por Ron Ross.
Griffith vivía en dos mundos. Uno, el de su oculta condición sexual, y otro el del boxeo, el gran deporte de machos, en los años ’50, ’60 y ’70. Esos dos mundos se cruzaron el 24 de marzo de 1962 en el Madison Square Garden de Nueva York en pelea televisada para todo el país. Griffith noqueó a Bennie ’Kid’ Paret en 12 violentos asaltos. Al final del duodécimo, arrinconó en una esquina a Paret y le infligió 25 golpes seguidos sin respuesta, 17 de ellos en siete segundos. Victoria y título del peso welter para Griffith. Su rival quedó en coma y murió diez días después a consecuencia de la paliza.
La revista "Sports Illustrated" publicó en 2005 que Paret antes del combate le había llamado ’maricón’ (en español), lo que encendió la ira de Griffith. "Cuando lo tuve en la esquina en el duodécimo asalto... Estaba muy enfadado", dijo el púgil en el documental sobre la pelea, "Ring of Fire. The Emile Griffith Story", estrenado en 2005.
"Nadie me llamaba maricón", dijo. La cadena NBC dejó de transmitir peleas en directo y el entonces gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, creó una comisión para investigar el combate y el boxeo en general. El árbitro de aquel duelo, Ruby Goldstein, no dirigió más. El combate acabó con la vida de Paret y cambió la de Griffith, cuya carrera empezó a declinar. "Nunca fui el mismo después de aquello. Tras esa pelea no hacía todo por ganar. No quería hacer daño al otro. Me habría retirado, pero sólo sabía pelear", dijo en "Ring of Fire".
Años después de la fatal pelea admitió su sexualidad, ya conocida en el mundillo del boxeo, tras casi morir a consecuencia de una paliza de una banda a las puertas de una bar de homosexuales en Nueva York. El hijo de Paret, Bennie Jr., que tenía dos años cuando murió su padre, perdonó al ya por entonces viejo campeón, cuya vida en formato de ópera ("Champion") se estrenó recientemente en Saint Louis.
La demencia y la pobreza marcaron sus últimos años, en los que vivió con la ayuda del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y de Gil Clancy, que fue siempre su entrenador y manager. Nacido en las Islas Vírgenes en 1938, Griffith se mudó a Nueva York con 19 años y se hizo profesional uno después. Fue campeón en tres ocasiones del peso welter (1961, 1962-63 y 1963-66) y dos del peso medio (1966-67, 1967-68). El balance durante su carrera fue de 85-24-2 con 23 triunfos por KO, y en 1990 fue admitido en el Salón de la Fama. Pero la vida que acabó estará marcada porque le resultó más difícil amar a un hombre que matarlo.
Daniel García Marco (Dpa) | Miami
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