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BEISBOL 007

EL MVP Y LA GUERRA GENERACIONAL

versalles minnesotta barbara corrtin 1era

Por Andrés Pascual

El premio al Jugador más Valioso en Grandes Ligas se ha convertido en un asunto de vida o muerte en el terreno de la discusión generacional: ¿sabiométricos o conservadores?

Hoy le llaman “puritanos” a los que defienden la esencia del juego sin modificaciones que lo adulteren, el calificativo es despectivo, sin embargo, yo pertenezco al puritanismo en este asunto y los “escribidores o habladores” del Herald, del Diario las Américas y de ESPN.es, encasillables como modernistas liberales, a la facción que realmente significa “relajo sin contemplaciones”.

¡Ah!, importante, cuando se dice lo que un resto poco conocedor y menos atractivo no quiere oír, cuando el riesgo que se toma es a distancia para obtener el resultado, por lo general lo llaman “controversial”, como a mí, en contra tienen conmigo que, por lo general, escribo para dentro de un período de tiempo no inmediato, acaso de años y después saco el material, lo pego y lo reedito, cuando se forme “el bochinche”:

http://ireport.cnn.com/docs/DOC-494753

http://www.conexioncubana.net/tres_verdades/el-premio-mvp-que-le-robaron-a-al-pujol-en-el-2003/

http://ireport.cnn.com/docs/DOC-832755

En estos días el liberalismo izquierdista que cunde la crónica deportiva en español, no influenciado, sino copiando lo que dice su contraparte ideológica en inglés, se está dando banquete por el diferendo CABRERA-TROUT con respecto al MVP, que ganó el fenómeno venezolano:

http://www.elnuevoherald.com/2013/11/15/1615396/cabrera-y-trout-la-competencia.html

Resulta que la era de mayor injusticia para seleccionar los MVP’s es esta, cuando la presencia demoledora por imposición de intereses del entretenimiento complejo y confuso de Bill James, campea por su respeto.

Babe Ruth ganó un solo MVP, en 1923, ningún cronista de la época tuvo en cuenta los récordes de jonrones del Bambino ni su producción bestial en todos los sentidos para premiarlo con otro.

El primer récord del Sultán de la Estaca fue de 58 jonrones, después 59 y más tarde los monumentales 60’s, en una era que ya quisieran los defensores de este desperdicio haber podido cronicarla, yo, en lo personal, a medida que pasa el tiempo, más envidio a aquellos titanes del diarismo deportivo del “buen tiempo ido”, que vieron y comentaron el deporte cuando era considerable en el rango de atracción de multitudes por la entrega en el terreno, por la pasión y por lo ético en todos los sentidos.

Sin embargo, durante la década pasada, la anterior y lo que va de esta, en plena ebullición la “sabermetría”, el premio se lo han dado a quien más haya bateado abrumadoramente; supongo que estos “sabichosos de matemática aplicada” le hubieran otorgado alrededor de 14 al Babe.

El fenómeno de los Yankees tuvo votos para el galardón en otras 2 elecciones solamente.

Pero Bill Terry no fue mencionado para MVP en 1930, año en que bateó .401, último en el Viejo Circuito.

Y está el caso Dimaggio, que durante mi infancia y juventud en Cuba escuché decir muchas veces lo injusto de su premio de 1941, porque fue el año de los .406 de La Astilla que, aparte de batear y consumirse por el absoluto egoísmo, nada más hizo que contribuyera al juego.

De hecho, un rolling que hubiera conectado por la tercera base contra los Cardenales, abandonada por Waity Kurowski debido a la Formación Boudreau, hubiera acabado con la maldición de Ruth 57 años antes, en 1946.

Dimaggio, pelotero completo superior a Mays, porque lo igualaba en condiciones generales durante su mejor época, que bateaba más que el ídolo de Alabama, que tenía el brazo del ex gigante con más puntería hasta que se lesionó, que fue la elegancia en el terreno, también era 75 % más oportuno que Williams y que “Say Hey” juntos.

El Clipper fue el más grande jugador de su época y el sello de garantía de los Mulos, que realmente iniciaron su historia desde que integró el club en 1936, año del mejor y más fuerte equipo de la historia, superior a los Yankees de 1927, otro detalle que a muchos por ahí no les gusta oír.

