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BEISBOL 007

Historia

Grandes del Licey al Salón de la Fama Latino‏

SANTO DOMINGO - Dos figuras legendarias de los Tigres del Licey y un extranjero que en poco más de una semana como refuerzo dejó grabado su nombre en el recuerdo de la afición azul, serán exaltados este sábado 11 de febrero al Salón de la Fama del Béisbol Latino.

Se trata de Guayubín Olivo, el más grande lanzador zurdo en la historia del béisbol invernal dominicano; el ingeniero Monchín Pichardo, el más trascendente presidente del Club Atlético Licey en la historia de la Liga Dominicana de Béisbol; y el cubano Tony Oliva, serán elevados a la inmortalidad deportiva en el ceremonial pautado para comenzar a las 8:00 de la noche en el majestuoso anfiteatro de Altos de Chavón, en La Romana.

Olivo, Pichardo y Oliva recibirán el reconocimiento sempiterno en la tercera exaltación, en una clase que incluye a grandes figuras latinoamericanas que brillaron en Grandes Ligas, como el gran receptor nativo Tony Peña en sus días de activo y luego como dirigente.

También incluye al segunda base Jesús Marcano -Manny- Trillo, de Venezuela; el jardinero Bernie Williams, de Puerto Rico; al también guardabosques Benjamín Oglivie, de Panamá; el tercera base Aurelio Rodrìguez, de México; y al lanzador Luís -Tite- Arroyo, de Puerto Rico.

El Premio Tom LaSorda, con el que se reconoce a una figura no latina por sus aportes al béisbol de la región, será otorgado a Pat Gillick, ex ejecutivo de Grandes Ligas, en especial con los Azulejos de Toronto de Grandes Ligas. LaSorda fue otra figura que dirigió cuatros años seguidos al Licey, ganó dos coronas nacionales y una Serie del Caribe.

Diómedes "Guayubín" Olivo, también denominado como "La Montaña Noroestana" fue un lanzador zurdo que lanzó durante las primeras 11 temporada de la Liga Dominicana (1951, hasta 1963-64). Falleció pocos años después de su retiro.

Tiene el récord de Juegos Ganados en la LIDOM con 86, mejor promedio de ganados y perdidos con .652, juegos completos con 70, ponches propinados por vida (742) y en una temporada 160. Su efectividad por vida es 2.11 en 1,166.1 entradas lanzadas, superado solo por el Inmortal Juan Marichal (1.87 en 557.1 actos).

Fue el primero en lanzar juego sin hit ni carrera en la Liga. Arribó tarde a las Grandes Ligas -por motivos de la barrera racial- pasados los 40 años de edad, lo cual demuestra el gran talento que lo acompañó y lo inmenso de sus actuaciones en todos los circuitos en que lanzó.

El ingeniero Domingo Ernesto -Monchín- Pichardo presidió al Licey durante 22 años desde 1965 -sin pausa desde 1974 a 1992- y es responsable de nueve entre 20 coronas nacionales del conjunto desde 1951, y de seis títulos en la Serie del Caribe desde 1970, de los 10 que cuente la organización azul, reina en estos clásicos.

Bajo la tutela presidencial del fenecido ejecutivo, condujo al metileno a estrechar excelentes relaciones las organizaciones de Grandes Ligas Dodgers de Los Ángeles, Cardenales de San Luís y Atléticos de Oakland, que les rindieron grandes dividendos. Fue de los ideólogos del resurgimiento en 1970 de la Serie del Caribe y de sus principales sustentantes.

Su hijo, el médico Domingo Pichardo Peña, miembro del cuerpo directivo actual del Club Atlético Licey, recibirá el galardón correspondiente en el ceremonial de Altos de Chavón.

Tony Oliva jugó como refuerzo del Licey en la Serie Final de 1963-64 y solo con esa actuación se hizo recordar por siempre por la fanaticada del bengalí, la más grande de equipo alguno en el país.

El cubano motorizó la primera victoria, en una jugada de corrido y bateo. Con su meteórica velocidad, instinto y seguimiento de la jugada, anotó desde primera base con un sencillo, lo que asombró a todos y despertó al monstruo.

