La defensa es la clave para Juanma López

Cuando Orlando Salido derrotó a Juan Manuel López hace más de 11 meses para arrebatarle el campeonato mundial de peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo, fueron muchas las señales de que López simplemente se había visto afectado en su entrenamiento por problemas ajenos al deportes y que eso había influenciado demasiado en su rendimiento.
Los problemas personales del púgil, confirmados desde entonces, aparentemente terminaron por ocasionarle una actuación muy por debajo de su nivel usual y eventualmente le costaron el campeonato y el invicto que ostentaba hasta ese momento. Y aún a pesar de lo terminante y apabullante que fue aquel triunfo del visitante mexicano en tierras boricuas, todo parecía indicar que un triunfo contundente en una revancha inmediata borraría esa mala impresión y devolvería a López a los primeros planos de una división llena de muchos peleadores talentosos.
Pero ahora, a casi un año de aquel combate, el panorama es completamente distinto.

Durante este período, la división entró en una etapa de cambios. Celestino Caballero, un campeón pluma junior que había desafiado durante mucho tiempo a López para luego perder un combate ante el retador de segunda línea Jason Litzau y así salirse de la conversación para ese pleito, se ha revalorizado tras haberse agenciado un título en las 126 libras y haberlo defendido en Japón.
El eterno Chris John sigue ahí, invicto y dando cátedra en la división, y otros púgiles como Jhonny González y Miguel Ángel García -- quien participará en la cartelera previa a López-Salido enfrentando al filipino Bernabé Concepción -- dieron el salto para estar revoloteando en los primeros puestos del ranking mundial.
Y el gran rival con quien López esperaba hacer su pelea consagratoria, el cubano Yuriorkis Gamboa, está a punto de pelear en el peso ligero, dos categorías por encima del peso actual de López.

Ante ese panorama, el regreso con gloria a la cima de las 126 libras se hace imperativo para López (31-1, 28 KOs) que tendrá que mostrar en su revancha ante Salido (37-11-2, 25 KOs) este próximo sábado lo que ya él daba por sentado y que ahora tendrá que refrendar de manera categórica, agregando quizás nuevas señales de dominio ante un rival ya envalentonado y que conoce muy bien sus puntos débiles.

Dicho de manera sencilla: el regreso del viejo Juanma López que apostaba todo a su brutal pegada en contragolpe tendrá que ofrecer una versión muy mejorada. La iniciativa en el combate y el control del centro del ring son apenas dos claves básicas, que empalidecen ante la variable más crítica del juego del boricua, que no es otra cosa que la defensa.

López ya dio señales de vulnerabilidad en combates anteriores (su choque ante Rogers Mtagwa fue el más alarmante en este aspecto) y su permeabilidad ante golpes de todos los ángulos es notable. Eso tendrá que mejorar de manera drástica en este nuevo desafío, y el axioma que indica que "la mejor defensa es el ataque" deberá ser soslayado en pos de un armazón estratégico más completo y abarcador.
Solo así podrá López confirmar su presencia en la cima de una división en la que, hoy por hoy, es uno más de una lista nutrida de peleadores excitantes y revitalizados, y de una nueva camada de retadores hambrientos y deseosos de medirse con él. Ante la virtual desaparición de Gamboa como rival posible, y ante la amenaza de una división de peso ligero Jr. revitalizada por la presencia de un enorme púgil como Adrien Broner, López deberá disciplinarse y atrincherarse en las 126 libras durante la mayor cantidad de tiempo posible sin intentar subir de peso hasta que esté muy preparado, y sólo luego de haber dominado de la manera más clara a todos sus rivales en la división.

Y sus claves son dos: confirmar sus viejos atributos exhibiéndolos en su mejor nivel (léase: noquear a Salido luego de apabullarlo round tras round, una tarea muy ardua de por sí) y dar señales de mejoría drástica en su defensa. Solo así podrá dejar atrás el amargo sabor de aquella derrota ante su gente y reafirmarse como el referente principal de la división pluma en la actualidad.