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BEISBOL 007

BOXEO MUNDIAL

Lesión de tobillo impide al 'Pollito' Ceja continuar en la pelea; Hugo Ruíz gana en el primer round

 

 

 

HUGO RUIZ cumplió con lo predicho un día antes de su revancha con Julio Ceja: ganó por nocaut en el primer round.

La revancha acabó a los 51 segundos de iniciado el combate cuando 'El Pollito' Ceja fue conectado por una derecha recta que lo mandó de espaldas a la lona, pero al momento de ir cayendo la pierna derecha se quedó clavada al suelo y el campeón que defendía su título CMB en peso supergallo sufrió una lesión en el tobillo (aparentemente una torcedura).

A pesar de que se levantó antes de los diez segundos no estaba en condiciones de seguir compitiendo y aunque tuvo el temple para aguantar los embates del 'CuatitoRuíz, no estaba realmente preparado para defendrerse de los golpes debido a que apenas podía plantarse con su pierna de apoyo lastimada. El réferi decretó un nocaut técnico. Y 'El Pollito' Ceja fue sacado del ring en camilla, seguramente para ser trasladado al hospital y evaluar el grado de su lesión.

Crawford retuvo título superligero OMB con TKO sobre Hank Lundy

 

 

 

Terence Crawford batalló un par de rounds para ajustarse al estilo que le presentó Hank Lundy ésta noche en el Madison Square Garden de Nueva York. El campeón peso superligero de la OMB fue alcanzado por algunas manos del retador de Filadelfia, que con bastante ímpetu intentó dar la sorpresa, pero la calidad técnica deCrawford es mucha y la demuestra peleando de manera natural tanto en la guardia zurda como la ortodoxa.

En el cuarto round Hank Lundy tomó la decisión de pelear como izquierdo pero el resultado sólo le produjo un corte arriba del ojo derecho. Para el quinto Crawford lastimó con una izquierda al retador y después de una seguidilla de golpes cayó a la lona, superó el conteo del réferi pero seguía mareado, trastabillaba, y entonces el campeón sólo tuvo que aprovechar el momento para cerrar la noche a los dos minutos con nueves segundos del quinto episodio y de ésta manera hizo su segunda defensa de dicho campeonato

Verdejo vence a Silva en Nueva York

 

 

En lo que fue la coestelar de la cartelera Crawford-Lundy en Nueva York, el puertorriqueño Félix "Diamante" Verdejo (20-0, 14 nocauts) defendió su cinturón Latino de peso Ligero y de paso le arrebató el invicto al brasileño William "Baby Face" Silva (23-1, 14 nocauts) en lo que fue su máxima prueba de su carrera hasta el momento.

El primer asalto arrancó con Silva marcando su jab e imponiendo presión. Verdejo se mantuvo caminando hacia atrás manteniendo la guardia bien arriba pero sin mucho como para ganar el asalto.

En el segundo, los atrevieron abrir la guardia e intercambiar metralla en los primeros segundos. Silva conectó con la izquierda a Verdejo que trataba de llevarse a Silva con fuertes bombazos que aterrizaron al vacío.

Verdejo comenzó a presionar al brasileño que mantenía su calma todo el asalto. Verdejo buscaba espacios pero Silva con muy buen defensa capeo todas combinaciones del boricua en este tercer y cuarto asalto.Verdejo siempre se mantuvo activo buscando la pelea

Verdejo se vio mejor en el quinto entrando con el jab de izquierda y saltando en las zapatillas hacia adelante. Silva utiliza movimientos laterales que mantuvieron al boricua ocupado sin poder capitalizar.

Silva se vio más confiado y Verdejo más desesperado en el sexto. Las finta de Silva mantuvieron a Verdejo a raya sin poder aterrizar un golpe que cambie las cosas.

Silva siguió neutralizando todo el asalto verdejo que aún no descifraba a un Silva sumamente elusivo pero que tampoco demostró nada para llevar las tarjetas arriba al finalizar el sexto.

Aun sin ver un claro ganador Verdejo comienza a conectar y acercarse más a Silva que con muy buena defensa y conocimiento de caminar el ring evade a Verdejo. Silva no demostró nada de riesgo ni de ganas de atacar en Nueva York.

En el noveno el brasileño se dedicó exclusivamente a evadir a un fuerte Verdejo que nunca dejo de buscar a su oponente.

Ya en le decimo y último asalto se veía claro que Silva estaba satisfecho con su presentación y haber sobrevivido el torbellino boricua. A los últimos veinte segundos Silva demostró un poco de agresividad pero cuando sintió el calibre de Verdejo desistió en su intento y sonó el último campanazo.

Al terminar dos jueces la vieron 100-90 y el tercero 99-91 todos a favor y aún invicto Félix "El Diamante" Verdejo. Compubox demostro solo un 25% de golpes conectados por verdejo contra un 14% de Silva.

 
 

 

El Canelo encontró una pelea a modo con Amir Khan

 

 

 

Saúl "Canelo" Alvarez no nos pone las cosas fáciles a quienes solemos analizar el boxeo. No nos ha permitido entregarle el crédito completo a lo que ha hecho en su carrera. Siempre hay algun punto que prende un foco rojo, una alarma. Ahora, en su elección del próximo rival, se esperaba que pudiera elegir a un peso medio sólido, que lo consolidara como el monarca de la categoría. Y sin embargo, el campeón de peso medio escogió a Amir Khan, un peso welter.

Amir Khan ni siquiera es un welter natural. Es un peledor que inició su carrera como peso ligero, que luego se coronó campeón mundial súper ligero y que va para dos años peleando en peso welter. Es, entonces, un peleador chico en talla, que lo más que ha marcado de peso en su carrera han sido 147 libras, es decir, ocho libras menos que el peso pactado de 155 en el que peleará contra el Canelo

Khan es un peleador talentoso, no queda duda. Ha demostrado una sobresaliente velocidad de manos, acompañada de explosividad. Es un peleador capaz técnicamente, y de buena movilidad sobre el ring. Habilidades que ha demostrado, principalmente en peso súper ligero. Y por el otro lado, Khan también es un peleador a quien se le ha señalado de tener "mandíbula de cristal", y esa mala reputación se acrecentó en peso súper ligero. Subió a peso welter, desde hace casi dos años, pero no se ha consolidado en la categoría. Es decir, su mandíbula ha sido cuestionada en peso súper ligero, 15 libras por debajo del peso pactado de 155 libras con el queAmir Khan piensa pelear con el Canelo.

Es sabido que el Canelo marca 155 libras en el pesaje y luego se rehidrata hasta por encima de 170 libras, y casi hasta 180, para subir al ring la noche de la pelea. Una ventaja que por sí misma marca la diferencia en el combate como ocurrió ante Miguel Cotto. El boricua era un peleador con más recorrido en peso súper welter, y aun así se topó con un Canelo Alvarez que era una montaña físicamente. La pegada de Cotto no tuvo ningún tipo de repercusión sobre un Canelo que lo superaba en por lo menos 20 libras a la hora de subir al ring. 

Esta brecha en lo físico será aún más marcada frente a Amir Khan, un peleador que nunca ha tocado ni siquiera la categoría súper welter. La realidad para Khan es que la pelea será en tres meses. No tendrá tiempo de construir la suficiente masa muscular para subir de peso sin perder potencia. Así que el británico tendrá dos opciones: o engorda rápido para acercarse al peso, o de plano tendrá que jugársela en marcar un peso inferior al peso pactado.

Amir Khan tendrá que apostarle a la velocidad y a las piernas. En boxear al Canelo, entrar, intentar pegar y salir rápidamente. Y el Canelo será económico, como lo hizo ante Cotto. Buscará no desperdiciar golpes, será pasivo en buena parte de cada round. Pero en cuanto el Canelo toque a Khan, la pelea se va a definir. Los pocos golpes que el Canelo conecte, iniciarán el desmantelamiento de Khan. La pelea se plantea similar a cuando el Canelohizo subir de peso a Josesito López, y el resultado en la pelea fue casi como de bullying, con el Canelo arrollando por completo a López.

La lectura inicial, a unas horas del sorpresivo anuncio de la pelea, es que el Canelo Alvarez encontró un rival a modo. Un rival con el que puede hacer un buen negocio por el atractivo que Khan representa en el mercado británico, y un rival también que no le representará ningún tipo de problema. El Canelo parte como amplio favorito para noquear a Amir KhanEs la historia, pues, de una pelea muy desigual. 

Revancha entre “Cuatito“ y “Pollito“ promete ser otra guerra

 

Foto por Herbert Diaz

 

 

La esperada revancha entre el campeón mundial supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, el mexiquense Julio “Pollito“ Ceja y el sinaloense Hugo “Cuatito“ Ruíz, pinta para ser otro combate emocionante como el que protagonizaron en agosto pasado y que tuvo emociones al pormayor, un duelo que será transmitido a todo México por las pantallas de Televisa Deportes.

El enfrentamiento del sábado 27 de febrero tendrá de por medio el cinto mundial supergallo del Consejo Mundial de Boxeo entre dos púgiles que se encuentran de igual forma en el mejor momento de sus carreras y que dividen opiniones entre los expertos, pues mientras algunos piensan que el mochitense podrá culminar la obra esta vez, muchos otros son de la opinión de que el “Pollito“ repetirá la dosis. 
 
