Rigondeaux sobrevive una guerra para noquear a Amagasa
Se recuperó de dos caídas en el séptimo round y terminó venciendo y reteniendo las coronas supergallo OMB y AMB.
El cubano Guillermo Rigondeaux se repuso de dos caídas en el séptimo round para terminar noqueando técnicamente al japonés Hisashi Amagasa en el undécimo asalto de una pelea realizada en Osaka, Japón, en la que defendía los títulos supergallo de la OMB y la AMB.
Guillermo Rigondeaux (15-0, 10 ko´s) tuvo duficultades al inicio para ajustarse al mayor tamaño y alcance de Hisashi Amagasa (28-5-2, 19 ko´s), un boxeador más acostumbrado a pelear en las 126 libras, sin embargo, con su buen boxeo fue tomando control de la pelea en base a golpes certeros y a su habitual buena defensa.
Para el quinto round ya Rigondeaux tenía medido a Amagasa y lo conectó con una buena combinación que hizo doblar las piernas al japonés, aunque el cubano no pudo rematar. En el sexto el ojo derecho de Amagasa ya comenzaba a mostrar las marcas del castigo, pero en el séptimo la pelea dio un giro inesperado.
Luego de una combinación de Rigondeaux, Amagasa logró sacar un gancho de derecha que agarró al campeón al contrapié y lo hizo visitar la lona. Amagasa celebró y se llenó de valor, se lanzó sobre el cubano y nuevamente lo mandó a la lona con lo que pareció más un empujón que un golpe, pero Rigondeaux recibió nuevamente la cuenta de protección.
Las dos caídas hicieron cambiar el plan de pelea de Rigondeaux, que dejó su estilo de golpear y moverse sobre el ring, para pararse a intercambiar golpes y llevar la presión de la pelea. Amagasa no rehuyó la propuesta y a partir de ese momento la refriega ganó en emoción.
Rigondeaux demostró que en el terreno del cara a cara también tiene una gran calidad. Se metió constantemente entre la guardia del rival superando la diferencia de tamaño y comenzó a hacer serio daño al japonés.
En el décimo Amgasa fue a la lona luego de recibir un gancho de izquierda, pero continuó peleando. En el undécimo el rostro de Amagasa estaba lleno de hematomas. El ojo derecho estaba cortado y rojo alrededor y el pómulo izquierdo parecía una enorme pelota que salía de la cara. Luego de la campana la esquina del japonés decidió no salir a pelear el último round, para dejar el triunfo y los títulos en manos de Guillermo Rigondeaux.
Tras la pelea Rigondeaux volvió a pedir una pelea contra Leo Santa Cruz.
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