Con esa victoria en el estadio Quisqueya de Santo Domingo, el Licey comenzó una remontada histórica de cinco consecutivas contra las Águilas Cibaeñas, que en Santiago habían ganado los tres primeros juegos de la Final de 1964.

Esta hazaña se mantiene como récord de la Liga, de ser el único que en una final, al mejor en nueve, pierde los tres primeros choques y gana los siguientes cinco. Junto a Oliva fueron héroes de esa gesta, Manuel Mota, Pedro González, Guayubín Olivo, el también cubano Miguelito De la Hoz, José Vidal Nicolás, Elvio Jiménez, entre otros.

Alexander Gómez / Tigres del Licey

 

 

 

TONY  OLIVA   :    Grande entre los Grandes......¡

Ray Fosse: Un catcher que siempre recordaré‏

A mediados de la temporada 1969-70, o quizás antes, apareció un receptor en la alineación de los Navegantes del Magallanes que poco a poco hizo olvidar el gran desempeño realizado por Walter Hriniak la campaña anterior. En esta oportunidad Hriniak tuvo dificultades con el pitcheo de la liga. El nuevo máscara, todo disposición, empezó por adaptarse a Orlando Peña, Dick Baney, Danny Morris, Jay Ritchie, y Gregorio Machado entre otros. 
Me sobresaltaba cada vez que el transistor de mis hermanos tronaba en un rincón del cuarto. "Ahí está otra vez Ray Fosse corriendo a hablar con su lanzador. Ahora antes de agacharse da señas para ubicar a los jardineros". Más adelante en los juegos, cuando el marcador estaba más apretado se aparecía con un batazo que cepillaba la grama más recóndita de los jardines y llenaba las bases de adrenalina.
En el play off semifinal ante los Tigres de Aragua y en la serie final ante los Tiburones de La Guaira recuerdo como Fosse dirigió y logró establecer una comunicación sólida con el cuerpo de lanzadores y con el resto de sus compañeros para cementar una defensiva que llegó a merecer el remoquete de "la muralla de oro". Cada vez que un corredor salía a robar una base, el disparo de Fosse llegaba certero y en un porcentaje apreciable realizaba el out en segunda, tercera o primera base. Cada vez que salía un rodado al cuadro sin corredor en la antesala, Fosse corría a hacer la asistencia en primera base como si el peto, las rodilleras fuesen de seda, y después regresaba con toda su rapidez a ubicarse detrás del plato. Cuando terminaban los innings venía quitándose los aperos al trote. El manager Patato Pascual le decía: "Hold your horses Ray".
Uno de los dos momentos indelebles que guardo de Fosse pertenece al juego decisivo de la Serie del Caribe de 1970 escenificada en el estadio Universitario de Caracas. Magallanes por Venezuela y Ponce por Puerto Rico llegaron igualados en el marcador al inning nueve. En la parte de arriba de aquel episodio, con corredores en tercera y primera y un out, el manager Jim Fregosi ordenó el "squeeze play" al bateador Sandy Alomar padre. Dámaso Blanco jugaba algo adelantado en tercera base y empezó a adelantarse a medida que el pitcher Aurelio Monteagudo seguía las señas del catcher Ray Fosse. Cuando salió el toque, Dámaso arrancó en paralelo con el corredor Jorge Roque, agarró la pelota con la punta de los dedos de la mano derecha y en el impulso se la pasó a Fosse. Delio Amado León desbordó su modulación, "¡Fosse recibe la pelota y se planta como una pared ante el empuje de Roque y que clase de out señores!" Aquella jugada resultó esencial para la victoria magallanera que se concretaría dos innings más tarde.
Más adelante en 1970 llegó el juego de estrellas de mitad de temporada. La intensidad del enfrentamiento me mantuvo despierto hasta el cierre del episodio duodécimo. Después de dos outs, Pete Rose, Billy Grabarkewitz y Jim Hickman sencillearon. Rose pasó por tercera como una flecha y siguió hacia el plato. Fosse estaba adelantado y recibió la pelota fuera de la línea de carrera de Rose. Miré con tristeza y rabia como Pete Rose se encimaba sobre Fosse con una furia tal que lo hizo dar una vuelta de carnero sobre su cuerpo. Siempre había admirado el empuje y la entrega de Rose en el campo, pero esa vez me fui a la cama con la idea muy clara de que Rose pudo anotar la carrera sin siquiera rozar a Fosse. Ni siquiera tenía la justificación del que corre hacia segunda base porque este se le encima al segunda base o campocorto para evitar el dobleplay. Aquí hablamos de un catcher que tuvo que salir del home a buscar el disparo.
Aquella noche pasé como dos horas con aquel arrollamiento en la mente. Quería llegarme hasta el Riverfront Stadium para reclamarle a Pete Rose porque había entrado de esa forma al home. Si era posible estaba dispuesto a liarme a puñetazos con él. Y después de enterarme de las consecuencias sucesivas que tuvo aquella jugada, más deseé encontrarme cara a cara con Rose para reclamarle. Fosse siguió jugando casi el resto de la temporada con una fractura en la clavícula que le detectaron al final de la campaña. Por supuesto nunca volvió a ser el mismo catcher, ni en la segunda mitad de la temporada de 1970, ni en el resto de su carrera. Por si fuera poco cuando le preguntaron a Rose porque había arrollado a Fosse, respondió que no hubiera podido mirar a su padre a la cara de haber evitado el choque con Fosse. Por supuesto que eso molestó a Fosse. Cuando lo leí estrujé el periódico.