El duelo por el título mundial entre el “Cuatito“ y el “Pollito“ verá frente a frente a dos peligrosos noqueadores, el de Los Mochis presume una efectividad noqueadora de 84%, mientras que el de Atizapán promedia 87% por lo que un desenlace explosivo y temprano no está descartado para nada en este combate que tendrá lugar en el Honda Center de Anaheim, California;
 
La velada que será transmitida en todo México a través de la señal de Televisa Deportes, es encabezada por el invicto campeón michoacano Leo “Terremoto“ Santa Cruz, quien pondrá en riesgo el supercampeonato pluma WBA frente al español Kiko Martínez; además de la participación del invicto clasificado mundial Rey Vargas.
 
La cartelera engalanará los “Sábados de Box“, gracias al esfuerzo conjunto de Promociones del Pueblo y Televisa Deportes por traer a los aficionados mexicanos lo mejor de las carteleras boxísticas, incluso cuando éstas ocurren lejos de nuestras fronteras.

“SEÑOR, NO ES POSIBLE ¡DETENGAN ESE SUICIDIO…!”


casamayor sale retiro



Por Andrés Pascual

El crecimiento desordenado, impunidad legal para otorgar licencias o autorizaciones DE PROPIEDAD u otras relativas por intereses maliciosos de índole mercantil a cualquiera, que dañan al deporte profesional desde hace más de 30 años, se erije en valladar formidable a la hora de establecer comparaciones entre el pasado deportivo profesional y una actualidad que gana tanto dinero, como escasea de experiencia y clase para convencer al erudito muchas veces.

En el beisbol, 150 insuficientes lanzadores más que en las plantillas que durante la época en que las Mayores tenían 10 clubes por liga y el grito de horror es que “no hay pitchers”. Entre “no hay” y “no los hay suficientemente buenos”, de categoría para el nivel superior, media una explicación que no ofrecen nunca.

El miedo a la prueba al azar, sin embargo, redujo ridículamente la cantidad de jonrones por líderes en ambas ligas. Creando la base razonable para que el tradicionalista grite a toda voz: “no solo los lanzadores de antes eran más efectivos y eficientes”, sino que, a pesar de eso, “los bateadores bateaban más cuadrangulares y sus compilaciones o acumulados de bateo de fuerza eran mejores”. Y todos callados porque es una VERDAD DEMOLEDORA.

Para la decadencia del boxeo, 4 versiones de campeonato y una veintena de “aspirantes” por peso, luego, si usted es campeón de una faja, realmente lo es de un cuarto de campeón; si de dos, medio campeón…

Esta modalidad, que atenta contra el pugilismo, también impide disfrutar la pelea que “todos quieren ver”, porque ningún boxeador, o muy pocos, mete la mano en el ranking y saca al retador que contribuya a la “megapelea”, no, el tiempo actual establece que la televisión y el billete se orienten hacia “dos cuartos de campeones” o hacia otro que, sin hacer escalafón, salta a un peso superior pactado, o regresa del retiro a una pelea, también en peso acordado, y barren con los obreros que esperan su oportunidad y nadie sabe cómo los mueven.

El “boxeo viejo” establecía que el ranking de 10 existía para algo, que desde este salía el hombre que daría, como retador, “la que todos querían ver”; muy pocas veces se corría el riesgo de retar a un monarca de divisiones superiores, porque era un suicidio la mayoría de ellas, le sucedió a Robinson, a Paret, a Luis Manuel, a Billy Conn, a Mantequilla a…

Hace algún tiempo, escribí lo que puede leer debajo para un periódico miamense, que se publicó en Boxeo Mundial tambien:

“En igual medida que crece la pérdida de las facultades, desaparece la confianza necesaria para ejecutar ni con mediano virtuosismo; entonces aparecerán las justificaciones, por los yerros que comete, la ayer figura grandiosa en cualquier actividad artística o deportiva: la diva del ballet culpará al partenaire por la pérdida de la efectividad que le impidió medir bien, entonces punteó mal…El pitcher, incapaz de ponerle extra a la bola, le dirá que “fue un lanzamiento escapado”, o “una curva que se quedó alta”.

“El boxeador discutirá, con quien esté dispuesto a intercambiar opiniones, si fue “un golpe de suerte” el que lo horizontalizó por la cuenta irremediable; muchas veces, contra oponentes que no valían (valen) un medio como mercancía y, si lo envuelve, pierde el dinero invertido en el papel”.

“No se va Roy Jones jr. que tiene problemas económicos; amenazaron Tito Trinidad y hasta George Foreman con regresar hace poco; lo hizo Oscar y peor no le pudo ir…Hay otros que deben tomar las de Villadiego y ahí están, arrastrando al público paisano a fantasías que, con el boxeo, nada tienen que ver. Un capricho o una necesidad no solo pisotea un récord de inmortal, sino que afecta la capacidad mental del individuo a extremos muy peligrosos”. A fin de cuentas, siempre estará ahí el lobo para engullir de un bocado al cordero desorientado en medio de las luces de una arena boxística. Lo peor de todo es el PPV, la fraudulenta promoción y el dinero casi robado en pleitos que, todo el mundo lo sabe, no son disfrutables, porque se puede calcular el resultado previo mejor que la suma de 2 más 2”.

Joel Casamayor ha sido el pugilista que más ha convencido de todos los que han llegado desde Cuba a partir de 1990, su capacidad de movimiento necesitó de pocos ajustes, porque, no ha sido extraño en muchos de los boxeadores de la era castrista, vino con filosofía profesional, con hambre y con la determinación que lo ha llevado a dejar huella en los pasillos del exigente circuito.

Un peleador rápido, incluso mañoso, capaz de ripostar con efectividad y atacar con instinto rematador, el Cepillo ha sido, sin dudas, uno de los mejores pesos de divisiones pequeñas del boxeo criollo histórico.

Sin embargo, lo anterior lo dije porque no quiero parecer injusto con el compatriota, a fin de cuentas, los boxeadores de “antes” en Cuba no tenían la posibilidad de optar por una de 4 versiones, caso contrario a cómo se construyó la historia, más de 20 de aquellos antaño maravillas, que no alcanzaron a coronarse, hubieran sido monarcas holgadamente.

Hace algún tiempo escribí para Conexión cubana lo que puede leer en el link debajo, es sobre Joel Casamayor y el intento fallido contra Bradley, que lo noqueó, dejando al descubierto un estilista sin piernas, sin reacciones y sin reflejos, es decir, a punto de mate ante el Padre Tiempo:

http://www.conexioncubana.net/deportes-2/429-joel-casamayor

Hace un par de días, el amigo, trainer y profesor de boxeo Roberto Quesada, me informó que existía la posibilidad del regreso de Casamayor, ratificado por el propio pugilista desde su residencia en Las Vegas.

¿Qué busca el antillano con el retorno a destiempo, si al fin y al cabo continúa y se posibilita su caprichosa irresponsabilidad?

Tal vez Casamayor esté en condiciones deplorables económicamente, es posible, quizás no tuvo en cuenta ciertos pasos obligatorios de la cartilla del comportamiento, que pueden ser no dilapides, guarda y cuídate de aduladores y guatacas en tiempos de buena cosecha, que ninguno te asistirá si se inunda la siguiente ni con un par de semillas necesarias.

Como colofón de las trágicas decisiones, los peleadores que, o lo botaron todo irresponsablemente o no entienden, no quieren entender que los ojos no envejecen , por lo que esos paquetes que usted vé pueden matarlo si se arriesga a meterse con ellos en un ring.

Para darle cumplimiento o continuidad al matadero que, por parte tan dolorosa representa el boxeo, siempre habrá un promotor dispuesto a montar el show y empujarlo al ring por un par de pesos que, mañana, no le van a alcanzar ni para pagar una píldora contra la demencia. Así hay que hablarle a Joel Casamayor, porque ya apareció en la prensa y aparenta estar decidido a suicidarse.

Es decir, a adelantar la demencia senil, producto del castigo, al nivel de los muchísimos que desoyeron las voces de ultratumba de Fistiana, donde les alertaban que el ring cobra semejante osadía de la peor forma posible.

Nuevas historias del ring La gloria también golpea

La recreación de las batallas y hazañas de los hombres ha sido un tema primordial de la literatura. De ahí se nutren las modernas epopeyas del deporte como una vertiente donde pueden coincidir el periodismo y la literatura. En La gloria también golpea. De la Hoya vs Chávez 1 (La Dulce Ciencia Ediciones), que se presenta este sábado, Alejandro Toledo continúa esa tradición y así lo plantea desde este prólogo.

