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BEISBOL 007

Biografias deportivas

LUIS TIANT-EL TIANTE DE MARIANAO

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Su peculiar estilo al lanzar y su gran bigote siempre acapararon la atención del público y de los eruditos del béisbol. Cuando hacía su mecánica de lanzar casi se viraba casi completamente para la segunda base y luego venía para el plato. Sin lugar a dudas ver lanzar a este señor era todo un espectáculo siempre con un control descomunal. Fue firmado por Bobby Ávila para la Liga Mexicana y luego su contrato fue vendido a los Indios de Cleveland con quien debutó en las mayores. En las Ligas Menores obtuvo 70 victorias frente a 53 reveses con las novenas Tigres de Cuidad México, Jacksonville, Charleston, Burlington y Portland. El 19 de julio de 1964 debutó en las mayores frente a los Yankees de Nueva York a quienes les lanzó 9 entradas completas, 4 hits, poncho a 11 bateadores y regaló 4 bases por bolas ganando el partido.

De esta manera el lanzador cubano fue incluido en la rotación de los Indios terminando ese primer año con foja de 10-4 en 19 juegos que vio acción, inició 16 partidos lanzando 127 entradas. De aquí en adelante Tiant se convirtió en el as del montículo de los Indios ganando 21 juegos en la temporada de 1968. En 6 años con la franquicia India despachó 21 blanqueadas terminando con marca de 64-75. En diciembre 10 de 1969 es cambiado a los Gemelos de Minnesota junto a Stan Williams por Dean Chance, Bob Miller, Ted Uhleander y Graig Nettles. Con el Minnesota en 1970 lanzó para 7-3 antes de ser dejado libre y en mayo de ese mismo año firmó con los Bravos de Atlanta donde nunca vió acción debido a una lesión. Muchos creían que su carrera había terminado, no obstante, posteriormente firmó un contrato de Liga Menor con el Louisville AAA sucuesal de Boston acumulando marca de 2-2. Con el Boston jugó 8 años obteniendo 122 triunfos contra 81 derrotas.

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Fue ganador de 20 juegos o más en tres ocasiones en (1973-20-1), (1974-22-13) y (1976-21-12), lanzó 26 blanqueadas. Fue líder en promedio de carreras limpias en 1972 (1.91) con 264 ponches. Luego de Boston pasó a los Yankees de Nueva York vía agente libre el 13 de noviembre de 1978. Con los Mulos lanzó dos años (1979-1980) donde acumuló 21 victorias frente a 17 derrotas en 55 juegos que vio acción. Sus últimas dos temporadas (1981-1982) las pasó con los Piratas de Pittsburgh y los Angelinos de California. Luís Clemente Vega Tiant nació en noviembre 23 de 1940 en Marianao, Cuba.

Publicado por edwin vazquez el marzo 1, 2013


Édgar Rentería, ‘El Niño’ que nos enseñó de béisbol

El mejor pelotero colombiano de la historia le puso fin a una exitosa carrera de 16 años en las Grandes Ligas. Un ejemplo.

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Édgar Rentería, El Niño de Barranquilla, le dijo adiós al béisbol, tras 16 años de trayectoria en las Grandes Ligas, 2.152 partidos, 2.327 imparables, 1.200 carreras anotadas, un promedio al bate de .286, la consecución de dos Guantes de Oro, tres Bates de Plata, cinco selecciones al Juego de Estrellas, dos anillos de Serie Mundial, un MVP del Clásico de Otoño y además, junto con los exyanquis Joe di Maggio, Yogi Berra y Lou Gehrig, únicos jugadores en las Mayores en impulsar la carrera del título en dos Series Mundiales diferentes.

La última vez que calzó unos spikes y se colocó un guante en su mano izquierda para actuar en un juego oficial, fue el 18 de noviembre pasado, en el estadio Rod Carew de la Ciudad de Panamá, donde la selección de Colombia cayó 9-7 contra los locales y vio extinguir cualquier posibilidad de avanzar al Clásico Mundial de Béisbol.

Rentería debutó en las Mayores el 10 de mayo de 1996 con los Marlins de la Florida, en un encuentro en el que vencieron a los Rockies de Colorado 4-2. Aunque en ese partido no tuvo turnos al bate, puesto que entró en el noveno episodio, estaba comenzando a escribir una gran historia para el béisbol nacional en la Gran Carpa, porque fue como una carta de presentación para los jugadores colombianos en las Grandes Ligas. Le siguieron Orlando Cabrera, Jólbert Cabrera, Yamid Haad, Emiliano Fruto, Ernesto Frieri, Julio Teherán, Donovan Solano, Jonathan Solano y José Quintana.

En su primera campaña, Rentería quedó segundo en la votación para novato del año, pero fue en 1997 cuando el nacido en el barrio Montecristo hizo que el béisbol se viera de manera diferente en este país. Día 26 de octubre, Pro Player Stadium de Miami, séptimo partido de la Serie Mundial. Empate 2-2, parte baja de la decimoprimera entrada. Bases llenas, dos outs. En la lomita, Charles Nagy, ganador en ese año de 15 partidos. El lanzador de los Indios de Cleveland en cuenta de 0-1 le envió al colombiano un lanzamiento rompiente, éste lo único que hizo fue ponerle el bate para que la pelota cayera por detrás de segunda base para darles la primera Serie Mundial a los Marlins.

Colombia por fin veía a un pelotero suyo campeón del Clásico de Otoño. En ese momento, sin importar qué tanto se entendía el deporte o si lo consideraban aburrido o no, muchas personas en el país se emocionaron y celebraron tras ver a El Niño conectar el imparable de oro que le dio el triunfo a su equipo.
Pero ahí apenas comenzó su carrera. Sus mejores años estaban por venir y fue el equipo de los Cardenales el que los disfrutó: tres selecciones al Juego de las Estrellas, tres Bates de Plata, dos Guantes de Oro y considerado en dos ocasiones Jugador Más Valioso de su novena, fue lo que dejó su paso por San Luis.

Su despedida de los Cardenales también hizo que Colombia se fijara nuevamente en el béisbol, esta vez con la ayuda de Orlando Cabrera. Por primera vez en la historia, dos colombianos dueños del campocorto se enfrentaron en una Serie Mundial. Poco pudo hacer Rentería para evitar que los Medias Rojas se quedaran, tras 86 años de sequía, con el título. Pero otra vez el país puso sus ojos en las Mayores para ver a dos representantes dejar el nombre de su patria en alto.

Dicen que lo bueno se hace esperar. Hay un narrador de este deporte que tiene una frase que le cae como anillo al dedo al barranquillero: “Los grandes momentos encuentran a los grandes jugadores”. Y así le sucedió a Rentería con los Gigantes de San Francisco. Tras batallar con una lesión en la ingle en 2010 y después de haber jugado sólo 72 partidos esa temporada, el equipo de Bruce Bochy llegó a postemporada y contó con Rentería para sus series contra Atlanta, Filadelfia y Texas.

En los seis playoffs previos que jugó tan solo tuvo la oportunidad de conectar un cuadrangular. Para la Serie Mundial contra el equipo de los Rangers, Édgar Rentería sacó dos veces la pelota del parque e impulsó seis carreras.

Pero su momento estelar en ese Clásico de Otoño, cuando nuevamente hizo que Colombia se paralizara, fue en el juego cinco contra el lanzador más dominante de la temporada, Cliff Lee. El partido se mantuvo empatado 0-0 hasta la séptima entrada. Los Gigantes colocaron hombres en tercera y segunda con dos outs y nuevamente un gran momento encontró a un gran jugador.

En cuenta de 2-0, Lee lanzó una bola cortada que se quedó en el medio del plato, Rentería no desaprovechó la oportunidad y la desapareció para definir nuevamente a favor de su equipo una Serie Mundial.

En esta ocasión un premio muy merecido tras definir el partido, el MVP del Clásico de Otoño. La sensibilidad, la nobleza, la dedicación y el profesionalismo de un jugador quedaron en este premio, pero además Rentería se convirtió en el primer jugador suramericano en ganar este galardón.

Colombia, además de paralizarse, inundó las redes sociales con este hito. Por un instante el deporte más popular del país, el fútbol, quedó opacado por lo que un jugador había logrado en las Grandes Ligas.

Por eso, sólo queda darle las gracias a Édgar Rentería por dejar el nombre del país en alto, por encargarse de poner a Colombia en el mapa beisbolero y por ser un ejemplo de profesionalismo.
El filósofo chino Lao-Tse decía: “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”, y ese paso que dio El Niño de Barranquilla hace 18 años para que nuestra patria comenzara un largo viaje por este maravilloso deporte, ya está dando sus frutos.

Por: Jesús De la Hoz / Especial para El Espectador

Catfish Hunter BIOGRAFIA

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Por muy espectacular que hayan sido los logros de Jim “Catfish” Hunter en la lomita -y entre estos se incluyen un juego perfecto, un premio “Cy Young”, y cinco temporadas consecutivas con 20 victorias- palidecen en comparación con las sacudidas que inició en 1974 contra el negocio del béisbol, cuando encendió la primera guerra de ofertas del agente libre.
En un preludio de la revolución de la agencia libre, Hunter saltó de la sartén de los Atléticos de Oakland de Charlie Finley al fuego del “Zoológico del Bronx” de George Steinbrenner, el equipo de los Yanquis de Nueva York. En el proceso, empezó a conocérsele como el “Hombre de los 3 Millones de Dólares” del béisbol.
Tres millones de dólares significaban muchísimo para un individuo como Hunter, quien había nacido en una familia de aparceros de Carolina del Norte, en 1946. Pero también el béisbol. “Siempre estábamos jugando pelota, aún cuando llovía. Si llovía, nos íbamos al granero y partían mazorcas de maíz y las bateaban con un palo”, recordaba Pete, el hermano mayor de Hunter. “No teníamos mucho dinero, pero siempre tuvimos béisbol”.
Jim Hunter se destacó durante sus estudios de nivel medio en las competencias de la Legión Americana, donde tiró varios juegos sin hit. Sus cifras en el montículo atrajeron la atención de los cazadores de talentos, pero cuando su hermano lo hirió accidentalmente en un pie durante una cacería de patos, pareció que su carrera como lanzador había llegado a su fin. Treinta perdigones se le alojaron en un pie y perdió el dedo pequeño.
El titular del periódico local proclamaba que “la carrera de Hunter en el béisbol llega a su fin”, lo cual contribuyó poco a que los “scouts” siguieran viniendo. Sin embargo, Hunter estaba decidido a demostrar cuán equivocados estaban y tan pronto como pudo ponerse de pie, intentó lanzar, aún cuando su pie estaba todavía dormido por la anestesia.
Hunter se recuperó en muy poco tiempo, aunque muchos equipos se alejaban de él. No obstante, a insistencia del “scout” Clyde Kluttz, el dueño de los Atléticos del Kansas City, Charles O. Finley, decidió jugársela y en junio de 1964 firmó a Hunter por un bono de $75,000 dólares, un viaje a la Clínica Mayo a examinar su pie, y una nueva identidad.
“Después de firmar el contrato le dije que teníamos que buscarle un buen apodo”, dijo Finley. “Al estudiar el entorno de su lugar de origen, se me ocurrió ‘Catfish’. Le dije que le contaríamos a la prensa que había estado perdido durante una noche y que al final lo habían encontrado corriente abajo con un pez gato junto a él y otro en la vara. Me miró, sonrió y me dijo con su acento peculiar ‘Lo que usted diga, señor Finley, está bien’”.

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Hunter no lanzó como profesional en 1964. En 1965, debido a una regla de la MLB que se refería a los “bonus babies”, las bonificaciones a jóvenes, Finley tuvo que mantener a Hunter en la nómina del Kansas City, o se arriesgaría a perderlo. Hunter no apareció hasta mediados de mayo, cuando lanzó dos entradas sin carreras como relevo. Poco después ya estaba de abridor de los Atléticos. “Con el material que tiene, no hay razón para que lance en las menores”, se asombró el as relevista de los Atléticos, John Wyatt.
En 1966 era un jugador Todos Estrellas. El 8 de mayo de 1968, Hunter lanzó el primer juego perfecto de una temporada regular en la Liga Americana desde que el derecho Charlie Robertson había introducido el truco en 1922. Al enfrentarse a los Mellizos del Minnesota, Hunter derrotó con su “no-hit” a David Boswell 4 – 0 y ponchó a 11. Hizo 107 lanzamientos, y no se produjo ni una sola jugada difícil a sus espaldas, aunque se metió en la cuenta de tres bolas en siete ocasiones. “Utilicé rápidas y ‘sliders´. Y tiré solamente tres cambios y una curva en toda la noche”, dijo Hunter.
Después del juego Hunter recibió una llamada de Charlie Finley quien congratulaba al joven y le dijo en tono crítico: “Aunque me costaste $5,000 dólares”.
“Lo siento. ¿Quién le ganó?”, quiso saber Hunter.
“Tú mismo”, respondió Finley. “Van a aparecer en tu próximo contrato”.
Poco después que los Atléticos se mudaron a Oakland en 1968, Hunter y el equipo se convirtieron en ganadores regulares. “Es un gran lanzador, cada vez que sale espero que lance una blanqueada”, decía el dirigente Alvin Dark. El Oakland logró los campeonatos de la LA todos los años entre 1971 y 1974. En 1974 Hunter ganó el premio Cy Young de la LA y ayudó a los Atléticos de Charlie Finley a un campeonato mundial. Esa fue la última temporada de Hunter en Oakland.
El contrato de Hunter con el Oakland decía que Finley debía pagar la mitad del salario del lanzador, $100,000 dólares, a una fondo de seguros de vida que era en esencia un acuerdo de compensación diferido. En octubre de 1974, cuando la Serie Mundial estaba a punto de comenzar, Hunter acusó que debido a que Finley no había cumplido su parte del acuerdo el contrato completo era nulo, incluyendo las cláusulas de reserva. Por esta razón Hunter adujo que era un agente libre.
Alarmado, Finley, intentó restituirlo. Llegó tan lejos como entregarle personalmente un cheque a Hunter por $50,000 dólares, que Hunter no aceptó. Después de todo, razonó Hunter, la Sección 7-A del Contrato Regular del Jugador decía que “el Jugador puede dar por terminado el contrato por medio de carta escrita al Club, si el Club fallara en el cumplimiento de los pagos al jugador condición de que… y si el Club no subsana el incumplimiento dentro de los 10 días después de recibir el aviso por escrito de los incumplimientos.”
El caso fue a arbitraje, y el 13 de diciembre de 1974, el árbitro Peter Seitz falló que el contrato de Hunter era nulo. Hunter era un agente libre y pronto se desató una guerra de litigios. “¡Dale, Cat! ¡Cógelo todo, hombre!”, aconsejaba Reggie Jackson, su compañero de equipo.
El período de licitación duró 13 días y se trataba realmente de una escena asombrosa. Los representantes de 15 equipos de Grandes Ligas le habían enviado emisarios al agente de Hunter, la firma rural Cherry, Cherry and Flythe, en el pequeño Ahoskie, Carolina del Norte. Seis propietarios de equipos de las mayores (Gene Autry, Ted Bonda, Brad Corbett, Dan Galbreath, Ewing Kauffman y Bud Selig) se presentaron personalmente.
En poco tiempo las ofertas habían llegado al millón de dólares. La gente especulaba sobre si Hunter se iría solo con la mejor oferta en dólares o entraría a considerar otros factores. “Usted tiene que tener en cuenta que este muchacho fue criado en una granja”, dijo entonces el abogado Carlton Cherry. “Él ha vivido en el campo toda su vida. Es un buen joven cristiano. No malgasta. No anda de juergas. Se queda en casa con su familia. El area- vivienda, escuela, los beneficios y protección de impuestos para él y su familia en el futuro -esos serán los factores decisivos”.

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Se rumoraba que los Mets se habían retirado a la altura de los US$1.8 millones. Todos los demás siguieron subiendo y los Padres y los Reales se dice que ofrecieron de $3.5 a $4 millones. Los Indios también se fueron sobre la marca de los $3 millones. Pero, como decía Cherry, los dólares y los centavos no constituían el único criterio de Hunter. A la larga firmó un contrato de cinco años con los Yanquis de George Steinbrenner por un valor estimado de $3.75 millones, incluyendo una bonificación de un millón en la firma.
“Podría arruinar a Hunter como lanzador; privarlo de sus deseos”, dijo malhumoradamente el dueño de los Medias Blancas, Arthur Allyn. “Ningún jugador vale esa cantidad”. Sin embargo, a pesar de tanto dinero, Hunter se mantuvo coherente con el Zoológico del Bronx de Steinbrenner, y produjo una campaña de 23 victorias en 1975 y contribuyendo a los títulos de 1976, 1977 y 1978. Hunter encontró muy similares a Oakland y Nueva York, con “la misma locura en ambos equipos”, dijo. “Pero en Oakland no había tantos reporteros para escribir del asunto”.
En Nueva York, Hunter y su antiguo compañero de equipo del Oakland, Reggie Jackson se reunificaron. Hunter aportó algunas observaciones interesantes sobre el Señor Octubre. “Te daría la camisa que tenía puesta. Por supuesto, iba a convocar una conferencia de prensa para anunciarlo”, comentó Hunter en una ocasión. En otro momento Hunter comentó sobre el nuevo “Reggie Bar”, nombrado así en homenaje a Reggie: “Cuando uno desenvuelve un Reggie Bar, te dice lo bueno que es”.
En marzo de 1978 a Hunter se le diagnosticó diabetes, y aún así ganó 12 juegos y fue el lanzador ganador en el juego que empató la serie con los Dodgers de Los Angeles por 7 – 2, en el sexto juego del Clásico de Otoño. Sin embargo, continuando con su plan original, Hunter, con solo 33 años, se retiró cuando expiró su pacto con Steinbrenner. Algunos dijeron que estaba aquejado de problemas en el hombro. Hunter explicó el asunto en 1987: “Quería empezar a dedicarle tiempo a mi familia y cuando firmé le dije a los Yanquis que jugaría cinco años… No tenía ningún problema en el brazo cuando me retiré”.
Hunter regresó a la agricultura en Carolina del Norte, a pesar de que recibió varias ofertas lucrativas para que se quedara en Nueva York. “Caramba, una corporación dijo que yo podría vivir en uno de esos edificios de Park Avenue, sin pagar la renta, a cambio de publicidad y trabajando como vocero de la compañía”, recordaba Catfish.

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En 1978, Hunter, en su tercer año como elegible al Salón de la Fama, fue incorporado. “No pensé que lo lograría”, admitió. “Pensaba que no era suficientemente bueno. Y que la gente que estaba ahí son como dioses”. Pero como observó Peter Uberroth: “Catfish Hunter alcanzó la distinción de jugar para Charlie Finley y George Steinbrenner, lo cual es suficiente para llevar a alguien al Salón de la Fama”.

Biografia cortesia de : tremendous business

Marco Scutaro cronica

Marco Scutaro es un beisbolista venezolano nacido en San FelipeEstado Yaracuy el 30 de octubre de 1975. Hijo de padre italiano y madre española. El día 4 de diciembre de 2009, fue adquirido por los Medias Rojas de Boston, equipo que defenderá desde la temporada de 2010. En la Liga de Béisbol Venezolana juega con los Leones del Caracas. Batea y lanza a la derecha. Ahora a partir de la temporada 2012 jugara con Colorado Rockies. En la mitad de la temporada de 2012, es cambiado a los Gigantes de San Francisco. El 28 de octubre de este año, en la final ante Tigres de Detroit, Scutaro bateó el hit impulsor de la carrera de la victoria, cerrando con broche de oro una temporada en la que llegó a ganar el premio como Más Valioso de la Liga a la que pertenece.

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Biografia

Nacio el 30 de octubre de 1975 en San Felipe, Yaracuy, Venezuela. Hijo de un padre Italiano y madre española, forma parte una familia grande con 2 hermanas y un hermano.

Desde pequeño practicaba tanto el futbol como el beisbol, aunque este ultimo su padre, siendo italiano no lo comprendia mucho.

