EMPATE SANGRIENTO ENTRE SALIDO Y VARGAS
Por Andrés Pascual
El fajador sin tregua no es patrimonio mexicano, pero sus gladiadores tienen marca registrada por el poder de imposición del nacionalista bravo sobre el académico apaciguado y razonable.
Todas las peleas que llegan al límite entre fajadores parecen tablas, anoche Siri Salido y Francisco Vargas empataron luego de 12 sangrientos y espectaculares asaltos.
Parece irreal que dos pugilistas puedan tirar tanto, con tanta puntería durante 12 rounds y terminar de pie, sin embargo, como he visto antes, volvió a ocurrir.
Orlando Salido (43-13-4, 30 KO’s) es uno de los mejores peleadores de divisiones pequeñas de la historia, pese al récord, que no es un dechado de ganadas y perdidas, por su corazón, por el ahínco y la codicia tras el éxito, está en el grupo selecto de Castillo, de Grebb, de Walker…de muchos de sus compatriotas, que han sido mejores técnicamente, pero, en valentía y decoro atlético, acaso lo igualen sin poder superarlo, porque nadie puede tener un corazón más grande que este peleador.
En la otra esquina Vargas (23-0-2, 17 KO’s), hecho a la medida del gladiador mexicano, que, el 21 de noviembre pasado, peleó y ganó la faja superpluma del CMB viniendo de atrás, luego de recuperarse de un ataque que lo tuvo casi noqueado en la lona contra el japonés Takashi Miura y concluyó derrotando por nocao técnico al oriental.
¿Qué podía esperarse de estos dos hombres en la coima por la faja superpluma del Consejo en poder de Francisco Vargas? Una guerra, réplica de cualquier tarde entre gladiadores en el circo romano y eso fue el pleito, una batalla campal hasta el final.
Yo creo que Salido sacó ligera ventaja, que pudo ganar, pero fue muy poca, los rounds 4to, 9no, 10mo, incluso el 12, pero hubiera sido criminal despojar de su título a un campeón que lo defendió como tiene que defender un monarca, tirando y recibiendo como un hombrecito, sin pedir ni dar parlamento.
La pelea fue en Carson, California. Dos jueces dieron tablas 114-114 y el otro votó por Vargas, que terminó con una herida en el párpado izquierdo, 115-113.
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