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Sudar, esa incómoda necesidad del corredor





Considerado por la mayoría de las personas como un incómodo acontecimiento fisiológico, el sudor cumple en realidad una importante función en nuestro organismo: regular la temperatura corporal. A escasas semanas de meternos de lleno en los meses más calurosos del año, seguro que te interesa saber todo lo relativo a este tema y, muy especialmente, cómo reponer las sustancias que se pierden en la sudoración. Te lo contamos en este artículo.
¿Qué es el sudor?
El sudor es un líquido que expulsa nuestro cuerpo cuando la temperatura corporal sube (por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, tenemos fiebre o hace mucho calor). Este líquido sale a través de las glándulas sudoríparas, de las cuales tenemos 2,6 millones en toda la piel. El sudor no es solo agua sino que también contiene sales minerales, urea, ácido láctico, algunos ácidos grasos (responsables del olor rancio cuando no lo secamos), y otras sustancias que nos protegen frente a los gérmenes y microorganismos que existen en nuestra piel.
¿Qué función cumple en nuestro organismo?
La principal función de la sudoración es regular la temperatura corporal, eliminando el calor excesivo que produce el cuerpo. Pero el sudor que elimina calor es el que se evapora, y no el que cae al suelo durante la práctica deportiva. En otras palabras, el sudor que permite que nuestro cuerpo se “enfríe” no es el que vemos sino el que no se ve. Nuestro organismo tiene otros mecanismos para perder calor, pero el sudor es el más eficiente ya que nuestro cuerpo puede elevar el ritmo de sudoración cuando elevamos la intensidad del ejercicio.
¿De qué depende el nivel de producción de sudor?
El grado de producción de sudor depende de factores principalmente externos, como la duración e intensidad de la actividad física, la temperatura y humedad ambiental, la vestimenta utilizada, etc. Además hay que tener en cuenta que no todos sudamos por igual; en este sentido, los factores más importantes que hacen que una persona sude más que otra son: la aclimatación al calor (cuanto más acostumbrado se esté al calor más se sudará, no menos), y el nivel de hidratación (si las reservas de agua corporal están bajas se sudará menos).
¿Cuántos litros de líquido podemos llegar a perder al día por el sudor?
En situaciones normales nuestro organismo produce aproximadamente un litro de sudor al día, que va evaporándose progresivamente sin casi darnos cuenta. El ritmo de este sudor no lo podemos controlar, y junto con las pérdidas a través de la orina (300 – 600 ml) hacen que una persona en un clima normal necesite beber al día 1,5 litros aproximadamente.
¿Y al hacer ejercicio físico?
En este caso, lógicamente, las pérdidas por sudor serán mayores. Cuando hacemos ejercicio intenso en un ambiente caluroso podemos llegar a perder hasta 1,5 litros por hora. Incluso un estudio realizado entre jugadores de fútbol americano llegó a  medir hasta dos litros de sudor por hora en un entrenamiento, en parte debido a toda la vestimenta que llevan encima. En el caso de los atletas, tras correr un maratón (42,195 km) en un día caluroso, pueden llegar a perder hasta cinco litros de líquido en forma de sudor.
¿Es suficiente con beber agua para recuperar los líquidos perdidos?
No, también es necesario recuperar las sales minerales que se pierden cuando sudamos (sodio, potasio…). Perdidas de agua superiores al 3% del peso original son peligrosas para la salud, ya que entonces no podremos sudar para eliminar calor cuando lo necesitemos. Si nuestra temperatura corporal se eleva por encima de los 41ºC (situación que no es extraña al hacer ejercicio en un ambiente muy caluroso) existe peligro de sufrir un golpe de calor. Pero si solo bebemos agua y no recuperamos las sales que perdemos con el sudor, podemos llegar a diluir tanto nuestra sangre que se de una situación de hiponatremia (baja concentración de sodio), lo que puede acarrear daños en el sistema nervioso.
¿Cuál es la mejor forma de recuperar estas sustancias perdidas por el sudor?
Beber agua con carbohidratos y sales minerales. Así, recuperaremos las sales perdidas con el sudor y la energía que gastamos durante la actividad física, con lo que estaremos fuera de la zona de peligro por “sobrecalentamiento”, además de mejorar el rendimiento deportivo. Puedes recurrir a las bebidas isotónicas y deportivas que hay en el mercado o, como solución más económica, “fabricarte” una bebida isotónica casera con un litro de agua, el zumo de un limón, un par de cucharadas de azúcar y una de sal común o bicarbonato.
¿Qué relación hay entre sudor y pérdida de peso?
Del peso que perdemos durante una sesión de 60 minutos de ejercicio aeróbico (pongamos por ejemplo 800 gramos) solamente 60 gramos serán debidos a la oxidación de grasas y carbohidratos, y 740 a la pérdida de agua a través del sudor (aunque no veamos caer las gotas). Así por ejemplo, las pérdidas de peso tan espectaculares que se consiguen cuando corremos excesivamente abrigados o envueltos en plásticos (práctica muy peligrosa) son en un 90% debidas a una pérdida agresiva de agua que puede tener consecuencias desastrosas para la salud, puesto que ese agua es nuestro único “refrigerante” corporal.
Texto: Javier Peralta, especialista en Fisiología del Ejercicio.

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