Al graduarse a su colegio Frederico Quiroz cuando tenia alrededor de 16-17 años decidio dedicarse exclusivamente al beisbol, porque segun el: “veía en esta disciplina más futuro, porque el fútbol en Venezuela no tenia mucha esperanza en ese momento y después de sacar 5º año me dediqué a trabajar fuerte para llegar al béisbol profesional”.

En 1992 represento a Venezuela en la copa mundial de beisbol que se realizo en Ciudad de Mexico

Su madre muere en el 1993 de cancer cerebral, cuando Marco tenia tan solo 18 años, Marco confiesa que: “fue bastante duro para mi, porque prácticamente ya al final de su vida, esos últimos días, sabíamos que quizá no íbamos a poder hablar más con ella, ya que a lo mejor no llegaba al siguiente día. Me metí al cuarto y fue como una clase de despedida que yo hice. Hablé con ella y le dije que se fuera tranquila, que no se preocupara. Le prometí que iba a trabajar duro para ser pelotero, porque ella siempre lo quiso así. Me apoyó mucho. Esas fueron mis palabras antes de que ella muriera: Que iba a tratar de jugar al béisbol profesional y que iba a tratar de llegar a las grandes ligas algún día”.

Nuevamente en el 2001, sufre una gran perdida cuando su padre también muere de un ataque cardiaco.

Aun hoy antes de cada juego el les hace un tributo a sus dos padres, escribiendo sus inciales en la arena del campo, para asi tenerlos siempre presente: “antes de cada juego rezo y le pido a mi mamá y a mi papá que me ayuden. Les dedico los juegos, junto con Dios”.

Recorrio todos los niveles de las ligas menores en Estados Unidos por nueve años, empezando por la organizacion de los Indios de Cleveland en 1993, en el 2002 se convirtio en el venezolano 144 en jugar en las Grandes Ligas al debutar con los Mets de Nueva York el 21 de Julio de ese año, sin embargo en el 2004 fue transferido a los Atléticos de Oakland, y debido a una lesion del segunda base y del utility, pudo tener 137 apariciones en esa temporada, donde se destaco tanto ofensiva como defensivamente.

En el plano nacional jugo por varios años con Pastora de los llanos pero el 1ero de noviembre del 2003 mediante un cambio fue trasladado al los Leones del Caracas, y en la temporada 2003-2004 se llevo el titulo de de bateo (.359)

En la temporada del 2005, Marco Scutaro se dedico a jugar en las grandes ligas con Oakland, rotandose en posicion de SS y 2B, con Mark Ellis; aunque tuvo una destacada aparicion al principio de la temporada debido a la lesion de uno de sus juigadores (Crosby) asi que le toco reemplazarlo durante su recuperacion.

El 22 de octubre de 2012, Marco Scutaro recibe el premio como Jugador mas Valioso (MVP) de la Serie de campeonato por la Liga Nacional (NLCS) con los Gigantes de San Francisco

Vida Privada

Se encuentra casado con Marines y con ella tiene una hija llamada Maria Veronica que nacio el 26 de Mayo del 2002, y otra llamada Maria Valeria que naciò en Diciembre 2005.

Su debilidad aparte del beisbol y su familia son los caballos, le gustan mucho los caballos de coleo y montarlos, tiene 3 de ellos. Aunque asegura que “cuando tengo tiempo libre trato de pasarla con mi familia en San Felipe”.

Le encanta la comida criolla y escucha todo tipo de musica, aunque cuando esta en los Estados Unidos, le gusta mucho escuchar música venezolana, especialmente camino al estadio, ya que segun el: Me gusta poner mis llaneritas y acordarme de mi país natal, porque cuando estas mucho tiempo allá extrañas demasiado a Venezuela. La comida, la gente y, por encima de todo, el calorcito venezolano”.

Jose Caridad Mendez / Biografia

La primera estrella del beisbol cubano conocido internacionalmente.
Autor de un juego perfecto en diez innings jugando para los Cuban Stars.

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Cuando el 31 de octubre de 1928, en el transcurso de un desafío entre los equipos de la Habana y Cienfuegos, en el segundo Almendares Park, se daba a conocer la muerte de José de la Caridad Méndez, el béisbol cubano despedía a

uno de sus grandes de siempre, el hombre de quien los magnates de la pelota norteamericana lamentaron el oscuro color de su piel. Porque, de no haber nacido negro, aquel fenómeno de lanzador que fue Méndez hubiera triunfado en Grandes Ligas, como años más tarde lo hiciera otro inmortal del montículo: Adolfo Luque.

El Diamante Negro -así lo llamaron- nació en Cárdenas, en la occidental provincia de Matanzas, Cuba, pero se dio a conocer como torpedero en un campeonato libre que se jugaba en Sancti Spíritus (centro) y de allí llevado al Club Almendares de la pelota profesional cubana. Para muchos era sorprendente que un joven con un biotipo de 5.7 pies y 160 libras de peso, tirara la bola tan duro desde el hueco de la media luna cuando solo contaba con 16 años, y ya figuraba como jugador estelar del equipo Vesubio de Cárdenas.

Se destacó en conjuntos como el Patria de Sagua la Grande, en 1906 y el Remedios en 1907 en el Campeonato de Las Villas en los que participó principalmente como torpedero. Debutó en 1907 con el club Almendares en la Liga Cubana de Béisbol Profesional. Con la camiseta del Almendares lanzó el primer juego completo frente a un conjunto matancero en el Estadio Palmar de Junco. En ese partido de exhibición, previo al inicio de la campaña regular, no permitió carreras y recibió el visto bueno de los propietarios como miembro de la alineación regular. Se destacó rapidamente, ya en 1908 participó en el campeonato cubano con nueve triunfos sin derrotas, con seis juegos completos y 58 ponches propinados en 15 partidos lanzados.

Por la fuerza de su brazo derecho, José de la Caridad Méndez fue convertido en lanzador, llegando a ser uno de los grandes pitchers de su tiempo. Entre el 15 de noviembre y el 24 de diciembre de 1908 eslabonó una cadena de 45

escones consecutivos, de ellos 25 frente al poderoso Cincinatti, de la Liga Nacional, equipo de las llamadas Mayores al que dejó en sólo un hit la primera vez que lo enfrentó.

Llevaba Méndez 25 hombres retirados consecutivamente cuando el bateador de turno sacó un machucón por segunda que ganó categoría de hit, privándole del hechizo del Juego Perfecto. Fueron estos los primeros ceros del gran total de

45, cuya racha quebraría el Club Habana el día 24 de diciembre. Sobre la memorable actuación de Méndez frente al Cincinatti, el periódico habanero El Mundo titulaba al día siguiente: “PRIMER GRAN TRIUNFO DE UNA NOVENA

CUBANA SOBRE OTRA DE LAS GRANDES LIGAS DE ESTADOS UNIDOS”. El texto abundaba: “Ayer obtuvo el Almendares la victoria más gloriosa que jamás haya alcanzado una novena cubana, consiguiendo triunfar sobre un club de la Liga Nacional, el Cincinatti, que venía obteniendo triunfos desde el día en que , terminada su Liga, emprendió viaje hacia el sur…Veintiocho victorias llevaba en forma consecutiva, tocándole en suerte al equipo azul (el Almendares) poner solución de continuidad a tan larga cadena de éxitos. Ayer millares de personas pasearon a Méndez fuera del parque”.

En las Ligas Negras de Estados Unidos, Méndez no sólo brilló como lanzador de excepcionales resultados. Por dominar a la perfección el idioma inglés, por su buena preparación y experiencia beisbolera, llegó a dirigir a los Monarcas de Kansas City, el más reputado equipo de aquel circuito “en el cual sólo la pelota era blanca”.

Como piloto de Los Monarcas, los llevó a ganar la Serie Mundial Negra frente al Hilldale, acreditándose incluso dos victorias como lanzador, no obstante haber visto pasar sus mejores días. Méndez tenía 41 años de edad cuando, enfermo de tuberculosis y en la mayor pobreza, murió en La Habana el 31 de octubre de 1928. Sepultado en una fosa común, se le trasladó más tarde a un panteón familiar.

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Avelino Cañizares fildeaba y daba palos en el bèisbol Cubano

Avelino Cañizares. Exjugador cubano de béisbol que destaca como short stop del equipo Almendares, en la Liga Profesional Cubana de Béisbol cubana, en la Liga Mexicana de Béisbol y en las Ligas Menores de Estados Unidos.
Nace el 10 de noviembre de 1919 en La Habana, juega para el Almendares en el béisbol profesional cubano, desde 1942 hasta 1952, incursiona en el béisbol de las ligas negras en Estados Unidos y Canadá.

En México lo hace durante el verano alternando con la liga invernal cubana desde 1944 hasta 1964, año en que pone fin a la etapa de jugador activo para dedicarse a la dirección y otras labores dentro del béisbol.

Debuta en la temporada de 1942-1943 con el club Almendares, no conecta hit en nueve turnos al bate.

En la temporada de 1943-1944 batea para 284 y en la siguiente temporada invernal batea 235 de average y es colíder en carreras anotadas con Santos Amaro, Héctor Rodríguez y Conrado Pérez. Ese año participa en el juego de las estrellas de la liga cubana.

En 1944 juega para el Tampico en la Liga Mexicana, donde batea para 305 de average, con ocho dobles y cuatro triples

En 1945 se enrola en las Ligas Negras de Estados Unidos, lo hace para el Cleveland Buckeyes, – equipo que gana el campeonato – batea 314 de average y conecta siete triples.

En la temporada invernal cubana de 1945-1946 vuelve con el Almendares, logra promedio de 273, conecta seis triples, colíder del campeonato con Fermín Guerra.

El 26 de octubre de 1946 se convierte en el primer jugador que actúa como bateador al inaugurarse el Estadio Latinoamericano, en aquel momento, Gran Stadium de La Habana, en el juego que sostuvieron los equipos Almendares y Cienfuegos.

En el verano de 1946 juega para el Unión Laguna en la Liga Mexicana, – dirigido por el también cubano Martín Dihigo – con 298 de average, 18 bases robadas y 72 carreras anotadas en 90 juegos.

En la temporada invernal de 1946-1947 continúa con el Almendares, batea 260 de average y es líder en carreras anotadas con 46.

En 1947 regresa nuevamente a la Liga Mexicana, ahora para jugar con el San Luis de Potosí, con este equipo participa en 113 juegos, batea 281 de average, anota 93 carreras, conecta 16 dobles, seis triples, con 24 bases robadas y recibe 72 bases por bolas

En la campaña de 1947-1948 regresa con el Almendares, en 368 veces al bate, pega 114 hits, – marca para el campeonato – anota 53 carreras, – líder – roba nueve bases y promedia para 310 de average. Ese año es seleccionado para el juego de las estrellas.

Ese año participa en el primer juego nocturno celebrado en México, el 17 de abril, al enfrentarse el San Luis Potosí y los Diablos Rojos, con triunfo para los primeros, 10 carreras por 7.

En el verano de 1948 juega para el San Luis y para los Sultanes de Monterrey, en este último equipo batea 272 de average, con 14 bases robadas, colabora en la obtención del título, segundo consecutivo.

En la temporada de 1949 participa con el Almendares en la primera Serie del Caribe celebrada en La Habana, el equipo cubano resulta campeón invicto con seis victorias sin derrotas, aunque solo batea cuatro hits en 24 turnos al bate, coopera con el logro del título.

En la serie invernal de 1949-1950, ya veterano, deja de ser el short stop regular del equipo ante el avance de Willy Miranda, solo batea 198, participa sin destaque alguno en la Serie del Caribe.

En 1950 emigra hacía el béisbol norteamericano, lo hace con el Sherbrooke Athletics de Canadá, de categoría C, participa en 98 juegos, con 343 veces al batea 101 hits, que incluye 18 dobles y 294 de average.

En 1952 juega para el Keokuk Kernels, de clase B, perteneciente a la Liga de Illinois-Indiana-Iowa, está presente en 65 juegos, en 239 veces al bate, conecta 53 hits, para 222 de average.

Se mantiene con el Almendares hasta la temporada de 1953, pero al no jugar regular tiene pocas comparencias al bate.

En la temporada de 1952-1953 se despide de la liga invernal cubana, juega para el Cienfuegos, conecta 11 hits en 43 turnos al bate para 255 de average.

En 1954 juega para los Diablos Rojos y para el Veracruz de la Liga Mexicana, interviene en 74 juegos y promedia 244.

En 1957 juega con las Águilas de Mexicali, interviene en 123 juegos, en 514 veces al bate, conecta 155 hits, con 26 dobles, 8 triple, 8 jonrones para promedio de 302, anota 120 carreras.

En 1958 se mantiene con las Águilas, participa en 109 juegos, en 465 veces al bate, conecta 167 hits, incluyen 27 dobles, 4 triple y 3 jonrones para un promedio de 359.

En 1964, ya como manager-jugador, dirige a los Sultanes de Saltillo de la Liga Central, con solo 198 de promedio.
Retiro

Acontece en 1964, ese año actuó como manager del equipo Saltillo, en lo adelante se mantiene laborando en el béisbol mexicano como coach y entrenador.

Muerte

Fallece el 13 de diciembre de 1993 en Ciudad de México a la edad de 74 años.

Avelino Cañizares. Exjugador cubano de béisbol que destaca como short stop del equipo Almendares

Avelino Cañizares. Exjugador cubano de béisbol que destaca como short stop del equipo Almendares

José de la Caridad Méndez: el Diamante Negro

Jose Mendez photo

Por Elio Menéndez
Cuando el 31 de octubre de 1928, en el transcurso de un desafío entre los equipos de la Habana y Cienfuegos, en el segundo Almendares Park, se daba a conocer la muerte de José de la Caridad Méndez, el béisbol cubano despedía a uno de sus grandes de siempre, el hombre de quien los magnates de la pelota norteamericana lamentaron el oscuro color de su piel.
Porque, de no haber nacido negro, aquel fenómeno de lanzador que fue Méndez hubiera triunfado en Grandes Ligas, como años más tarde lo hiciera otro inmortal del montículo: Adolfo Luque.
El Diamante Negro -así lo llamaron- nació en Cárdenas, en la occidental provincia de Matanzas, pero se dio a conocer como torpedero en un campeonato libre que se jugaba en Sancti Spíritus (centro) y de allí llevado al Club Almendares de la pelota profesional cubana.
De torpedero a lanzador
Por la fuerza de su brazo derecho, José de la Caridad Méndez fue convertido en lanzador, llegando a ser uno de los grandes pitchers de su tiempo.
Entre el 15 de noviembre y el 24 de diciembre de 1908 eslabonó una cadena de 45 esconesconsecutivos, de ellos 25 frente al poderoso Cincinatti, de la Liga Nacional, equipo de las llamadas Mayores al que dejó en sólo un hit la primera vez que lo enfrentó.
Llevaba Méndez 25 hombres retirados consecutivamente cuando el bateador de turno sacó un machucón por segunda que ganó categoría de hit, privándole del hechizo del Juego Perfecto. Fueron estos los primeros ceros del gran total de 45, cuya racha quebraría el Club Habana el día 24 de diciembre.
Sobre la memorable actuación de Méndez frente al Cincinatti, el periódico habanero El Mundo titulaba al día siguiente: “PRIMER GRAN TRIUNFO DE UNA NOVENA CUBANA SOBRE OTRA DE LAS GRANDES LIGAS DE ESTADOS”.
El texto abundaba: “Ayer obtuvo el Almendares la victoria más gloriosa que jamás haya alcanzado una novena cubana, consiguiendo triunfar sobre un club de la Liga Nacional, el Cincinatti, que venía obteniendo triunfos desde el día en que , terminada su Liga, emprendió viaje hacia el sur….Veintiocho victorias llevaba en forma consecutiva, tocándole en suerte al equipo azul (el Almendares) poner solución de continuidad a tan larga cadena de éxitos. Ayer millares de personas pasearon a Méndez fuera del parque”.
La triste muerte del Diamante Negro
En las Ligas Negras de Estados Unidos, Méndez no sólo brilló como lanzador de excepcionales resultados. Por dominar a la perfección el idioma inglés, por su buena preparación y experiencia beisbolera, llegó a dirigir a los Monarcas de Kansas City, el más reputado equipo de aquel circuito “en el cual sólo la pelota era blanca”.
Como piloto de Los Monarcas, los llevó a ganar la Serie Mundial Negra frente al Hilldale, acreditándose incluso dos victorias como lanzador, no obstante haber visto pasar sus mejores días.
Méndez tenía 41 años de edad cuando, enfermo de tuberculosis y en la mayor pobreza, murió en La Habana el 31 de octubre de 1928. Sepultado en una fosa común, se le trasladó más tarde a un panteón familiar.




Cuban Baseball Hall of Famer Jose Mendez’s National Baseball Hall of Fame plaque. Mendez died on this day (Nov. 6) in 1928.

"El Grande" del shortstop

Luis Aparicio Ortega, quien cumpliría en agosto pasado sus 100 años, fue el primer gran campocorto del béisbol venezolano. Su influencia se ha transmitido de generación en generación y este año la Lvbp celebrará el campeonato 2012-2013 en su honor. Su propio hijo, inmortal de Cooperstown, lo considera el mejor de todos.

Luis Aparicio Ortega nunca llegó a enseñar su calidad en un terreno de Grandes Ligas. Sus problemas de salud, principalmente por hernias, le hicieron perder esa oportunidad, pero su influencia sí ha estado presente, de generación en generación, pasando desde Alfonso “Chico” Carrasquel hasta el propio Elvis Andrus.