Alfonso L. Tusa C.




 

 

Los Reyes del Azúcar y la Serie Mundial de 1959‏

Por: Miguel Ernesto Gómez Masjuán http://columnadeportiva.wordpress.com

— ¡Arriba Pata Chula, mete un hit! — gritaba a coro todo el Gran Stadium del Cerro.

Daniel Morejón, conocido como Pata Chula entre los fanáticos a causa de una cojera provocada por un accidente deportivo, pidió tiempo y se separó del cajón de bateo. La tensión se podía respirar en todo el estadio. El corredor de segunda, Raúl Sánchez, le indicó mediante señas en cuál posición se estaba colocando el receptor rival. De vuelta en el cajón, Morejón esperó dos strikes y en conteo parejo conectó una fuerte línea entre primera y segunda que no pudo ser capturada por el camarero Carl Yastrzemski. La bola se internó en el jardín derecho. Sánchez dobló a toda velocidad por tercera y venció, por muy poco, el tiro del jardinero.

El Gran Stadium del Cerro enloqueció. Más de 30 mil fanáticos, entre ellos el Comandante en Jefe Fidel Castro, junto a otras altas personalidades del gobierno revolucionario, se pusieron de pie para ovacionar a los campeones. Sobre el terreno, los jugadores de los Cubans Sugar Kings cargaban sobre sus hombros a Morejón y festejaban el título de la Pequeña Serie Mundial. La Habana era una fiesta esa noche.

Un poco de historia

Los Cubans Sugar Kings pertenecieron a la Liga Internacional, un torneo con categoría de triple A, manejado por el Comisionado de las Ligas Menores del llamado Béisbol Organizado norteamericano. Los Kings tuvieron como antecedente a aquellos Havana Cubans que durante casi una década jugaron, primero en La Tropical y más tarde en el Gran Stadium del Cerro, como parte de la Liga Internacional de la Florida, de categoría B.

Boby Maduro, el astuto empresario dueño de los Havana Cubans y luego de los Kings, siempre tuvo como uno de sus sueños principales la creación de un equipo de Grandes Ligas que jugara en La Habana. La primera parte del plan incluyó a los Havana Cubans y más adelante, cuando tuvo la oportunidad, estrechó más los vínculos con la organización de los Rojos del Cincinnati y creó, en 1954, los Cubans Sugar Kings. “Un paso más y llegamos” era la frase que muchos murmuraban en clara relación con las posibilidades de los Kings de convertirse en una franquicia  de  las Mayores.

La Liga Internacional incluía a equipos canadienses y lógicamente norteamericanos. De esas selecciones, dos pasarían a Grandes Ligas algunos años más adelante: los Azulejos de Toronto y los ya desaparecidos Expos de Montreal. La temporada de la Liga Internacional comenzaba casi de forma paralela con las Grandes Ligas y poco después de finalizada la campaña del béisbol profesional cubano.