 

... y todo fue cristales rotos,
el mismo silencio de espejos apagados
alguien cae,
alguien cae.
Rafael Acevedo
Balada del Caesar’s Palace

Los hombres, atrapados en un presente eterno, creamos nuestras propias mitologías. Acaso el surtidor principal de esa saga íntima es la infancia, “el espejo en el que nos seguiremos mirando”, dice el escritor Francisco Tario. Mi infancia transcurre en los años sesenta del siglo xx y está llena de instantáneas deportivas: como imagen inaugural, me veo atravesar uno de los túneles del Estadio Olímpico rumbo a un encuentro nocturno entre el equipo de la Universidad Nacional y el América, cuando Enrique Borja era estrella universitaria, hasta encontrarme de pronto con el paisaje extraordinario de una cancha iluminada; poco después en ese mismo foro, el 19 de octubre de 1968, vi al estadunidense Richard Fosbury conquistar la medalla dorada olímpica con su nueva forma de ejecutar el salto de altura. Esa memoria mía cierra el 21 de junio de 1970, al atestiguar desde las gradas altas del Estadio Azteca, llevado ahí por el abuelo paterno, la coronación de Brasil ante Italia por cuatro goles a uno. Tenía yo entonces sólo siete años de edad.

EL REINADO 
DE MOHAMED ALI

Aunque la figura que domina mi niñez es boxística: Cassius Marcellus Clay, Mohamed Ali, a quien desde esa década y hasta mediados de la siguiente vimos en casa con sus grandes peleas, desde sus enfrentamientos con Sonny Liston de 1964, en el primero de los cuales conquistó el cinturón de los pesos completos (y considerando el famoso “golpe fantasma” del segundo encuentro), hasta sus combates históricos con Joe Frazier y George Foreman. El acontecimiento implicaba el reacomodo de muebles alrededor de la televisión, que se convertía entonces en una invitada más a la mesa. Así como por ese tiempo Julio Cortázar en Rayuela puso a ejercitar a la novela, haciéndola dar saltos de un capítulo al otro, en el cuadrilátero Mohamed Ali parecía volar como mariposa aunque picaba (o pegaba) como abeja. Resume Joyce Carol Oates esa carrera: “El estilo del joven boxeador, enfrentado a un mortífero golpeador como Sonny Liston, consistía simplemente en adelantarse a sus ideas y maniobras: nunca antes, y nunca después, ha desplegado un peso pesado un estilo semejante, una inimitable combinación de inteligencia, sagacidad, gracia, irreverencia, astucia. Era tan deslumbrante el talento de Ali en su juventud que no estaba del todo claro si de hecho él tenía lo que los boxeadores llaman coraje, la capacidad de seguir peleando cuando ha sido lastimado. En años posteriores, ya reducida la velocidad de Ali, emergió un boxeador nuevo y más complejo, un boxeador más grande aún, podría decirse, como en la trilogía de combates con Joe Frazier”.

Un poco para recordar dicha época, para seguir haciéndolo, vi hace unas semanas el documental Facing Ali (Pete McCormack, 2009), con entrevistas a algunos de los rivales de Ali, caleidoscopio de testimonios entrañables de lo que rodeó a esas peleas históricas y dibujo a la vez de lo que puede ser la curva de gloria y decadencia en la vida de un boxeador.

La frontera última, el punto que no debe ser cruzado en el pugilismo, es la pelea extra, aquella que se libra por orgullo o dinero en el declive de una carrera y ya en condiciones físicamente vulnerables. Ali no tuvo una sino dos de esas peleas, contra Larry Holmes la primera y Trevor Berbick la segunda; esto ya a comienzos de los años ochenta, cuando pudo retirarse luego de vencer a Leon Spinks en 1978 (que lo había derrotado meses antes), y obtener por tercera ocasión el título de campeón de los pesos completos. Dijo entonces Ali: “Peleé demasiado tiempo, recibí demasiados golpes, por esto tengo mucha suerte de estar aquí hoy y poder alardear de esta forma. Ahora seré un campeón eterno, me iré de forma limpia”. No se fue de esa manera, aceptó aún esas dos batallas de la sinrazón; y parte de su estado físico actual puede deberse, como sugiere el documental, tanto a una predisposición al mal de Parkinson como a esos golpes de más recibidos entonces. El documental es un entrañable acto de respeto y amor por parte de sus contrincantes, uno de ellos George Foreman, que dice estas palabras: “Hoy en día, cuando veo a Mohamed Ali veo a un héroe. Olviden todo eso de que era de una minoría étnica, y da igual que los héroes pierdan un brazo o una pierna, siguen siendo hermosos gracias a lo que hicieron”.

Es lo que mejor guarda mi memoria boxística, el reinado de Ali, que me tocó vivir en mi infancia y gran parte de mi adolescencia. Acaso, como una suerte de eco lejano, a veces vienen a mí también las voces de los narradores televisivos de entonces, como un rumor que es parte del soundtrack de la niñez; escucho además esa cantinela del “Mío, mío, mío, mío” de José Ángel Mantequilla Nápoles, quien así atesoraba el cinturón recuperado; o, acaso de más lejos, quizá de la memoria colectiva, el inmortal “Todo se lo debo a mi manager y a la virgencita de Guadalupe” de Raúl El Ratón Macías.

“YO QUE CONFUNDO
EL JAB CON EL UPPERCUT”

Asistí de niño a algunos entrenamientos como aprendiz de boxeador en el Centro Cultural Miguel Hidalgo y Costilla, mas nunca subí al ring; o sólo un par de veces, en un gimnasio del centro de la Ciudad de México, al recibir algunas enseñanzas inesperadas por parte de aquel actor-luchador conocido como Frankenstein, cuyo nombre real era Nathanael Evaristo León Moreno, presencia frecuente en las cintas del Santo y Blue Demon... La lucha, aclaro, no es para mí un deporte, es sólo circo; un circo que puede ser rudo, pero que no implica una competencia justa. El ring en el que combatí al llegar a la edad adulta fue otro, el del periodismo cultural y la crítica literaria, hasta convertirme, unos diez años más tarde y por los oficios de Ramón Márquez, en cronista deportivo para el diario El Universal.

El equipaje que cargaba al llegar a esa redacción era el que ahora he mostrado, del todo insuficiente al asistir a una función y observar, para convertirla en texto, una pelea, incluso de las que aún se realizaban en la Coliseo en la disputa de cinturones nacionales, en una época de no grandes brillos en el boxeo local, cuando la televisión había relegado las funciones sabatinas al dominio del Pago por Evento, y los únicos que se emocionaban por los golpes eran los apostadores, el público más regular de esa arena. Me identificaba entonces con estos versos del cubano Nicolás Guillén:

Yo que confundo el jab con el
uppercut,
canto al cuero, los guantes,
el ring... Busco palabras
las robo a los cronistas deportivos
y grito entonces: ¡Salud, músculo
y sangre,
victoria vuestra y nuestra!
Héroes, también titanes.
Sus peleas
fueron como claros poemas.
¿Pensáis tal vez que yo no puedo 
decir tanto,
porque confundo el jab con el 
uppercut?
¿Pensáis que yo exagero?

Para entender qué pasaba en el cuadrilátero, no con ojos de aficionado sino como alguien que pretende convertir en crónica aquello que ocurre entre las cuerdas, acudí a los libros (Hemingway, Cortázar, Norman Mailer, entre otros, en la búsqueda del boxeo narrativo); y uno de mis mejores managers fue un título que ya cité por lo que en él se dice de Mohamed Ali, Del boxeo, de la escritora norteamericana Joyce Carol Oates.

Frecuenté los gimnasios, claro: el Margarita, el Nuevo Jordán, el Romanza, y entre peras y costales (y no entre peras y manzanas) conversé con los entrenadores y sus muchachos. Eran los últimos años del dominio de Julio César Chávez como campeón superligero; los combatientes más regulares eran Ricardo Finito López y Daniel Zaragoza, pupilos de Ignacio Beristáin. Miguel Ángel González, El Mago, estaba obsesionado con enfrentar al Golden Boy, Óscar de la Hoya. El boxeo femenino empezaba a surgir y teníamos, sobre todo, a La Poeta del Ring, Laura Serrano. Indagué poco en el pasado, sólo profundicé, creo, en la historia trágica de Salvador Sánchez, de quien busqué a sus padres y a su entrenador, Cristóbal Rosas, que me refirió las últimas horas en la vida de Sal Sánchez. Me entretuve, más bien, en ese que era el presente del boxeo mexicano, y que hoy es ya historia.

Intentaba, sobre todo, aprender a mirar una pelea, lo que no es fácil. ¿Cómo atrapar esos movimientos, esos golpes, que ocurren a la velocidad del viento? Asistí una noche a una pelea de Mike Tyson en Las Vegas que duró sólo tres o cuatro golpes; en México no se había transmitido en televisión abierta y el editor esperaba para la medianoche, a más tardar, una crónica extensa. Me encontré solo entre la multitud. Tuve que correr al hotel en donde me hospedaba y subir con gran prisa a la habitación, donde tenía lista una complicada conexión con el diario por la vía del cable telefónico (antes de que se perfeccionara el Wi-Fi) y mandé lo que pude teclear con la urgencia del cierre. ¿Qué había ocurrido en esos noventa segundos de acción efectiva? ¿Cómo hacer la crónica de ese instante?

