Jerome Williams nunca olvidará su increíble experiencia en Venezuela
Jerome Williams firmó autógrafos por doquier, se sacó fotos a granel con los fanáticos del Magallanes y salió ovacionado del parque "José Bernardo Pérez" de Valencia el domingo. Claro está, tanto revuelo no era obra y acción de sus credenciales como ligamayorista, sino un tributo al que significó el mejor abridor de los Navegantes en los últimos 20 años de la franquicia. Un verdadero as que aunque perderá el 60% de ronda regular restante, seguramente terminará entre los grandes candidatos al Pitcher del Año.
El impacto causado por el hawaiano no solo dejó secuelas en la novena carabobeña que lideró las primeras cinco semanas de la temporada. También provocó reacciones en una enorme afición, la más grande del país, y la misma que lo trató como un dios del morrito hace dos días, luego de afeitar durante siete episodios al enemigo de siempre, Leones del Caracas.
"Es una experiencia increíble, con recuerdos que nunca olvidaré. La sensación que me queda es indescriptible y sin palabras para explicar", reconoce el derecho norteamericano.
Bajo su repetida filosofía de "mantener la bola abajo", Williams abandona la "Nave Turca" con espectacular foja de 5-0 y 1.00 de efectividad en 36.0 innings, equivalentes a seis aperturas. Pese a que sus pergaminos recientes vaticinaban que sería una de las figuras del circuito invernal, su rendimiento superó toda expectativa.
"Venía con un poco de presión, preparado para hacer mi trabajo y siempre me sentí listo para dar el máximo encima del montículo, pero mucho crédito es de los fans del Magallanes, porque ellos me apoyaron en todo momento y fueron grandes", señala el nativo de Honolulú.
El Caracas-Magallanes fue más de lo que pensó
Aunque su compañero en la franquicia de Angelinos de Los Angeles y en el Magallanes, Eric Junge, le había comentado hace meses de la eterna rivalidad entre turcos y el Caracas, Williams todavía no asimila lo que vivió en este clásico del beisbol profesional venezolano.
"Junge me había alertado, pero la verdad, no puedo creer la importancia de este juego para los fanáticos. Es algo que ni siquiera he visto en Grandes Ligas. Todavía tengo mariposas en el estómago. No sé si pueda dormir en el avión", acotaba, un día antes de partir a su tierra, hecho que se dio ayer.
Tratará de volver
El serpentinero extranjero es consciente de las limitaciones que le impiden retornar a la disciplina de los eléctricos; no obstante, se apegará al dicho "tocar la puerta no es entrar".
"Adoraría volver; sin embargo, sé que tengo restricciones. Cuando llegue a casa hablaré con mi agente a ver qué pasa".
El aplomo y la personalidad de Jerome Williams quedaron reflejadas en su pasantía por la LVBP.
"Estoy triste porque me voy, pero no perderé las esperanzas de volver en cualquier momento. Magallanes y el beisbol venezolano son muy similares a mí", concluye.
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