En la Liga Internacional jugaron muchísimas estrellas cubanas de la década de los cincuenta y algunas que habían logrado la fama en décadas anteriores, como Conrado Marrero, Roberto Ortiz, Perucho Formental, Héctor Rodríguez, por solo citar algunos, aunque la lista es inmensa e incluye a varios jugadores que brillaron en Cuba y también en Estados Unidos.

Algunas personas recuerdan a esta selección como los “Cubans”, pero creo que sería preferible llamarlos solo como “Kings” ya que en la composición del equipo también se incluían un gran número de norteamericanos, sobre todo provenientes de los Rojos del Cincinatti. Cualquier jugador que tuviera un alto rendimiento con los Kings durante la temporada podía ser llamado al equipo de las Mayores, así que la nómina siempre fue irregular.

Los Kings tuvieron su primera campaña en 1954, bajo las órdenes de Regino Otero, luego los dirigió Napoleón Reyes y finalmente Preston Gómez quien se  convertiría, años después, en el segundo cubano en dirigir a un equipo de las Mayores—únicamente antecedido por Miguel Ángel González.

Solo en 1955 los Kings pudieron clasificarse para los playoffs, aunque perdieron con el Columbus en la primera ronda.

En 1958 los Kings finalizaron en la última posición de la Liga; pero en 1959 resurgieron y la química entre los jugadores cubanos y norteamericanos funcionó por lo que el equipo concluyó en la tercera posición, con récord de 80 triunfos, 73 reveses, y se ganó el derecho a participar en los playoffs contra las otras tres selecciones que también clasificaron para esa fase final: Columbus, Buffalo y Richmond. En la primera ronda, los Kings ganaron en solo cuatro partidos a Columbus, mientras Richmond fue superior a Buffalo. Entonces se produjo el duelo entre los Kings y Richmond. Aquí se impusieron los Kings, 4 juegos por 2 y lograron avanzar hasta la Pequeña Serie Mundial.

La Serie

La Pequeña Serie Mundial era una serie al mejor de siete partidos que se jugaba entre el campeón de la Asociación Americana y la Liga Internacional.

El rival de los Kings en la Pequeña Serie Mundial de 1959 fueron los  Minneapolis Millers quienes vencieron  fácilmente en la Asociación Americana. Millers era una sucursal de las Medias Rojas de Boston y en 1959 tenían un equipo liderado por la segunda base Carl Yastrzemski. Los Millers, bajo el mando de Gene Mauch, salieron como amplios favoritos por los fanáticos y por los apostadores. Ellos eran los campeones defensores de la Serie y hacían su tercera aparición en el Clásico en los últimos cinco años.

El primer juego entre los dos rivales se celebró en el Metropolitan Stadium en Bloomington, Minnesota. Inicialmente los tres primeros partidos debían celebrarse en este parque; pero en octubre el invierno golpea con mucha fuerza a la parte norte de los Estados Unidos y el clima resultó otro rival a vencer por los Kings, más acostumbrados al sol de la Florida y de La Habana. Ni la brisa cortante ni el picheo de los Millers pudo frenar a los Kings quienes se llevaron el juego inaugural 5 carreras por 2. Un día después la temperatura disminuyó más y los peloteros de los Kings tuvieron que recurrir, con demasiada frecuencia, al café caliente y una foto publicada en la prensa resume las extremas condiciones en que jugaron los cubanos: en la imagen aparecen los Kings alrededor de un fuego prendido en medio del banco.

No obstante estas dificultades, los Kings tuvieron varias oportunidades de vencer; sin embargo, los lanzadores relevistas no pudieron sostener la ventaja y tres jonrones, entre ellos uno de Ed Sadowski en el final del noveno capítulo, le permitieron a los Millers empatar la serie con un triunfo de 6 por 5.

Supuestamente el tercer partido debía tener lugar en  Minnesota; pero el frío y la lluvia obligaron a los organizadores a trasladar la serie hasta la soleada capital cubana. Miles de fanáticos recibieron a los dos equipos por las calles de La Habana y el Comandante en Jefe Fidel Castro anunció que lanzaría la primera bola del desafío.