Tuve que suplir mis carencias como observador directo del deporte (ejercicio que requiere una ardua educación de la mirada) con un reporteo exhaustivo, siguiendo este método básico: ir con los peleadores a que hicieran el recuento, o cuento, de sus carreras y sus combates; hablar con sus entrenadores para que narraran el trayecto completo de su pupilo; y cotejar lo recopilado de viva voz con las crónicas, ya que una gran parte de la historia del boxeo mexicano no está en los libros, escasos, insuficientes, sino dormida en las hemerotecas. Pude así recrear batallas como aquella del 9 de agosto de 1985 en Miami en la que Daniel Zaragoza exponía por vez primera el cinturón mundial gallo ante el colombiano Miguel Happy Lora:

Zaragoza nunca había besado la lona. Dos veces se derrumbó esa noche. En el cuarto asalto (en que ocurrió la primera caída) acabó tan mal que lo quisieron reanimar con sales de amoniaco. En el quinto (segunda caída) dio la maroma y terminó en una esquina neutral.

Confesó después de la pelea: “Realmente no recuerdo haber caído en el cuarto ni en el quinto round. Sí recuerdo haber estado en la lona después de recibir un gancho al hígado, pero luego de eso no recuerdo nada. Creo que tuve una laguna mental entre el momento de la primera caída y el noveno round”.

Se mantuvo en pie milagrosamente. Y consiguió así, como por instinto, que no lo noquearan, pues el colombiano buscó por todos los medios destruirlo. El nuevo campeón, Miguel Happy Lora, felicísimo, reconoció al final que estaba extenuado, que tenía los brazos adoloridos. Tiró demasiados golpes.

EL ÚLTIMO DE LOS ÍDOLOS

Una experiencia extrema fue el acompañamiento que hice de Julio César Chávez y Óscar de la Hoya en su viaje promocional por los Estados Unidos, jornadas que aproveché para charlar, en uno o en otro avión o en las pausas entre conferencia de prensa y conferencia de prensa, con los peleadores. La relación de lo que ocurría en el presente me llevaba a la historia de cada cual, para narrar así sus vidas paralelas (diría Plutarco). Era una oportunidad algo esquizofrénica de convivir con ambos, como el reportero que brinca durante el día de una a otra trinchera en la víspera de una gran batalla.

La posibilidad de realizar en el periodismo estos acercamientos en la vida de los peleadores se debía en gran parte al editor, Ramón Márquez, que abrió las páginas de la sección deportiva a lo que dieran las capacidades del reportero, con planas enteras por llenar siempre y cuando se utilizaran para contar buenas historias. Era una libertad y una exigencia. Él había crecido en el oficio con Manuel Seyde, en el viejo Excélsior; y aprovechó esas enseñanzas cuando estuvo a cargo de las páginas deportivas del también viejo unomásuno y de El Universal. Porque esa condición, la de poder escribir con largueza, no siempre se cumple (o rara vez) en el medio periodístico mexicano.

Hace tiempo, en una charla radiofónica a la que ambos fuimos invitados para hablar del estado actual del periodismo deportivo, el periodista Sergio Guzmán, pupilo de Ramón Márquez (y quien heredó la sección deportiva del unomásuno), recordaba una distinción establecida por la actriz María Félix entre las mujeres guapas y las bonitillas: la primera se prepara, cuida su arreglo interior y exterior, se cultiva; la segunda no se preocupa por nada de eso y cree que sólo por su apariencia será celebrada. La prensa deportiva actual, concluía Sergio Guzmán, es bonitilla; se toma como divisa aquello de que una imagen dice más que mil palabras, cuando esas mil palabras en buena prosa pueden decir tanto como la imagen, o completarla, dialogar con ella, enriqueciéndose ambos discursos, el de la fotografía o el diseño y el de la escritura, y enriqueciendo al fin la experiencia del lector. Lo ideal, pues, es que la crónica deportiva recupere esa guapura que en otros tiempos ha tenido.

O se puede acudir a otros medios. El documental de Diego Luna sobre Julio César Chávez, realizado en 2007, muestra las posibilidades que hay en la pantalla para contar una historia compleja, como puede ser la de un boxeador exitoso, incluido el contexto social (la pobreza de la que emerge, el contacto inevitable con la mafia del narcotráfico) y político (en este caso, la forma en que Carlos Salinas de Gortari se sirvió de su amistad con el campeón para afianzarse en la silla presidencial, y la consecuente venganza de Ernesto Zedillo, que persiguió fiscalmente al superligero). Chávez es quizá la última gran figura de nuestro pugilismo, el último gran ídolo. Como sucedió con Ali, también le fue difícil retirarse y después de las dos peleas que perdió contra Óscar de la Hoya arrancó una gira del adiós en la que dolorosamente se fue dando cuenta del paso del tiempo. Su llanto, luego de un combate final, cierra la cinta.

HAZAÑAS CONTADAS
Y POR CONTAR

Destaco dos esfuerzos regionales por contar la historia del boxeo. Uno es el libro La fábrica de boxeadores en Tijuana (2012), de Omar Millán; y el otro Lauro El Tigrillo Salas: nocaut al olvido (2013), de Héctor Leal. Con imágenes y palabras ambos títulos se enfrentan al pasado boxístico. El de Leal tiene la circunstancia de ser el primer título sobre pugilismo que se edita en Monterrey, dedicado al que fue su primer campeón mundial, el peso ligero Lauro Salas, que triunfó en los años cincuenta. El libro sobre Tijuana aborda la cuestión fronteriza, el escalón del que muchos se sirvieron, incluido el mismo Julio César Chávez, para arribar a los torneos internacionales. “De hecho, el boxeo jamás ha sido un juego”, dice Jon Lee Anderson en el prólogo del tomo tijuanense, “sino más bien una forma de vida, una carrera basada en el rito de supervivencia más antiguo —combatir físicamente para preservar la propia vida— que se transformó en espectáculo. Y, como tal, le ha ofrecido a jóvenes de todo el mundo, y de todos los credos y razas, una ruta posible para escapar de la pobreza.” En cuanto a los peleadores mexicanos, esa ruta suele pasar por Tijuana.

Otros ejercicios recientes se me vienen a la cabeza. Está, por ejemplo, la obra de teatro Baños Roma (2013), de Jorge Vargas —presentada en distintos foros—, que asume la experiencia documental: un grupo de teatreros viaja a Ciudad Juárez en busca de José Ángel Mantequilla Nápoles, del que se tiene la referencia que entrena jóvenes en un gimnasio del lugar, y testimonian tanto el estado físico del ex campeón, enfrentado al fantasma de olvidar el nombre de su compañera de vida mas no su cariño por ella, como la situación de violencia social de Ciudad Juárez, los rounds diarios, sin límite de sangre, en una guerra sin cuartel. Y esto se convierte en una acción real, efectiva: rescatar el gimnasio Baños Roma, que estaba en el abandono, y también la memoria del ídolo haciéndola presente.

O pienso en el periódico mensual Esquina boxeo, editado por un grupo de jóvenes a los que entusiasman tanto los golpes poéticos de la gran literatura como las hazañas del cuadrilátero, creadoras para ellos de instantes epifánicos, donde se mezclan el dolor y la rabia con la posibilidad de acceder a la gloria. Estos jóvenes leen las peleas como si fueran libros, con pasión, subrayando sus puntos clave, y viceversa. Son, además, enciclopedias andantes, como si hubieran nacido con el pasado del boxeo pegado a la piel.

La del boxeo mexicano es una historia siempre por escribirse, pero de la que se han contado ya algunos episodios memorables. El ayer es esquivo, mas es posible ir tras él y atraparlo, aunque luego vuelva a huir. Se encuentra uno con él en muchos ámbitos. En la literatura, en Las glorias del gran Púas (1978), el retrato que hace Ricardo Garibay de Rubén Olivares; o en la recopilación de testimonios de José Ramón Garmabella de seis Grandes leyendas del boxeo (2009). En el cine tenemos Campeón sin corona (1945), de Alejandro Galindo, que no le pide nada en efectividad dramática a Toro salvaje (Raging Bull, 1980), de Martin Scorsese. Se habla, por cierto, de que el director estadunidense decidió subir la cámara cinematográfica al ring, para que los peleadores tiraran hacia ella sus golpes más certeros, luego de observar Pepe el Toro (1953), de Ismael Rodríguez.