“El Grande”, hijo de Leonidas y Adelina, nació en Maracaibo el 28 de agosto de 1912 y desde temprano demostró sus dotes de atleta.  Fue jugador de fútbol con el Ayacucho y con el Guaraní, en la Primera División de Maracaibo, donde jugó al lado de otro destacado atleta, José Encarnación “Pachencho” Romero.
“Papá, el viejo Luis y su hermano Ernesto jugaban juntos”, recordó Rafael Romero, sobrino de Herminia Montiel, esposa de Aparicio Ortega. “El viejo era rápido. Después que terminaban, Luisito y yo jugábamos caimaneras”.
“Luisito”, su hijo mayor, siguió sus pasos en el béisbol y terminó en el Salón de la Fama de Cooperstown. Sus otros vástagos fueron Carlos, Adelina, María Concepción, Higdalia y Rafael.
“Papá jugaba fútbol, como delantero. Vivíamos cerca de La Ciega y él me llevaba siempre de la mano”, contó Aparicio Montiel. “Por eso lo primero que yo jugué fue fútbol”.
Aparicio Ortega también llegó a demostrar sus dotes con el balón en Caracas, con el equipo Dos Caminos, pero terminó dedicándose por completo al béisbol cuando jugaba para el Lucana, en 1931, cuando fue contratado para actuar en el torneo de Primera División.
“Silvino Ruiz era el mánager del Lucana y fue quien lo encaminó y le hizo saber que tenía cualidades para jugar el shortstop”, contó el historiador Javier González. “Él jugaba en varias posiciones, en el left field, en segunda base, hasta que Ruiz se dio cuenta que era muy hábil y muy ágil y lo puso a jugar en el shortstop a diario”.
Años antes, en 1928, Aparicio fundó, junto con su hermano Ernesto, el equipo Los Muchachos, en Maracaibo, posteriormente bautizado como Gavilán y después se convertiría en Gavilanes, un histórico del béisbol zuliano.
En 1936 se convirtió en el primer venezolano en actuar en el exterior, tras ser firmado por los Tigres del Licey.
Ese viaje a República Dominicana lo hizo junto con Narciso “Chingo” Cañón, quien también fue firmado por el Licey, y Jesús “Manduco” Portillo, ficha de las Estrellas Orientales”.
“El Grande” se paseaba entre la pelota zuliana y la Liga Central de Primera División, hasta 1946, cuando nació la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Después, se alternó entre la Lvbp y la Liga Profesional Zuliana.
El 13 de enero de 1946, Aparicio fue el primer bateador oficial en la historia de la Lvbp. Como campocorto del Magallanes disparó inmediatamente el primer hit, un batazo ante Carlos Rotjes, del Venezuela, y en el mismo primer episodio anotaría la primera carrera en el circuito.
Magallanes venció 5-2 con pitcheo completo de Alejandro Carrasquel.
“Algo que nadie nombra y no le dan crédito es que él fue quien entusiasmó a la gente a jugar el shortstop”, apuntó González. “Abrió las puertas para que muchos niños quisieran brillar en esa posición”.
Aunque nunca llegó a jugar en las mayores, Aparicio Ortega tuvo una oferta de los Senadores de Washington que no pudo concretar, en 1938. Una de sus varias operaciones por hernia evitó que enseñara sus dotes en el norte.
No obstante, su hijo mayor se encargó de llevar su legado al mejor béisbol del mundo, poco después de saltar al profesional, con Gavilanes, en 1953, en el campeonato rotatorio.
“Cuando decidí jugar profesional mamá cogió tremenda rabia porque iba a dejar el colegio, pero papá no me dijo nada”, rememoró Aparicio Montiel. “Solo me dio un consejo: ‘Si vas a ser jugador profesional no seas nunca el segundo de nadie. Tienes que ser el mejor’. Y creo que no lo defraudé”.
“El Grande” le dio el testigo al Junior el 18 de noviembre de 1953, el Día de la Chinita, en un duelo a casa llena en el estadio Olímpico de Maracaibo entre Gavilanes y Pastora.
“En ese estadio no cabía un alma”, comentó Antonio Núñez Rovira, anotador oficial de ese compromiso, que no solo marcó el debut del joven Aparicio, sino también la despedida del “Grande”.
“Yo iba a debutar un día antes, pero cayó un palo de agua y no se pudo jugar”, describió Aparicio. “Eso me lo tenía preparado la Chinita. Jugamos un domingo y yo era el primero del line up, por lo que papá me entregó el bate”.
“Luisito”, tres años después, llegó a las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago, ayudado por Alfonso “Chico” Carrasquel, su mentor.
“Carrasquelito”, el pionero de los campocortos criollos en las mayores, también exhibió algunos conocimientos adquiridos en su amistad con “el viejo” Luis.
“Lo que hacía el viejo en el campocorto no tenía comparación”, dijo Carrasquel a PANORAMA en enero de 1971. “Él era un genio en esa posición”.
“Luis era consejero de todo novato. Siempre les insinuaba algo y les corregía los errores”, agregó. “Eso daba pie para animarse como yo lo hice”.
“Él fue un asesor de ‘Chico’ Carrasquel”, aseguró Romero, quien vivió durante tres años con la familia Aparicio Montiel. “En varias oportunidades fue a la casa y los veía hablando de pelota. Además, fue el gran maestro de Luisito”.

Gran observador del juego, Aparicio Ortega siempre fue un maestro, a pesar de ser conocido como “un hombre de pocas palabras”.
“Papá no hablaba mucho, pero era muy echador de broma”, reconoce Rafael, el menor de sus hijos. “Era muy estricto, muy correcto, porque era muy protector, pero también muy echador de broma y dicharachero”.
“En el béisbol también fue demasiado serio y observador”, añadió. “Una muestra de eso fue que él fue quien descubrió lo que hacía Whitey Ford para sacar out a mi hermano en los intentos de robo”.
“Whitey me tenía fregado”, dijo el inmortal de Cooperstown. “Pero papá vio un video y notó que hacía un movimiento cuando iba al home y otro a primera. A partir de eso no me hizo out más nunca”.
Ya retirado, Aparicio Ortega fue coach de Gavilanes y después fundador de Rapiños cuando un desacuerdo con su hermano lo hizo apartarse de la organización. Desde allí no se apartó de su hijo y siguió a su lado con Tiburones de La Guaira y con Águilas del Zulia, club del cual fue el primer mánager.
“Él fue como un segundo padre para mí”, contó el exgrandeliga Ángel Bravo. “Cuando Luis y el viejo se fueron a La Guaira, yo me fui con ellos. Una vez, en una práctica, estaba Enzo Hernández en el campocorto y le dijo a Graciano Ravelo que le bateara unos rollings, para que Enzo aprendiera cómo se jugaba allí”.
“El rolling le dio en la punta del pie y cayó en su guante. Le dije al viejo, ‘eso fue pura suerte’... ¡Y lo volvió a hacer!”.
“Mi papá todavía me comenta que mi abuelo fue mejor que él”, reconoció Nelson Aparicio, el hijo menor del miembro de Cooperstown. “Todavía lo considera el mejor de todos”.
Y es que a pesar que un infarto lo apartó de este mundo el 1 de enero de 1971, su legado se ha transmitido de generación en generación, pasando por el “Chico”, su hijo, David Concepción, Oswaldo Guillén, Omar Vizquel, Asdrúbal Cabrera, Elvis Andrus, entre otros.
Por ello la Lvbp no dudó en aceptar la propuesta de Águilas del Zulia y jugar a su nombre la campaña 2012-2013 que arranca este 11 de octubre.
“Esperaba algún reconocimiento a su memoria por los 100 años, pero no tanto como jugar el campeonato en su nombre”, reconoció su hijo Rafael. “Estoy seguro que papá debe estar bailando en una pata”.

FUENTE :  http://desdeelhomepanorama.blogspot.com/2012/10/el-grande-del-shortstop.html#more

Orlando Cepeda / Biografia

Orlando Manuel Cepeda Pennes (nacido el 17 de septiembre de 1937 en Ponce, Puerto Rico) es un ex-jugador de las Grandes Ligas de Béisbol. Jugó como primera base.
Cepeda nació en una familia pobre, su padre, Pedro Cepeda, fue un jugador de béisbol en Puerto Rico, hecho que influenció en su interés en este deporte desde edad temprana. Su primer contacto con el béisbol profesional llegó cuando era batboy para los Cangrejeros de Santurce de Puerto Rico. Pedro Zorilla, el dueño del equipo convenció a su familia para dejarlo asistir a una prueba de aptitud de los New York Giants. Jugó en varios equipos de Ligas Menores antes de ir a jugar con los Giants, quienes se habían mudado a San Francisco.
Durante una carrera que duró 16 años, jugó para los equipos San Francisco Giants (1958–1966), St. Louis Cardinals (1966–1968), Atlanta Braves (1969–1972), Oakland Athletics (1972), Boston Red Sox (1973) y Kansas City Royals (1974). Cepeda jugó en siete Juegos de Estrellas, convirtiéndose en el primer jugador puertorriqueño en comenzar uno. En 1978, Cepeda fue sentenciado a cinco años en prisión por cargos de posesión de drogas, de los que solo estuvo encarcelado 10 meses y el tiempo restante de la sentencia estuvo en libertad bajo palabra. En 1987, Cepeda fue contratado por los San Francisco Giants para trabajar como scout y como “embajador de buena voluntad”. En 1999, Cepeda fue electo al Salón de la Fama del Béisbol por el Comité de Veteranos.

Orlando Cepeda nació en Ponce, Puerto Rico, fue hijo de Pedro Cepeda y de Carmen Pennes. Su padre fue un jugador profesional de béisbol en Puerto Rico, donde fue considerado como uno de los mejores jugadores de su generación. Cepeda vio jugar a su padre por primera vez en 1946, y se interesó de inmediato en el deporte.2 Muchos jugadores de las Ligas Negras visitaron su casa, lo que influyó inmensamente en su visión del deporte. Se convirtió en un fan de Orestes Miñoso, siguiendo su carrera en la Liga Cubana, las Ligas Negras, las Ligas Mayores de Béisbol y el Caribe. Su familia era muy pobre, siendo forzados a vivir en casas de madera, sin teléfono o refrigerador.3 Cuando tuvo 10 años de edad, Cepeda comenzó a vender periódicos y a participar en un torneo organizado por otros niños que también vendían periódicos.4 Su primera prueba de aptitud llegó tres años después, aunque practicó con el equipo por tres meses no logró llegar al roster. Cepeda entonces comenzó a jugar baloncesto, pero se desgarró el cartílago de una rodilla y requirió de una cirugía. Esta lesión lomantuvo inactivo por casi un año, y el médico le aconsejó que dejara de practicar baloncesto.5 De nuevo comenzó a practicar béisbol, notando que su fuerza física había mejorado sustancialmente en esos últimos dos años. Un día, un jugador amateur lo observó jugar y lo reclutó para que jugara con su equipo. Este equipo ganó el campeonato amateur de Puerto Rico y fueron a jugar en contra del equipo de estrellas de República Dominicana. Pedro Zorilla, quien era el dueño de los Cangrejeros de Santurce asistió a ese juego mientras que observaba a otro jugador, pero su interés en Cepeda creció después de ver jugar a Cepeda. En 1953, Zorilla lo contrató en su equipo como batboy. Después de retirarse del béisbol, Pedro Cepeda trabajó para el gobierno de Puerto Rico, revisando el agua de los ríos del municipio. Contrajo malaria, la cual eventualmente precipitó su muerte a los 49 años de edad.3 Esta enfermedad empeoró la situación económica de la familia, mudandose de Guayama a Juncos, donde su situación se deterioró aún mas. Volvieron a mudarse, esta vez a San Juan, donde su madre trabajó en ocupaciones raras para apoyar a la familia.6 Después de la muerte de su padre, no había suficiente dinero en la casa como para pensar en estudiar en una universidad.7 Entoncess Cepeda formó amistad con varios criminales que vivían en su barrio, quienes solían robar para divertirse.

Zorilla convenció a la familia de Cepeda para pagar un boleto de avión, para participar en una prueba de los New York Giants. Después de la prueba, fue asignado al equipo de Sandersville, un equipo de Clase D.8 Cepeda más tarde fue transferido a un equipo en Salem, Virginia. Tuvo problemas para adaptarse ya que no hablaba inglés y debido a la segregación racial promovida por las Leyes de Jim Crow.9 Poco tiempo después de ir a Salem, Zorilla le llamó informándole que su padre estaba en estado crítico. Pedro Cepeda murió días después, Orlando pagó los gastos del funeral y regresó a Salem. Cepeda estaba deprimido, lo que afectó su rendimiento.10 Quiso renunciar y regresarse a Puerto Rico, pero Zorilla lo convenció para jugar con los Kokomo Giants, un equipo que participaba en la Liga del Valle del Misisípi-Ohio. Poco tiempo después, Walt Dixon, el manager del equipo, lo asignó para jugar en la tercera base. Cepeda tuvo un promedio de bateo de 0,393, conectando 21 home runs y 91 carreras impulsadas.11 Jim Tobin, quien era el dueño de su contrato notó su potencial y lo vendió de nuevo a los New York Giants. Después de una breve visita a Puerto Rico, Cepeda regresó a Nueva York before para ir a jugar con St. Cloud, equipo de Clase C. Ahí fue reasigando a la primera base, posición en la que se adaptó rápidamente. Ese año, Cepeda ganó la Triple Corona de la Liga Norte, finalizando con un promedio de bateo de 0,355 con 112 carreras impulsadas y 26 home runs.11 Jack Schwarz lo promovió a la Clase B, una decisión que el protestó, haciendo notar que varios jugadores con peores rendimientos que el suyo habían sido enviados a la AA. Con una sólida actuación en la Clase B, Cepeda jugó con los Cangrejeros en la Puerto Rico Baseball League durante el invierno, terminando con promedios de 0,310, 11 home runs y 40 impulsadas. Entonces firmó un contrato de Clase A con Springfield, con la condición de que solo firmaría si le permitían jugar con los Minneapolis Millers en los entrenamientos de primavera. Cepeda tuvo un comienzo lento pero sus promedios mejoraron y fue mantenido dentro del roster. Al terminar la temporada de 1957 con los Millers, volvió a Puerto Rico a jugar. Mientras jugaba con Santurce, Bill Rigney, Horace Stoneham y Tom Sheehan lo reclutaron para los Giants, quienes se acababan de mudar de Nueva York a San Francisco. Fue invitado a los entrenamientos de primavera de San Francisco junto con otros prospectos como Felipe Alou y Willie Kirkland.

Fua llamado por los San Francisco Giants en 1958, en su primera temporada, Cepeda tuvo un promedio de bateo de 0,312 con 25 home runs y 96 RBIs, siendo líder de la Liga Nacional en hits dobles (38), y fue nombrado como el Novato del Año. Firmó su primer contrato de Ligas Mayores diez minutos antes de debutar en la liga, ganando 7.000 dólares en su primera temporada.12 En San Francisco, el equipo recibió mucha atención por parte de los medios de comunicación. Debido a su rendimiento, le aumentaron el sueldo a 9.500 dólares en junio.13 Durante esta temporada, Cepeda vivió con Rubén Gómez, pero dejó de hacerlo al empezar a haber entre ellos cierta tensión. Sus promedios permanecieron estables a lo largo de la temporada, nunca cayendo por debajo de 0,305, el que fue su procenaje en septiembre.14 Al final de la temporada los Giants perdieron en la carrera por llegar a playoffs. Cepeda y Willie Mays fueron los únicos jugadores de la Liga nacional que lograron terminar la temporada entre los mejores en hits, home runs, carreras impulsadas, promedio de bateo, carreras anotadas y bases robadas.15 Fue seleccionado de manera unánime como “Novato del Año”, convirtiéndose en el segundo jugador en revcibir este premio de esta manera, solo después de Frank Robinson. también fue seleccionado como el “Most Valuable Giant” por el periódico San Francisco Examiner.15 El 28 de septiembre de 1958, se le entregó una placa por este reconocimiento. Al terminar la temporada, Cepeda usó su salario para comprarle una casa nueva a su madre. Ese mismo año fue el campeón de bateo de la Liga de Puerto Rico con un promedio de 0,362, mientras Santurce ganaba el campeonato de la liga.16 Los Giants le ofrecieron un contrato por 12.000 dólares, el cual rechazó, exigiendo 20.000. Después de negociaciones, llegaron a un acuerdo por 17.000.
En 1959, Cepeda se reportó a los entrenamientos de primavera con más confianza que el año anterior. Abrió la temorada conectando hits en nueve juegos consecutivos, con 15 hits en sus primeros 35 turnos al bate.17 Tuvo un pequeño bajón en su desempeño en la segunda mitad del mes de mayo, pero Cepeda se recuperó, conectando 12 home runs hasta el 4 de junio de 1959. Cepeda fue cambiado brevemente de posición a la tercera base para abrirle un espacio en el roster para Willie McCovey, pero fue acomodado en el outfield después de cometer varios errores en esa posición.18 Conectó seis home runs entre agosto y septiembre. Los Giants se mantuvieron en la lucha por llegar a playoffs en la Liga Nacional durante la parte final de la temporada, pero fueron eliminados después de perder una serie en contra de los Dodgers, finalizando en la tercera posoción. Al terminar la temporada, Cepeda terminó como el líder de los Giants en promedio de bateo (0,317) y carreras impulsadas (105).17 Cepeda al buscar una casa en el área de San francisco se mudó de Daly City, California a Sunset District, San Francisco, California. En 1960, los Giants lo movieron de nuevo a la primera base después de que McCovey fuera enviado a las ligas menores. Cepeda terminó con un promedio de 0,297, con 24 home runs y 96 impulsadas.19 El 3 de diciembre de 1960, Cepeda se casó con Annie Pino en una ceremonia en una pequeña iglesia en San Juan.20
En 1961, Cepeda tuvo su mejor temporada. Fue el líder de la liga en carreras impulsadas (142) y home runs (46).21 de nuevo fue seleccionado al Juego de estrellas. Los Giants fueron los líderes de la Liga nacional en carreras anotadas, mientras el cuerpo de pitcheo tuvo un promdeio de carreras limpias de 3,77. Terminaron en la tercera posoción de su división. Cepeda terminó en el segundo lugar de la votación por el Jugador Más Valioso detrás de Frank Robinson.21 Al final de esa temporada, Cepeda tenía un salario de 30.000 dólares y pidió 20.000 mas basado en su rendimiento. Los Giants consideraron que estaba ganando mucho para ser un jugador de cuarto año, y comenzaron las negociaciones hasta llegar a un acuerdo por 46.000 dólares.21 En 1962, los Giants tuvieron un buen balance en su actuación, llegando a ser considerados como rivales de consideración, especialmente por los Dodgers. Varios jugadores de los Giants, incluido Cepeda, participaron en el Juego de Estrellas. Terminaron empatados en la cima de la división junto con los Dodgers, así que jugaron una serie de playoff para determinar al campeón de la Liga nacional, la que ganaron por 2-1.22 avanzaron hasta la Serie Mundial, enfrentando a los New York Yankees. Nueva York ganó la serie hasta el séptimo juego. Cepeda tuvo un promedio de bateo de 0,306, con 35 home runs y 114 carreras impulsadas.22 En 1961 y 1962, Cepeda tuvo buenos números; sin embargo, tuvo muchos problemas con el manager del equipo, Alvin Dark, al punto de llegar a faltar a algunos partidos.23 Entre las cosas que Dark hizo al ser nombrado manager fue decir que los jugadores latinoamericanos deberían dejar de hablar en español en las instalaciones del club. Cepeda le confrontó de inmediato, después de esto Dark evitó reuniones de equipo con los jugadores hispanos.


Durante el inviernor, Cepeda regresó a jugar a Puerto Rico, donde sufrió una lesión en una rodilla mientras entrenaba. En 1963, jugó toda la temporada de Grandes Ligas con esa lesión, sin informarles a los Giants consciente de que podría perder su uigar en el roster.25 Sufría de dolores constantes, pero aun así estuvo en la carrera por el título de bateo en contra de Roberto Clemente, Dick Groat y Tommy Davis, terminando en el quinto lugar. Su pormedio de bateo fue de 0,316, con 34 home runs y 97 impulsadas.25 En 1964, San Francisco permanecieron en lapelea por los playoffs hasta la última semana, cuando los St Louis Cardinals vencieron a los New York Mets para asegurar su lugar. Cepeda fue el líder del equipo en el promedio de bateo con 0,304 y un porcenteje de slugger de 0,539.26 Cepeda asistió al entrenamiento de primavera de 1965, teniendo una participación limitada. Uno de sus amigos, quien era de México le llevó una jarra llena de alcohol y mariguana para ayudarle a reducir el dolor, haciendo notar que era un “viejo remedio mexicano”.27 Un empleado del club se dio cuenta de ello y le ofreció un cigarro de marihuana, el cual aceptó. Después de este evento, consumió la droga de manera regular para “relajarse”.27 Durante los primeros juegos de esa temporada tuvo una gran inflamación en la rodilla, y un grupo de médicos le recomendaron que dejara de jugar.22 Sin embargo Cepeda se negó ya que el béisbol era su principal fuente de ingresos. Recibió tratamiento de Gene Sollovief, un doctor ruso, quien le implementó un régimen de ejercicios.22 Regresó a jugar, pero sostuvo 34 turnos al bate con un promedio de 0,176 con tres home runs. Regresó a Puerto Rico, donde llevó otra terapia fisica. Su esposa estaba embarazada de su primer hijo, Orlando junior. Asistió a los entrenamientos de primavera de 1966, recuperado de la lesión. Sin embargo, no fue colocado en el roster de los Giants. Tiempo después fue informado de que había sido canjeado al equipo St. Louis Cardinals por el pitcher Ray Sadecki.
Los Giants estaban jugando una serie en contra de los Cardinals en la ciudad de St. Louis, así que Cepeda se unió al equipo en su propia sede. Bob Howsam, el manager general del equipo, estaba interesado en el debido a que tenían problemas ofensivoss.28 Después del canje, los Cardinals le ofrecieron un contrato por 53.000 dólares.29 Cepeda se mudó a una casa en Olivette, Missouri. Los Cardinals finalizaron en la sexta posición de la división, con una marca de 83-79.30 En su primera temporada con San Luis jugó en 123 partidos, con un promedio de bateo de 0,303.31
En 1967, los Cardinals entraron con pocas posibilidades de llegar a postemporada. Cepeda comenzó la temporada con una fuerte ofensiva, al punto de impulsar siete carreras en un solo juego.32 Los Cardinals fueron contenientes al principio de la ltemporada junto con los Chicago Cubs, pero terminaron como los líderes de la Liga Nacional. El juego ofensivo de Cepeda permaneció estable. Jugó en su séptimo Juego de Estrellas, que ganó la Liga Nacional por 2-1. Los Cardinals vencieron a los Boston Red Sox en la Serie Mundial. Finalizó la temporada con un promedio de bateo de 0,325 y 111 carreras impulsadas. Cepeda fue nombrado como el MVP de la Liga Nacional. Fue el segundo jugador, después de Carl Hubbell en ganar el premio de manera unánime. Es el único jugador en la historia del béisbol que ha ganado los premios como el Mejor Novato y el Más Valioso de manera unánime. Fue el primer jugador latinoamericano en ganar los títulos de home run y carreras impulsadas.