En la noche del primer día de octubre, en  el Gran Stadium del Cerro, más de 30 mil personas saludaron a Fidel cuando este hizo su entrada al estadio a través de las puertas del jardín central. En sus breves palabras antes del comienzo oficial, Fidel aseguró que él estaba allí esa noche como un fanático más y que de la misma manera que la Revolución había triunfado en Cuba, estaba seguro de que los Kings ganarían la Pequeña Serie.

El tercer partido fue otro gran juego, lleno de emociones y decidido en extrainnings por un imparable del jardinero Ray Shearer. Al día siguiente, Fidel también asistió al partido e incluso se sentó un tiempo en el banco de los Kings quienes ganaron otra vez, de nuevo en extrainnings, y se colocaron a solo un juego del triunfo definitivo. Sin embargo, un  gran repunte de los Millers les permitió ganar dos partidos de forma consecutiva y llevar la Serie al séptimo y decisivo juego.

El 6 de octubre de 1959 el Gran Stadium del Cerro mostró un lleno impresionante, el más grande de toda la temporada. Tom Borland fue la designación del mentor Gene Mauch de los Millers; mientras Ted Wieand recibió la responsabilidad por parte de Preston Gómez.

Los visitantes tomaron la delantera en el segundo capítulo por cuadrangular de Joe Macko y la ampliaron en el sexto por otro jonrón, este de Lu Clinton. Con el marcador favorable, 2 por 0, los Millers parecían encaminados a su segundo título consecutivo; pero los Kings reaccionaron en la parte baja del octavo inning. La entrada la abrió Elio Chacón con un imparable. Apareció el primer out y acto seguido Daniel Morejón devolvió las esperanzas a los fanáticos con una fuerte línea que se llevó la cerca del jardín derecho al primer rebote. El doble por regla puso a corredores en segunda y tercera; sin embargo, Ray Shearer se dejó cantar el tercer strike. En este momento, Preston Gómez decidió traer a Larry Novak como emergente. Novak había estado mal todo el año y en las gradas muchos cuestionaron la arriesgada decisión de Preston. Pero Novak no hizo quedar mal al director y conectó un imparable al derecho que trajo para la goma a los dos hombres. El partido estaba empatado a 2.

Las mayores emociones se vivieron en la parte baja del noveno capítulo cuando los Kings colocaron a dos hombres en circulación y aquí se produjo el imparable decisivo de Pata Chula Morejón. Los Cuban Sugar Kings habían ganado la Pequeña Serie Mundial de 1959.

Al día siguiente, el diario Revolución mostró un titular enorme con estas palabras: Cuba Campeón.

Epílogo

La historia de los Cuban Sugar Kings terminó en 1960. Los directivos de las Grandes Ligas veían con recelo creciente las actividades del gobierno revolucionario y en enero de 1960, durante una reunión efectuada en Buffalo, la cúpula directiva le permitió al presidente de la Liga Internacional, Frank J. Shaugnessy, trasladar a las franquicias de sus ciudades originarias. La temporada de los Kings comenzó en marzo y Fidel lanzó la primera bola del partido inaugural contra el Rochester. El rompimiento llegó más rápido de lo esperado: en julio, con los Kings de viaje, el presidente Shaugnessy decidió reubicarlos en New Jersey para supuestamente “proteger a los jugadores”. Esta fue una gran mentira y un burdo pretexto para sacar a los Cuban Sugar Kings de La Habana y significó también el rompimiento con el pacto de 1947 firmado con el Béisbol Organizado norteamericano. En la capital cubana el público reaccionó en contra de la medida. Los Kings pasaron a ser los “Jersey City”. Nunca más regresaron. Como escribió un periodista en el diario Revolución: “Cuba quedaba ahora sin franquicia, pero sin amo.”

 

Frase de la semana: A veces, no hay una próxima vez, una segunda oportunidad, no hay un tiempo muerto. A veces... es ahora o nunca.

Campeones de MEX en Series del Caribe‏

Naranjeros de Hermosillo 1976

Luego de perder el primer juego 3-4 en 10 entradas ante el anfitrión Águilas Cibaeñas, los Naranjeros de Hermosillo hicieron historia ganando cinco partidos seguidos para darle a México su primer título en una Serie del Caribe, después de que en cinco participaciones anteriores se tuvo como mejor marca dos veces un 3-3.