Hace poco me encontré casualmente con Guantes de oro (1961), de Chano Urueta, cuyo mayor acierto es reunir a viejas glorias del boxeo mexicano, grandes figuras de los años cuarenta y cincuenta, que en el filme apadrinan a una estrella naciente. Hay un momento memorable, emotivo, en el que Antonio Andere presenta en el cuadrilátero a esos quince veteranos y dedica a cada uno de ellos unas frases, síntesis de su paso por las cuerdas. Los puros alias, a veces, son ya una cifra significativa. Empieza con Luis Arizona, El Hombre de la Macana. Sigue con Firpo Segura, Leonardo López y Chucho Nájera, peleador éste, dice Andere, que “dejó la profesión que tanto amó por una tragedia en el cuadrilátero”. Toca el turno de un hombre con lentes oscuros y bastón, del que se comenta: “El valor, la casta que en cada una de sus peleas pusiera este peleador, lo hizo perder todo, inclusive la vista, ¡el enorme Lupe González!” Aparecen también Rodolfo Ramírez, El Rielero; Pedro Ortega, El Jaibo; Luis Castillo, El Acorazado de Bolsillo; Gonzalo Rubio; Carlos Malacara; Tomás López, El Conscripto, y Nicolás Morán, El Chintololo. Deja para el final a los que podrían considerarse como los más queridos, quienes recibirán esa noche los mayores aplausos. El primero: “Y aquí tienen ustedes a una de las más grandes glorias del boxeo mexicano, al señor don Luis de la Villanueva, el patito feo de nuestro boxeo, ¡el eterno, el inconmensurable y único campeón Kid Azteca!” Y luego, sin mediar palabras, la arena estalla en un enorme alarido. Al vuelo, comenta Andere: “El público ha reconocido a su ídolo antes de ser presentado, una de las páginas gloriosas más grandes del boxeo mexicano, el auténtico campeón mundial sin corona, a quien podría considerarse como una propiedad nacional, ¡el inconmensurable, el extraordinario Chango, Rodolfo Casanova!” Se me ocurre esto: alguien que mire la cinta se preguntará cuáles fueron las hazañas de esos peleadores, y no encontrará en la literatura a la mano mucho que lo saque de esa duda; y acaso alguien más, en el futuro, tomará ese momento fílmico como pretexto para indagar en esas quince historias de garra boxística. Y así, de una en una, o de quince en quince, es como podría empezar a escribirse la gran historia del boxeo nacional.

EL BOX Y LA NADA

Antes de concluir quisiera detenerme en el presente, ese, éste, en el que vivimos atrapados. Hubo para nuestro pugilismo una década perdida, en la que cesaron en televisión las transmisiones sabatinas —como ya lo dije— por apostar al Pago por Evento (que no obtuvo en México los resultados económicos que en Estados Unidos), y los foros tradicionales del Distrito Federal, la Arena Coliseo y la Arena México, se apagaron para el boxeo cambiando de giro hacia la lucha libre, afianzándose ésta como espectáculo popular citadino. Concluyeron sus carreras, entre otros, Julio César Chávez, Daniel Zaragoza y Ricardo Finito López. Estos últimos responden ya a otro modelo de peleador: no el que se entrega a los excesos, con el coctel usual de los nuevos amigos y las muchas mujeres, para terminar en una pobreza similar a la que se tenía al empezar, sino aquel que administra sus bienes y asegura una vejez tranquila. En esa misma línea quizá pueda ubicarse a Juan Manuel Márquez, quien ha librado grandes peleas y es hoy, a poco tiempo del retiro, la figura más sólida. No es casualidad que tres de los cuatro púgiles mencionados proven- gan del gimnasio Romanza, la casa de Ignacio Beristáin, verdadero hacedor de campeones.

De pronto, hace no mucho tiempo, la televisión se acordó del boxeo. Las dos empresas dominantes volvieron a invertir en él, retomaron las transmisiones de los sábados por la noche, en un contexto quizá árido para el deporte, sumido en una crisis grave, con pocos buenos entrenadores y no muchas grandes figuras en el panorama nacional. Eso no ha importado: se fabrican ídolos con rotundos golpes de publicidad, y ésta, a la hora de la función televisada, es excesiva: se rompió en pantalla aquello de los tres minutos de acción efectiva y un minuto de descanso, ahora son casi tres minutos de pelea y tres de anuncios. Domina el dinero sobre el ring. La prensa se une a las porras y aguarda su tajada. Mediante el patrioterismo exacerbado se busca imponer héroes, a los que se les construye una carrera cómoda, con rivales de bajo perfil, y que se extravían al enfrentar los duelos importantes. Ocurrió en septiembre de 2013, hasta caer en lo ridículo, con Saúl El Canelo Álvarez, que acompañó en el cuadrilátero a Floyd Mayweather Jr., quien al notar las carencias del mexicano lo boxeó sin urgencia de nada, como si estuviera ante un sparring muy novato.

Lo que me lleva a pensar que para las televisoras la nada inflada, el vacío más aparatoso, de mucho ruido y mucho color, el boxeo fantasma de estos días, también puede ser un gran negocio..


Zou Shiming se apuntó nocaut técnico sobre Natan Coutinho Por: Staff Izquierdazo

El boxeador de Top Rank dos veces medallista olímpico, Zou Shiming, tuvo actividad el día de hoy en la ciudad de Shanghái en su país natal. El púgil chino no había peleado desde marzo del 2015 cuando perdió frente al tailandés Amnat Ruenroeng en lo que fue su primera oportunidad de ganar un campeonato del mundo, esa noche se disputó el de peso mosca de la FIB.

En la función de este sábado Zou Shiming venció por nocaut técnico al brasileño Natan Coutinho, quien llegaba invicto con 10 nocauts en 12 victorias. Con el triunfo de hoy el peleador asiático de 34 años mejoró su marca a 7 peleas ganadas y 2 nocauts, con 1 derrota.

Durante la misma velada el japonés Ryota Murata logró mantener su record invicto (9-0, 6 KO's) noqueando en apenas dos runds al argentino Gastón Vega.

Kovalev volvió a triturar a Pascal

 

 

 

CANADÁ – Sergey Kovalev destruyó en siete rounds a Jean Pascal y retuvo el título semicompleto de la Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo.

El ruso mostró su poder desde el inicio, dominó la contienda y conservó lo invicto. Su marca es de 29 triunfos, un empate y 26 nocauts.

Pascal inició agresivo, fue a buscar a Kovalev, quien guardó un poco las armas y mantenía su distancia. Un jab del ruso puso en la lona al local, pero el réferi marcó resbalón.

El campeón no desperdiciaba golpes, mantenía un ritmo pausado a diferencia del retador, éste tenía un ataque muy desorganizado, de un golpe le quería arrancar

Pascal conectó sólidos golpes, hizo que Kovalev pusiera tierra de por medio. El campeón reaccionó al final del tercer asalto, con el jab abrió la defensa y con la derecha hizo que el local se tambaleara.

El ruso empezó fuerte, pegó un poderoso y destructor recto de derecha a Pascal, quien valiente aguantó de pie, aunque después salió por piernas, el contendiente al título estaba en malas condiciones, pero tenía un gran corazón. Al quinto capítulo, la pelea era del visitante.

Antes de iniciar la séptima vuelta Freddie Roach quiso detener la pelea, pero Pascal le pidió un round más.

Kovalev era como un gato que jugaba con el ratón en el round siete. El ruso era dueño de la pelea y casi todos los golpes que lanzaba daban en el cuerpo o cara de su enemigo. Pascal se veía lento, sin fuerza y con pocos reflejos.

Roach no vio nada en su pupilo y detuvo la contienda antes del inicio del octavo rollo. Freddie fue inteligente, Pascal recibía castigo innecesario y no se veía oportunidad alguna de poder derrotar a Kovalev.

El final de la pelea Adonis Stevenson retó violentamente a Kovalev

AMB haría excepción por Cotto

Le ofrecen pelear por el súper campeonato junior mediano condicionado a un choque más tarde contra Erislandy Lara

Boxing 2012: Miguel Cotto Media Workout NOV 19

El presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Gilberto Jesús Mendoza, está firme en su plan de reducción de los múltiples títulos por división que hay en su organismo.

En pocas palabras, no dará marcha atrás a su decisión, pero también tendrá que honrar su palabra sobre un último ofrecimiento previo a decidir sobre la reestructuración que enfrenta ahora como líder en propiedad.

Mendoza Jr., cuyo organismo se ha caracterizado por tener hasta cuatro campeones en una división (súper campeón, regular, unificado e interino), reveló que le ofreció al excampeón peso mediano puertorriqueño Miguel Ángel Cotto, la oportunidad de disputar este año el súper campeonato de la división de las 154 libras, el mismo que ganó Floyd Mayweather Jr. en el 2013 luego de vencer al mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez.

Ante el supuesto retiro de Mayweather Jr., el cetro quedó vacante y actualmente va en vías de ser eliminado, si es que Cotto no decide disputarlo.

La única condición que tendrá Cotto o quien salga victorioso de ese choque, sería enfrentar de forma directa al actual campeón en propiedad, el cubano Erislandy Lara.

“Ya dije que la meta es reducir al máximo los títulos. Actualmente el súper campeonato de las 154 libras no está disponible y está cerrado. De la única forma que podríamos reabrir esa posibilidad es que Cotto decida disputarlo y que luego el ganador de esa pelea enfrente a Erislandy Lara”, explicó. “Mi mejor opción es que enfrente en estos momentos a Lara. La otra opción es reabrir el título de súper campeón simplemente porque soy un hombre de palabra y fue un ofrecimiento que le hice a Cotto previo a mi reflexión con respeto a la reducción de los títulos”, indicó.

Actualmente, Cotto evalúa dos sólidas opciones para un posible pleito el 4 de junio: enfrentar en revancha al mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez o un choque en un peso intermedio (149 libras) ante el también extitular azteca Juan Manuel ‘Dinamita’ Márquez, quien precisamente reveló el martes que hará unas dos peleas en el 2016 antes de enganchar los guantes. Una de ellas podría ser Cotto.