En 1968, los Cardinals fueron considerados como el equipo más fuerte de las Ligas Mayores.33 Los Cardinals llegaron a la Serie Mundial por segundo año conxsecutivo en contra de los Detroit Tigers, quienes ganaron su primera Serie mundial desde 1945. Cepeda terminó la temporada con su peor promedio de bateo en su carrera, con promedio de 0,248 con 16 home runs y 73 carreras impulsadas.34 Las cantidades más bajas en toda su carrera.34 En marzo de 1969, los Cardinals lo canjearon a los Atlanta Braves a cambio de Joe Torre.

Este cambio tomó por sorpresa a Cepeda, considerando la opción del retiro al saber que su nuevo equipo eran los Braves, pero no lo hizo después de platicar con su esposa.35 Se mudó a Atlanta preguntándose si aún estarían en efecto las Leyes de Jim Crown, pero su preocupación desapareció al mudarse.36 Cepeda asistió al entrenamiento de primavera de 1969 en West Palm Beach, Florida, siendo bienvenido al equipo por Hank Aaron.37 Los Braves ganaron la División Este de la Liga Nacional con una marca de 33-69, antes de perder en la siguiente ronda en contra de los New York Mets. Cepeda tuvo un promedio de bateo de 0,257 con 22 home runs y 88 impulsadas.
En 1970, los Braves finalizaron en el cuarto lugar de su división. Cepeda finalizó con un promedio de 0,305, 34 home runs y 111 impulsadas. En 1971, Cepeda comenzó la temporada con una ofensiva sólida, pero se volvió a lesionar una rodilla, esta vez en su casa. La lesión fue tan seria que obligó a Cepeda a jugar solo en una parte de la temporada, teniendo bajos promedios.38 En septiembre viajó a Nueva York donde se sometió a otra cirugía, regresando a Puerto Rico para recuperarse. En 1972, Cepeda comenzó a jugar de nuevo aún con dolor.
En julio, Cepeda fue canjeado a los Oakland Athletics por Denny McLain. Después de jugar en su primera semana, fue hospitalizado y tuvo una segunda cirugía en su rodilla lastimada.39 Cepeda permaneció en Oakland por tres meses antes de regresar a Puerto Rico. Al llegar recibió un telegrama de Charlie Finley, el dueño de los Athletics, diciendo que si no respondía en un plazo de tres días sería puesto en libertad (para ser contratado por otro equipo). Cepeda decidió no responder, con la intención de retirarse.39 En 1973, la Liga Americana estableció la posición de bateador designado. Los Boston Red Sox lo contactaron, diciendole que su rol dentro del equipo solo sería batear. Cepeda se convirtió en el primer jugador en firmar un contrato para jugar exclusivamente como bateador designado.39 Cepeda tuvo un promedio de 0,289 con 20 home runs y 86 carreras impulsadas en 550 turnos al bate. Fue nombrado como el Bateador Designado del Año. Fue a Puerto Rico y se preparó para la temporada de 1974, pero decidieron dejarlo libre junto con Luis Aparicio. Después de jugar brevemente en México, los Kansas City Royals le ofrecieron un contracto. En su última temporada, Cepeda tuvo 107 turnos al bate, con un promedio de bateo de 0,215 y un home run.

Cepeda y Pino se divorciaron en 1973.40 Conoció Nydia Fernández, se casaron en 1975, teniendo dos hijos, Malcom y Ali.41
Ese mismo año, Cepeda viajó a Colombia para dar una clínica de béisbol, teniendo una reunión con traficantes de drogas y lo convencieron de llevar 2,5 kilos de mariguana en un par de cajas (las que llegarían días después) en su viaje de regreso ya que Cepeda había seguido usándola desde 1965.42 Regresó a Puerto Rico, esperó diez días antes de llamar al aeropuerto para ver si habían llegado las cajas. Cuando llegó a recogerlas le dijeron que no podían entregárselas ya que no habían sido pagado el costo del envío. Le fueron entregadas y de inmediato fue arrestado por posesión de drogas.
En 1978, después de tres días de juicio, Cepeda fue declarado culpable y sentenciado a cinco años de prisión. Cepeda solo estuvo en prisión por 10 meses y el resto de su condena en libertad bajo palabra. Por motivos de seguridad fue trasladado a la ciudad de Filadelfia.
Cepeda se convirtió al Budismo el 17 de abril de 1983.43 Un año después se mudó a Los Angeles. Durante esta período su relación con Fernández se deterioró. Ella puso una demanda de divircio, lo abandonó y regresó a Puerto Rico con Malcom y Ali.44 Un amigo lo presentó con Mirian Ortiz, con quien se casó.
Su episodio relacionado con drogas lo mantuvo fuera del Salón de la Fama del Béisbol. Fue seleccionado en 1999, siendo elegido por el Comité de Veteranos, siendo junto con Roberto Clemente como los únicos jugadores puertorriqueños en Cooperstown.
Los Giants retiraron el número usado por Orlando Cepeda, el número 30. El 6 de septiembre de 2008, los Giants develaron una estatua de Cepeda en sus instalaciones.45 Es el cuarto jugador de los Giants en ser honrado con una estatua, los otros son Willie Mays, Willie McCovey y Juan Marichal.

 

 

 

 

La construcción de un receptor estelar

Carlos Ruiz Carlos Ruiz of the Philadelphia Phillies poses for a portrait during the spring training photo day on February 21, 2008 at Bright House Field in Clearwater, Florida.

El primer día de su carrera, Carlos Ruiz se maravilló de lo mucho más pequeño que era entre la mayoría de los jugadores. Había llegado al complejo de los Filis de Filadelfia en la República Dominicana en 1998 quizás como el jugador menos cotizado de la organización.
Ruiz había sido firmado unos miserables $8.000, lo que significaba que fue escogido por una broma porque se estaba convirtiendo de intermedista a receptor, una posición que nunca había jugado. Para llegar hasta la República Dominicana, Ruiz tuvo que convencer a Inocencia, su amada madre, una maestra de escuela, que el viaje valía la pena porque de primera instancia parecía inútil.
Para perseguir su sueño, Ruiz, entonces con 19 años, abandonó la universidad, donde trabajaba para obtener un título en educación física. No podía haber un jugador en la organización con menores probabilidades de llegar a las Grandes Ligas.
Pero los sueños existen por una razón, para provocarlo a uno a alcanzar lo inalcanzable, para luchar por lo imposible. Así que Ruiz, el improbable jugador de béisbol profesional de Panamá (sólo siete de dicho país estaban este año en los rosters del Día Inaugural), se fue a una tierra extranjera. Los ajustes culturales que Ruiz habría de hacer en la República Dominicana fueron muchos: comidas diferentes, dialectos diferentes, personas diferentes, cultura diferente. Sería una vida completamente diferente.
La competencia sería feroz. Los compañeros dominicanos de Ruiz en el equipo eran más rápidos, más altos, más fuertes y se desempeñaban con una valentía espectacular, mientras que él era grueso, corto y tímido. Sin embargo, Ruiz — quien aparece listado con 5 pies, 10 pulgadas pero probablemente esté más cerca de los 5 pies y 8 pulgadas — estaba decidido a demostrarle a todos los jugadores mayores que él era tan bueno como cualquiera de ellos.
Cuando todo el equipo se alineó para la primera reunión, Ruiz parecía casi un niño, aunque era más viejo que la mayoría de los otros jugadores. Con certeza, en aquel primer día no muchos hubieran pensado que el calmado Ruiz, quien apenas pronunció una palabra en ese primer día, lograría algún día salir de la academia y mucho menos llegar a las Grandes Ligas.
Él probaría que todos estaban equivocados.
Vale la pena recordar una y otra vez el primer día de la carrera profesional de Ruiz para comprender verdaderamente lo improbable que ha sido su carrera.
Bajo cualquier variedad de medidas, ya sea de la vieja escuela (promedio de bateo) o de la nueva escuela (victorias por encima del reemplazo o WAR), Ruiz es el mejor receptor por estadística en el béisbol de este año. En un momento en que la posición empieza a tambalearse ofensivamente — los receptores tuvieron el año pasado los peores registros de OPS de cualquier posición — las estadísticas de Ruiz (.349/.411/1.000 a mitad de semana) lo convierten en uno de los mejores 10 jugadores en la mayoría de las estadísticas. Cuando en una posición como la receptoría se ha evolucionado hacia jugadores más altos y elegantes y como Buster Posey y Matt Wieters, el regordete y robusto Ruiz se ha convertido en la marca de referencia.
“Es notable lo que ha hecho”, dice Mike Arbuckle, el ejecutivo de los Reales de Kansas City, anteriormente y por mucho tiempo el coordinador de ligas menores de Filadelfia.
Arbuckle estima que cada año los equipos eligen a dos jugadores para convertirlos en receptores, aunque muchos de ellos se habían desempeñado anteriormente en la receptoria en algún momento de su juventud. Es casi un milagro cuando cualquiera de estos conversos llega a las Grandes Ligas en cualquier papel.
Para Ruiz se convirtiera en un jugador Todos Estrellas, los Filis tuvieron que construir un receptor desde el principio. Sería un proceso largo y difícil que requeriría muchas horas de trabajo para Ruiz, y aún así no sería seguro el éxito. Para los Filis, el riesgo y la inversión fueron mínimas. Si no funcionaba, se trataría entonces de encontrar otra de las joyas del año siguiente con otro par de conversos. Sin embargo, Ruiz había puesto todo su futuro en lo que parecía ser una apuesta monumental.
“Ese primer día disfruté mucho jugar en la posición, ¿sabes?”, recuerda Ruiz. “Creo que fue algo predestinado. Así suceden las cosas en la vida”.
Dos veces antes de 1998, los Filis había rechazado la oportunidad de firmar a Ruiz, una vez como lanzador, la otra como jugador de segunda base. Allan Lewis, el escucha de Panamá, lo intentó por tercera vez cuando Sal Agostinelli se unió a la organización en 1998 como director de reclutamiento internacional.
Si bien Agostinelli no vio a Ruiz como una posibilidad cuando trabajó con él, Lewis sugirió que tal vez debían probarlo en la receptoría. Después de un par de ejercicios, Ruiz mostró la suficiente destreza física detrás del plato para sugerir que podría adaptarse a la posición. Fue firmado por $8.000 dólares y destinado a la República Dominicana.
Ruiz sobrevivió a la vida en Dominicana, al aprender los aspectos básicos de la receptoría y demostrar que era un bate capaz.
En su primer día como profesional en RD, Ruiz ni siquiera pudo atrapar un débil elevado. Durante uno de los primeros ejercicios de ese primer día, un coach le conectaba los elevados hacia el brillante cielo caribeño. Ruiz dio un giro sobre si mismo y cayó de espaldas, y la pelota terminó en el terreno.
La pelota era casi imposible de atrapar. Se movió en direcciones que él jamás había visto. Como jugador del cuadro, quizás Ruiz pudo haber leído mejor la dirección de la pelota. Pero al venir de un ángulo tan inugual, Ruiz se perdió. Ante tal tarea, cualquier otro jugador novato se habría decepcionado.
Pero durante las siguientes semanas, Ruiz se enfocó en ese tipo de elevados hasta que los logró atrapar de forma consistente.
Después de dos temporadas en ese país, se posicionó para jugar su primer año en los Estados Unidos, a pesar de que todavía no era conocido por la mayoría de los funcionarios de la oficina central del equipo.
En la primavera del 2000, Mick Billmeyer, el recién nombrado coordinador de la receptoría de las menores llegó en Clearwater, Florida, para trabajar con grupo de jóvenes receptores de los Filis en un entrenamiento primaveral extendido. Sabía muy poco acerca de Ruiz. Tenía pocas razones para saber.
No había instrucciones específicas de que Billmeyer fuera a trabajar exclusivamente con Ruiz. No era más que otro receptor. Tal vez incluso menos que eso. Había muchas otras prioridades.
Durante la primera reunión del equipo, Billmeyer notó de inmediato al receptor latino que no dijo ni una palabra. Se acercó a Ruiz y se dio cuenta de que el joven reservista casi no hablaba inglés. Este iba a ser un reto, pero fue uno que Billmeyer aceptó con entusiasmo. Tal vez en parte por su dedicación al trabajo, tal vez porque Ruiz parecía prestar mucha atención a cada palabra que decía a pesar de no decir mucho, Billmeyer comenzó a interesarse por el muchacho panameño.
Para medir la capacidad de Ruiz, Billmeyer le pidió a Ruiz que realizara unas cuclillas.
“¿Estás listo?”, le preguntó Billmeyer. Ruiz asintió con la cabeza.
Billmeyer se dio un codazo a Ruiz en la cabeza, y se cayó sobre su espalda.
“No tienes balance,” le dijo Billmeyer, pronunciando las palabras en español.
Fue un momento monumental. Ruiz no sólo aprendió que tenía mucho por conocer, sino también que había gente dispuesta a trabajar con él. Ambos se rieron del intento de Billmeyer de hablar español, pero fue un momento de conexión. El entrenador demostró que estaba dispuesto a hablar con Ruiz en su idioma.
Después que Ruiz se levantó de su caída, Billmeyer se puso en cuclillas y le mostró a Ruiz que una de sus rodillas apuntaba hacia la segunda base y la otra hacia campo corto, y no hacia el cielo. Eso le daría el equilibrio que se necesita para moverse hábilmente detrás del plato.
Billmeyer y Ruiz desarrollaron una amistad insólita. Para comprender mejor el mundo a través de los ojos de Ruiz, Billmeyer asistió a las clases de inglés del receptor. Durante los tiempos de descanso, Billmeyer intentó aprender español. Billmeyer probaría su español durante los ejercicios.
“Me gustaba ir allí y hablarle en mal español y decirle que se alistara”, dijo Billmeyer. “No quería tener a nadie conmigo porque quería demostrarle que yo podía hacerlo”.
En español malo, Billmeyer le enseñó a Ruiz cómo lanzar correctamente a la segunda base. En un primer momento, Ruiz quiso tirar sólo con todas sus fuerzas, independientemente de la mecánica. A menudo, este enfoque implicaba lesiones para el codo y que tendría que reposar por varios días.
“Me tomó cerca de un año a dos años convencerlo de que un movimiento de brazo corto sincronizado con el resto de sus pies y el cuerpo sería igual de fuerte y rápido”, dijo Billmeyer.
En 2004, Ruiz fue programado para entrar en la temporada de la Doble A de los Filis como receptor de reserva. Billmeyer había pasado a convertirse en instructor de receptores a nivel de Grandes Ligas, por lo que Ruiz comenzó a trabajar con Mike Compton, el nuevo coordinador de la receptoría en liga menor.
Ruiz todavía estaba crudo, pero sin dudas había aprendido las instrucciones de Billmeyer. Todo ese trabajo había mejorado notablemente su lanzamiento. Su balance había mejorado, y eso le hizo un experto en bloquear lanzamientos. Pero todavía quedaba mucho trabajo por hacer.
Así como Billmeyer se había encantado anteriormente con Ruiz, Compton se enamoró de trabajar con el receptor. No había ningún otro receptor en el sistema que pareciera disfrutar tanto el aprendizaje sobre la receptoría como lo hacía Ruiz.
Aunque la instrucción de Billmeyer se basó en los fundamentos, Compton le proporcionó el complemento teórico perfecto. Le enseñó a Ruiz acerca de las tres posiciones básicas: la postura pequeña, que consiste en agacharse relajado cuando maneja a los relevistas o en situaciones sin nadie sobre las bases, la postura de acción, en la que los receptores con hombres en bases deben estar listos para bloquear las bolas por la tierra, y quizás lo más importante, la actitud natural, la postura en la que los receptores deben posicionarse de forma óptima para obtener el beneficio de la duda de los árbitros en las decisiones de strikes.
Compton también desafía a los receptores a capturar bolas de alta velocidad — por lo general a 100 millas por hora — a partir de una máquina de lanzamientos colocada a sólo 20 pies de distancia de ellos. Los receptores se cubrían los brazos con cinta protectora para evitar la rotura de sus muñecas. “Los armaba como a un caballero inglés”, dijo Compton.
El objetivo era ralentizar el juego de modo tal que cuando atrapen en un partido real, la pelota parece venir mucho más lenta que cuando vino de la máquina. Otros trucos, como el hacer a Ruiz atrapar por un rato en posición de cuclillas, fueron diseñados para ayudar con el equilibrio. Ruiz tomó la instrucción con facilidad
También había dudas sobre la durabilidad de Ruiz. Se había lesionado con frecuencia durante colisiones en el plato, y su codo de tirar siempre parecía estar adolorido. Pero pronto aprendió a posicionarse mejor en las jugadas en el plato y su forma de lanzar ha mejorado.
A mitad de la temporada del 2004, Russ Jacobson, un muy cotizado pelotero que fue seleccionados en la primera ronda del sorteo, y que estaba al frente de Ruiz en la lista de profundidad en la Doble A, se lesionó, convirtiendo a Ruiz en el regular. Ruiz terminó la temporada del 2004 con 822 de OPS. Su defensa ha mejorado significativamente, y superó el mejor considerado Jacobson y finalmente llamó la atención de la oficina. Por primera vez, Ruiz era un prospecto de buena fe. Todo lo que tenía que hacer era mejorar sus habilidades para decidir cuales pitcheos pedirle a los lanzadores.
No sería fácil. Ruiz se vio limitado por su incapacidad para dominar el inglés. La timidez que había mostrado a menudo en las reuniones también se presentaba en el montículo. Pedía un tipo de lanzamiento, y si un lanzador le decía que no, Ruiz de inmediato le pedía otro. No tenía la confianza para obligar al lanzador a tirar el envío que había solicitado. Los lanzadores tenían poca confianza en él.
Ruiz tuvo la suerte de contar con el ex receptor John Russell como su manager en Triple A de Scranton/Wilkes-Barre. Russell y Rod Nichols, el instructor de pitcheo, trabajaron con Ruiz para desarrollar un plan de juego antes de cada partido. Siempre que cualquiera de los instructores itinerantes de las ligas menores de Filadelfia estaban en el juego, trabajaban con Ruiz entre las entradas para discutir lo que había ido bien y lo que había ido mal con algunos bateadores.
Ruiz también se encargó de estudiar todo lo que pudo sobre los bateadores. En ese nivel, los equipos tienen reportes de los escuchas sobre los jugadores, y Ruiz absorbía los mismos. Ruiz comenzó a aprender acerca de las situaciones que requieren ciertas estrategias. Empezó a ver las cosas en el terreno. Veía los ajustes que hacían los bateadores, y comenzó a pedir lanzamientos para contrarrestarlos.
“Era como ir a la escuela”, dijo Ruiz. “Cuando uno va a la escuela no tienes ni idea de lo que vas a aprender. Pero cada día que pasa, uno aprende cosas. Creo que el deporte es de la misma manera. Algunos hombres nacen con un talento. Pero tienes que cuidar del talento y seguir aprendiendo. La vida es como la escuela. Usted no va a nacer sabiendo qué hacer en cada situación. Se aprende poco a poco.”
La comparación de la escuela era apta. El hijo de un maestro conoce muy bien la importancia del tiempo de estudio. Cuando era niño, Ruiz no se le permitió jugar al béisbol a menos que sus calificaciones fueran de primera categoría. Varias veces Ruiz se sentó en su casa a llorar porque había reprobado una clase.
Los compañeros de equipo y los entrenadores vinieron a su casa y pedirle a Inocencia que le permitiera jugar, porque era uno de los mejores jugadores, pero ella no cedió. Su hijo tenía que ser un buen estudiante.
Cuando llegó el momento para aprender acerca de los bateadores en vez de aprender acerca de las fracciones, Ruiz estaba bien preparado. Cuando llegó el momento de aprender inglés, Ruiz estaba dispuesto a hacer el trabajo. Finalmente, Ruiz fue capaz de comunicarse mejor con los lanzadores en su idioma. Cuando eso vino, su confianza para pedir los lanzamientos mejoró drásticamente, y los lanzadores ganaron confianza en él.
“La educación que mi madre me dio me ha ayudado muchísimo”, dijo Ruiz. “Todas las cosas que tuve que aprender fueron un poco más fácil porque tenía ese antecedente. Hubo tantas cosas que tuve que tener en cuenta, tantas clases de béisbol que tuve que tomar, y sin lugar a dudas, la educación de mi madre jugó un papel importante”.
Una vez que tuvo la confianza necesaria para controlar el ritmo del juego con sus peticiones de envíos, las habilidades naturales de liderazgo de Ruiz florecieron. Cuando era niño, Ruiz, que había elegido jugar con pelotas de béisbol en lugar de coches de juguete, incluso como un niño pequeñito, siempre fue la persona de su barrio que organizaba los partidos de béisbol. Era él quien traía las bolas y los bates, y era él quien escogía los equipos y les ordenaba a todos a sus posiciones.
Tenía una profunda comprensión del juego. Ruiz fue hecho para liderar, y jugar en la receptoría finalmente le sentaba perfectamente.
“Siempre me enseñaron que el receptor tiene que ser el cerebro del equipo”, dijo Ruiz. “No se puede dejar que las cosas fuera de tus tareas defensivas afecten lo que tú haces porque eso afectará al equipo. Hay que mantener siempre el mismo entusiasmo. No voy a decirte que nunca he estado desalentado. Por supuesto que lo estado; como ser humano, eso te puede pasar, pero tienes que superar esos momentos con rapidez para ayudar al equipo”.
A pesar de que los Filis han fracasado este año, Ruiz ha tenido su mejor temporada a los 33 años. Debido en parte a una serie de lesiones, está de cuarto bate en esta temporada, aunque sus cifras sugieren que Filadelfia no ha sufrido ni un tanto por tenerlo en ese lugar.
A pesar de que no llegó a las Grandes Ligas hasta la edad de años 27 en el 2006 y no se convirtió en titular de tiempo completo hasta el año siguiente, Ruiz ha acumulado una impresionante carrera en Filadelfia. Es campeón de la Serie Mundial, ha atrapado dos juegos sin hit lanzados por Roy Halladay, y este año se convirtió por primera vez en miembro del Juego de Estrellas.
Desde 2009, sólo otros dos receptores a tiempo completo (Joe Mauer y Mike Napoli) tienen un OPS más alto que Ruiz, y ninguno de los dos son considerados tan buenos defensivamente.
Sin duda, Ruiz ha sido el mejor receptor en el béisbol desde hace casi tres años.
Ruiz es querido por sus compañeros de equipo, y los aficionados lo adoran y les encanta llamarlo por su apodo: “Chooch”
“Va a pasar a la historia como uno de los Filis favoritos de todos los tiempos”, dijo Billmeyer.
No fue fácil para Ruiz vislumbrar su futuro como estrella de Grandes Ligas. Pero se presionó a si mismo para llegar a ese punto.
“Toda esta gente va a ver el tipo de jugador que soy”, se decía a sí mismo durante esos primeros esfuerzos en su primer año. “Tal vez no me vean de inmediato como receptor, porque es tan nuevo para mí, pero todo el equipo verá mi dedicación y mi amor por el juego.”
Catorce años más tarde, el mundo del béisbol entero ha visto en qué tipo de jugador se ha convertido Carlos Ruiz.

