Severas críticas contra la pelea del siglo, defraudó a millones
LAS VEGAS (EFE).- La polémica no ha hecho más que comenzar con lo sucedido en la llamada “Pelea del Siglo”, en la que se batieron todas las marcas en ingresos de dinero. El estadounidense Floyd Mayweather ya se considera parte de los inmortales del boxeo y su rival, el filipino Manny Pacquiao, está frustrado porque perdió debido a una supuesta lesión de hombro.
Mientras los aficionados tratan de digerir si realmente se trató del gran combate que se vendió o si las declaraciones del promotor Bob Arum lo convierten en un fraude que deja al boxeo nuevamente con una gran deuda ante los seguidores del deporte de los guantes.
Mayweather derrotó por decisión unánime a Pacquiao en 12 asaltos. Se convirtió en campeón welter absoluto al retener sus títulos avalados por el CMB y la AMB, y le arrebató a Pacquiao la corona de la OMB y se embolsó unos 200 millones de dólares, por aproximadamente 100 millones del filipino.
Pero la radiografía de lo que realmente sucedió en el cuadrilátero la imprimieron los 16,507 que la presenciaron en el MGM Grand Garden Arena, que mientras se realizaba la entrevista al flamante campeón lo abuchearon como muestra de su rechazo por el resultado y con la forma en que Mayweather logró la victoria.
El ex campeón mundial Óscar de la Hoya, rival de ambos púgiles como profesional y ahora promotor, con sus declaraciones, redondeó la desilusión que se vive dentro del mundo del boxeo : “Lo siento por los aficionados. Dirán que soy de la vieja escuela, pero me gusta que el dinero que pagan los espectadores valga la pena con un combate de acción”, escribió en su cuenta de Twitter.
De La Hoya criticó sin reparos el “estilo de carrera” que hizo el campeón durante toda la pelea.
Otra leyenda del boxeo , Mike Tyson, con su estilo parco, dijo: “¿Hemos esperado cinco años para esto…?. No fue suficiente”.
La afición, De la Hoya y Tyson se refieren a que Mayweather simplemente se dedicó a hacer un boxeo de piernas, a huir cuando veía a Pacquiao cerca, y a intentar contraataques.
Incluso el padre de Mayweather, desde la esquina del cuadrilátero, urgía a su hijo a “hacer más”, pero “Money” Mayweather respondió que “Pacquiao es un peleador muy fuerte, no tiene caso hacer más, es mejor estar a la defensiva”.
Lo anterior convirtió a la “Pelea del Siglo” en un combate entre un peleador (Pacquiao) lesionado, y otro (Mayweather), en plan de carrera y retirada permanente, huyendo del disminuido rival.
“Catch me, if you can” (Atrápame si puedes”), como el título de la película que protagonizó Leonardo DiCaprio, parecía decir el ex campeón mundial de los pesados, el británico Lennox Lewis, quien a través de Twitter indicó que “Si no lo puedes alcanzar, no puedes pegarle”.
Hay otras versiones, como la de Frank Bruno, quien describió a Mayweather como un “artesano” del ring por su cualidad defensiva y lo puso entre los más grandes de la historia.
EL GRAN JC CHÁVEZ
Si De la Hoya se inclina por la vieja escuela, entonces Julio César Chávez, el llamado Rey del Bending, sería superior a Mayweather en la defensiva, ya que el legendario ex campeón mundial mexicano entraba a la zona de peligro y salía ileso sólo trabajando de manera perfecta con la cintura de goma que tenía, en vez de salir huyendo con velocidad de piernas.
Los aspectos deportivos y los gustos por las diferentes técnicas boxísticas pueden entenderse, pero entrando al terreno legal, el problema grave es que los promotores, al menos Arum, habría fomentado un combate y promovido como la “Pelea del Siglo” un duelo al que su boxeador, Pacquiao, llegaba lesionado.
Más preocupante y ofensivo fue el que apenas concluida la pelea, Arum dijo que Pacquio inició el combate lesionado de un hombro, concretamente del derecho, el que más tendría que utilizar para sacar la mano con la que mejor golpea.
Ahí fue cuando se supo que el ex campeón filipino subió al cuadrilátero lesionado y que de acuerdo con el propio Arum la lesión se la produjo durante un entrenamiento “en algún momento después del 11 de marzo”.
Arum fue más allá cuando también dijo que Pacquiao tuvo que subir al cuadrilátero con dolores debido a que la Comisión Atlética de Nevada denegó su petición para que recibiese antes del combate una inyección con antiinflamatorios.
Arum expresó que “el equipo de Pacquiao pensó que obtendría permiso para recibir una inyección con antiinflamatorios porque ya se la habían suministrado durante los entrenamiento con la autorización de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) que supervisó la pelea.
“El compuesto había sido aprobado por la USADA y el fallo (de la Comisión de negar la inyección a Pacquiao) afectó al resultado de la pelea”, subrayó Arum.
Mientras que el presidente de la Comisión Atlética de Nevada, Francisco Aguilar, dijo que el equipo del filipino quería que se le inyectara lidocaína, una sustancia que adormece la zona afectada.
Pero agregó que no marcaron la casilla de lesión tras el pesaje del viernes, por lo que la comisión no tuvo forma de saber la gravedad de la lesión.
La promoción de la pelea presentó un combate anunciándolo como la “Pelea del Siglo”, a pesar de que uno de los púgiles estaba lesionado, así que los aficionados tuvieron que presenciar un duelo que no era el que se vendió en las taquillas, y el boxeo , una vez más, queda en deuda con la afición.
Esta vez el CMB, la AMB, o la OMB tienen la gran oportunidad de dar un paso adelante y tomar una acción al respecto para darle credibilidad al deporte que promueven.
De lo contrario, es probable que se lleve a cabo una revancha, quizá dentro de un año, cuando Mayweather tenga 39 de edad y Pacquiao, 37, y cuando este último esté recuperado de la operación en el hombro que dice que tiene lesionado y a la que al final se tendrá que someter.
Seguro que los promotores encontrarán formas de promover la pelea y convertirla de nuevo en otro éxito económico para ellos y los boxeadores.
Pero si los conocedores del boxeo aseguran que la “Pelea del Siglo” se dio cinco años tarde y los abucheos de los aficionados lo avalan, cuando se lleve a cabo la posible revancha, la deuda del boxeo hacia la afición será aun mayor y por lo tanto un auténtico “fraude”.
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