“Si Cotto hace la revancha con ‘Canelo’ pues nosotros nos olvidamos del título nuestro. (La oferta del súper campeonato) Fue algo que surgió producto de una conversación durante la Convención de la AMB en diciembre. Fue una oferta que hicimos antes de plantear la política. Y la meta a corto plazo es que una vez haya un ganador, ese iría contra el campeón regular que es Lara y eliminaría el súper campeonato”, añadió.

La opción también haría que Cotto se convirtiera de paso muy posiblemente en el último súper campeón de la AMB.
Mendoza sin embargo reiteró en que su plan continuará en vías de reducir a un campeón por división. Precisamente son el peso welter y el súper welter, las dos divisiones que actualmente cuentan con un campeón regular y un interino. En las 160 libras, Gennady Golovkin es el súper campeón; Daniel Jacobs es el titular regular y el venezolano Alfonso Blanco, de apenas récord de 12-0, 5KO’s, es el monarca interino.

Cotto fue campeón junior mediano de la AMB hasta el 2012. ‘Canelo’ Álvarez cargó con ese cinturón también hasta el 2013, y Márquez reinó en el peso pluma de 2003 a 2006.

 

http://elvocero.com/amb-haria-excepcion-por-cotto/

DANNY GARCÍA, CAMPEÓN MUNDIAL WELTER DEL CMB

 

GARCÍA VS GUERRERO

 

 

Por Andrés Pascual

En una gran pelea, el neoyorrican Danny García (32-0, 18 KO’s), continuó invicto al ganarle por decisión unánime en 12 peleados rounds al californiano Robert Guerrero (33-4-1, 18 KO’S), la victoria, con tarjetas idénticas de116-112, le reportó al peleador de 27 años la versión welter en disputa del CMB.

Guerrero, que siempre le ha hecho honor a su apellido, dominó por lo menos 4 rounds, el 1ero, el 5to, el 9no y el 12vo; en función de fajador, conectó buenos golpes a la anatomía del nuevo campeón pero García tiró más y llegó mejor.

Por su parte, el nuevo monarca boxeó a la riposta, con buena velocidad y, por primera vez desde que lo he visto, elegancia; además, buen sentido de la distancia.

Yo creo que la votación fue ajustada a la actividad sobre el ring, una gran pelea, pero García tiró más y conectó mejores power-punchs.

A lo mejor vimos visiones, pero nos pareció que García subió con por lo menos de 10 libras más que Guerrero.

El combate fue en el Stapples Center de Carson, California, estelar de la primera cartelera de PREMIUM este año. La televisón por cable regular a través de FOX. Programa que califico de 9/10, otro éxito de HAYMON.

MEXICO, ESENCIA Y PRESENCIA DEL BOXEO “PARA HOMBRES”

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Por Andrés Pascual

La historia del boxeo mexicano contempla un oficio mucho más duro y sangriento que en cualquier otro lugar; no inventaron el estilo de agresividad eminente conocido como fajador, pero lo han perfeccionado, lo han generalizado con patente sin discresión de “a tiempo completo”.

El que no “faje”, el que no ataque, el que no lo arriesgue todo por todo, aunque haya nacido allá, no es mexicano de pura cepa. Por eso se les considera siempre para la promoción televisiva, porque, históricamente, para gustar en la tele, debe tirar mucho y exponerse más.

El peleador azteca no le teme a los golpes; pero le azora que alguien considere que cedió en el ataque por cualquier circunstancia y, si un error, un paso mal dado ofrece la posibilidad de considerarlo “conservador…”, figúrese. Lucas Matthysse no nació en el país de los mariachis, por eso tuvo la desverguenza de hacer el cuento “que le pareció…”.

Históricamente, el fanático boxístico mexicano ha detestado el alarde ajedrecístico en el ring, a no ser que el peleador haya sido un superdotado y tire con tanta efectividad y con igual intención como se cubre sin correr.

Hoy más que nunca, el público azteca exige fajadores, propios y/o ajenos. Como decía Eladio Secades sobre los mexicanos en Fistiana: “son profesionales del clinche furioso permanente, obreros de la emoción rutinaria de campana a campana…”.

Por vocación ancestral, legado histórico de generaciones, hoy con mucha más exigencia en la guerra que en ninguna señal de paz ortodoxa posible, para el público de ese país ni el conocido round de estudio…(foto Chango Casanova)

Dos cultivadores del llamado boxeo “como arte de la defensa”, dos conservadores, dos estudiosos hasta el extremo del aburrimiento, dos precavidos más que generosos y el fanático mexicano gritando lo que se le ocurra para ofenderlos, de tal forma agresivos que, si pudieran, mandarían a que le retiraran la licencia de profesional en todos los lugares por semejante osadía. Claro que ese público es así, porque sus boxeadores respetan el sello que ha hecho grande a un boxeo “sui generis”, de cuya calidad no se duda, no se puede dudar.

Cuando se analiza al fanático mexicano, hay que tomar en cuenta la curiosidad de que, si bien es cruel atacando al pugilista que no le gusta, es de los primeros en demostrar su apoyo y aprecio cada vez que un peleador no mexicano los convence y agrada, entonces son los primeros en prodigarse, en alabarlos y apoyarlos a veces de manera exagerada.

Antes, épocas de grandes boxeadores de Cuba y de MÉXICO y de “dual meets” frecuentes entre ambos países, fue común que, si un peleador de ellos le ganaba a un cubano por el fallo injusto y escandaloso de un referí o de jueces miopes, metieran la tángana a favor del visitante y la concluyeran llenando el ring de monedas.

Esa fue y es la esencia del público azteca, como la forma que tienen de brillar y desplazarse en este deporte en mayoría, único.

A LOS 2:24 DEL 9no MANDÓ WILDER A SZPILKA PA’L HOSPITAL

wilder vs szpilka

 

 

 

Por Andrés Pascual

Este sábado dos boxeadores fueron a dar al hospital, en Londres, de Mori por Hayes y en el Barclay Center, de Brooklin, Szpilka por Deontay Wilder.

La pelea no iba con derroche de ventaja por Wilder; al momento de producirse el nocao en el 9no, los magistrados lo tenían delante unánimente, pero sin números de espanto: 78-74 dos oficiales y 75-77 el otro. Incluso COMPUBOX informó 250 golpes lanzados por Wilder y 230 por Artur Szpilka, a razón de 30 % Deontay y 27 Artur.

En la cartilla boxística, ABC de obligatorio cumplimiento, un zurdo no debe boxear contra las sogas porque se anula la riposta y favorece el ataque contrario, pero no hay algo más peligroso que un derecho contra el encordado…solo los maestros manejan al peleador derecho de forma eficiente cuando lo acorralan y Szpilka NO ES UN MAESTRO ni algo que lo parezca.

El nocao se produjo por un gancho de derecha a la cabeza, que tiró irremediablemente al perdedor y creó cierto pánico en la esposa de Szpilka y demás familiares, por añadidura, en todos los asistentes al foro y en cuanto televidente vimos el golpe formidable; pocos minutos después, Szpilka fue inmovilizado y trasladado a un hospital para un examen, de obligatorio cumplimiento, por lo poderoso del golpe y por el lugar donde lo recibió: el parietal izquierdo.

Con la victoria de anoche, Wilder retiene por 3era vez su faja del CMB; condimento especial, Lennoxx Lewis y Mike Tyson presenciaron la cartelera “in sito” y, para mejorar la oferta, Tyson Fury, que es dos tercios de campeón mundial porque tiene dos versiones en su poder, que se las arrebató a Wladimir Klitschko en el combate sorpresa del 28 de noviembre pasado y lo llaman “campeón lineal” porque tiene mayoría de cinturones, “asaltó” el ring y le gritó lo de siempre al triunfador: “tú no, yo sí; cuando quieras, te mato y me como las entrañas…” parte fija de un guión que cansa desde hace 40 años en el pugilismo profesional. Queda esperar por lo qué hara Fury, si le da la revancha al ucraniano o prefiere perder sus dos diademas contra el americano…

‘Pollito’ Ceja pondrá en juego faja mundial supergallo

 

Pollito Ceja pondrá en juego faja mundial supergallo

 

El campeón mundial mexiquense Julio “Pollito“ Ceja se apresta para exponer por primera vez la corona mundial supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, en pleito de revanchafrente al sinaloense Hugo “Cuatito“ Ruíz, en pleito que tendrá lugar en los Estados Unidos el 20 de febrero.

Ceja Pedraza, quien se adjudicara de forma brillante el cinto al vencer en cinco dramáticos episodios al mencionado “Cuatito“ en un encuentro donde ambos visitaron la lona, pero fue el “Pollito“ quien no perdonó a su oponente al verlo lastimado y se adjudicó el preciado cinto verde y oro en la división de las 122 libras.

El pugilista de 23 años con una impresionante efectividad noqueadora del 89% aseguró que está trabajando de forma adecuada para el choque que tendrá lugar muy probablemente en Los Ángeles, California; “Estoy de lleno trabajando con mis sparrings aquí en el Gimnasio Zorrita Luna de Izcalli, haciendo un gran trabajo táctico con mi entrenador Agustín “Zorrita“ Luna y corriendo en la Sierra de Guadalupe todas las mañanas con mi hermano Luis “Gallito“ Ceja para llegar al tope a este compromiso“, señaló el de Atizapán de Zaragoza.