 

La historia en República Dominicana comenzó a forjarse al ganar el segundo juego a Vaqueros de Bayamón, viniendo de atrás en la pizarra y ganando 4-3 en 11 episodios. Un día después también vinieron de atrás y apalearon 12-7 a Tigres de Aragua.

En la segunda mitad, el pitcheo apretó y logró victorias de 4-0 sobre Dominicana, 7-3 sobre Puerto Rico y 6-1 sobre Venezuela, para alzarse con la corona y además convertirse en el único equipo mexicano en todos los tiempos en ligar 5 triunfos en una serie. Si México perdía ante Venezuela se forzaba un juego de desempate.

Benjamín "Cananea" Reyes fue el manager y tuvo como héroes en el pitcheo a Francisco Barrios, Tony Komadina, Eduardo Acosta, Rich Hinton, Vicente Romo. Douglas Capilla y George Brunet y en el bateo a Héctor Espino, Celerino Sánchez y Jerry Hairston, pues entre los tres sumaron dos jonrones y 17 remolcadas. También pusieron su granito de arena Elliot Wills, Trinidad Aguirre, Sergio Robles, Arnoldo de Hoyos, Chet Lemon y Rich León.

 

Aguirre es recordado como un héroe por su triple en la entrada 11 ante Puerto Rico en el triunfo de 4-3, pues fue en su único turno al bate que tuvo en la serie y en la historia del clásico caribeño.

 

Venados de Mazatlán 2005

Tuvieron que pasar 33 Series del Caribe, entre ellas 10 celebradas en el país, para que un equipo mexicano ganara un título jugando en México y le tocó hacerlo con doble mérito a Venados de Mazatlán, pues lo hizo en su propio estadio Teodoro Mariscal.

Venados arrancó con tres triunfos seguidos, y tras perder por diferencia de una ante Venezuela, cerró con dos triunfos más. En los últimos cuatro juegos el pitcheo estuvo hermético al aceptar carreras (ocho en total) en cuatro de las 36 entradas jugadas.

 

El manager Juan José Pacho tuvo a uno de los mejores equipos mexicanos con Vinny Castilla, Erubiel Durazo, Jonny Gomes, Derrick White, Miguel Flores, Trenidad Hubbard, Adán Amézcua, Luis Ignacio Ayala, Jorge Campillo, Francisco Campos, David Cortés, Elmer Dessens, Greg Hansel, Pablo Ortega, Walter Silva, entre otros.

Campos acabó con marca de 2-0 y 23 ponches en 16 entradas con efectividad de 1.13, Flores fue el segundo mejor bateador con .423, Castilla y White lideraron en producidas con siete seguidos de Durazo con cinco, Hubbard fue líder anotador con ocho seguido por Flores con seis y Castilla con cinco. Flores fue líder de hits con 11 y dobles con tres, mientras que White y Gomes fueron los mejores en jonrones con dos.

México se coronó en la madrugada del 7 de febrero al vencer 4-3 a Dominicana, que llegó tarde al evento y tuvo que jugar su último partido el día 7. El día 6 fue un maratón al jugarse cuatro partidos desde las 10:00 a.m.

 

 

Tomateros de Culiacán 1996

Tomateros Culiacán 1996 Serie del Caribe

 

SuministradaJugadores de los Tomateros celebran por todo lo alto el cetro caribeño.

Diez años después de pegar el hit del título de Mexicali, Francisco "Paquín" Estrada llegó a la Serie del Caribe en Dominicana como manager y se llevó el cetro con los Tomateros de Culiacán, ganando los últimos cuatro juegos al hilo y los últimos tres en el último turno al bate.

 

Estrada le ganó los dos partidos a los anfitriones Águilas Cibaeñas para encaminarse a la corona. En el primer juego vinieron de atrás de un 0-4 para ganar 7-6, mientras que en el segundo los dejaron en el terreno en la novena para colocarse con marca de 3-1 en el cuarto día.