Jorge Aranguré   /    ESPN

 

 

 

Carlos Ruiz Carlos Ruiz #51 of the Philadelphia Phillies hits a broken bat ground out to end the bottom of the second inning against the Los Angeles Dodgers in Game Four of the NLCS during the 2009 MLB Playoffs at Citizens Bank Park on October 19, 2009 in Philadelphia, Pennsylvania.

Ruiz ya ha superado su marca de jonrones en una temporada.

Ramón Martínez: Su gran inteligencia le permitió dominar a los bateadores

En un punto de su carrera Ramón Jaime Martínez se convirtió en un sólido ganador de 20 juegos como lanzador abridor, y dominaba a los bateadores a su antojo. Nacido el 22 de marzo de 1968, pasó la mayor parte de su carrera en el equipo de los Dodgers de Los Angeles. Jugó también con los Medias Rojas de Boston y los Piratas de Pittsburgh.
Este espigado lanzador derecho combinaba lanzamientos lentos con lanzamientos de velocidad, que sacaban de tiempo por completo a los bateadores de la oposición cuando militaba con el equipo de los Dodgers. Fue un caballo de batalla hasta finales de la década de los 90’s, hasta que empezó a sufrir lesiones y momentos de inconsistencia. Sin embargo, mantuvo su inteligencia y conocimientos del arte de lanzar hasta el momento en que se retiró del béisbol.
El derecho jugó junto a su hermano menor Pedro a principios de los 90’s con los Dodgers, cuando Ramón era el lanzador número uno del equipo. Se combinaron en 1993 para conseguir diez victorias cada uno, pero a pesar de la insistencia de Ramón de que su hermano menor era mucho mejor lanzador que él mismo, al final de la temporada Pedro fue enviado a los Expos. Siete años después volvieron a juntarse en los Medias Rojas de Boston, pero esta vez Pedro era el lanzador número uno del equipo.

Ramón fue visto por primera vez lanzando en el Dodger Stadium como miembro del equipo Olímpico de béisbol de la República Dominicana, y menos de un año después los Dodgers lo firmaron con la intención de que fuera uno de los lanzadores más importantes en el futuro del equipo.
Y no se equivocaron. Ramón dominó por completo a los bateadores en todos los niveles de las ligas menores, y fue subido al equipo grande en 1988. Tuvo una buena actuación esa temporada, y en julio de 1989 los Dodgers le abrieron un espacio definitivo en el róster.
En 1990 y con apenas 22 años de edad tuvo su primera temporada completa en Grandes Ligas. Tuvo marca de 20-6 con efectividad de 2.92, lanzó 12 partidos completos y abanicó a 223 bateadores, incluyendo un partido de 18 ponches en junio de ese año.
Luego de ese gran inicio, Martínez cayó por debajo en la mayoría de las categorías de pitcheo los siguientes dos años, provocando rumores de que la liga estaba aprendiendo a batearle los lanzamientos. Pero Martínez mejoró en cada una de las siguientes tres temporadas luego de eso, y ya para 1995 estaba nuevamente dominando a los bateadores terminando con marca de 17-7 con 138 ponches y efectividad de 3.66, e incluso lanzando un partido sin hits frente a los Marlins de Florida el 14 de julio.
Aunque no era un lanzador intimidante dada su contextura física, combinaba una inteligencia impresionante con mecánicas de lanzamiento distintas y cambios de velocidad en sus pitcheos para mantener a los bateadores adivinando con que lanzamiento vendría después.
Pero lanzó muchas entradas en sus primeros años como lanzador y desgastó su brazo, además de que no pudo descansar durante mucho tiempo a lo largo de su carrera. A finales de la década de los 90’s Martínez tuvo varios problemas con su brazo, y los Dodgers decidieron no ejecutar la opción de 5.6 millones de dólares que tenía en su contrato para la temporada de 1999.
Los Medias Rojas firmaron al lanzador en marzo de 1999, y lo enviaron a las ligas menores para iniciar su proceso de rehabilitación. Fue subido a finales de la temporada y realizó cuatro aperturas, terminando con marca de 2-1 y 15 ponches en 20 2/3 entradas lanzadas. Esto parecía indicar que Ramón se había recuperado, por lo que inició la siguiente campaña como segundo abridor del equipo detrás de su hermano Pedro.

Sin embargo no llenó las expectativas. Terminó con efectividad de 6.13 y permitió 143 hits en 127 2/3 entradas, por lo que el equipo decidió no ejecutar la opción que tenía en el contrato para el año siguiente.
Luego de intentar regresar a los Dodgers y no conseguirlo, firmó con los Piratas de Pittsburg en el 2001. Pero tras cuatro aperturas muy malas, en las que tuvo marca de 0-2 con efectividad de 8.62, Martínez decidió retirarse del béisbol.
Logros
Lanzó un partido sin hits frente a los Marlins de Florida el 14 de Julio de 1995
Ponchó a 18 bateadores en un partido el 4 de junio de 1990 frente a los Bravos de Atlanta
Participó en el Juego de Estrellas por el equipo de la Liga Nacional en 1990
IMPACTO DEPORTIVO / http://www.impactodeportivo.com.do/?op=displaystory&story_id=4829&format=html

 

 

Chipper Jones: Uno de los mejores

Chipper Jones: Uno de los mejores

En esta semana, Chipper Jones declaró que no sabía si sus condiciones físicas le iban a permitir jugar la totalidad de la temporada 2012. Luego se retractó, diciendo que estaba bromeando después de un día agotador y que sus declaraciones fueron tomadas fuera de contexto.
Pero la realidad es que los años y las lesiones se van sumando y el final está relativamente cerca para el jugador que ha sido la cara de la franquicia de Atlanta durante casi dos décadas. Por eso nos motivamos a escribir sobre uno de los principales antesalistas y bateadores ambidextros en la historia del juego.
Un hombre que tiene asegurada su entrada al Salón de la Fama del béisbol.
Los Bravos se salieron con la suya
Jones fue escogido primero en todos los Estados Unidos en el draft de 1990. En esa época era un torpedero de 18 años que salía de la secundaria Bolles en el estado de Florida. Los Bravos fueron criticados por no utilizar su selección en el jugador que era considerado el principal talento amateur de ese año: El lanzador Todd Van Poppel.
Ocurre que Van Poppel tenía un compromiso verbal para aceptar una beca de la Universidad de Texas, lo que provocó que muchos equipos temieran las alternativas de pagarle un exorbitante bono de firma, o en su defecto verlo marcharse a estudiar. No fue hasta que le llegó el turno a los Atléticos de Oakland con la 14ma selección que Van Poppel fue escogido.
En aquel momento, el gerente general de los A’s Sandy Alderson fue altamente elogiado por haberse escapado con un talento de la clase de Van Poppel.
Se suponía que el derecho tejano sería un artífice en los años por venir para Oakland. Sin embargo, su carrera no llenó las expectativas.
Hoy en día, no hay dudas de que fueron los Bravos quienes emplearon correctamente su selección. Jones no sólo ha probado ser el mejor jugador de ese draft, sino que alcanzó categoría de superestrella.
Carrera de Éxitos
Luego de destruir el pitcheo de liga menor en 1991, 92 y 93, Chipper estaba pautado para establecerse con los Bravos en 1994.
Fue cuando sufrió su primera lesión importante, un desgarre del ligamento anterior de su rodilla izquierda mientras competía por un puesto en los entrenamientos de primavera.
Como resultado, perdió toda la temporada.
La demora valió la pena, ya que en 1995 Jones encabezó los novatos de la Liga Nacional en varios departamentos ofensivos importantes y terminó segundo en las votaciones por el premio de Novato del Año detrás del japonés Hideo Nomo. Además de los éxitos personales, fue parte del equipo campeón de esa temporada cuando los Bravos vencieron a los Indios de Cleveland en la Serie Mundial.
Con ese triunfo comenzó una carrera de excelencia consistente.
En un momento entre 1996 y 2001, Jones terminó entre los primeros diez en las votaciones del premio de JMV en cinco de seis temporadas. En 1999 logró ese premio con su mejor actuación: Promedios de .319, .441, .633, 45 cuadrangulares y 110 carreras remolcadas.
A pesar de las diversas lesiones que lo han obligado a perder el equivalente de casi dos temporadas en los últimos siete años, tiene average de por vida de .304, OBP de .402 y Slugging de .533 con 454 cuadrangulares, 1561 carreras remolcadas e igual cantidad de anotadas con más bases por bolas recibidas que ponches. Jones nunca ha tenido una estación donde haya recibido 100 ponches.
Cuando encontramos la combinación mencionada de .300, .400, .500 a lo largo de casi dos décadas de actividad, entonces estamos hablando de material de Salón de la Fama.
Su lugar en la historia
Si revisamos los mejores bateadores ambidextros de todos los tiempos, es necesario incluir a Jones en una lista donde también figurarían Mickey Mantle, Eddie Murray, Pete Rose y Roberto Alomar, entre otros. De hecho, es el único bateador de los dos lados con un promedio por encima de .300 y más de 400 cuadrangulares.
Si de antesalistas se trata, entendemos que Chipper está entre los primeros siete u ocho en la historia, junto a figuras como Mike Schmidt, Eddie Mathews, George Brett, Brooks Robinson y Wade Boggs, todos miembros del Salón de la Fama.
De ese grupo, sólo Schmidt y Mathews superan su OPS+ de 141.
Con tales credenciales, podemos considerar a Chipper Jones como un jugador subestimado de en los más últimos veinte años, símbolo de una franquicia que ha descansado en su producción ofensiva para mantenerse en los primeros planos de su división.Kevin Cabral / IMPACTO DEPORTIVO

Juan Marichal: Tan grande que llegó al Salón de la Fama de Estados Unidos‏

Juan Marichal: Tan grande que llegó al Salón de la Fama de Estados Unidos‏

Era impresionante observar a un lanzador desafiar las leyes de la física al momento de realizar cada lanzamiento hacia el plato. Fotografías, monumentos y esculturas sirven de evidencia para aquellos que no tuvieron la oportunidad de ver la forma en que Juan Marichal elevaba su pierna izquierda hasta la verticalidad en cada uno de sus pitcheos.
Juan Antonio Marichal Sánchez, nacido el 20 de octubre de 1937 en Laguna Verde, República Dominicana, fue un lanzador derecho en las Grandes Ligas que dejó su marca con tinta indeleble en los diamantes del béisbol profesional estadounidense.
Jugó la mayor parte de su impresionante carrera con los Gigantes de San Francisco, y era un lanzador con un repertorio dominante e indescriptibles tácticas de intimidación, realizando lanzamientos que incluso iban a parar a los cascos protectores de aquellos bateadores a los que se enfrentaba.
Marichal también jugó para los Medias Rojas de Boston y los Dodgers de Los Angeles durante las últimas dos temporadas de su carrera, y su actuación de por vida dentro de las líneas de cal le merecieron la inducción al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, New York.
La clave del dominio absoluto que tuvo Marichal sobre sus oponentes fue el movimiento de su pierna al momento de lanzar, que le permitía esconder el tipo de lanzamiento que realizaría hasta que soltaba la pelota. El derecho mantuvo este movimiento durante toda su carrera, incluso hasta el momento en que se retiró del deporte.
Realizó su debut en las ligas mayores en el 1960 con los Gigantes, convirtiéndose en ese momento en apenas el segundo lanzador oriundo de República Dominicana en participar con un equipo de Grandes Ligas.
Su talento fue descubierto por Ramfis Trujillo, hijo del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo. Ramfis tuvo la oportunidad de verlo durante un partido en Montecristi frente al equipo de la Aviación Dominicana, al cual dominó Marichal con marcador final de 2-1. Inmediatamente concluyó el encuentro, Ramfis dio la orden directa de enlistarlo al equipo de la Aviación.
El 19 de julio de 1960, día en que debutó con los Gigantes en las mayores, Marichal tiró un partido de apenas un hit a los Filis de Filadelfia, ponchando a 12 oponentes y otorgando una transferencia. Realizó un total de 11 aperturas esa temporada, terminando con marca de 6-2 y efectividad de 2.66.
Durante las siguientes dos temporadas terminó con 13 y 18 victorias respectivamente, y llegó a 20 juegos ganados en 1963 cuando tuvo marca de 25-8 con 248 ponches y efectividad de 2.41. Mantuvo números similares hasta la temporada del 1969, logrando más de 20 victorias en cada uno de esos años excepto en 1967, y mantuvo durante ese período una efectividad por debajo de 2.76.
Marichal encabezó la liga en partidos ganados en 1963 y 1968 con 26 victorias. Unicamente él y Sandy Koufax han logrado superar los 25 ganados en más de una temporada, logrando ambos la hazaña en tres años diferentes.
Sin embargo, aunque ganó más partidos que cualquier otro lanzador de las mayores durante la década de los 60's con 191 victorias, Marichal no logró recibir ni siquiera un voto para obtener el premio Cy Young durante ese período.
"El Monstruo de la Laguna Verde" terminó entre los mejores 10 lanzadores en efectividad durante siete temporadas consecutivas entre 1963 y 1969, y en esta última fue el líder de toda la liga en ese renglón. Además terminó entre los mejores 10 en ponches durante seis campañas, ocho veces entre los mejores 10 en entradas lanzadas y en diez ocasiones estuvo entre los 10 mejores en partidos completos. En dos ocasiones fue líder de la liga en blanqueadas, y logró 10 en 1965.
Marichal logró hacer historia en muchas ocasiones, y vale la pena mencionar un partido de temporada regular en San Francisco el 2 de julio de 1963 en el que se enfrentó a Warren Spahn, quien subió al montículo por los Cerveceros de Milwaukee.
Ambos lanzadores mostraron un dominio excepcional desde el centro del diamante, llevando verdadero duelo de pitcheo hasta la entrada número 16, cuando el jonronero Willie Mays disparó un cuadrangular frente a Spahn para darle la victoria a Marichal y a los Gigantes 1-0.
Spahn y Marichal tiraron el juego completo, una hazaña que probablemente no vuelva a repetirse jamás en el béisbol de las mayores. Marichal permitió ocho hits y ponchó a 10 bateadores en el encuentro, mientras que Spahn permitió nueve hits con una transferencia y dos ponches. El encuentro tuvo una duración de cuatro horas y 10 minutos.
Marichal se destacó mucho en el aspecto del control. Tuvo un total de 2,303 ponches con apenas 709 transferencias, un radio de ponches frente a transferencias de 3.25 a 1. Esto lo coloca entre los mejores 20 lanzadores de todos los tiempos en ese aspecto, por encima de lanzadores tan sobresalientes como Notan Ryan, Bob Gibson, Sandy Koufax, Steve Carlton, entre otros.
Marichal es muy recordado también por un incidente ocurrido el 22 de agosto de 1965, en un partido frente a los Dodgers de Los Angeles. Mientras bateaba contra Sandy Koufax cerrando la tercera entrada, Marichal sintió que cuando el receptor de los Dodgers Johnny Roseboro le tiró la bola de regreso al lanzador, la misma le pasó muy cerca de la cabeza.
Hubo un intercambio de palabras, y cuando Roseboro se quitó el casco y la máscara de receptor con la intención de subir el ánimo de la discusión, Marichal le golpeó la cabeza a Roseboro con su bate. Ambas bancas de vaciaron provocando un largo pleito, mientras Roseboro tuvo que ser ayudado por Willie Mays, capitán de los Gigantes, a regresar a los camerinos. La cortada que le provocó el batazo requirió 14 puntos para ser cerrada.
Roseboro demandó a Marichal, pero el caso se resolvió fuera de la corte. Posteriormente ambos jugadores se convirtieron en grandes amigos.
Logros
Fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol en 1983.
El número 27 de su uniforme fue retirado por los Gigantes.
En 1999, ocupó el puesto 71 en la lista de los 100 Mejores Jugadores de Béisbol por la revista The Sporting News.
Fue honrado con una estatua fuera del AT & T Park en el 2005.
Fue nombrado como uno de los tres lanzadores abridores en el equipo de Leyendas Latinas del Béisbol de Grandes Ligas.
Recibió el premio de Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas de 1965.
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JOSE CHEO CRUZ -GRAN PELOTERO Y MEJOR COMPETIDOR‏

