Récords insólitos; Día grande de Willie Mays
Lo que describimos a continuación se produjo iniciando la temporada de 1961 (abril 30) en el County Stadium de Milwaukee.Uno de los miembros de la élite del Salón de la Fama del Béisbol, WILLIE MAYS, jugó muchos partidos espectaculares en su carrera, pero él mismo se encargó de bautizar este como "fácilmente el día más grande que he tenido".Afirmó que hasta superó su actuación en la Serie Mundial de 1954 con su tan celebrada atrapada por encima de la cabeza y de espaldas al plato en lo más profundo del bosque central en el Polo Grounds.A lo que se refería era a su explosión de cuatro vuelacercas con ocho impulsadas en un juego, igualando una marca de Grandes Ligas. Los Gigantes trituraron a los Bravos de Milwaukee 14 - 4.De esta manera, Mays se convirtió en ese momento en el noveno jugador en toda la historia que lograba la hazaña. Los otros eran: Bobby Lowe y Ed Delahanty (siglo 19); Lou Gehrig, Chuck Klein, Pat Seerey, Gil Hodges, Joe Adcock y Rocky Colavito.Lo de Mays sorprendió a todo el mundo, incluyéndolo a él. A pesar de su gran poder con el palo, hasta ese punto de su carrera Mays no había conectado más de tres trancazos en un juego. Y después que Warren Spahn había dejado sin hit a los Gigantes el viernes por la noche, Mays se había vuelto a ir en blanco el sábado, dejándolo de 7-0 en la serie. Willie se había quejado de que no estaba viendo la bola bien y de que su bate se sentía "pesado". Incluso algunos de sus compañeros le ofrecieron sus maderos. Pero cuando comenzó este juego, todo pareció encajar.Cada martillazo salido del bate de Mays no dejó dudas de que iba a viajar una larga distancia. Ninguno viajó menos de 400 pies. Los cuatro pantallazos fueron hacia el jardín izquierdo o entre el izquierdo y el central.En el primer episodio le despachó una recta a Lew Burdette que cayó a 420 pies de distancia. El propio Burdette fue víctima del segundo trancazo, esta vez sobre un sinker y viajando a 400 pies, en el tercer capítulo.En el quinto inning, frente a Moe Drabowsky, Mays falló con línea al central. Pero en el sexto volvió a la carga y le dio lo suyo a Seth Morehead, enganchándole un slider y depositándolo a 450 pies.En el octavo episodio atendió a Ed McMahon, atacando un slider que salió disparado cayendo a 430 pies del plato.En el partido estuvieron Felipe Alou (4-1, HR, impulsada y anotada) y Mateo Alou (entró a jugar defensa en el octavo). ¿UN QUINTO VUELACERCAS? Mays iba a ser el quinto bateador de los Gigantes en la primera parte del noveno episodio, y cuando José Pagán abrió con sencillo parecía que se abría la oportunidad. A fin de evitar una doble matanza, Billy Loes se sacrificó. Chuck Hiller, que ya había cepillado tres hits, falló con un rodado, del short a primera. Al acercarse Jim Davenport al plato y Mays en el círculo de espera, la fanaticada de Milwaukee se emocionó y comenzó a aplaudir, con la esperanza de ver a Willie batear de nuevo.Sinembargo, Davenport también se arrastró, de segunda a primera, cortando la esperanza de que Mays tuviera la oportunidad de sacudir un quinto jonrón. Los fanáticos abuchearon.Ya en el clubhouse, Mays dijo que realmente no pensaba que iba a tener oportunidad de un nuevo turno. Expresó que comenzó a pensar en un quinto cuadrangular al escuchar la explicación que se hacía por los altoparlantes del County Stadium.Los Gigantes en total sacaron ocho pelotas del parque, empatando la marca de jonrones en un juego para un equipo en ese momento: Mays (4), F. Alou (1), O. Cepeda (1) y J. Pagán (2).Con la ayuda de dos bombazos salidos del bate de Hank Aaron (Bravos), los dos conjuntos se combinaron para también empatar la marca de jonrones de la Liga Nacional en un juego (10).Un día antes, los Gigantes habían soplado cinco cuadrangulares, dándoles un total de 13 en los dos encuentros. Esto sirvió para implantar un nuevo récord en la Nacional y empató la marca de Grandes Ligas que todavía perdura.Aunque San Francisco terminó en tercer lugar en 1961, Mays completó una temporada excelente acumulando 40 trancazos de vuelta completa, 123 impulsadas, promedio de .308, y encabezando la liga en anotadas con 129.Los Gigantes ya tenían la marca de más cuadrangulares en un inning (5). Lo hicieron el 6 de junio de 1939 cuando destrozaron el pitcheo de los Rojos de Cincinnati en paliza de 17-3. En ruta a fabricar ocho carreras en el cuarto episodio, Harry Danning, Al Demaree, Burgess Whitehead, Manny Salvo y Joe Moore bombardearon jonrones, todos después de dos outs.El 23 de agosto de 1961, los Gigantes se volvieron locos repartiendo tabla y conectaron cinco pantallazos en el noveno inning, anotando 12 rayas en ruta a una victoria 14-0 sobre los Rojos.Filadelfia sacó cinco bolas del parque en un episodo el 2 de junio de 1949. En total alcanzaron 26 bases en el inning y anotaron 10 carreras en ruta a un triunfo de 12-3.
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