Se reivindica Julio César Chávez Jr.
Julio César Chávez se llevó la victoria por decisión unánime ante Brian Vera, de paso se agenció el título Continental de las Américas de peso supermediano del CMB y la posibilidad de ir por un nuevo cinto ecuménico.
Dos jueces vieron ganar al peleador mexicano por 117-11o y uno más por 114-113. De acuerdo con Bob Arum, la siguiente pelea para el mexicano sería ante Andre Ward, Gennadi Golovkin o el mismo Sergio “Maravilla” Martínez.
La público en el Alamodome de San Antonio, Texas, estuvo del lado del mexicano, que tardó en carburar y dejó que su oponente tomara las riendas del espectáculo. Con un boxeo de fajador, Vera se fue con todo para lastimar al ex campeón del orbe.
Brian entraba bien y se sentía cómodo en la distancia corta, mientras Julio César Chávez se cubría para no recibir candela en zonas blandas y el rostro. Vera entró con ganas, yendo hacia adelante y lanzando golpes fuertes.
En el primer tercio de la riña, Brian Vera mostró ganas de llevarse la victoria, conectando la humanidad del junior, quien se mostró contemplativo, un poco amarrado, casi siempre enconchado y sacando rayas con mucha distancia por recorrer y poco impacto.
Por momentos parecía que Chávez tenía pegadas las manos al cuerpo, pues las soltaba poco, y siempre buscando lastimar las zonas blandas. Algunos de esos golpes llegaban a buen puerto y afectaban a Vera, pero en general se veía incómodo.
Julio entendió que necesitaba una pelea de muchos golpes y que la mejor zona para hacerlo era sobre las cuerdas, ante la poca cintura de su rival. Comenzó a arrinconar y encimar con el cuerpo a su rival, a quien le costaba salir con pasos laterales.
El problema era la poca continuidad de los cates del púgil mexicano. Pero al final del quinto asalto, en una andanada de izquierda y derecha al rostro, Chávez dejó viendo estrellitas a Vera, quien fue salvado por la campana.
El peleador texano buscaba hacer daño con el 1-2, pero la guardia bien puesta del mexicano rechazaba los ataques. Pero como siempre, “al hijo de la leyenda” le faltaba ímpetu, o estamina, para continuar con una seguidilla de golpes. A pesar de las peleas, se ve que al junior le sigue faltando “gas”.
La clave la tenía en sus manos Chávez Carrasco: achicarle el ring a su rival, arrinconarlo contra las cuerdas y lanzar combinaciones a cuerpo y cabeza, pero como lo hacía al final de los asaltos no había continuidad y Brian tenía tiempo para recuperarse en el minuto de descanso.
En el último jalón de la riña, Vera ya no podía ni con su alma, la que dejó en los primeros episodios. Intentaba alejar a su oponente con combinaciones cortas y sin poder, además de los abrazos que le daban respiro ante los embates de Chávez.
Como dice una máxima del boxeo, mientras se golpee el cuerpo la cabeza cae sola. Esa fue la directriz que tomó el de Culiacán, ir minando a su oponente con golpes en las zonas blandas hasta dejarlo sin físico para responder, con la opción de acabar su obra con un golpe fulminante.
Y así parecía ser en el undécimo giro, con una combinación 1-2, que terminó con el derechazo brutal del junior a la quijada de Vera, quien quedó catatónico por un momento, pero de inmediato contestó para alejar a su verdugo. El round lo aguantó de pie, pero ya muy lastimado y sin fuerzas para seguir.
En el último round, Julio, sabiéndose ganador y ante la poca agresividad de Vera, comenzó a payasear, a caminar sobre la tarima y esperar a que el crono muriera, en espera de la victoria a través de las tarjetas de los jueces.
Con la victoria, Julio César Chávez dejó su marca en 48-1-1, 32 KO’s; mientras que Brian Vera quedó con 23-8, 14 KO’s.
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