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RIVALIDADES INTERESANTES POR PAÍSES EN LA HISTORIA DEL PUGILISMO

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RIVALIDADES INTERESANTES POR PAÍSES EN LA HISTORIA DEL PUGILISMO

 

Por Andrés Pascual 

  
Las rivalidades regionales o por países en el deporte son un atractivo extra al enfrentamiento como tal: porque arrastran la particularidad del fanático decidido con antelación, garantizan el público suficiente para hacer exitosa la competencia.  
En el boxeo, la rivalidad puede ser entre dos pugilistas, Sandy Sadler vs. Willie Pep, o entre dos países, Inglaterra versus Estados Unidos. 
En Latinoamérica, hasta 1960, la única rivalidad que existió fue la de Cuba contra México, que se extendió desde mediados de los 30’s hasta el año 1960. Desde 1935, grupos de 4, 5 ó 6 boxeadores cubanos viajaban a la “Ciudad de los Palacios” para conformar contra sus oponentes aztecas una cartelera sabatina nocturna. 
La última embajada pugilística profesional cubana que viajo a un “dual-meet” contra mexicanos incluyó a Douglas Vaillant, Robinson García, Ultiminio Ramos y Luis Manuel Rodríguez, con el resultado de dos victorias, Luis Manuel y Douglas, una derrota, Robinson, y la 4ta, el ex campeón pluma del mundo, tablas. 
La rivalidad entre México y Puerto Rico data de finales de los setentas, se originó cuando Wilfredo "Bazooka" Gómez inició el camino a la inmortalidad al enfrentar a varios peleadores mexicanos con éxito, con una sola derrota en su palmarés contra Salvador Sánchez. Es decir, la rivalidad azteca-boricua es relativamente joven y de tiempos modernos exclusivamente. 
La pugna entre anglos americanos, italianos y judíos de la primera mitad del siglo pasado, hay que verla desde otra óptica que, por supuesto, es la política: dos grupos minoritarios pretendiendo ser aceptados por una sociedad hostil, que utilizaron el boxeo como gancho de aceptación social por el canal de la simpatía deportiva; de esa forma, italianos y judíos comenzaron el asentamiento ciudadano aceptado con normalidad por la amplia mayoría anglo e irlandesa; en parte por el derramamiento más que generoso de la sangre de Benny Leonard, Barney Ross, Max y Buddy Bear, Lou Amber, Tony Canzoneri, Al Singer y muchos más que no viene al caso nombrar, en los cuadriláteros del boxeo profesional norteamericano. 
Como parte interesante del asunto, Barney Ross (judío), logró las más altas condecoraciones del Ejército Americano al considerársele héroe de las tres grandes batallas del Pacifico durante la Segunda Guerra Mundial: Guadalcanal, Bataam e Iwo Jima. 
Pero una de las grandes rivalidades entre naciones ha sido la de ingleses y norteamericanos: muchas de las grandes batallas del ring las escenificaron peleadores de estas nacionalidades. 
Desde mediados del siglo XIX, peleadores británicos y norteamericanos han cruzado el océano Atlántico a la búsqueda de probar la superioridad de unos contra otros. La primera pelea importante entre un británico y un norteamericano se produjo en 1860, cuando el campeón peso completo americano John C. Heenan se trasladó en uno de aquellos barcos de vapor de la época a Inglaterra para enfrentar lo mejor de Gran Bretaña, Tom Sawyer. 
Después de 2 horas 6 minutos de golpes y forcejeos de todo tipo, bajo las reglas de combate del viejo Londres, el veredicto oficial declarado fue Empate-37 (porque fueron 37 los asaltos que combatieron) y cada peleador fue premiado con un cinturón de plata por el esfuerzo. 
A la pelea Sawyer-Heenan la llamaron "El Gran Encuentro"; sin embargo, se han producido desde entonces muchas más grandes batallas entre americanos e ingleses con mejores y más claros resultados que aquel de Tablas-37. 
Cuando James C. Corbett, "El Caballero Jim", le ganó en 1894 al británico Charley Mitchell, ratificaba su condición de mejor boxeador del orbe en el peso completo y, en 1896, Jimmy Barry lograba reconocimiento indiscutible como campeón mundial peso gallo, al noquear en el vigésimo asalto a Walter Croot en Londres. 
El británico Ted "Kid" Lewis y el nortemericano Jack Britton boxearon 20 veces entre sí, con resultados alternativos, para dirimir el mejor exponente de las 147 1/2 libras de su generación. En 1937, el súbdito de la corona Tommy Farr se dio una vueltecita hasta Estados Unidos con la encomienda de retar y someter al “Bombardero Carmelita” Joe Louis, lo que no pudo realizar, sin embargo, sorprendió a todos al concluir de pie la distancia del combate y la decisión en contra. 
En 1951, "Sugar" Ray Robinson se dio “un saltico hasta Erle Court, Londres, para dejar en poder del británico Randy Turpin, que nunca había llevado un combate más allá del octavo episodio, su faja de campeón mundial de peso mediano, que le había arrancado a Jake LaMotta en un sangriento enfrentamiento. 
Tres meses más tarde, Robinson (foto) recuperó el cinturón y el apoyo popular al detener a Turpin en 10 asaltos en el estadio “Polo Grounds” de la ciudad de Nueva York. 
En 1980, el zurdo Marvin Hagler fue a Londres para quitarle la corona en tres asaltos al inglés Alan Pinter; sin embargo, el nuevo campeón mediano de Estados Unidos no pudo salir del ring con la faja en su poder, sino escabulléndose a la carrera, porque el público británico, airado contra el americano, bombardeo con todo tipo de misiles el escenario. Años antes, en 1946, el peso completo británico Bruce Woodcock viajó a Nueva York para caer noqueado por Tami Mauriello en cinco asaltos. 
En otros pleitos de británicos contra norteamericanos, Rocky Marciano dispuso en San Francisco del entonces campeón de la Mancomunidad, Don Cokell, a mediados de los cincuenta y, durante la década de los ochenta, Bonecrusher Smith dispuso de Frank Bruno y Mike Tyson, dos veces, con soberanas palizas indiscutibles, al mismo peleador. 
Sin embargo, en 1948, Gus Lesnevich perdió ante Freddie Mills el campeonato mundial ligero completo. En 1986, Lloyd Honeyghan le ganó a Donald Curry una versión del peso welter y durante los noventa Lennox Lewis, un hijo adoptado de Gran Bretaña, tiró en el ring a casi todos los pesos completos americanos que osaron enfrentarlo. 
En los últimos años Joe Calzaghe, poderoso supermediano, mediano y ligero completo que se cotizó como "lo mejor libra por libra", que no conoció la derrota en 46 peleas profesionales, contribuyó a minimizar las carreras de Jeff Lacy y de Peter Manfredo jr. al destruirlos con golpeaduras terribles, también le ganó decisivamente a dos de los grandes peleadores americanos de todos los tiempos como Bernard Hopkins y Roy Jones jr. 
Ricky Hatton, que tejió una red de publicidad exagerada hasta que lo demolió Floyd Mayweathers jr y lo destruyó Pacquiao en peso welter, hasta hace poco se empeñaba en mantenerse en titulares de primera. 
En los enfrentamientos británicos-americanos el promotor inglés Jack Salomon dijo que "le gusta Londres, porque allí tienen un ligero chance de ganar los ingleses". 
“Se cae de la mata" la significación de tal sugerencia: con la ayuda de los jueces y unos atemorizantes fanáticos que, como los hooligans del balompié, han hecho de las suyas en Fistiana.

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