Cuando revisamos en la historia de los peloteros boricuas que han participado en el "Béisbol Organizado" de Estados Unidos existen casos aparte que sobresalieron en este pasatiempo americano. El lanzador "HIRAM GABRIEL BITHORN" (1942) fue el pionero de la estampida boricua en el mejor béisbol del mundo. De ahí en adelante otros que llegaron se encargaron de poner la "SALSA BORICUA" en acción y construir nuestra personalidad deportiva. Perooo, existe un caso muy particular que responde al nombre de "JOSE "CHEO" CRUZ DILAN" que se ha mantenido activo en los predios de las mayores magistralmente. Con un total 19 años en su hoja servicio como pelotero "CHEO CRUZ" se mantiene activo actualmente como "coach" de los "ASTROS DE HOUSTON". Cuando se habla de éste gran pelotero natural de ARROYO, PUERTO RICO, se podrían mencionar miles de atributos positivos que arropan la gran personalidad de "CHEO". Hombre de buen carácter, mejor amigo, siempre dispuesto, una consistencia única y un buen trabajador deportivamente hablando. Nacido el 8 de agosto de 1948, debuta en las Grandes Ligas el 19 de septiembre de 1970, con los "CARDENALES DE SAN LUIS". Sus dos hermanos "HECTOR" (1973) Y CIRILO" (1973) también fueron miembros de los "CARDENALES DE SAN LUIS". Firmado por el busca talento "Carlos Negrón" de los Cardenales de San Louis. "CHEO" jugaba baloncesto y fue atleta de la escuela superior "CARMEN ROSELLO". Antes de pasar a la sucursal de "LITTLE ROCK", donde estuvo dos años, participó en una temporada con el ST.PETESBURGH, FLA y otra en MODESTO CALIFORNIA donde tuvo una racha de 11 indiscutibles en ristra. En el LITTLE ROCK, ARKANSAS, sucursal de los "PATI ROJOS" tuvo una impresionante participación con promedio de 300, octavo en la "LIGA DE TEJAS", 21 cuadrangulares, 90 empujadas y fue líder del circuito con un total de bases de 254 y atinó mis amigos 29 dobletes. En la temporada de 1971 "CHEO" consigue un lugar en los jardines con los "CARDENALES DE SAN LOUIS". Con 23 años participó en 83 partidos, 292 turnos al bate, 46 anotadas, 80 hits, 13 dobles, 2 triples, 9 cuadrangulares y bateó para 274.En este equipo participaron latinos como: "VIC DAVALILLO", MATEO ROJAS ALOU, JOSE CARDENAL, JULIAN JAVIER, LUIS "TORITO" MELENDEZ, RUDY ARROYO, SANTIAGO GUZMAN Y MILTON RAMIREZ. En 19 estaciones en el circo grande participó con tres equipos, "CARDENALES DE SAN LOIUS", "ASTROS DE HOUSTON" Y YANKEES DE NUEVA YORK". Sus estadísticas en 19 ediciones contienen 2,353 juegos jugados, 7,917 turnos al bate, 1,036 carreras anotadas, 2,251, 391 dobles, 94 triples, 165 cuadrangulares, 1,077 carreras empujadas, 898 bases por bolas, 1,077 ponches, bateó 284, 354 con hombres en base y "sluggin" de 420. En partidos jugados durante una temporada tuvo 3 de 160 juegos en 1980, 1983 y 1984 con los "ASTROS DE HOUSTON". Fue al cajón de los bateadores en 600 turnos o más 1980-612 y 1984-600. Su más alto rendimiento en cuadrangulares lo produjo en 1977 con 17 bambinazos. En batazos de doble mérito pegó 31-1977, 34-1978, 33-1979 y 34-1985. Empujó 95 carreras en 1984, bateó para 300 en 6 temporadas 1976-303, 1978-315, 1980-302, 1983-318, 1984-312 y 1985-300. Durante 1984 pegó 13 triples, en bases robadas su marca es 317-136 700% y 2 Juegos de Estrellas 1980 y 1985. En 2,171 partidos tuvo 126 asistencias, 120 errores, 31 dobles jugadas para un 974%. En sus 19 años tuvo como compañeros latinos a: Juan Agosto, Luis Aguayo, Joaquín Andujar, John Candelaria, José Cardenal, Cesar Cedeño, Héctor Cruz, Tommy Cruz, Vic Davalillo, Alvaro Espinoza, Kiko García, Julián Javier, Roberto Kelly, Rafael Landestoy, Dickie Thon, Julio Solano, Diego Seguí, José Sosa, Marty Martínez, Luis Meléndez, Omar Moreno, Orlando Peña, Luis Pujols, Cookie Rojas y Oscar Zamora.  AUTOR :  "KAKO" Vazquez /Bèisbol de Puerto Rico

 

 

BEISBOL DE LAS MAYORES-Casey Stengel-DOCE AÑOS DE GLORIA YANKEE

De Antes Comenzar this Historia Sobre Charles Dillan Stengel (Casey Stengel), debemos mencionar Que FUE dentista zurdo, no sin FUE grande en El Beisbol, jugo en Los Jardines, en El Cuadro y actuó also COMO Lanzador. Sus Momentos Brillantes no fuerón generosos. Las Ocasiones depresivas surgieron Con insistencia DURANTE los Primeros 37 Años de la pelota. Jugo en clubes Que es INMENSA SUS Mayoría Eran alérgicos a cimeras Las POSICIONES.Pero Supo extraer de vicisitudes SUS UNA doctrina personal Que amalgamaba la Filosofía, la Psicología vosotros buen humor.

 

Siempre talentoso Pero FUE EL, talento, no es Garantía de Éxito en la Vida. El triunfo suele brotar DE UNA madeja de Circunstancias, Es Vive sin Riesgo, sí gana y sí Pierde. Espero Casey Su Momento y DURANTE EL asecho fraguo Su Caracter, UNA personería rara, extravagante, Pero, Encantadora. Iba llenando de Las Hojas De Su cuaderno vitales Con Estimulante Anécdotas empapadas en rica sustancia humoral. La Mayoría de los Críticos Lo admiraban y respetaban he aquí, aquellos Dotados de escasa percepción analítica Lo rotularon de payaso.

 

No obstante, le llego Su Hora, Casey Stengel habia Sido cesanteado en Kansas City (Asociación Americana) CUANDO El Club quedo en Séptimo Lugar, Un paso del Sotano, en 1945, habia Cumplido 56 Años y llevaba 20 Años Como gerente de Equipos de Liga Grande y Menor. Como Jugador Y Piloto Habia Acumulado 35 Temporadas, decidio penetrar en El Crepúsculo del semi-retiro. Se mudo de California e invirtió un SUS Ahorros compro UNA Casa y ACEPTO UNA Oferta párrafo dirigir al club de Oakland en California Que operaba Dentro de la Liga del Pacífico. Terminaría SUS Años Deportiva En El Oeste soleado.

 

En 1946 condujo al Oakland al Segundo Lugar, Casey sí sintio revitalizado, en 1957 Bajo al Cuarto Escalón Pero en 1948 gano El Campeonato. Fué 'entonces' Que Recibo la mas grata Sorpresa de Su Vida, FUE EL REGALO DE SUS Celebrar cumpleaños párrafo 60. Habia Aceptado ConvertiRSE es gerente de del Equipo mas Poderoso y mas célebre del Mundo del Béisbol, los Yankees de Nueva York. LUEGO DE 37 Años de altibajos en El Exigente Escenario de las bolas y los Volvia huelga NuevaMente al Escenario párrafo Iniciar UNA de las leyendas mas Fantásticas del Béisbol.

 

En Su imprimación Año (1949) salio Por La Puerta ancha un La edad de 58 Años Con jugadores contando COMO: Yogui Berra, Joe Dimaggio (ya estafadores 34 años), Phil Rizutto y serpentineros: Allie Reynolds, Eddie Lopat, Vic Rachi, Tommy Byrne. De ahi en Adelante gano (4) Series Mundiales mas, párr Su total de la de (5) Series Mundiales (1949-1953) consecutivamente. Con los Yankees dirigio HASTA Los 69 Años, in 12 Temporadas Gano 10 banderines estafadores 7 Series Mundiales. Waooo, Que trabajooooooo, de Por Vida Con los Yankees, in 1851, Juegos, gano 1149 y perdio 696 PARA UN 623%.

 

Stengel sí se convirtio en la UNA Personalidad del Béisbol, SUS MÉTODOS Revolucionarios triunfaban descabellados Por Que Que lucieran. Invento El Sistema de pelotones, real, izando los Cambios de POSICIONES mas atrevidos de la Historia del Béisbol. No habia revista, ni Diario, ni Escritor, radio ni televisión y ¿qué no hurgara en La Extraña Existencia de Casey y encontrara Algún Angulo Que estableciera Su genialidad.

 

Es Sistema de Pelotón decia el, era de Reflejo de Sus Propias Experiencias, Casey decia: "Cuando me INICIE EN EL BEISBOL DE CARECIA Facultades de ESPECIALISTAS Y NO PARA MI ES Fallar Solicitud de Empleo AISLABA A LOS JUGADORES DURANTE LAS PRACTICAS Y ME DECIDIA Por El GRUPO MAS Débil, ES MI PRIMER TRABAJO decidi SER EL Lanzador Por Que Elenco DE Tiradores ERA EL MAS MEDIOCRE de Todas las POSICIONES DEL EQUIPO, YO PARA LANZAR Practique, TRABAJAR ES El Cuadro Y EN LOS JARDINES. SI ES OTRO CLUB HASTA EL Debil Debil OUTFIELD ERA EL, ME COMO vendia Jardinero, YO FUI EL PRIMER EXPERIMENTO DE LA TECNICA DEL PELOTÓN ".

 

 

CUANDO los Yankees de Los lociones cesantearon in 1960 tras EMPRESAS SU Reves un Manos del Pittsburgh en La Serie de Mundial contaba estafadores de 70 Años. La Alta Dirección explico: "Que un ESA EDAD SE no podia atender El itinerario de las Grandes Ligas de las Naciones Unidas Con extenso Territorio Que recorrer un mil y Obligaciones UNA. Las criticas comenzaron una fustigar un Casey, responzabilizandolo Con las Alternativas del club. El filosofo Que habia en Casey conocia La Verdad: La Grandeza Yankees comenzaba un declinar en 1958, las Reservas Estaban exhaustas y El ninguna Haber Hecho una previsiones debido Su Tiempo perjudico al estilo de Organización. Los yanquis no supieron ver en La Bola de Cristal Que El Experimento de Branch Rickey Con Jackie Robinson sentaba Una Nueva Era de indiscriminacion racial en el béisbol el. Medios docenas de Equipo aprovecharon El material de fabuloso en los clubes Independientes de las ligas de color.

 

Los Mejores negros were firmados y los Yankees dejaron Pasar ese "ataque" Básico. Otro error de los Yankees FUE desdeñar La Gran Productora del Caribe, decidieron enviar exploradores a la América Latina Demasiado Tarde. El Colapso de los Yanquis sí patentizo en 1965, Stengel Lo habia Previsto en 1958 Pero he aquí Único Que se les Ocurrió FUE Change de gerente de y de director general. LUEGO de Su cesantía Casey, dirigio una de los Mets de Nueva York Durante (4) Temporadas Llegando en décima posicion en las seguían incontinentes. No obstante, Luego De Su Partida de los Yankees Este club de las Series Mundiales gano de (1961-1962) y were in this Vencidos En El clasico (1933-1964), de Aquí en adelante (1965, un 1975) Los Mulos de Manhattan no se Volvieron una ESTAR EN EL Dinero de las pos Temporadas Hasta El (1976) Que perdieron la Serie Mundial Frente a los Rojos del Cincinati.

 

EDWIN KAKO VAZQUEZ

Escritor E HISTORIADOR

 

 

 

Juan Samuel: La velocidad fue su estampa durante su paso por las mayores‏

 

Tenía una velocidad impresionante entre las bases. Cada vez que llegaba a la primera almohadilla, los lanzadores variaban completamente su estilo de lanzar para mantenerlo cerca de la base. Era notable el impresionante poder que tenía con el bate, aunque no tenía manos muy seguras defendiendo la segunda almohadilla.

Ese era Juan Milton Samuel, nacido el 9 de diciembre de 1960 en San Pedro de Macorís, quien debutó en las mayores durante la temporada de 1983 con los Filis de Filadelfia. Durante la campaña del 1984, su primera completa en las mayores, estableció una marca de bases robadas para un novato con 72. Ese año también fue el líder en turnos de la Liga Nacional con un total de 701, y terminó con promedio de .272 con 15 jonrones y 69 remolcadas como el primer bate del equipo, obteniendo el premio de Novato del Año de la Liga Nacional de la revista The Sporting News.

Sin embargo mostró gran impaciencia y poca disciplina en el plato encabezando la Liga Nacional en ponches con 168, recibió pocas transferencias y cometió un total de 33 errores a la defensa.

El equipo decidió quitarle la responsabilidad de ser el primer bate del equipo y en la temporada de 1988 lo colocaron en los jardines, donde podía compensar con su gran velocidad sus errores al fildear los elevados. Hasta la temporada de 1988 se ponchó al menos 141 veces cada año.

La mejor temporada ofensiva del veloz jugador fue en 1987, cuando bateó para .272 con 28 jonrones, 100 remolcadas, 113 anotadas, 35 bases robadas y encabezó la Liga Nacional con 15 triples. Se convirtió en el único jugador en la historia de las mayores que consigue cifras dobles en dobles, triples, jonrones y bases robadas en cada una de sus primeras cuatro temporadas. En 1988 le faltó un triple para alcanzar la hazaña.

Fue cambiado a los Metros de Nueva York a mediados de la campaña de 1989, y se convirtió en el primer bate y jardinero central del equipo. Jugó también con los Dodgers y los Tigres, pasó un año en Cincinnati y jugó con los Reales y los Azulejos de Toronto. Con este último equipo jugó sus últimas tres temporadas antes de retirarse al concluir la campaña de 1998.

Samuel participó tres veces en el Juego de Estrellas, y durante su carrera de 16 temporadas tuvo promedio de .259 con 161 jonrones y 703 remolcadas en 1,720 partidos. Acumuló un total de 1,578 hits, 396 bases robadas y logró cifras dobles en jonrones nueve ocasiones.

Samuel tiene la marca de las mayores de mayor cantidad de turnos tomados por un derecho en una temporada, establecida en 1984. Esa cifra es la mayor cantidad para un bateador de la Liga Nacional en un año. Empató también una marca de las mayores encabezando el renglón de ponches de la liga durante cuatro temporadas consecutivas entre 1984 y 1987.

Tras retirarse como jugador, fue coach de primera y tercera con los Tigres de Detroit, y en enero del 2006 fue nombrado como dirigente del equipo de los Metros de Binghamton en Doble A, y en octubre del mismo año se convirtió en el coach de tercera de los Orioles de Baltimore.

Logros

 

Fue electo Novato del Año de la Liga Nacional en 1984 por The Sporting News

Seleccionado para participar en el Juego de Estrellas en tres ocasiones (1984, 1987 y 1991)

 

Obtuvo el Bate de Plata o Silver Slugger en 1987

 

Encabezó la Liga Nacional en triples en dos temporadas (1984 y 1987)

 

Fue líder de la Liga Nacional en hits extrabases en 1987

 

 

Se encuentra entre los mejores 100 robadores de bases de todos los tiempos

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Juan Samuel

Pancho Herrera /Este artículo fue escrito por José Ramírez .

Juan Francisco Herrera Villavicencio jugó tres años para que los Filis de Filadelfia (1958, 1960-61). Sin embargo, ese logro sólo roza la superficie de Herrera como un jugador de béisbol y un hombre."Pancho" - o, como se le conocía por lo general en Cuba, "Panchón" - era un ídolo de la infancia de muchos de los que creció en su tierra natal. Él también jugó en el negro, Ligas cubanos, y mexicanos, así como los menores de Estados Unidos y la pelota invernal en otros cinco países.

Vamos a comenzar con una observación importante sobre su apodo. Es cierto que Pancho (o, como los periódicos de EE.UU. a menudo escribió Frank) es el apodo de los nombrados Francisco. Sin embargo, fue llamado Panchón para su altura y tamaño - 6'3 "y 220 libras. Por desgracia, también fue llamado (a la espalda, sin duda) "Ponchon." Esto es un juego de palabras para alguien que ponchó - ponche , en español - una gran cantidad, ya que el diestro hizo en el 24% de sus apariciones en la placa con el los Filis.

Muchas publicaciones, entre ellas algunas de las fuentes para esta biografía, lugar de nacimiento espectáculo Panchón Herrera en Santiago de Cuba, la mayor ciudad y capital de la provincia de Oriente en el este de Cuba (cerca de Guantánamo). Sin embargo, de acuerdo a conversaciones con los compañeros cubanos en Filadelfia: Tony Taylor y Tony Gonzalez - Herrera nació en Santiago de Las Vegas en la zona de Molino de Azúcar Aravá, no muy lejos de La Habana. Muchos otros artículos durante su carrera también dio a este lugar, uno de ellos a partir de enero de 1961 en Baseball Digest señaló que tanto su padre y su madre trabajaba en una fábrica de cigarros. [1]

Más investigación pone de relieve que Herrera fue, de hecho, nació en Santiago de Las Vegas, como San Jorge Figueredo (autor de ¿Quién es quién en el béisbol cubano ) corroboró. De la familia Figueredo provenía de esa comunidad, su hermano mayor, Mario juega como un niño con Panchón Herrera, ya que los abuelos paternos de los Figueredos vivía a la vuelta de la familia Herrera. En diciembre de 2011, Mercedes Herrera, hermana y sobrina de Agatha también ha confirmado este punto y siempre de fondo adicional de la familia. Panchón fue el primero de los tres hijos de Pedro Herrera (1893-1983) y Anselma Villavicencio (1911-1977). Su hermano Pedro (1936-2006) y su hermana Mercedes (nacido en 1938) seguido. Tenga en cuenta la ortografía del apellido de su madre, que se inicia con una V en lugar de una W como algunas fuentes muestran.

Herrera nació el 16 de junio de 1934, y murió en Miami, Florida, el 15 de abril de 2005, donde está enterrado en Dade Memorial Park South. Le precedieron en la muerte de su amada esposa Carmen, también de Santiago de Las Vegas, tuvieron tres chicas (Irene, Ileana y el iris), todos los cuales viven en la zona sur de la Florida y han seguido carreras en el cuidado de la salud.

Si bien su carrera en el béisbol profesional se considera en general que han comenzado en los años 50, Panchón era un miembro de un grupo de jugadores conocidos como gitanillos - gitanillos - cuando tenía unos 15 o 16 años de edad. [2]Los gitanillos fueron los jugadores utilizado por los equipos profesionales de béisbol en Cuba durante las prácticas -, pero una vez que empezara el juego, que tuvo que sentarse en las gradas como los otros fans. De vez en cuando, estos jugadores fueron utilizados durante los juegos reales, si un jugador regular fue apartado del equipo y la lista fue temporalmente corta. Desafortunadamente, no hay registros disponibles de Herrera jugando en un juego regular durante este período.

