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BEISBOL 007

ES UN RELAJO LO DE ALGUNOS MANAGERS CON LOS LINE-UP’s

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Por Andrés Pascual

En la época de Willie Mays, era común que el manager que dirigía a la Liga Nacional un año cualquiera, colocara al outfielder como primer bate del Viejo Circuito en el Juego de Estrellas, sucedió varias veces.

Mays era capaz de funcionar perfectamente como primero en el orden que como 4to, su capacidad asombrosa de jugador de excepcional talento, le permitía tocar bien, batear con autoridad de slugger o enviar un metrallazo al campo opuesto.

Sin embargo, hubo dos elementos que, a mi juicio, provocaron que ocupara el primer turno al bate en el clásico de media temporada: que recibía igual cantidad de bases por bolas que ponches, asimilando más pasaportes gratis que chocolates varias veces, con totales de 1426 bases por bolas durante su carrera y 1526 dejando pasar o tirándole al tercer envío.

Los totales de bases por bolas recibidas por Willie Mays, Musial o Dimaggio no fueron tan elevados como los de Barry Bonds ni las cantidades anuales, porque estos eran bateadores agresivos en el home, verdaderos clutch-hitters, que entendieron siempre que su función no era dejar pasar un lanzamiento porque no les gustara, sino que trabajaban el turno aun con lanzamientos malos o que no fueran de su agrado, para mover a los corredores o para lograr la conexión de una base extra que lo acercara más al home.

Con Willie Mays habrá que establecer diferencias mientras dure el juego, porque no solo corría endemoniadamente, sino que sabía cómo y cuándo hacerlo.

La otra conclusión que explicaría la razón de abrir juegos con el ex toletero gigante en el primer turno, es porque estará una vez más ante el pitcheo enemigo que, por tratarse del individuo, era una amenaza extra antes de que decretara “play ball” el “chief umpire”.

Como que el beisbol es el juego más complejo de todos y su guía de reglas un verdadero manual, digno de explicarse en el currículum de cualquier curso de colegio intermedio, pues cada departamento del juego, su funcionamiento, es complejo.

El bateo, que no es intuitivo sino cuando jugadores capaces tienen luz verde para decidir en el home por sí mismos, explica perfectamente que cada turno al bate, desde el primero hasta el noveno, tiene una función diferente.

Sin embargo, el juego de hoy, que sobresale únicamente por la monstruosidad del desarrollo corporal de los peloteros ante el pasado de mucha más clase y, por supuesto, inteligencia, ha deshecho muchas de las concepciones cuyo origen está en las reglas, como, por ejemplo, el orden obligatorio por capacidades en las alineaciones.

Yo le preguntaría a Don Mattingly, a Maddon y a Redmond cómo entienden ellos la funcionalidad individual de sus jugadores, porque no es posible tener a Yasel Puig transitando del 1ero al 5to turno como si estuviera en un relevo de 4 x 400 de natación.

¿A qué obedece el relajo de abrir un día contra un zurdo con el cubano en 2do y pasado mañana, contra otro zurdo, en el 4to?

O Adeinis Echevarría, que lo mismo es 9no, 8vo, que 1ero con los Marlins. O Yunel Escobar con Tampa…

Peor sucede con el Chicago White Sox, donde Robin Ventura ha sacado del 8vo turno a Dayán Viciedo para ponerlo a batear 4to ó 5to, después que el outfielder falló 3 veces en el juego anterior. O, ha sucedido alguna que otra vez, después de dar un par de líneas lo ha regresado al 7mo u 8vo

En el caso de este bateador, como con Céspedes, estamos en presencia de dos bigleaguers que, increíblemente, no siguen la bola.

Incluso Céspedes y Viciedo, por su swing demasiado largo, no tienen la capacidad obligatoria para utilizar todo el terreno, aspecto técnico obligatorio del bateo profesional, que les impide conectar hacia la banda opuesta con perfección.

Con otro que se experimentó el paseo por todos los turnos sin justificación aparente fue con el shortstop Ramírez, también de los Medias Blancas, que este año ha logrado superar el problema que le ocasionaban los slumps tan prolongados y ha estabilizado su bateo en .280, con una aceptable cantidad de tubeyes, que le posibilitó a Ventura, porque más nadie hace algo meritorio para batear 3ro y a pesar de su pobre producción de jonrones, ponerlo en ese turno de alta responsabilidad y hacerlo bastante bien.

Hay muchos más casos de contravenciones inexplicables del carácter, la seriedad y la personalidad del juego, o ¿Se le olvidó que un manager de Minnesotta sacó a un pitcher que metió el 7mo inning sin hit ni carreras por un emergente ganando 4 por 0 y al primer relevo o set-up le encendieron un cohete al left-center, bueno para un doble, seguido de dos bases por bolas y otro hit, con el resultado de dos carreras y adiós no hit no run? ¿Qué es el beisbol moderno? Por supuesto, si fuera “el viejo” ni se jugara tan estúpidamente ni se justificaría con “tiran más duro y…”

Lo único que hay más que ayer es dinero y falta de respeto, tanto a un público consentidor que se aplica poco, como al propio pasatiempo.

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