“Hemos trabajado también mucha fortaleza con pesas y aparatos pues ahora sé a qué tipo de rival me enfrento y espero nuevamente una gran batalla, que esperemos sea aún mejor que la anterior para que el público quede contento“, confesó el púgil que suma 30 triunfos como profesional, 27 de ellos por nocaut y sólo una derrota.

Julio, quien ha ganado 5 de sus últimos seis enfrentamientos por nocaut sentenció que será complicado que alguien le arrebate el fajín del Consejo Mundial de Boxeo, pues desde niño soñó con tenerlo y lo defenderá con uñas y dientes, en espera de una nueva guerra frente al “Cuatito“ Ruíz, en un interesante duelo de revancha entre mexicanos.

No descarta Juan Manuel Márquez un combate ante Miguel Cotto

Salvador Rodriguez

MÉXICO -- El 'Dinamita' mexicano, Juan Manuel Márquez, no descartó una posible pelea ante el también tetracampeón Miguel Cotto, como lo invitó el entrenador estadounidense Freddie Roach durante la emisión de Golpe a Golpe de ESPN de este viernes, pero aseguró que si se da, pondría condiciones para el peso del puertorriqueño.

Roach preguntó a Márquez si estaría dispuesto a pelear con Cotto, a lo que Juan respondió: "Sería una pelea interesante, hay que esperar mi regreso sobre el cuadrilátero, el anuncio de poderlo hacer, sería una pelea buena, una pelea competitiva, Cotto es un gran peleador y aquí lo importante sería el peso, si la pelea sea da en 147 libras que se de, no tengo problema en eso, pero hay que ver que viene detrás, he dicho yo que para mí la familia, el cómo me siento físicamente son puntos importantes y hay que tomar en cuenta esa situación", apuntó el excampeón mundial mexicano.

Juan Manuel dijo que debería evaluar primero todos los elementos para saber primero si regresará y segundo si es que se pueden dar las condiciones para la pelea con Cotto, que viene de caer en peso Medio ante Saúl 'Canelo' Álvarez. Reveló que lo de la rehabilitación de su rodilla salió bien y pronto tomará esa esperada decisión.

"De alguna manera sabemos que Cotto es un gran peleador, tiene un gran legado, y estar dos hombres sobre el ring con ese gran legado, que nos ha costado mucho trabajo, suena espectacular para los aficionados, pero tengo que pensar bien cómo va primero mi lesión, que estuve en la rehabilitación y va bastante bien, y dos, físicamente cómo me siento y que mucha gente dice que la familia, para mí la familia es muy importante, quiero ver qué opina mi gente, mis hijos, mi esposa, gente allegada a mí y los amigos también", reveló Márquez.

El entrenador de Juan Manuel, Nacho Beristáin, dijo por la mañana a ESPN Digital que le gusta la pelea y que le ve muchas posibilidades a Márquez de salir vencedor ante Cotto, pues es un peleador más inteligente a la hora de hacer los ajustes. Y aunque aceptó el interés, dijo que su respuesta no es positiva.

"Yo me siento contento de poder ser una de las personas que está tomando en cuenta el equipo de Miguel Cotto, yo puedo decir que sí, me siento bien y tomo la pelea y estoy encantado, pero qué tal si viene una lesión en los entrenamientos, pero la motivación ya no es la misma, ya no tengo el mismo deseo de levantarme a correr, ya no tengo la motivación de la familia, ya no, o sea, son muchos puntos que juegan su papel muy importante, es por lo cual tengo que tomar cartas en el asunto y ver lo que me conviene", recalcó.

Finalmente, Márquez dijo que de dar el sí, buscaría poner condiciones en cuanto al peso. "Me convendría hacer una pelea antes, 147 libras sí (pelearía), a la hora de la báscula, pero poner un tope al siguiente día, poner un tope porque al otro día él puede subirse 20 libras, es un factor a su favor que jugaría en contra mía, y entonces pondría un tope en 153 libras el día de la pelea, él viene ser campeón mediano pero siempre marca 153, y eso que marque pero el día de la pelea, pero como digo, primero es el uno y el dos, primero hay que ver qué viene de mi parte, podemos tomar una decisión si se acepta esa pelea", concluyó el 'Dinamita' en el programa que estelariza con Jorge Eduardo Sánchez.

Mares busca tres peleas para el año y tiene en la mira a Jhonny y Cuéllar

 

 

 

SALVADOR RODRIGUEZ

MÉXICO - Con su coterráneo Jhonny González y el argentino Jesús Cuellar en la mira antes de buscar la revancha ante Leo Santa Cruz, el tricampeón tapatío Ábner Mares reveló que buscará combatir en tres ocasiones en 2016, con la mira puesta en un nuevo cinturón mundial y las cuentas pendientes.

Luego que el promotor Osvaldo Küchle revelara negociaciones para la segunda pelea entre Mares y González, aceptó el exolímpico mexicano que es una de sus opciones, aunque él dejó al manager Al Haymon sus cartas, una de ellas Jhonny, la otra Jesús Cuellar, otra más Lee Selby y sobre la mesa una revancha contra Leo para la segunda mitad del año.

“Lo único que he hecho fue hablar con Al Haymon y darle mis objetivos, uno de ellos es Jhonny González, yo soy peso Pluma y en esa división quiero pelear, el segundo es Jesús Cuellar, pues quiero volverme campeón de nuevo, y el tercero es Lee Selby, que también es campeón”, reveló Mares en charla con ESPN Digital.

“Pretendo hacer tres peleas en este año, me siento con mucha energía, la motivación la traigo y quiero volver a ser campeón, quitar algunas cuentas pendientes y comenzar a dar de qué hablar, creo que el boxeo mexicano necesita triunfos y esperemos ser protagonistas”, añadió el mexicano.

El tricampeón del mundo dijo que de salir avante en sus duelos pedirá a Leo Santa Cruz, y sabe que este año será crucial en su carrera, pues desea en 2017 buscar el tetracampeonato del mundo, aunque desea ir también paso a paso en busca de grandes cosas.

SERÁ UN GRAN AÑO PARA EL BOXEO MEXICANO

Confió el exolímpico Mares que el 2016 será un gran año para el pugilismo azteca con peleadores como Saúl ‘Canelo’ Álvarez, Juan Francisco ‘Gallo’ Estrada y Óscar Valdez, a quien auguró el campeonato del mundo en este año. Además mostró su confianza también en protagonizar otro gran duelo en 2016 con Leo Santa Cruz.

“Sï creo que el 2015 no fue muy bueno, no tuvimos el año que queríamos, pero estoy seguro que en ese año nuevo se van a hacer mejores cosas y ojalá que podamos retomar ese liderato que tuvimos en algún tiempo”, apuntó el excampeón mundial Gallo, Supergallo y Pluma.

CUATRO CICLOS DE GRANDEZA EN FISTIANA

CUATRO CICLOS DE GRANDEZA EN FISTIANA

 

 

 

Por Andrés Pascual

Floyd Mayweather jr no ha perdido, tampoco ha mostrado, ni de juego, la capacidad de insuperable en el ring; ha sido un peleador al que, como a Alí, le han permitido todo lo sucio que ha hecho; también como Alí ha ganado pleitos de dudosos desenlaces, no voy a decir controversiales, porque es una forma de aliviar el arreglo.

Mayweather jr ha escogido a los rivales “ilógicos” por etapas, en pesos a libre albedrío, ajenos a las divisiones naturales, cuando pensó que perdían facultades y podía ganarles, entonces los pidió como oponentes. Pero con May jr se ha ido más lejos y le ¿regalaron? La primera pelea contra José Luis Castillo.

El peleador sepia pertenece al grupo de multicampeones de papel de los tiempos actuales, que muestran un rosario de fajas desde 3 hasta 6, cuando, en realidad, han sido campeoncitos de una a la vez, quedando el viejo Armstrong como el único multicampeón de verdad, porque las defendió todas al mismo tiempo.

En 1937, 1938 y parte de 1939, Henry Louis Armstrong, La Araña, daba la impresión de que únicamente el tiempo podría apearlo de su pedestal, así de invencible lucía; el astro de Fistiana en 3 divisiones no era percibido ni por el fanático ni por el especialista como capaz de ser humillado por nadie.

Durante aquel ciclo de imbatibilidad ganó 45 consecutivas, 27 de ellas por sangrientos nocaos también consecutivos; pero apareció el judío Lou Ambers y le cayó a upper’s al estilo de cabeza y tronco bajos, de miura empujador de la Araña y le ganó por decisión en Nueva York. He leído, escrito por el historiador Melchor Rodríguez, que el perdedor del pleito tragó más sangre que la derramada en las Ardenas, durante la 2da Guerra Mundial, por los golpes cortos y poderosos que le propinó Ambers a la cara en infight.

La entrada al escenario de Joe Louis, de cuya invencibilidad nadie dudaba después que demolió a Schmeling en la revancha, pudiera considerarse tanto o más que como concibieron a Armstrong, el Padre Tiempo y un par de decisiones piadosas lo bajaron del pedestal; pero el máximo dictador de un ciclo del boxeo, hasta hoy, ha sido Ray “Sugar” Robinson, superior a todos en todo, indiscutible como maravilla e intocable como coloso sin oposición.

