LA UNIFICACIÓN DE FAJAS DEBÍA SER UNA OBLIGACIÓN

 

 

Por Andrés Pascual

El deporte más necesitado de una organización mundial regente, que no pueda ser manipulada ni por las promotoras ni por la televisión ni por lugares muy ricos del mundo de las apuestas es el boxeo.

Sin embargo, se debe reconocer lo imposible, que el antagonismo entre las asociaciones, consejos u organizaciones se mueve de lo deportivo a lo político con facilidad tan viciosa como sospechosa.

Estados Unidos no puede convertirse en fiscal y parte, así que desechada la perspectiva de depositar tamaña responsabilidad en sus manos, además, el imperio del boxeo de hoy está asentado en diferentes confines del mundo.

Por cuenta propia subsidió José Sulaimán a Mantequilla Nápoles; por cuenta propia reclamó un eje internacional, capaz de atender asuntos urgentes de los boxeadores como el retiro o la pensión, eso hay que reconocerlo, sin embargo, no hizo eco en ninguna otra instancia rectora o, por lo menos, se desconoce y peor, no hacen nada por llegar a un acuerdo y promover, luego de crearlo, un fondo de ayuda ¿Es difícil? Por supuesto, pero ¿Qué es fácil en la vida? Mientras menos empeño se ponga, más se alejará por imposible de concretar la idea humanista.

Detrás de cualquier medida que se tome con respecto a la mejoría del nivel de vida de los peleadores que se retiran pobres, o que empobrecen por su incapacidad para manejar el dinero y son robados descaradamente con intención, debía estar quien los exprime hasta que no quede zumo durante su esplendor, único Zar del boxeo moderno: el circuito televisivo, pero ¿Qué hace este pulpo, parte importante de la media maldita? Nada, no es su problema, pero es un problema grave que exije solución y alguien debe enfrentarlo, proponer iniciativas y disponerse a actuar “como Dios manda”, que sobran la historias negras como para dejarselo “al de atrás” que nadie ve.

Otro aspecto afectado porque no se crea la Comisión Internacional de Boxeo Profesional, con tal independencia y autonomía que sea imposible que el pandillerismo la asalte, la contamine y la someta a sus turbios intereses, es la unificación de fajas.

¿Por qué no se unifican las fajas por peso? Por miedo, porque traería como resultado que una promotora o dos pierdan su campeón y un campeón siempre vale algo por su propiedad titular, aunque le hayan regalado la pelea en que la obtuvo o una tabla en que la retuvo injustamente.

Un proceso de unificación traería como consecuencias un round-robin, que haría interesante, mucho más que lo que tienen hoy, un ciclo entre campeones para buscar al verdadero super, o lineal, o qué sé yo de toda la basura que inventan y no vale un medio como gratificación ni en función de consolación, que es para lo que existen.

No es lo mismo presentar al monarca de la AMB o del CMB que a Periquito Pérez, cuyo récord es de…en medio de la orfandad sin fanfarria que refleja un boxeador sin título de interés, sin embargo, todos estos inútiles NABO y otros por el estilo, no son considerados en una estelar de Las Vegas como palmarés, ALLÍ NUNCA SE REFIEREN A ESTOS PREMIOS COMO GALARDONES QUE REALCEN SU VALOR EN LAS APUESTAS.

Las consideradas que “todos quieren ver”, nueva motivación repetitiva de la crónica mediocre cuando hay otras cosas que decir pero no las ven, pudiera producirse si llegaran al acuerdo de unificar todas las fajas de todos los pesos.

Los antagonismos económicos son un obstáculo a muchas cosas que adecentarían el boxeo profesional, pero, lo primero, debe ser la creación de un modelo de control internacional, con poder suficiente para dictar unificaciones, para luchar por pensiones y para botar a cuanta bacteria infecte el circuito.