¿Eres adicto al running?
Sabemos que el deporte es tu vida, pero si no deja espacio para nada más… tienes un problema. Te mostramos las claves para saber si "te estás pasando" con tu afición hasta el punto de convertirla en una peligrosa adicción.
Cada vez somos más los runners para quienes practicar deporte de forma regular e intensa se ha convertido en un estilo de vida. Nuestra sociedad ha tomado conciencia de los efectos beneficiosos del ejercicio sobre la salud física y mental de las personas, y casi podríamos hablar de la aparición de una nueva “tribu” cuyos miembros comparten indumentaria, hábitos (saludables) y estilo de vida (deportivo); exactamente igual que otros grupos como los “cool”, los “heavies” o los “moods”.
Hasta aquí todo es perfecto. El problema se origina cuando el deporte pasa de ser una actividad saludable y placentera, y cobra demasiada importancia, eclipsando todo lo demás. En ese caso, como en todos los órdenes de la vida, puede llegar a convertirse en un problema cuando del uso y disfrute se pasa al abuso y sufrimiento. Esto ocurre cuando se atraviesa la línea de lo normal a lo patológico pasando de la afición a lo que denominamos “adicción al deporte“.
Pasado este punto, la gratificación obtenida por las metas y objetivos, siempre hablando de marcas deportivas, es incluso mayor que la que puede producir la mejor cocaína para un adicto a esta sustancia.
Para cualquier adicto, el objeto de su adicción produce la mejor sensación de alegría, bienestar y liberación de tensión que nadie puede imaginar, lo que hace que el adicto sienta el impulso de repetir una y otra vez. Seguro que alguna vez has sentido algo parecido… ¿quién puede resistirse a una droga así? La mayoría controlamos esa sensación, pero no es infrecuente que un deportista quede “enganchado” hasta el punto de provocarse a sí mismo fuertes lesiones, agotamiento físico y psíquico, problemas familiares y con los amigos, bajo rendimiento en el trabajo e incluso serios problemas cardiovasculares como los casos de muerte repentina.
¿Te estás planteando que pudiera ser tu caso? Responde sinceramente a este cuestionario. Te ayudará a averiguar de forma orientativa si debes consultar a un experto, puesto que carece de valor diagnóstico:
1. ¿Has seguido haciendo ejercicio aunque tuvieras algún dolor o molestia?
2. ¿Necesitas hacer ejercicio al menos una vez al día para sentirte bien?
3. ¿No dejas de hacer ejercicio aunque el clima impida salir al exterior?
4. ¿Tratas de hacer la misma cantidad de ejercicio cada semana aunque tengas dificultades?
5. ¿Tienes frecuentes discusiones con tu familia por la cantidad de ejercicio que haces?
Suma 5 puntos por cada respuesta afirmativa:
• 10 puntos o menos: ¿De verdad entrenas? Tranquilo, estás muy lejos de tener un problema de adicción. • Entre 15 y 20 puntos: Evidentemente, tus entrenamientos son importantes para ti, pero no necesariamente tienes un problema. • 25 puntos: Te estás pasando. Ha llegado el momento de consultar a un experto.
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