¿QUIÉN TIENE LA CULPA POR LO QUE ESCRIBIÓ TONY MENÉNDEZ?
Por Andrés Pascual
Tony Menéndez es un excelente cronista español-inglés al que ya se le puede endilgar con justicia el título honorífico de "veterano del sector"; es puertorriqueño, pero, como nos gusta decir a la gente de la Mayor de las Antillas, "cubano nacido allá", porque, ni de juego, nos resignamos a entregar una nacionalidad que creemos nuestra aunque es ajena.
Bueno, Tony es uno de los cronistas más decentes, educados, caballerosos y conocedores con que cuenta un oficio lleno de mediocres en una era decadente, digamos que pertenece al grupo de Rene Cárdenas, de César Temes, de Tito Rondón, de Edgar Tijerino y de algunos otros, no muchos más…
Para mí Tony es boricua, como un primo mío que nació allá, o como Danny Tartabull; también considero a Alex Fernández, Luis González, Alex Ochoa o Fernando Viña americanos, porque nacieron aquí; sin embargo, hubo un acontecimiento que precipitó ese desmadre hacia una tragedia nacional que incluye esos y muchísimos otros nacimientos, de gente exitosa o común y corriente, fuera de la Isla nunca olvidada: la imposición del castrocomunismo. Por eso mis compatriotas se arriesgan a llamarlos "cubanos" con el orgullo y la moral más alta que el Pico Turquino y tienen razón; por eso aquellos que no tuvieron la dicha de nacer en la Cuba de sus padres tienen la obligación de proteger el nombre y los valores de sus progenitores a través de la más absoluta defensa de una nación que, hoy más que nunca, necesita de ellos para liberarse y para sanear el chiquero en el cual metió al país la tiranía castrocomunista, que evitó la verdadera historia de la patria escamoteada y contaminada cuando implantararon una perversa forma de esclavizar y matar, por eso ningún "boricua o venezolano de origen cubano", puede convertirse en reflejo del castrismo alterando, suprimiendo o escondiendo la gloria del cubano de "cuando Cuba reía".
Yo aprecio a Tony Menéndez en toda su extensión, más que por cubano, que no lo es, por buena persona, para mi es alguien valioso y digno de conocerse y de gozar de su amistad, por eso me resultó extraño que escribiera un artículo que alude a los hispanos con carácter estelar por décadas en Grandes Ligas y que esa relación comenzara en la del sesenta.
A mi juicio, el cronista tuvo poco tino, porque, como cualquier cubano desinformado de hoy, también desconoce la historia del beisbol cubano, primero que puso un jugador no solo en Grandes Ligas, sino que llevaron el pasatiempo a casi todos los países de la región y, durante la República y hasta 196…, dominaban en carácter de estelares por cantidad todo el beisbol latino en Grandes Ligas, incluyendo los campeonatos invernales del área.
¿Qué se le quedó a Tony sin decir? Que el beisbol cubano y su relación con las Grandes Ligas empezó antes de 1911, pero que, ese año, debutó el primer hispano que bateó sobre trescientos en Grandes Ligas, que también fue el primero en obtener una buena cantidad de votos para MVP, Armando Marsans; que también, durante esa década, debuto el primer jugador con categoría absoluta de estrella hispano en Grandes Ligas: Adolfo Luque y el catcher Miguel A González, que jugó por 20 campañas y logro dirigir interino al San Luis Nacional y actuar como coach durante varias temporadas después de su retiro.
¿Cuántos cubanos jugaron poco tiempo en las Mayores porque eran 8 clubes por ligas y la pelota era mucho más fuerte, responsable y exigente que hoy? Muchos, sin embargo, ¿Qué otro país tenía la posibilidad de llevar a sus jugadores ni por una hora a las Grandes Ligas? El primero fue México, con Melo Almada en 1933; después, Venezuela, con el Patón, en 1939; Puerto Rico lo hizo en 1940, con Hirán Bithorn y, así.
Un pitcher cubano de poca actuación en Grandes Ligas, como Moín García o como Jorge Comellas, eran estrellas de primer orden en la Mexicana del período Pasquel, pero el periodo 1911-1974 (en que Cuba tuvo a 5 en el Juego de Estrellas y el resto de Hispanoamérica solo uno, César Cedeño, dice a las claras algo que nunca debe olvidarse)
En la década del 10-20, los estrellas Marsans y Luque eran cubanos, no hispanos; en la del 20-30, solo podían competir entre ellos los cubanos y Luque impuso el récord, hasta hoy, de juegos ganados por un pitcher caribeño con 27, además de que obtuvo dos lideratos en mejor promedio de carreras limpias permitidas y varios otros en lechadas y juegos completos; en los 30's, Melo y el Patón pueden situarse junto a Luque; pero, en los 40's, Estalella era una estrella latina, sin los promedios que obtuvieron después otros que tuvieron más suerte, además de Salvador Hernández, Rodríguez Olmo o Adrián Zavala.
Pero a Tony se le olvidó Miñoso y eso es imperdonable, porque ha sido una de las grandes carreras de cualquier hispano en las Mayores, incluyendo estos tiempos de exteriorizados. Y le pasó entre las piernas un metrallazo llamado Conrado Marrero…
A finales de los 50's, el mejor relevista de las Mayores se llamaba Miguel Fornieles, que actuaba para el Boston; algunos años antes, Luis "Wito" Alomá, por 5 temporadas, brilló como apagafuegos para el Chicago Americano, pero, en 1954, ya con problemas en el brazo, Sandalio Consuegra se convirtió en el primer "hispano" en ganar el champion pitcher en la Liga Americana.
Y algo que quisiera saber, ¿De dónde es Camilo Pascual para Tony Menéndez, o Luis Tiant, o Cuqui Rojas, o Versalles, o José Cardenal, o Haitiano González? Estos brillaban en las Grandes Ligas durante los 60's, igual que Leo Cárdenas.
Sin embargo, supongo que el cronista se interesa solo por aquellos en Cooperstown o por los que supone que pudieran estarlo, aunque no contó ni con Tiant ni con Palmeiro.
Esto que ha hecho Tony desnuda el porqué ningún cronista "hispano", salvo los mexicanos o los nicaraguenses, tienen en cuenta a las Ligas Negras nunca, no porque hubieran sido flojas, sino porque no tuvieron representación, en unos casos; en otros, por lo exigua, mejor ni hablar además de Perucho, Coimbre, el Conejo o Canena.
Yo no me molesté con lo que escribió el amigo Tony Menendez, porque, lo primero que hace rato que sé es que, tanto él como muchísimos más, nacidos o criados en Cuba o fuera de ella, no tienen culpa de nada, sino que todo el rigor de cualquier castigo, comenzando por la denuncia, implica solo a la tiranía; sin embargo, no dejé de pasar un mal momento cuando leí lo escrito por alguien de "origen cubano", al que estimo y aprecio.
Sin embargo, me siento con el derecho de sugerirle a Tony que defienda a Cuba como a Puerto Rico, a la patria de sus padres, la patria de Esteban Bellán, de Torriente, de Tinti Molina, de Abel Linares, de Emilio de Armas, de René, de Heydrich, de Ramiro y de Rai García y que se involucre en la historia del más poderoso y fascinante beisbol ajeno a las fronteras americanas que nunca se ha igualado, ese que los americanos del SABR preparan para incluirlo en Baseball References que, para referirse a su historia, lo hacen como La Leyenda del Béisbol Cubano.
Si Luque no fue una estrella el beisbol regional carece de astros
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