Phil Niekro / BIOGRAFIA
Phil Niekro y su nudillo se mantuvieron en marcha, en marcha y en marcha. Niekro lanzó con los Bravos durante dos décadas en Milwaukee y Atlanta. Ganó más de 300 partidos y perdió más juegos que cualquier lanzador de la Liga Nacional en la época moderna.
Phil y su hermano Joe, tienen el récord de más victoria para una combinación de hermanos en la historia del beisbol de liga mayor. Tuvieron un total de 539 victorias en grandes ligas, mejor que los Deans y los Perry. Joe, a pesar de acumular 221 de esas victorias, nunca recibió la aclamación que obtuvo su hermano, pero Phil enseñó el nudillo a su hermano menor, alargando sustancialmente su carrera.
Niekro nació el 1 de abril de 1939, en Blaine, Ohio. Joe nació cinco años y medio después. Los Niekro crecieron en un campo de carbón, en los Montes Apalaches al oriente de Ohio, cerca de la tierra de John Havlicek miembro del Salón de la Fama del baloncesto profesional.
El padre de Niekro fue un lanzador de bola rápida en las ligas industriales. Mientras atrapaban lanzamientos cuando Phil tenía 10 ú 11 años de edad, su padre le tiró un nudillo como una broma. El nudillo eludió al joven Niekro, pero le fascinó y quiso aprender a tirarlo. Cuando llegó a la secundaria, Niekro se había convertido en un experto en ese lanzamento de forma tal que su padre ya no podía atraparlo.
Los Bravos de Milwaukee estaban lo suficientemente interesados en Niekro y su nudillo como para firmarlo por un bono de US$500. Niekro se tomó su tiempo en las menores y conoció el país. Jugó en los equipos Wellsville en la Liga Pennsilvania-Nueva York, McCook en la Liga Estatal de Nebraska, Jacksonville de la Liga del Atlántico Sur, Austin en la Liga de Texas, y Denver de la Liga de la Costa del Pacífico.
Niekro, recordaba el escritor Pat Jordan, quien lanzó con Niekro en 1959, era “el décimo lanzador del staff”. Al principio aparecía únicamente en las últimas entradas de los juegos perdidos. Era ineficiente debido a que no podía tirar su nudillo al plato, y prefería por el contrario, manejarse con uno de sus otros lanzamientos, todos los cuales eran deficientes”.
El dominio del nudillo vino de forma lenta, pero con seguridad. Cuando Niekro llegó a los Bravos para quedarse en 1965, su último año en Milwaukee antes de irse a Atlanta, era un pitcher de relevo. Realizó 41 apariciones, solo un inicio, y salvó seis juegos. En 1967, 20 de las apariciones de Niekro, fueron como lanzador iniciador. Ganó 11 juegos esa temporada, mientras perdió 9, y encabezó la Liga Nacional en promedio de efectividad con marca de 1.87. Aunque realizaba apariciones ocasionales en el relevo a lo largo de su carrera, después de 1967 fue utilizado principalmente como iniciador.
“Cuando llegué al equipo”, Niekro diría años más tarde, “me sentía como un muchacho. Observaba a tipos (compañeros de equipo) Warren Spahn, Eddie Mathews, Hank Aaron como hombres. Sentía que tenía que tirar solo strikes. Si dejaba caer la pelota cubriendo primera base, pensaba que me sacarían del equipo”.
Pronto Niekro era el as de la rotación de lanzadores de los Bravos. En 1969 ganó 23 juegos cuando los Bravos capturaron el primer título de la División Occidental de la Liga Nacional. Ponchó 193 bateadores frente a 57 transferencias. Niekro inició, pero perdió, el primer juego de la primera serie de campeonato de la Liga Nacional ante Tom Seaver, cuando los Mets barrieron los Bravos en tres juegos.
Niekro batalló en 1970, perdiendo 18 juegos y viendo su efectividad aumentar hasta 4.27. Se lesionó un brazo luego de dos temporadas mediocres más, y el dirigente de Atlanta,Eddie Mathewslo movió al bullpen a inicios de 1973.
Eventualmente, Niekro regresó a la rotación, y el 5 de agosto de 1973, lanzó un juego sin hits contra los Padres de San Diego, el primer no-hitter para un lanzador de los Bravos desde que Warren Spahn tuvo uno en 1961. “Knucksie” finalizó la temporada con un récord de 13 y 10 y efectividad de 3.31, y cuatro juegos salvados.
En 1974 Niekro ganó 20 juegos de nuevo para los Bravos, empatando para el liderazgo de victorias de la liga. También encabezó la liga en juegos completos, con 18, y entradas lanzadas, con 302. Su hermano Joe era un pitcher de relevo en el escuadrón de los Bravos, registrando 3 y 2 con una efectividad de 3.56. Sin embargo, a finales de temporada fue vendido a Houston por US$35,000.