Robinson fue el boxeador que se proyecta al infinito, de clase inalcanzable en la división welter, porque, cuando subió al peso mediano, había perdido el 10 % de su clase original, ya no tenía la misma velocidad, sin embargo, todavía superaba a la oposición de las 160 libras por ese mismo porcentaje, el Maestro llegó tan lejos que, en la división ligero mediana, puso en aprietos, durante 13 rounds, al campeón Joe Maxin, pero lo derribó la deshidratación debida al calor en el estadio.

Por las razones que fuera, porque perdió bien o porque sus derrotas respondían a la ejecución de la cláusula obligatoria, con la que ganaba mucho más dinero, el caso es que, hasta para Robinson hubo un Randy Turpin, que le arrebató la faja en Londes propinándole una soberana pateadura.

En los últimos 50 años ¿Quién ha sido el único boxeador que demostró, por la superioridad sobre sus contrarios, la auréola de inmortal al estilo de los 3 que cité de la Vieja y Gloriosa Guardia del pugilismo?

Yo no sé qué opinan ni la cátedra ni la fanaticada, pero, desde que Robinson se movió en Fistiana como indestructible del peso por su estilismo poderoso y efectivo, al modo mío de verlo, el único capaz de acercarse a estas vacas sagradas del boxeo ha sido Roy Jones jr (foto) un prodigio, al que el tiempo y la vida licenciosa ajena al ring, han colocado en condición social tan deplorable como a Robinson, salvo ligeros matices…

Freddie Roach tampoco cree que Pacquiao colgará los guantes luego de pelear con Bradley

 

 

 

Cuando se anunció la pelea de Manny Pacquiao para el 9 de abril en el MGM Grand de Las VegasBob Arumcomunicó que sería la última del filipino en su carrera profesional, un recorrido que empezó a los 16 años en 1995 y que insiste en prolongar pese a tener 37 años recién cumplidos y un interés aparentemente serio en dedicarse de lleno a la política.

Desde que se supo que Tim Bradley es el oponente que peleará con Pacquiao por tercera ocasión –ya lo habían hecho en el 2012 y 2014– el tono con el que Bob Arum habla de dicho evento se ha ido modificando hasta el punto en que ha declarado que realmente ya no sabe si Manny se va a retirar después de su siguiente combate, por eso ha optado por no tomar ese ángulo para vender boletos en taquilla o suscripciones de pago por evento.

Freddie Roach, el entrenador de Pacman, es ahora quien piensa que su peleador no se retirara después de enfrentarse a Bradley. Así se lo dijo el sábado en la tarde al periodista estadounidenses Steve Kim, quien publicó la información en el sitio Boxing Scene.

“Yo creo que ya lo vencimos dos veces [a Bradley]”, opinó Freddie Roach. “Tuvimos una mala decisión [la primera vez que se midieron donde Bradley se llevó un fallo dividido] pero Manny ha estado inactivo por algún tiempo. Viene saliendo de una cirugía del hombro derecho, así que probablemente no es una mala opción a estas alturas.”

La lesión del hombro derecho que sufrió Pacquiao mientras se preparaba para la que fue promovida como “La Pelea del Siglo” contra Floyd Mayweather Jr. el pasado 2 de mayo, lo dejó fuera de competencia durante el resto del 2015, de modo que cuando Bradley tenga enfrente al púgil filipino, tendrá a un adversario de 37 años que viene recuperado de una lesión y con once meses de inactividad.

Steve Kim también le preguntó a Freddie Roach sobre el grado de motivación que le genera a Manny Pacquiaoenfrentar a un contrincante que a ojos de muchos ya venció en dos ocasiones y si él consideraba que su boxeador colgará los guantes después del 9 de abril, a lo que el entrenador contestó: “Bueno, Manny puede que sea más paciente y se asegure de que su hombro está bien. Tal vez [después] podamos pelear con Mayweatheruna vez más. No creo que esta [con Bradley] sea la última pelea, no.”

Jhonny González, una posibilidad para enfrentar al Bandido Vargas

 

 

 

Francisco Vargas, "El Bandido", se volvió campeón mundial de una manera heroica al sobreponerse a una caída y una herida en su ojo derecho para terminar venciendo por nocaut técnico al japonés Takashi Miura y arrebatarle el cinturón del CMB en peso superpluma. Esa noche del 21 de noviembre en el Mandalay Bay de Las Vegas, dentro de la cartelera de Cotto-Canelo, El Bandido se robó la atención de todo el evento, entregó junto a su rival una de las mejores peleas del 2015 y dejó a muchos aficionados con ganas de verlo pelear otra vez.

Ahora como campeón, a Francisco Vargas, de 31 años, tiene la opción de hacer una o dos peleas mandatorias, y le esperan mayores reflectores. Para ejemplo de ello, se rumora que como posible rival está el ex campeón del mundo Jhonny González –varios sitios deportivos y otros especializados en boxeo como Notifight.com y Boxingscene.comhan manejado la noticia–, veterano de 34 años que perdió su título pluma del CMB ante Gary Russell Jr. por nocaut técnico en cuatro rounds en marzo del año pasado. Sin embargo, el Jhonny continúa activo y apareciendo constantemente en televisión como parte de los Sábados de Box que transmite Televisa Deportes.

En el 2015 Jhonny González sostuvo cuatro combates, de los cuales ganó dos –ante Kazuki Hashimoto yHurricane Futa–; además participó en la función de la despedida de Mayweather Jr. el 12 de septiembre cuando este último peleó contra Andre Berto. La última victoria del Jhonny frente a Hurricane Futa le dio el cinturón internacional plata del Consejo Mundial de Boxeo y lo colocó en el lugar número 7 de dicho organismo. 

BARTHELEMY GANA FAJA LIGERA FIB EN LAS VEGAS

 

BARTHELEMY GANA FAJA LIGERA FIB EN LAS VEGAS

 

 

Por Andrés Pascual

El peso ligero Gervonta Davis (14-0, 13 KO’s), no ha perdido y tiene madera de campeón, intuitivo y de reacciones rápidas, anoche liquidó a Luis Sánchez (17-4-1. 5 KO’s) por nocao a los 2:05 del 9no. El perdedor, que hizo lo que pudo ante un boxeador que lo aventajó en todo, fue a la lona en el 8vo y se paró para caer definitivamente en el round siguiente con la zurda más telegrafiada, más avisada que he visto, poco faltó para que el prometedor Davis le hiciera un croquis y le explicara por dónde le metería el gancho y por ahí mismo le entró, sin ninguna defensa por parte de Sánchez ni intento por levantar la guardia ante el amago.

En un movido pleito entre light-middles, Eric Walker (12-0, 6 KO’s), se llevó la decisión unánimecontra Chris Pearson con tarjetas 79-71, 80-72 y 78-74, la pelea dio la impresión de una batalla real por el castigo que se infrigieron y las reacciones alternativas de ambos boxeadores. El ganador tiró más pese a todo y golpeó con potencia superior a la de Pearson.

Rancés Barthelemy, corajudo y resistente al castigo, pisoteó el mito “la escuela cubana de boxeo” (únicamente son Lara y Rigondeaux los de “técnica exquisita” que no ofrecen espectáculo para la televisión), al aceptar la pelea infight contra un rival al que superaba en estatura y alcance; Barthelemy, que se expone por guapo, sin embargo y supongo que desoyendo a Salas por altanería o por instinto, combatió el pleito a 12 vueltas contra la cartilla: entró y hizo un combate equivocado, de guardia baja, de poco uso del jab, casi sin uppers y de cambios constantes de guardia que debilitaban su defensa; su víctima, el ruso Denis Shafikov, fuerte y goloso, presionó, trató y perdió, porque el cubano ganó más rounds en una pelea a tranca limpia de principio a fin. Rancés es uno de los mejores ligeros de la actualidad, aunque pierda por momentos la noción del plan, porque no puede resistirse al reto del intercambio y actuar con inteligencia y esto tiene que arreglarlo en el trainning, porque en el ring se lo enseñan de forma peligrosa.

El ruso peleó con una fea herida debajo del ojo derecho que debió causarle molestias. La pelea fue por la vacante ligera de la Federación y la anotación 2 116-112 y la otra 119-109, esta muy lejos de lo que sucedió en el ring.

El pleito entre los cruceros Murat Gassiev e Isiah Thomas, escalafonario de la FIB, fue declarado nulo porque Gassiev golpeó a Thomas después de sonar la campana, Nady paró el pleito por la imposibilidad de reponerse de Thomas.

En otras peleas, Ishe Smith le ganó a Tommy Rainone por decisión a 10 rounds, pelea que dominó Smith sin contratiempos. Las tarjetas exactas, 100-90. Y Mickey Bey le quitó el invicto a Naim Nelson por decisión también a 10 capítulos.

Otra cartelera Premium que se supera por programas, Haymon no se dejará ver, pero sabe qué hace, vuelvo con lo mismo: este hombre es la salvación del boxeo profesional.