Los Lobos de Arecibo fueron el rival más difícil, pues cayeron por paliza de 9-2 en su primer cotejo en el segundo día y después ganaron 9-6 en 11 episodios, en un partido que se fue a entradas extras al igualar los boricuas en la novena.

México se llevó la corona en el sexto partido al vencer 5-4 a Magallanes en 10 episodios, luego de que los anfitriones empataran en la novena. Mario Valdez fue el héroe con imparable. De haber perdido México, hubiera jugado un partido de desempate con Puerto Rico.

Tomateros tuvo en el Equipo Ideal a Ever Magallanes, Darryl Brinkley, el más valioso de la serie, Antonio Aguilera y "Paquín" Estrada. Felipe Murillo ganó dos juegos, incluyendo el de Puerto Rico y en el que dominó a Roberto Alomar y Bernie Williams. También estuvieron con el equipo Guillermo Velázquez, Benjamín Gil, Eduardo Jiménez, Matt Stark, Esteban Loaiza, Ricardo Rincón.

 

Águilas de Mexicali 1986

Aguilas Mexicali 1986 Serie del Caribe

 

SuministradaLas Aguilas consiguieron en Venezuela el segundo cetro caribeño para México.

Tuvieron que pasar 10 años para que México consiguiera otro título y lo hicieron en Venezuela, cuando los Águilas de Mexicali se convirtieron en el primer equipo en ser campeón luego de tener marca de 1-2 en los primeros tres juegos y el tercero que se coronaba con récord de 4-2.

 

El mexicano Benjamín "Cananea" Reyes hizo historia al ganar su segunda corona como manager, el primero que repetía en la segunda etapa y segundo desde la primera después de Napoleón Reyes.

Mexicali hizo historia al ganar tres los cuatro partidos en su último turno al bate y dos de esas veces fue ante Águilas Cibaeñas, al ganarles 3-2 en 11 entradas y 8-7 en nueve. En el segundo juego Nelson Barrera, jonronero mexicano, ejecutó un squeeze play en el fondo de la novena para dejarlos tendidos.

El juego del título ante Indios de Mayagüez se fue a 10 entradas y Francisco "Paquín" Estrada decidió la victoria de 5-4 con sencillo remolcador. Jaime Orozco y Jim Leopold fueron los aces del pitcheo con par de triunfos cada uno. México contó con la ayuda de Dominicana que ganó 11-5 a Venezuela para evitar un empate en la cima.

Sólo Juan Navarrete, Roy Johnson, Jaime Orozco y Reyes estuvieron en el Equipo Ideal. "Cananea" Reyes contó con jugadores de la talla de John Kruk, Alfonso Jiménez, Navarrete, Johnson, Alejandro Ortiz, Paul Herring, Tony Castro, Jesús Sommers, Jesse Báez, Lorenzo Bundy, Barrera, Estrada, Sid Monge, Antonio Pulido, Héctor Heredia, entre otros.

 

Tomateros de Culiacán 2002

Tomateros Culiacán 2002 Serie del Caribe

 

SuministradaRodrigo López volvió de México para llevar a los Tomateros al cetro en Venezuela.

Francisco "Paquín" Estrada hizo historia de nuevo al ganar su segunda Serie del Caribe como manager, al llevar a Tomateros de Culiacán a la corona en Venezuela, para romper el embrujo de que México ganaba la serie cada 10 años (1976, 1986, 1996).

 

Fue la primera vez en la historia --única hasta ahora-- que México ganaba los primeros cuatro partidos de una serie, ganando los primeros dos por diferencia de una y viniendo de atrás en la pizarra.

Rodrigo López fue el héroe al regresar de México para lanzar el último juego y blanquear 3-0 a Puerto Rico y así conquistar el título. Adán Amezcua bateó .455 con tres jonrones y 9 producidas, mientras que Jacob Cruz se fue con 3 HR y 6 remolcadas y Kit Pellow con dos vuelacercas y tres impulsadas.

Amézcua, el Jugador Más Valioso, López, el cerrador Todd Revenig y Estrada estuvieron en el Equipo Ideal. México tuvo a jugadores como Miguel Ojeda, Mario Valdez, Alfredo Amézaga, Héber Gómez, Darrell Sherman, Derrick White, Francisco Campos, Pablo Ortega, Jorge Campillo, Oliver Pérez, Luis Ignacio Ayala, entre otros.

