¿CÓMO ACEPTARÍA EL FANÁTICO ACTUAL A "HURACÁN" CARTER?

 

Por Andrés Pascual
 

Estamos en una era rara en cuanto a la relación público-boxeador: 6, 8, 10 peleas como profesional y listo para discutir (la mayoría ganar) una faja mundial.

 

Mientras Fernando Vargas se retiró como doble campeón con menos de 35, a Julito el de Julio por poco no lo consideran en forma para una titular, sino hasta que cumpliera la edad para el Seguro Social, entonces optó por una faja en la pelea 45 contra Sebastián Zbik y ganó.

 

No son tiempos estos de acumular rounds de trabajo; es decir, experiencia, todos saben más que Mr Fist, PERO NINGUNO PUEDE DAR UNA EXPLICACIÓN CREÍBLE, CONVINCENTE, DE POR QUÉ GANÓ O PERDIÓ, a fin de cuentas, son cuatro campeones, la mayoría paquetes que, en 1965, no se hubieran ranqueado ni, mucho menos, ganado un campeonato. Pero hay un fanático contaminado, manejado a proposito por los que están detrás de la pelea.

 

El cubano Alexis Collado tenía 16 KO´S en 17 ganadas (había empatado a Floro Fernandez en nocaos consecutivos), entonces pierde por decisión y comienza el torrencial de críticas a su técnica, a que le falta... pero no dijeron nada cuando estuvo ganando ¿Por qué? Porque no saben cómo apreciar la capacidad en el ring, porque no entienden que, cuando un novato (en los profesionales claro) noquea en los primeros rounds con cierta asiduidad, ciega al público y a la prensa, deslumbra, impide y casi imposibilita identificar los errores, porque no da tiempo a observar cómo asimila y cómo se defiende. Por cierto, con respecto a este boxeador leí la barbaridad “tiene que aprender para que complemente la pegada...” lo que es al revés; pero, bueno, vamos a “echarle el muerto" a los tiempos también por tamaña “cayucada”.

 

Hoy es fácil ganar 20 consecutivas gracias a que, por cada un peleador bueno, hay 50 bultos y una oficina preparada para arreglar LOS RECORDS y comenzar el voceo del nuevo Marciano.

 

Al boxeador que le meten un knockdown lo estigmatizan por lo de la “quijada de cristal”, si le meten dos lo entierran. Si pierde una en las primeras cinco lo ponen en cuarentena; si dos en sus primeras 12 lo apedrean; si 3 en 18 y 4 en 21 lo matan, sobre el boxeo mejor que ni lea.

 

Todo lo que dije en el párrafo anterior se refiere a Rubin “HURRICANE” Carter (foto A LA IZQUIERDA CONTRA LUIS MANUEL RODRÍGUEZ), del que dicen que pasó 19 años preso por convicción por un triple asesinato que no cometió.

 

Una película protagonizada por Denzel Washingon lo relanzó a la fama; antes lo había hecho Bob Dylan con una canción, para la que se valió de un abogado, a fin de evitar la acusación de libelo.

 

Carter, un buen boxeador sin etiqueta de maravilla, se convirtió en el festín de los liberales desde que una pareja blanca canadiense decidió conoceroo e iniciar el viacrucis de demostrar su inocencia o, por lo menos, desarticular legalmente la ofensa por convicción y lo lograron.

 

Rubin Carter nació y vivió en New Jersey, su récord como profesional fue de 27 ganadas, 12 perdidas y una tablas, 19 de sus victorias fueron por nocao; mientras perdió otra contra José González, por una herida aparatosa en el ojo derecho.

 

Nunca ganó la faja mediana, su división natural, aunque tuvo la opción como retador de Dick Tiger, que lo superó en Filadelfia y lo tiró una vez, cuestionándose la crítica si podía ser campeón algún día.

Cuando Griffiht ganó la faja middleweight, hubo quienes pensaron que Carter podría, sin embargo, en su penúltima pelea entabló con Wilbert McClure en Ohio y en la última, el 6 de agosto de 1966, perdió por decisión en Argentina contra Juan Carlos Rivero.

 

El 27 de Septiembre de 1962 sorprendió en el primero a Florentino Fernández y lo noqueó, pero el PROFESOR Luis Manuel Rodríguez le dio dos clase de boxeo y lo sometió por decisión unánime ambas.

 

Hoy este hombre, recién fallecido, que reunía concurrencias considerables durante su época porque era un buen peleador, probado al fuego del mucho mejor boxeo de antes, no hubiera sido considerado por el público ni para que le enjuagara el protector al Perro Angulo o al Canelo Álvarez... y era mejor que estos dos todas las veces que se quiera, mientras el papel aguante un número. Q.E.P.D