Rigondeaux le fractura la quijada a su rival para imponerse en Gales
Después de tantos meses de polémica, del drama de una visa que nunca llegó y una cartelera suspendida en el aire, muchos esperaban una pelea que restableciera por todo lo alto la figura de Guillermo Rigondeaux.
Y al cubano habría que eximirle de cualquier tipo de culpa, pues al vencer por nocaut técnico tras dos asaltos el sábado a James Dickens, logró su propósito de vencer y hacerlo por la vía rápida en la velada de Gales.
Un golpe que en principio pareció no tener repercusiones, estremeció el rostro de Dickens, le fracturó la quijada y obligó a su esquina a pedir la conclusión del combate antes de que comenzara el tercer round, dejando a expertos y fanáticos con el deseo de algo más, ya fuera de tiempo de acción o lo que fuera.
“No seré el mejor, pero soy el más completo’’, afirmó Rigondeaux al finalizar el choque. “El decía que yo estaba viejo, pero ya lo saqué del juego. Vamos a ver ahora quien se quiere fajar conmigo’’.
La lectura de estos seis minutos de acción pueden variar en enorme contraste, según se mire y quién lo mire: 1-Rigondeaux mostró mayor deseo de llevar la iniciativa e interés de tirar más golpes. 2-Fueron dos rounds sin mucha acción y ante un oponente al cual la palabra mediocre no le hace justicia.
Una repetición en cámara lenta -¿cuántos pueden decir que vieron la conexión con claridad minutos antes?- mostró el tremendo impacto en el rostro de Dickens, el estremecimiento de todos y cada uno de los músculos, como un recordatorio de que Rigondeaux tiene poder, cuando lo usa.
De acuerdo con declaraciones de la televisión, Rigondeaux debe regresar al ring el 17 de septiembre y posiblemente en Inglaterra, pero la pregunta es, ¿ante quién? Otro oponente tipo Dickens no le sirve de mucho a su edad y sus laureles.
Por otra parte, después de ver la manera en que Rigondeaux despachó a Dickens va a ser muy difícil que los otros campeones de la división quieran subir contra un rival de altísimo riesgo y poca ganancia monetaria.
“Son todos unas yeguas’’, comentó Rigondeaux sobre quienes le evaden. “No tienen valor, solo de palabra’’.
Más allá del resultado y cualquier otra consideración, lo importante es que Rigondeaux rompió el impasse en su carrera, que está de vuelta al panorama complejo de las 122 libras y lo hace por la vía rápida.
Una vez más, se puede sacar cualquier conclusión de estos seis minutos, pero por favor, no le echen la culpa a Rigondeaux.
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