PODEROSO EL DETROIT AL BATE
Por Andrés Pascual
La firma de Prince Fielder por los Tigres de Detroit convirtió a los Bengaleses, de la noche a la mañana, en los propietarios del más formidable dúo de bateadores zurdo-derecho desde… ¿Desde cuándo? Hacia rato que un par de bateadores de superclase, como Miguel Cabrera y el recién llegado por 214 millones en 9 campañas, no formaban un-dos en la alineación de un club de Liga Mayor.
El venezolano está rumbo a Cooperstown, salvo imponderables, allí debe concluir su viaje galáctico. Con el permiso de todo el mundo, para mí es el mejor bateador derecho de ambas ligas, porque, lo que es Pujol, debe demostrar que el significativo bajón de su rendimiento en los últimos dos años es “pasajero”. De acuerdo a sus guarismos del año pasado y a que entró en sus 30’s, da la impresión de que a Cabrera y a Fielder hubieran tenido que doblarle la cantidad…
Sin embargo, en el beisbol, máxima antediluviana, no gana el que más estrellas tenga ni el que más rompecercas agrupe, sino el que mejor juegue.
En estos tiempos de más equipos, de conceptos tan viejos como manipulados a favor de intereses nocivos al beisbol, que ya ni se esconden, como “el pequeño mercado y el grande”, de frustraciones, de decepciones apabullantes, como a las que han acostumbrado los Yanquis a su fanaticada con tanta frecuencia que aburre, un equipo que valga mucho no necesariamente será el campeón ni de su liga ni de la Serie Mundial; sin embargo, el próximo año volverá a estar en la pelea, mientras, por cualquier razón como la estampida de sus agentes libres, por lesiones o por lo que sea, “el eléctrico”, con el que nadie contó en los pronósticos de primavera, que pudo jugar casi gracias a funciones musicales de beneficio para poder pagar los trajes y ganó, irá directamente al lugar que se le pronosticaba: los alrededores del frío y lúgubre sótano de su división, ¿Por qué se repite esta escena tan rigurosamente? Eso es lo que pocos pueden explicar que, por supuesto, deben ser los que tiene “la sartén por el mango”.
A pesar de la pérdida de ratings de la Serie Mundial, porque los juegos de pretemporada previa generan mucho más dinero que el propio Clásico de Octubre, es el argumento que casi seguro manejan Selig y compañía para imponer dos clubes más en las series de división.
Aunque el Detroit no ganara este año la Liga Americana, se puede descontar su parque repleto, incluso los que visite durante el calendario, porque espectáculo, lo que se concibe como disfrute de la posibilidad del cañoneo constante y demoledor, será ver a ese par de artilleros moviendo “la macana” en home.
El gigantón Cabrera, de 28 años y 9 campañas jugadas, con 6 Juegos de Estrellas a su favor y 3 Bates de Plata, batea para .317 con 277 jonrones (un campeonato ganado con 37 en el 2008), 346 dobles, 13 triples y 948 impulsadas, 8 temporadas con 100 ó más empujadas (lideró el 2010 con 126); este año obtuvo el campeonato de bateo con .344, el de dobles con 48 y el de promedio de embasamiento con .448, además, el de juegos jugados con 161. Miguelito fildea para .992 y acumula .395 de embasamiento .555 de slugging y .950
Por su parte, el Príncipe de la Selva, de 27 años y 7 temporadas de labor, promedia .282 con 200 dobles, 9 triples, 230 cuadrangulares y 656 impulsadas; en el 2007 lideró al Viejo Circuito con 51 bambinazos y en el 2009 a los empujadores con 141; ha conseguido 100 ó más empujadas durante 4 campañas; ha estado en 3 Juegos de Estrellas y exhibe en la vitrina de la sala de su casa 2 trofeos de Bate de Plata. Fildea para .992 con .390 de embasamiento .540 de slugging y .929.
¿Qué le falta al Detroit? Aparentemente nada; sin embargo, el Binomio de Oro tiene que producir como Dios, sus números y el dinero que les dan exigen; que el pitcheo no se desplome; que Verlander tenga una actuación parecida a la del año pasado y que el resto del staff, sobre todo el relevo, haga el esfuerzo obligatorio y cumpla con la encomienda.
Jugar con team work es la clave del éxito, sin este no se puede ganar y ya hay una baja lamentable con la ausencia del venezolano Vinny Martínez por lesión para toda la temporada; aunque, a mi modo de ver, el puesto de regular lo tiene perdido con el joven Al Avila, que se perfila como un receptor de calibre y buenas posibilidades de convertirse en un bateador de cuidado.
Siempre se dirán cosas como que “la lentitud de la parte central de la alineación…”; quizás otras, porque de algo vive el cronista, pero, con el manager que tienen, uno de los mejores de las Grandes Ligas modernas, este tipo de situación debe manejarse de tal forma que no cree caos en el juego ofensivo general.
Desde ya el Detroit es un fuerte contendiente al banderín del Viejo Circuito, las fieras están preparadas para iniciar la lujosa función que bien pudiera concluir cuando termine octubre.
Su llegada al Detroit hará del club el más impresionante espectáculo de ambas ligas
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