Como un joven de 16 años de edad, los jóvenes grandes del boxeo dio una oportunidad, ganando cinco de seis combates como peso pesado por nocaut. Su madre se vio noqueado en su sexta pelea y le prohibió a la caja más. Después de terminar la escuela secundaria, Herrera y luego pasó un año en el Colegio Cacio como estudiante de la agricultura. Pero la agricultura no estaba en su futuro - en 1950, Panchón firmó su primer contrato profesional con un novato equipo de viaje en Cuba. [3] Los Reyes de Kansas City de la Liga Negra de Estados Unidos le obtenida en 1952, posiblemente debido a sus vínculos con el club de Cuba . [4] Hay que jugar con los gustos de Ernie Banks en 1952, entonces con Sam y su compañero Orestes Jethroe cubanos (Minnie) Miñoso en 1953. Él fue seleccionado para jugar en el Este y el Oeste All-Star Game en 1953, va en blanco en su único turno al bate. Jugó con los Reyes durante la temporada '54. Su posición original - en el país y con Kansas City - era el receptor. [5]

La liga del béisbol cubano en general, jugó sus partidos de finales de otoño hasta principios del invierno. Panchón se rompió en la liga con los Leones de La Habana (aka Rojos Rojos o los colores de su equipo) durante 1954. Su manager era conocido el ex lanzador de las Grandes Ligas Adolfo Luque. Panchón recordó más tarde que el escritor cubano Roberto González Echevarría, una vez que el Luque-fuego se había suavizado en un viejo cascarrabias (viejo cascarrabias). [6] Herrera jugó sólo 18 partidos y tuvo un promedio de bateo de .182 sin jonrones.

No mucho después de Herrera comenzó su carrera en el béisbol cubano, los Filis de Filadelfia lo firmaron - su primer jugador negro pelota latina. Se asignó a Panchón a su equipo de Triple A en Syracuse, en el que estaba golpeando con mucha fuerza.Sin embargo, como autor Rick Swaine señaló en su libro La integración de la Liga Mayor de Béisbol , los Filis degradado Panchón a Schenectady (Clase A) para acompañar el lanzador Henry Mason. "Al parecer, Herrera y Mason se había convertido prácticamente unidos por la cadera - obligados a moverse a través de la organización Filis en el mismo paso debido a la necesidad percibida de mantener a los jugadores negros en pares a los efectos de compañía, viajar arreglos, etc" [7]

Sin embargo, el año 1955 también trajo la felicidad personal, como Herrera se casó con Carmen Calderón de Santiago de Las Vegas el 22 de septiembre. Otro amigo cercano de Cuba, las Grandes Ligas el receptor Paul Casanova, recordó que en diciembre de 2011 Panchón y Carmen fueron novios desde sus años más jóvenes, una foto de la pareja durante esos días se convirtió en una posesión valiosa de Casanova. Al principio no era un fanático del béisbol Carmen, sin embargo. De hecho, nunca había visto jugar a Herrera, pero con el tiempo se convirtió en una locura de béisbol. [8] Volviendo a los Leones para la temporada 1955-56, el promedio de bateo de Panchón se elevó a .263 con 6 jonrones y 39.

Herrera regresó en 1956 a Schenectady, donde se conecta durante 14 jonrones y bateó para .287. De vuelta a casa, fue traspasado a los Elefantes de Cienfuegos durante el invierno de 1956-57. La primavera siguiente, encontró Panchón jugando para el Triple-A de los Marlins de Miami, donde bateó 17 jonrones, 93 carreras impulsadas tenía, y bateó para .306. Uno de sus compañeros de equipo no era otro que Satchel Paige, con quien jugaría el año siguiente también. En Cuba ese invierno, Herrera continuó golpeando así, liderando la liga en jonrones con 9 (empatado con Brooks Robinson, Larker Norma y Daniel Morejón).

En 1958, el equipo de Filadelfia Herrera promovió a su roster del Día Inaugural, a la edad de 24 años. Uno de sus compañeros de equipo fue su colega cubano, Humberto "Chico" Fernández. La versión original de la tarjeta de Panchón de béisbol Topps ese año (# 433) se convirtió apreciados por los coleccionistas de tarjetas, ya que fue impreso por error, mostrando el nombre de "Herrer." La omisión de la letra "a" al final hizo el error de tarjeta de más valiosos que los de Mickey Mantle y Willie Mays! En octubre de 2009, un ejemplo en el estado cerca de la menta se vendió por $ 8,365.00.

Herrera apareció en 13 juegos temprano en la temporada '58, a partir de tres de ellos y va sin hits en 11 turnos al bate. Los Filis luego lo envió de vuelta a Miami, donde bateó 20 jonrones, remolcó 66, y tuvo un promedio de .282. El gran club lo llamó en septiembre, y se metió en 16 partidos más - todo en la tercera base - levantar su promedio a .270. El 16 de septiembre, bateó su primer jonrón en las Grandes Ligas en el estadio de Connie Mack, sino que salió de Bill Henry, de los Cachorros de Chicago y fue parte de un tramo de tres partidos en donde él tenía ocho hits en 12 turnos al bate.

El invierno de 1958-1959, que Herrera divide entre Cienfuegos y La Habana, se vio empañado por una fractura de pierna sufrida mientras se desliza hacia la segunda base a principios de diciembre. Mientras él estaba en cama, Panchón puesto en un montón de peso, peso en libras era algo que él luchó con gran parte de su carrera profesional. [9] En 1959, estaba de vuelta en Triple A con Buffalo. Él ganó la Triple Corona y se convirtió en la Liga Internacional de MVP por batear .329 con 37 jonrones y 129. Por desgracia para Panchón, este fue el mismo año, los Sugar Kings, La Habana Cuba, cautivó a ganar la Serie Mundial de Pequeñas, por lo que sus logros no tuvo tanta información en su país natal.

Herrera regresó a los Leones de La Habana para la temporada 1959-60, ya que Cienfuegos tenía Rogelio (Borrego) Alvarez en un primer momento. Lideró la liga en jonrones (15) y carreras impulsadas (50). Pablo Casanova recordó que Panchón compró su primera casa después de recibir $ 1000 de la Compañía Gillette (que los eventos deportivos patrocinados en Cuba durante ese tiempo) después de batear un grand slam.

Después de su gran éxito en Buffalo, Herrera hizo volver a las Grandes Ligas en 1960 -, pero en un experimento extraño para un hombre de estatura Panchón y grueso, manager de los Filis de Eddie Sawyer le convierte en la segunda base. Como Herrera trató de obtener su nuevo cargo, regresó a La Habana, donde un anciano en su barrio le mostró cómo girar, evitar que el corredor y lanzar a primera. [10] De acuerdo con Tony Taylor, los jugadores expresaron su preocupación por deslizamiento, por temor de lo que podría suceder si Panchón fueron a caer sobre ellos! Gene Mauch, quien se convirtió en gerente poco después de dejar de fumar después de Sawyer el Día de Apertura, volvió Herrera a la primera base una vez que el equipo abrió un comercio de cuatro jugadores con los Cachorros de Chicago en mayo. El acuerdo despidió el primera base Ed Bouchée -. Que había bloqueado previamente manera de Herrera como "una posibilidad favorecida blanco" en los menores de edad [11] En cambio, los Filis recibió una segunda base natural de Taylor.

Acerca de un mes más tarde, los Filis adquirieron otro cubano, el jardinero Tony González. Panchón terminó la temporada con record en su carrera de Grandes Ligas en jonrones (17) y carreras impulsadas (71). Ese mismo año, sin embargo, él estableció un récord de la Liga Nacional con 136 ponches, una cifra que se ve suave hoy. También empató el liderato de la Liga Nacional en errores por parte de un primera base, a pesar de que se conducen también en asistencias - ". Además de una potencia increíble, Herrera ofreció un guante grande y una agilidad sorprendente para su tamaño" autores Larry Moffi y Kronstadt escribió Jonathan, [12] hizo una fuerte impresión en general, terminando segundo en la votación de Novato del Año detrás de Frank Howard.

Herrera tenía 10 jonrones y 41 durante la temporada de invierno 1960-61 - el último para el béisbol profesional en Cuba. Terminó su carrera en casa con 42 jonrones, carreras impulsadas y un promedio de 187 .254. Un compañero de equipo que el invierno fue Luis Tiant, quien jugó su primer año como profesional (fue nombrado el Novato del Año tras ganar 10 juegos). Tiant Herrera recordó como alguien que trató a los novatos bien y tenía una personalidad maravillosa - "Nunca he alterado y lo hizo nada por ti, sin pedir nunca nada a cambio."

Antes de su segunda temporada completa en las mayores (1961), Panchón y cuatro jugadores latinos de otros llegó a los EE.UU. en materia de visados asegurados por la organización de los Filis. Otros beneficiarios incluyen Taylor, Marcelino López (otro cubano), y República Dominicana, el lanzador Reynaldo García. Otros jugadores cubanos, al igual que Tiant, salió de la isla para no volver a jugar al béisbol. La situación política en Cuba había cambiado radicalmente y el béisbol profesional ya no era posible. Herrera prefirió no hablar de política con los periodistas, sin embargo - me decía: "Por favor ... se habla de béisbol. Yo soy un jugador de pelota ". [13]

Durante la temporada '61, Herrera jugó en 126 juegos con 13 jonrones, carreras impulsadas y un promedio de 51 .258 de bateo. Incluso robó cinco bases, pero fue segundo en la liga con 120 ponches. Su carrera en las Grandes Ligas terminó después de esa temporada, con 31 jonrones, 128, y un promedio de bateo de .271 en 300 juegos. Él nunca lo hizo de nuevo después de que los Filis adquirieron veterano primera base Roy Sievers, que todavía tenía dos buenas temporadas, que dejaron de noviembre.

Tony Taylor y Casanova Pablo recordó los años en que había muy pocos jugadores latinos en las Grandes Ligas. No era inusual para los hombres - con independencia de su equipo - que se reúnen después de los partidos en casa de alguien para disfrutar de su mutua compañía, jugar al dominó, y escuchar música. Tony González Herrera recuerda que una vez se ponchó varias veces contra el as de San Francisco, Juan Marichal, y le gritó al lanzador, " ¡Afloja! "(" Slow It Down ") - que por supuesto no sucedió. Marichal, simplemente le gritó que era mejor presentarse en la casa después.

Panchón regresó a Buffalo en 1962, distinguiéndose por una vez más líder en la Liga Internacional en jonrones (32) y remolcadas (108, empatado con Bob Bailey). En noviembre, los Filis lo enviaron a los Piratas de Pittsburgh con Ted Savage Don Hoak. Donn Clendenon se afianzó como base de los Piratas primer periodo ordinario, por lo que Herrera jugó tres años completos con el equipo Triple-A de Pittsburgh de afiliados, de los Jets de Colón. Dirigió la IL por tercera vez en jonrones en 1965, su 21 atados Adrian Garrett de Atlanta. Jugó la mayor parte de 1966 con el Syracuse, el club de granja de la parte superior de los Tigres de Detroit. En 1967, sin embargo, fue degradado a Doble A después de que él fue enviado a la organización Medias Blancas de Chicago. Después de 22 partidos, se fue a Reynosa de la Liga Mexicana, donde bateó para .262-8-30 en 69 partidos más.

Herrera pasó los veranos de 1968 y 1969 con Ciudad del Carmen, en la Liga Mexicana del Sureste. Lideró el circuito en 1969 con 39 jonrones y 106. Más de 40 años más tarde, los aficionados locales le consideraron como el mejor toletero de los Camaroneros (Camaroneros) alguna vez tuvo. [14] En estos dos años, se unió a los Marlins de Miami (una clase de un club en la cadena de los Orioles de Baltimore) después de su México temporada terminó. Al igual que muchos emigrados cubanos, hizo su casa en Miami.

Aunque 1969 fue su última temporada completa, Herrera salió al campo de vez en cuando en México a Saltillo (.291-3-12 en 32 juegos en 1970) y Tampico (1974), donde fue 5 por 15 en seis partidos finales que juegan a la edad de 40. Él era un jugador-entrenador de Ciudad del Carmen en el año 1969, los caracoles en Cayo Hueso de la Liga Estatal de Florida (Clase A) en 1972, y Tampico. Cuando el personal de las conchas de lanzadores se shorthanded, incluso hizo un par de apariciones en el montículo. [15]

Es también digno de mención que el invierno de pelota de Herrera carrera continuó después de la Liga Cubana dejó de funcionar. En 1961-62, se fue a Nicaragua para jugar Cinco Estrellas. Al año siguiente, fue breve en Venezuela (Valencia), antes de ir a Panamá (Chiriquí-Bocas), donde ayudó al país anfitrión a ganar la Serie Interamericana en 1963. Después de eso, él jugó en la República Dominicana (1964-1965; Aguilas Cibaeñas) y Puerto Rico (1965-66; Caguas Criollos). [16]

Durante muchos años, Herrera era un empleado de los Planes de Salud CAC-Ramsay en la Florida. [17] Todavía en 1996, Panchón apareció en un cubano Legends Juego a Joe el estadio de Miami Robbie, una exposición ante los Marlins de Florida jugó los Dodgers de Los Ángeles. [18] A partir de 1999, Herrera fue a trabajar como sobrecargo de United Airlines. Miembros de la familia todavía vivían en Santiago de las Vegas. Él tiene que ir de vuelta a casa, cuando los Orioles de Baltimore visitó Cuba para un partido de exhibición en el Gran Estadio de La Habana en El Cerro.[19] A menos de un año antes de su muerte, Panchón estaba de vuelta en México como instructor de bateo de Saltillo. [20 ]

Panchón Herrera fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol cubano (en Miami) en 1997 y la Liga Internacional de Salón de la Fama en 2008. Sin embargo, su mayor legado puede ser mejor resumida por sus compañeros de juego a medida que hablaba del amor y el respeto que sentía por él. Luis Tiant también se refirió a Herrera como si fuera "un hermano" y "un hombre de gran carácter." Este sentimiento fue compartido por Tony González. Tony Taylor se refirió a él como un hombre que nunca estuvo celosa, nunca diría una palabra negativa de nadie, y no mintió. Él también dijo que Herrera "fue más que un amigo, que era un hermano."

De hecho, Taylor y Herrera hablaba cada mañana a las 9 de la mañana durante los últimos años de Panchón. El 15 de abril de 2005, Taylor no obtuvo respuesta, y llamó a Pablo Casanova para averiguar lo que sabía. Casanova, quien también trabajó con Herrera en una academia de béisbol local, llamó a la policía y encontraron muertos Panchón. Él había sufrido aparentemente un ataque al corazón mientras leía el periódico de la mañana. [21] Cuando Taylor escuchó la noticia, dijo que lloró como nunca lo había hecho antes en su vida. Casanova dijo: "Era una persona muy sensible y era como un padre para mí" - a pesar de que Herrera tenía apenas siete años mayor - y también lo llamó "un ángel que Dios envió a la tierra."

Se agradece a los siguientes jugadores de las ligas más importantes de Cuba, que amablemente concedió entrevistas a mí: Luis Tiant (9 de septiembre de 2011), Tony Taylor (15 de septiembre de 2011), Tony González (16 de septiembre de 2011), y Pablo Casanova (16 de septiembre, diciembre 9, 10 y 13 2011,). Pablo Casanova también la amabilidad de siempre información de contacto de Mercedes Caraballo, hermana de Panchón Herrera.

Gracias también a la señora. Caraballo y Agatha Caraballo, quien expresó su agradecimiento a SABR por su compromiso a hacer la investigación con el fin de poner las cosas sobre la ciudad natal de Herrera y su familia. Se proporcionó información a través del teléfono y el correo electrónico, 13 de diciembre y 15 de 2011,.

También queremos agradecer a mi SABR colegas Jorge Figueredo y Costello Rory para su investigación y ayuda adicional en esta biografía tomó su forma definitiva.

Fuentes

Bjarkman, Peter C. Una historia del béisbol cubano . Jefferson, Carolina del Norte: McFarland & Company, Inc.: 2007.

González Echevarría, Roberto. El orgullo de La Habana . Nueva York, Nueva York: Oxford University Press, 1999.

Figueredo, Jorge S. Quién es quién en béisbol cubano, 1878-1961 . Jefferson, Carolina del Norte: McFarland & Company, Inc.: 2003.

Torres, Ángel. La Leyenda del Béisbol Cubano, 1878-1997 . Miami, Florida: Revisión de las impresoras de 1996.

Treto Cisneros, Pedro, editor. Enciclopedia del Béisbol Mexicano . Ciudad de México, México: Revistas Deportivas, SA de CV: 11 ª edición, 2011

www.baseball-reference.com

www.retrosheet.org

www.findagrave.com

www.nlbpa.com

www.pitchblackbaseball.com

 

 

 

Ted Williams / Biografias deportivas

Ted Williams       / Biografias deportivas

Theodore Samuel Williams (30 de agosto de 1918 – 5 de julio de 2002), mejor conocido como Ted Williams, apodado The Kid (el niño), the Splendid Splinter, Teddy Ballgame y The Thumper, fue un jardinero izquierdo estadounidense en las Grandes Ligas de Béisbol que jugó 19 temporadas en su carrera, interrumpida dos veces por servicio militar como piloto en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Jugó toda su carrera con los Boston Red Sox. Se ha discutido si él es el mejor bateador en la historia del béisbol.Williams fue dos veces el jugador más valioso de la Liga Americana , fue líder en promedio de bateo 6 veces y ganó la Triple corona de bateo dos veces. Terminó su carrera con un promedio de bateo de .344, con 521 cuadrangulares y fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol en 1966. Fue el último jugador de las Grandes Ligas que bateó más .400 en una temporada (.406 en 1941). Un ávido pescador, Williams también era el anfitrión de un programa televisivo sobre pesca y fue exaltado al Salón de la Fama de la Pesca.
Williams nació en San Diego, California con el nombre de Teddy Samuel Williams, por su padre Samuel Willliams y el ex presidente Teddy Roosevelt. En algún momento, el nombre en su acta de nacimiento fue cambiado a Theodore, pero su madre y amigos cercanos siempre lo llamaron Teddy. Su padre Samuel fue un soldado, alguacil y fotógrafo de Nueva York que admiraba mucho al ex presidente. Su madre May, hija de padres mexicanos, fue una trabajadora del Ejército de Salvación.Williams jugó béisbol en la preparatoria Herbert Hoover en San Diego y vivía en Utah Street #4121 en el área de North Park de la ciudad. Era un bateador zurdo, pero lanzaba con el brazo derecho. Después de graduarse, se dedicó al béisbol profesional, pasando algunas temporadas en los equipos de ligas menores, los San Diego Padres y los Minneapolis Millers.A principios de su carrera, declaró que deseaba ser recordado como "el mejor bateador que ha vivido", un honor que ciertamente logro a los ojos de muchos fans.
Williams pasó al equipo de Grandes Ligas de Boston en 1939, inmediatamente logrando impactar ya que fue líder de la Liga Americana en carreras impulsadas y terminó en cuarto lugar en los votos para el MVP. En 1941, llegó al día final de la temporada con un promedio de bateo de .39955. Esto se hubiera redondeado a .400, convirtiéndolo en el último jugador en batear .400 desde Bill Terry en 1930. El manager dejó que Williams decidiera si iba a jugar o no. Williams decidió jugar en ambos juegos del juego doble de ese día, arriesgándose a perder el récord. Obtuvo 6 hits en 8 turnos al bat, alzando su promedio a .406; nadie ha alcanzado .400 desde entonces.Al mismo tiempo, su gran logro fue eclipsado por la racha de 56 juegos con hit de Joe DiMaggio en la misma temporada. Su rivalidad fue mostrada por la prensa; Williams siempre se consideró un mejor bateador, pero reconocía que DiMaggio el mejor jugador en un aspecto más general. También en 1941, Williams estableció la marca de porcentaje de en base en una temporada con .551. Ese récord permaneció hasta el 2002, cuando Barry Bonds superó la marca con .582. Un logro menos conocido es que Williams logró llegar a una base en la mayor cantidad de partidos consecutivos, un total de 84. Además, Williams también tiene la tercera y cuarta mejor marca para esa racha. En 1957, Williams llegó a una base en 16 apariciones al plato consecutivas, también un récord.Otro logro memorable de Williams fue su cuadrangular para ganar el juego, contra Rip Sewell y su famoso lanzamiento lento durante el juego de estrellas de 1946. Imágenes del partido muestran a Williams alegremente brincando y aplaudiendo mientras recorría las bases; después dijo que esa fue su mayor emoción en el béisbol.Entre las pocas imperfecciones en la carrera de Williams está su actuación en su única aparición en play-offs, la Serie Mundial de 1946. Williams consiguió solo 5 sencillos en 25 turnos al bat, con solo 1 carrera impulsada y los Red Sox perdieron contra los St. Louis Cardinals en el siete juegos. Mucho de esto se debe a su necia insistencia por no batear hacia el vacio que dejaba el cambio en la defensiva de los Cardenales, que frecuentemente incluía a cinco o seis jugadores defensivos colocados a la derecha de la segunda base. Este cambio defensivo era una versión del Cambio de Boudreau, popularizado por el manager de los Cleveland Indians Lou Boudreau en un intento por reducir la efectividad del bateo de Williams.Es posible que Williams también haya jugado con un codo lastimado por un juego de exhibición anterior a la Serie Mundial, mietras que los Cardenales y los Brooklyn Dodgers jugaban una serie de tres partidos para determinar quien sería el campeón de la Liga Nacional.Williams estudiaba obsesivamente el arte del bateo y lograba batear con un buen promedio y con poder. En 1970 escribió un libro sobre el tema, The Science of Hitting (La Ciencia del Bateo), publicado en 1986, que aún es leído por muchos jugadores de béisbol. Williams no era un corredor veloz, demostrado por su total de 24 bases robadas, un cuadrangular dentro del parque y una sola ocasión bateó el ciclo en su carrera. El sentía que con más velocidad hubiera alzado su promedio considerablemente y hubiera bateado .400 por lo menos en una temporada más.A pesar de su falta de alcance como jardinero, Williams era considerado un jardinero seguro con un brazo fuerte, aun que el ocasionalmente expresó arrepentimiento por no trabajar más en sus habilidades defensivas.

