El primer árbitro latinoamericano en ejercer en Grandes Ligas
Cuando a finales de marzo de 2010 me enteré a través de los medios de comunicación que el árbitro Manuel González, de amplia trayectoria en la LVBP, se convertiría en el primer venezolano en ponerse el traje azul y gris para sentenciar jugadas en la Gran Carpa; fue inevitable pensar en Alejandro “Patón” Carrasquel, el primer pelotero venezolano en Grandes Ligas. Pero también mis recuerdos enfilaron hacia Armando Rodríguez, el primer árbitro latinoamericano en participar de un juego en Grandes Ligas, el 04 de abril de 1974 en Arlington Stadium. Rodríguez calificó las jugadas en la tercera base de un juego ganado 7-2 por Oakland a Texas. Catfish Hunter se llevó la victoria y Jim Bibby salió derrotado. La imagen de Rodríguez a su vez me trasladó al primer juego de la final de la LVBP en la temporada 1999-2000.
Armando Humberto Rodríguez Hernández nació el 06 de diciembre de 1922 cerca del Río Blanco, a una milla del Central Hershey, en Cuba. En los años ’30 jugó béisbol juvenil en Cuba, fue seleccionado para un mundial donde actuó como pitcher y primera base. Luego jugó pelota amateur al lado de grandes jugadores como: Sandalio Consuegra, Angel Fleitas, Limonar Martínez y hasta Lino Donoso.
Debutó como árbitro en el estadio Tropical en 1938, acompañaba nada menos que al gran maestro Amado Maestri, allí dio inicio a su carrera de 42 años. Participó en 16 Series del Caribe representando a Cuba y Venezuela. Fue instructor en España e Italia. El 26 de octubre de 1957, tuvo dificultades al asestarle un caretazo al pitcher de los Elefantes de Cienfuegos, Danny McDevitt, quién estaba molesto por haber concedido 7 boletos, golpeado a un bateador y cometido un error. Luego de incurrir en un balk fue amonestado por Rodríguez. McDevitt reaccionó lanzándole la pelota. Cuando Rodríguez lo expulsó, el pitcher lo agredió físicamente a pesar de la vigilancia del receptor Rafael Noble. Pero Rodríguez se defendió pegándole con al careta. Como resultado del altercado Rodríguez fue suspendido por 15 días y McDevitt multado con 50 $.
Después Rodríguez trabajó en la Liga Invernal de Nicaragua. Debutó en la Liga Mexicana en 1958; y en 1962 empezó a arbitrar en Venezuela donde trabajó durante 16 temporadas. En 1966 llegó a las Ligas Menores del béisbol organizado y más adelante arbitró partidos en la Liga de la Toronja hasta que fue llamado a la Gran Carpa en 1974.
En 1974 mientras arbitraba en la Liga Invernal venezolana, Don Armando cantaba strike cualquier pelota que pegaba en el brazo de César Tovar, quién había desarrollado la maña de meter el brazo con disimulo para ir a primera base por pelotazo. En una oportunidad Tovar recibió un bolazo en la espalda y Rodríguez lo envió a primera porque lo habían golpeado de verdad. Después del juego Tovar declaró: “Tengo que reconocer que el hombre tiene clase.”
Su mejor anécdota en las Grandes Ligas ocurrió en un juego de julio de 1974 entre Okland y Kansas City. Bert Campaneris salió al robo de la intermedia y llegó quieto en una jugada muy cerrada donde el catcher Frank Healy hizo el disparo hacia el camarero cubano Cookie Rojas quién empezó a protestar la sentencia de Rodríguez. El manager de los Reales Jack McKeon corrió hacia el terreno para ver que pasaba. De vuelta al dugout le preguntaron la razón del altercado. McKeon respondió: “No sé, yo no hablo español.”
El primer juego de la final de LVBP en la temporada 1999-2000, me hizo recordar a Armando Rodríguez porque este tomó la decisión de confiscar el último juego de la final 1975-76 entre Tigres y Cardenales porque el público de Barquisimeto incurrió en una conducta poco respetuosa con el béisbol. En enero de 2000, para comenzar, la representación de la Liga brilló por su ausencia, había exceso de público en las gradas por falta de vigilancia del orden público. A mediados del juego cuando Magallanes vencía a las Águilas 5-1 desde la tribuna le lanzaron varios pedazos de hielo a un jardinero Navegante, luego empezó un tumulto que terminó con el desprendimiento de la baranda del jardín central. Ante esto los árbitros permanecieron impávidos y el manager Phil Regan retiró a sus jugadores del terreno. El jaleo continuó por más de 20 minutos. Regan aceptó salir a jugar pero indicó que al primer objeto que lanzaran de las tribunas retiraría a su equipo. Al poco rato de reanudado el juego lanzaron un objeto contundente y varios trozos de hielo al segunda base Richard Paz. El juego fue suspendido por mandato telefónico de la Liga. Se reanudó a continuación del cuarto juego de esa final.
Sobre los árbitros de la actualidad Armando Rodríguez declaró: “Creo que les falta estudiar mucho las reglas del béisbol y tener más personalidad.” Armando Rodríguez falleció el 27 de octubre de 2005 en Veracruz, México, debido a una neumonía múltiple.
Rodríguez ha sido exaltado a varios Salones de la Fama en Cuba, México, Miami, Nueva York, Washington y en el Pabellón de las Series del Caribe. En el Salón mexicano hay una leyenda que se refiere a su trabajo y reza: “La disciplina que imponía en el terreno de juego y la precisión en sus decisiones en el home, bases y jardines le valieron la admiración, respeto y reconocimiento de sus compañeros, directivos, jugadores, cronistas y fanáticos”. Se espera que en reconocimiento a su labor de 16 años como árbitro de gran calidad en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, el Salón de la Fama del Béisbol Venezolano haga justicia al exaltarlo como uno de sus inquilinos.
AUTOR: Alfonzo L. Tusa
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