¿Cómo no iba a ganar el MVP de 1941 un hombre que produjo para 75 % con bateadores en posición anotadora, que sacó los outs que necesitó el pitcheo rayado para poder ganar y que ha sido el más legítimo líder que este deporte haya conocido?

En 1931, un jugador de cuadro extraordinario, considerado junto a Johnny Evers como los dos más sabios (pícaros) de la historia del pasatiempo, resultó seleccionado MVP con .311 jugando para la Pandilla del Gasómetro, ese premio y el promedio que señalé como credenciales, son el mentís absoluto de lo que pregonan hoy como justo para otorgarlo.

Frisch estuvo en Cuba en 1920 con los Gigantes y fue uno de los que nunca se cansó de colocar a Cristóbal Torriente entre los 5 mejores peloteros que había visto, por cierto, Dihigo no estuvo entre ellos.

En 1941, a Joe Dimaggio lo votaron MVP por sobre Williams, la más justa votación de la historia.

La capacidad de juego general y el aporte al club para moverse adelante, se cumplía sistemáticamente con las votaciones de cuando Bill James ni había nacido y durante 15 ó 20 años después, por lo que Nellie Fox y Phil Rizzuto recibieron uno percápita.

Lou Boudreau, manager-jugador del Cleveland que comprendió primero que nadie el egoísmo y la tozudez de Ted Williams, por lo que creó la formación que lleva su nombre, también se hizo de un MVP.

En 1965 el cubano Zoilo Versalles (foto) fue seleccionado MVP del Joven Circuito, ese año su compatriota y compañero Tony Oliva ganó el 2do campeonato de bateo consecutivo como novato, además del liderazgo en hits con 185.

Con promedio ofensivo de .273, el marianense escoltó a Oliva en hits con 182, pero fue líder en veces al bate con 786 y en comparecencias limpias con 666, estuvo presente en 160 partidos y terminó delante en tubeyes con 45, en tribeyes con 12 y en anotadas con 126, también copó el total de bases recorridas con 308.

Como contribución adicional, metió 19 jonrones cuando solo los shortstops cubanos bateaban más de 12, entre 18-22, desde que Humberto Fernández disparó 20 para el Detroit en 1960 (Campy y Cárdenas sonaron 18, 20, 22) con esos batazos impulsó a 77 y robó 27 en 32 intentos.

Ese año gano el Guante de Oro con .950 de promedio, 105 dobleplays y 39 errores cometidos.

Se embasó para .319 con slugging de .412 y suma total de .781. Participó en el Juego de Estrellas de la temporada…

El resultado de esos guarismos fue que el club Mellizos de Minnesotta asistiera por primera vez a la Serie Mundial contra los Dodgers, ante los que cayeron 3-4 juegos y donde el cubano volvió a brillar.

En 1963, Cal Griffith dijo: cuando está sano y se siente motivado, Versalles es el mejor pelotero del mundo.

Desde su oficina de editor de las páginas de deportes del New York Daily Telegraph, el mejor cronista que sobre beisbol y boxeo haya escrito, Dan Daniels, escribió al día siguiente, como encabezamiento de su columna diaria “Y YO LO RESPALDO”.

En 1965, cuando se dio a conocer que el cubano Zoilo Versalles se convertía en el primer hispano en ganar el premio MVP, Daniels volvió a la carga y escribió “nunca he votado con tanta justicia como durante los últimos 3 años por Versalles, que juega beisbol como se supone que debe hacerlo quien ame este deporte y se ofrezca al público en cuerpo y alma… este año nos llevamos el gato al agua”

Con el paso del tiempo, un grupo de escribidores del saco de sabios de café con leche sugirieron que el criollo no mereció el premio.

Supongo que pensaron en un rompecercas, como cuando se lo dieron a Canseco o a McGwire, tal vez en Bonds, que le regalaron 5, sin embargo, estuvieron en desacuerdo, porque Mike Trout “hizo más cosas que Cabrera en el terreno”, pero Dustin Pedroia, a ciertos y similares efectos, más que los dos juntos, ¿Y?

Por esa actitud cobarde, de decir lo que le gusta oír a los demás y ceder ante las sugerencias de intereses oscuros, es que no le tengo el mínimo respeto a nadie de la Asociación de Cronistas de Beisbol Americano, A NINGUNO…

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