Williams sirvió como piloto del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Durante la Segunda Guerra Mundial fue instructor de vuelo en la Estación Aeronaútica de Pensacola, enseñando a los pilotos jóvenes cómo volar el F4U Corsair. Cuando terminó la guerra él estaba en Hawaii y fue liberado del servicio activo en enero de 1946, aunque permaneció en las Fuerzas de Reserva de los Marines.1En 1952, a la edad de 34 años, fue llamado de nuevo al servicio activo para la Guerra de Corea. Después de ser entrenado con el nuevo F9F Panther en la Estación Aérea de los Cuerpos de Marines de Cherry Point, Carolina del Norte, fue asignado al Escuadrón de Ataque de los Marines 311 (VMF-311), en Corea.1El 16 de febrero de 1953, Williams fue parte de un ataque de 35 aviones contra una escuela de entrenamiento para infantería y tanques justo al sur de Pionyang, Corea del Norte. Durante la misión, munición de artillería antiaérea golpeó su avión y estropeó su sistema hidraúlico y eléctrico, causando que Williams tuviera que prácticamente arrastrar su avión para aterrizar dificultosamente en la base de la Fuerza Aérea K-13 la cual estaba muy cerca de las líneas enemigas. Después de salir del avión Williams comentó, "Corrí más rápido que Mickey Mantle.". Williams permaneció varios días en esa base hasta que su avión fue completamente reparado con el cual luego regresó a su estación de la Marina. Por estas acciones se le otorgó la Medalla Aérea.Williams voló en 38 misiones de combate antes de ser retirado en junio de 1953 por molestias causadas por una antigua infección del oído.2 Durante la guerra de Corea estuvo en la unidad en la que también estuvo John Glenn. Estas ausencias le alejaron durante cinco años de su carrera deportiva y significativamente limitaron los registros totales de sus marcas, si bien Williams nunca se quejó sobre el tiempo que dedicó al servicio militar.

Los dos premios MVP y dos triple coronas de Williams vinieron en cuatro años diferentes. Junto a Rogers Hornsby, es uno de los dos únicos jugadores en ganar la Triple Corona dos veces, pero no se llevó el MVP en ninguna de las temporadas en las que tuvo Triple Corona. Williams, Lou Gehrig y Chuck Klein son los únicos jugadores desde el establecimiento del premio MVP en ganar la Triple Corona y no ser MVP en esa temporada.El bateo de Williams era tan temido y como era bien sabido que jalaba la pelota con fuerza hacia su banda (el jardín derecho, por que Williams era un bateador zurdo), que sus oponentes frecuentemente empleaban el cambio radical defensivo llamado "Cambio de Williams" contra el, dejando solo un jugador a la izquierda de segunda base, en el lugar del campocorto. En lugar de tocar la pelota hacia el espacio libre, el orgulloso Williams bateaba como siempre contra este cambio defensivo. Esta táctica defensiva se sigue usando hoy en día y es llamada el cambio del cuadro. Es interesante notar que se usa frecuentemente contra David Ortiz, Jason Giambi, Jim Thome y Travis Hafner.Ted Williams se retiró del juego en 1960 y golpeó un cuadrangular en su último turno al bat, el 28 de septiembre de 1960, frente a sólo 10,454 fans en Fenway Park. Este home run—un batazo de solitario contra el lanzador de Baltimore Jack Fisher en la octava entrada que puso a Boston frente a los Orioles 4 a 3—fue inmortalizado en el ensayo de la revista The New Yorker "Hub Fans Bid Kid Adieu", por John Updike.


Ted Williams estuvo en malos términos con los periódicos de Boston por casi veinte años, ya que sentía que a ellos les gustaba discutir tanto su vida personal como su actuación en el béisbol. Inseguro por su educación, necio por su confianza en sus creencias, Williams se convenció de que los "caballeros del teclado" estaban en su contra y los trató de igual manera, como lo describe en sus memorias en My Turn at Bat.También tuvo una inestable relación con los fans de Boston, aun que podía ser muy cordial cara a cara. Williams sentía a veces mucha gratitud por la pasión y conocimiento del juego que demostraban los fans. Por otro lado, Williams era temperamental, y a veces insensibe. Era generoso con los necesitados y exigía lealtad de aquellos a su alrededor. No podía perdonar la inconstante naturaleza de los fanáticos—abuchear a un jugador que perdió el control de un roletazo, para después rugir apoyo para el mismo jugador cuando golpea un cuadrangular. A pesar de las porras y adulación de la mayoría de los fans, los abucheos ocasionalmente dirigidos a él en Fenway Park llevaron a Williams a rehusar reconocer a los fanáticos con el típico gesto de tocar su gorra después de un home run. También ganó muchos fans en el béisbol y fuera de él por sus dos veces sirviendo a su país en la guerra, arriesgando su vida al volar en misiones de combate con los Cuerpos de Marines.Un perfil hecho por Red Smith en 1956 describe a un escritor de Boston tratanto de convencer a Williams de que primero echar porras y luego abuchear a un jugador no era diferente a una persona aplaudiéndole a un actor de "películas del oeste" un día y después diciendo "¡Es pésimo! ¿Por qué pensé que podía actuar?". Pero Williams rechazó esto; cuando le gustaba un actor del oeste como Hoot Gibson, le gustaba en todas sus películas y no pensaría abuchearlo.Después del famoso cuadrangular en su último turno al bat, Williams característicamente se rehusó a tocar su gorra mienras corría las bases o a responder a las prolongadas porras de "¡Queremos a Ted!" del público. Williams también se rehusó a tocar su gorra cuando fue reemplazado en el jardín izquierdo por Carroll Hardy para el comienzo de la novena entrada, aun que el público si continuó con las porras.La actitud reservada de Williams llevó al escritor John Updike a observar burlonamente que "los dioses no contestan las cartas." El último home run de Williams no fue durante el último partido de la temporada de 1960, sino durante el último partido de Boston como local. Las Medias Rojas jugaron tres partidos más en Nueva York; sin embargo, Williams no apareció en ninguno de ellos, dejando en claro que su último turno al bat en casa fue el último de su carrera.


En su discurso de inclusión al Salón de la Fama en 1966, Williams incluyó un enunciado que pedía el reconocimiento de dos grandes jugadores de las Ligas Negras, Satchel Paige y Josh Gibson, que no tuvieron la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas antes de que Jackie Robinson rompiera la barrera del color en 1947. Esta declaración hecha por uno de los mejores jugadores fue importante ya que después el Salón de la Fama comenzó a incluir a jugadores de las Ligas Negras, empezando con Paige en 1971.

Cuando se retiró, Williams era tercer lugar en cuadrangulares de por vida (detrás de Babe Ruth y Jimmie Foxx), séptimo en carreras impulsadas (después de Ruth, Cap Anson, Lou Gehrig, Ty Cobb, Foxx, y Mel Ott; Stan Musial superó a Williams en 1962) y séptimo en promedio de bateo (detrás de Cobb, Rogers Hornsby, Shoeless Joe Jackson, Lefty O’Doul, Ed Delahanty y Tris Speaker). Su promedio de bateo es el más alto de cualquier jugador que haya jugado su carrera entera después de 1920, durante la era de la bola viva.Williams también es segundo lugar, después de Ruth, en porcentaje de slugging, donde se ha mantenido hasta hoy y primer lugar en porcentaje de en base. También era segundo después de Ruth en bases por bolas, pero ahora es cuarto lugar ya que Barry Bonds y Rickey Henderson han roto el récord. Williams se mantiene como el líder en bases por bolas por apariciones al plato.


Después de retirarse como jugador, Williams fue manager de los Washington Senators y continuó con el equipo cuando se volvieron los Texas Rangers después de la temporada de 1971. La mejor temporada de Williams como manager fue en 1969, cuando llevó al equipo nuevo de los Senadores a un rércord de 86-76, en su única temporada ganadora en Washington. Fue elegido manager del año después de esa temporada. Al igual que muchos grandes jugadores, Williams se volvió impaciente con las habilidades y actitudes ordinarias de los jugadores y su carrera como manager fue corta y sin éxito. Antes y después de dejar Texas (que fue su único trabajo como manager), ocasionalmente aparecía en el entrenamiento de primavera de los Red Sox, invitado como instructor de bateo.Fue mucho más exitoso en la pesca. Un ávido y experto pescador con mosca y de mar profundo, pasó muchos veranos después del béisbol pescando en el Río Miramichi, en Miramichi, New Brunswick, Canadá. Williams fue nombrado al Salón de la Fama de la Pesca en el 2000. Algunos opinan que Williams era un individuo destacado que pudo ser el mejor del mundo en tres disciplinas diferentes: bateo en béisbol, piloto de combate y pescador con mosca. Poco tiempo después de la muerte de Williams, el reportero conservativo Steve Sailer lo llamó "posiblemente el americano más tecnicamente proeficiente del siglo XX, como lo demuestra su destreza en tres áreas tan distintas." [1]Williams llegó a un acuerdo con Sears, prestando su nombre y talento para desarrollar y representar una línea de equipo deportivo - específicamente de pesca, cacería y béisbol. Después estuvo relacionado por un largo tiempo con Jimmy Fund, después de perder un hermano que sufría leucemia, y colaboró con su tiempo libre, esfuerzo y dinero en apoyo de la organización contra el cáncer.En sus últimos años, Williams fue "parte del mobiliario" en shows de firma de autógrafos y de tarjetas después de que su hijo (de tercera esposa), John Henry Williams, tomara el control de su carrera, convirtiéndose en su manager de facto. El joven Williams dio una estructura a los asuntos de negocios de su padre y distribuyó las apariciones públicas y souvenirs de su padre para poder maximizar las ganancias. Aun que muchos piensan que Ted estaba siendo utilizado por su hijo, no existe evidencia real de que el joven Williams estuviera haciendo algo ilícito o indeseable con las ganancias de su padre.Una de las apariciones públicas finales de Williams, y de las más memorables, fue en el Juego de Estrellas de 1999 en Boston. Como solo podía caminar distancias muy cortas, Williams fue llevado al montículo del pitcher en un carrito de golf. Ahí orgullosamente saludo al público con su gorra—un gesto que nunca hizo cuando fue jugador. Los fans respondieron con una ovación que duró varios minutos. En el montículo del pitcher estaba rodeado de jugadores de ambos equipos y habló con varios de ellos. Entre ellos estaba otro jugador de San Diego, Tony Gwynn, un bateador que es frecuentemente comparado con Williams y era estrella del equipo de Grandes Ligas, los San Diego Padres. La ceremonia fue acortada ya que la aparición de Williams podía retrasar el comienzo del partido.Más tarde ese mismo año, estuvo entre los elegidos al Equipo del Siglo de las Grandes Ligas de Béisbol, presentado al público en el Turner Field de Atlanta antes del segundo juego de la Serie Mundial. También fue el número 8 en la lista de los 100 Mejores Jugadores de Béisbol de la revista The Sporting News’, donde fue el jardinero izquierdo más arriba en la lista.En sus últimos años, Williams sufrió con mala salud, específicamente de problemas cardiacos. Se le instaló un marcapasos en noviembre del 2000 y se sometió a cirugía de corazón abierto en enero del 2001. Después de sufrir una serie de infartos cerebrales e insuficiencias cardiacas, murió de una parada cardiorrespiratoria en Crystal River, Florida, el 5 de julio de 2002.El Túnel Ted Williams en Boston y la Ruta Estatal 56 de California, llamada Ted Williams Parkway, en San Diego (1992) fueron nombrados en su honor mientras seguía vivo.


Después de su muerte, hubo una disputa pública sobre la disposición de su cuerpo. Anunciando que no habría funeral, su hijo John Henry Williams llevó el cuerpo de Ted a la Alcor Life Extension Foundation en Scottsdale, Arizona y este fue colocado en suspensión criónica. Barbara Joyce Ferrell, hija de Williams con su primera esposa, levantó una demanda, diciendo que su testamento declaraba que el quería ser cremado. El abogado de John-Henry produjo entonces un "pacto familiar" informal, firmado por Ted, John-Henry y la otra hija de Ted, Claudia, en el que acordaban "ser puestos en suspensión criónica después de la muerte." Los arreglos para la suspensión criónica fueron hechos apuradamente por John-Henry y Claudia después de la muerte de Ted. Aunque esta acción disgustó a muchos familiares, amigos y fans, al parecer es el derecho de los hijos por ley.En "Ted Williams: The Biography of An American Hero", el autor Leigh Montville señala que el supuesto pacto familiar sobre criónicas no fue más que un pedazo de papel en blanco que Ted Williams autografió, sobre el cual los acuerdos fueron escritos más tarde. Su firma en el pacto es "Ted Williams", al igual que en sus autógrafos, mientras que siempre firmaba sus documentos legales como "Theodore Williams". Sin embargo, Claudia testificó la autenticidad del documento en una declaración bajo juramento.

 

 

 

George Sisler Beisbolista 1915_1929‏

George Sisler participo en un total de 15 estaciones en el béisbol mayor. De (1915) al (1927) sudo la camiseta de St. Louis Brown, (1928) Senadores de Washington y (1928) Bravos de Boston. Con el madero al hombro logro conectar 200 hits o mas en 6 ocasiones, tres de ellas consecutivamente. (1920-257), (1921-216), (1922-246), (1925-224),(1927-201) y (1929-205). Graduado de la Universidad de Michigan este gran toletero que llego a las mayores en 1915 podía hacer de todo dentro del terreno de juego. Defendió la primera base en un total de (1971) partidos, (37) como jardinero, (24) como lanzador, (3) como antesalista y (2) como intermedista.

Su nombre de pila era George Harold Sisler, nació en Manchester , Ohio el 24 de marzo de (1893) falleciendo el 26 de marzo de (1973). Fue campeón bate en (2) ocasiones (1920-407) y (1922-420), bateo para el ciclo el 8 de agosto de (1920) y el 13 de agosto de (1921), nombrado Jugador Mas Valioso en la temporada de (1922), bateo libremente en 30 juegos o mas en (1922-41) y (1924-34), bateo 6 inatrapables el 1 de agosto de 1921, líder en triples consecutivamente en dos ocasiones (1921-1922) (Liga Americana), en cuatro ocasiones termino de líder estafador (1918-45), (1921-35), (1922-52) y (17-1924), dos veces bateo para (400) o mas (1920-407) (1922-420), en cuatro ocasiones anoto 100 o mas , tres de ellas consecutivamente (1920-137), (1921-125), (1922-134), (1925-100).

Sisler fue un pelotero humilde de una confianza indiscutible que emergió en las mayores como lanzador siendo transferido a la primera base gracias a su extrema rapidez y agilidad. De (1920-22) se convirtió en un bateador de contacto con promedios de (407), (317) y (420) donde consiguió la friolera de 719 hits ponchandose solamente en (60) ocasiones. Durante la temporada de (1920 bateo (257) hits en una temporada y en (1922) bateo de hits en (41) juegos consecutivos marca que estuvo vigente hasta el (1941) cuando Joe Dimaggio la rompió bateado de hit consecutivamente en (56) partidos. En (1923) Sisler estuvo fuera de acción en las mayores a causa de un severo ataque de sinusitis que le causo problemas con su visión. Se dice que desde ese momento dejo de ser el bravo y feroz bateador consistente que había sido en un pasado. Sus números finales fueron: (2,055) juegos, (8,267) turnos al bate, (2,812) hits, (1,284) anotadas, (102) cuadrangulares, (1,175) impulsadas y (340) promedio de por vida.

Edwin Kako Vazquez  /  http://www.1800beisbol.com/baseball/Deportes/Historia_del_Beisbol/George_Sisler_Beisbolista_1915%111929/

 

 

 

Early Wynn Todo un Coloso desde La Colina‏

Natural de Hartford Wynn fue firamdo inicialmente como agente libre aficionado en 1937 por los Senadores de Washington donde participo durante (8) (1942-1948) temporadas antes de canjeado a los Indios de Cleveland en (1948) por John Haynes, Ed Kleiman y Eddie Robinson. Con el Washington vio accion en (191) partidos con marca de (72-87) y una efectividad de (3.94) en (1,266) entradas lanzadas. No obstante, con los Indios de Cleveland vería sus mejores años en el béisbol de las mayores ganando 20 juegos o mas en (4) ocasiones (1951) (20-13), (1952) (20-12), (1954) (23-11) y (1956) (20-9) visitando la Serie Mundial (1954) y (1959).

El 4 de diciembre de 1957 en canjeado junto a Al Smith al las Medias Blancas de Chicago por Fred Hatfield y Minie Minoso. En este club lanzo desde (1959-1962) volviendo a los Indios de Cleveland en su ultima temporada en las mayores. Con el Chicago volvió a ganar (20) partidos en (1959) (20-10), a la edad de 43 años, lanzó los primeros cinco episodios del juego entre Indios y Atléticos de Kansas City para alcanzar su victoria número 300 y guiar a Cleveland a un triunfo de 7-4. Esta fue la última ocasión en la que Wynn ganó un encuentro de Grandes Ligas.

LOGROS DE WYNN

1-Lider en la Americana en entradas lanzadas en (3) ocasiones (1951, 1954, 1959), lanzo durante (23) estaciones.

2-Gano (300) partidos en las mayores, termino de por vida con marca de (300-244) con una efectividad de (3.54).

3-Visito de Juego de Estrellas en (9) ocasiones.

4- Acumuló en su carrera (2,334) ponches, (290) juegos completos, (49) lechadas, 4,556 innings lanzados, intervino en total en 691 partidos, durante su extensa trayectoria.

5-En 1958, Wynn se convirtió en el primer lanzador en las mayores en liderar la liga en ponches en años consecutivos con diferentes equipos (184 con Cleveland, 189 con Chicago).

6-Ofensivamente al bate Wynn promedió .270 o más en cinco temporadas, terminando su carrera con un promedio de .214 (365 de 1,704), con 17 jonrones y 173 impusadas.
7-Gano e premio del Cy Young Award en (1959), termino con marca de (22-10( (3.17) y (5) blanqueadas.

8-Fue proclamado el Mejor Jugador del Año (1959).
9-Fue electo al Salón de la Fama en (1972).

EDWIN KAKO VAZQUEZ ESCRITOR E HISTORIADOR

 

 

 

Early Wynn