Su hermano Phil ganó 15 juegos en 1975 y 17 en 1976, pero los Bravos terminaron con más de 90 derrotas en cada temporada. En 1977 Atlanta perdió 101 juegos y terminó en el sótano de la División Occidental de la Liga Nacional. Niekro perdió su liderazgo de 20 juegos en esos partidos, pero encabezó la liga de nuevo en ponches, juegos completos y entradas. Estuvo al frente de la Liga Nacional en juegos completos y entradas lanzadas en los próximos dos años al igual que lanzando más de 300 innings en ambas ocasiones.
En 1978 Niekro tuvo 19 y 18; tenía 40 años en ese entonces y sus días como lanzador con 20 victorias parecían haber llegado a su fin. Los Bravos permanecieron en el sótano en 1979, perdiendo 94 juegos y finalizando 24 juegos por debajo del primer lugar ocupado por Cincinnati. Pero Niekro pudo lograr 21 victorias, y es el último jugador en las grandes ligas en ganar 20 juegos para un equipo de último lugar. Niekro también perdió 20 juegos para convertirse en el primer lanzador desde 1906 en ganar y perder al menos 20 juegos en la misma temporada. Lanzó un azote de 345 entradas esa temporada, incluyendo la cifra tope en su carrera de 23 juegos completos.
Niekro, siempre un gran jugador defensivo, ganó premios de Guante de Oro de la Liga Nacional en 1978, 1979 y 1980 y agregó dos más en 1982 y 1983. A pesar de eso en las próximas temporadas continuaron para Niekro las altas y bajas en el montículo. Tuvo 15 y 18 en 1980, entonces encabezó la Liga Nacional en porcentaje de ganados y perdidos con .810, cuando tuvo 17 y 4 en 1982. Los Bravos ganaron la División Oeste de la Liga Nacional esa temporada, y Niekro inició el segundo juego de la Serie Semifinal de la LN contra San Luis. Sin embargo, no tuvo decisión, y los Cardenales barrieron los Bravos.
Niekro, luego de la temporada de 1983, en ese entonces de 44 años, fue dejado libre por los Bravos. Firmó con los Yankees de Nueva York y ganó 16 juegos en cada una de las temporadas en el Bronx. Obtuvo su juego 300 con el uniforme de los Yankees en 1985, privándose del nudillo hasta los últimos dos lanzamientos de ese juego. Niekro salio de los Yankees luego de esa temporada y firmó con los Indios de Cleveland a principios de la campaña de 1986.
Los Indios lo cambiaron a Toronto el 9 de agosto de 1987, y lo liberaron el 31 de agosto. Niekro recuerda que no fue fácil para el dirigente de Toronto, Jimmy Williams dejarlo ir: “Jimy me miró a los ojos y dijo, ´dejar ir a un Salón de la Fama como tú es la cosa más difícil que haya tenido que hacer´. Por lo que vi en su cara, se que lo sentía de verdad”.
Niekro regresó a Atlanta el 23 de septiembre de 1987, para una última aparición en el uniforme de los Bravos. Inició un juego y lo continuó hasta que llenó las bases en la cuarta entrada. Su exhibición había terminado, pero todavía él no estaba listo para abandonar. “Me dejaron ir debido a mi edad, no por mi talento”, dijo.
Niekro ganó 121 juegos después de los 40 años, la mayor cantidad de victorias obtenidas por encima de esa edad en la historia del beisbol. Abandonó el beisbol con 318 victorias y 274 derrotas, un récord moderno de la Liga Nacional. Gracias al nudillo también estableció un récord en una carrera en la Liga Nacional para lanzamientos salvajes, con 200.
Phil Niekro pudo haber ganado muchos juegos más de haber estado en una organización contendora. Los Bravos fueron nulidades perennes en toda la década de 1970, y muchas veces dieron a Niekro poco o ningún apoyo de carreras. Las 49 derrotas de Niekro por blanqueadas son la tercera cifra mayor en la historia del beisbol; detrás únicamente de Nolan Ryan y de Walter Johnson.
Niekro también tiene el récord para más temporadas, 24, sin aparecer en Serie Mundial.
“Recibí unas cuantas dosis de cortisona en el brazo, y Dios sabe, tuve mi parte en el dolor y las penas”, dijo una vez. “Pienso que es extraordinario haber jugado por tanto tiempo y solo estar una vez en la lista de lesionados”.
Los Bravos honraron a Niekro retirando el número 35 de su uniforme en enero de 1997, el beisbol lo honró eligiendolo para el Salón de la Fama.
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