México perdió el invicto al caer ante dominicana 4-3 en el quinto juego, dejando a nueve corredores en base y ponchándose 12 veces. En las últimas cuatro entradas no dio hit, tuvo a tres en bases y se ponchó siete veces.
Rubén Castro cumplió 20 años de carrera como reportero y editor, trabajando en importantes periódicos como El Norte (Monterrey) y La Opinión (Los Angeles). Colaboró en otros medios como El Imparcial (Hermosillo) y La Afición (México). Ha cubierto Series Mundiales, Series del Caribe, Liga Mexicana de Béisbol, Liga Mexicana del Pacífico, Ligas Pequeñas, Clásico Mundial y torneos internacionales amateurs. Consulta su archivo de columnas.

 

The Havana Cuba Sugar Kings

This article is a continuation of my memories from Maple Leaf Stadium in Toronto. Today I will reminisce about the Havana Cuba Sugar Kings.

Not many Toronto Maple Leaf players made it to the Majors. Most were, older, journeymen minor leaguers or Negro leaguers that were past their peak. Toronto was an independent team during the late 1950s and into the 1960s. The Sugar Kings had many players that went on to play and star in the Majors. They were a Cincinnati farm club.

Of course Toronto was my favourite team but my second favourite team of all time was the Havana Cuba Sugar Kings. Can you imagine growing up in WASP Toronto in the mid fifties and all of a sudden a team comes to town with players that had such romantic sounding names associated with them. Names that I had never heard of before but I can always remember.

I can name the Sugar Kings lineup with no problems at all almost 50 years later

Catcher Enrico Izquierdo

1st Base Rogelio Alvarez

2nd Base Elio Chacon

Shortstop Leo Cardenas


3rd Base Octavio Rojas

Left Field Daniel Morejon

Center Field Angel Skull and Pompeyo (Yo-Yo) Davalillo

Right Field John Powers

Pitchers Miguel Cuellar

Pat Scantlebury

Orlando Pena

 
My two favourites though were Enrico Izquierdo and Rogelio Alvarez. Their names were so foreign but the sounds just seemed to flow off your tongue. They were followed closely by Octavio Rojas (pronounced Rohas) and Daniel Morejon (Morehon)

Havana was the farm team of the Cincinnati Red Legs and many of these players ended up in the Majors and some played for the Reds in the 61 classic against the Yanks.

Chacon and Cardenas played for Cincinnati and had solid major league careers. Octavio Rojas was probably better known in major league circles as Cookie. He had major league career for some time with the Kansas City Royals as well as being their manager.

My first ever autograph of a professional ball player came from Miguel Cuellar. I wonder what that would be worth now for Miguel became a star pitcher in a stellar starting rotation that included Jim Palmer and Dave McNally. My first autograph turned out to be Mike Cuellar a twenty game and Cy Young winner for the Baltimore Orioles.

I always wondered what John Powers felt like. Here he was the only “American” on a virtually all Latino squad. Was that a precocious thought for a seven or eight year old?

I always tried to go games involving Havana. They were one of my all time favourite teams. Alas it all ended when Fidel took over. When Toronto got knocked out of the playoffs I always hoped Havana would come through. And that they did, when they won the Junior World Series by defeating the star crossed Gene Mauch and his Minneapolis Millers in 1959.

The video below details the 1959 Little World Series between the Havana Cuba Sugar Kings of the International League and the Minneapolis Millers of the American Association.  This was just months before Castro’s rise to power .  It shows Fidel in attendance at Havana’s Gran Stadium (now Estadio Latinoamericano) as the Sugar Kings rally in the bottom of the 9th to win game 7 and the series.

elio chacon

leo cardenas

Daniel Morejon


pompeyo davalillo

 


 

El Escogido se coronó campeón en R.D.‏

SANTO DOMINGO -- Andy Dirks remolcó el lunes una carrera en la parte baja de la novena entrada y los Leones del Escogido vencieron 6-5 a las Aguilas Cibaeñas en el noveno encuentro de la serie final para coronarse campeones del béisbol invernal dominicano.

Con dos outs, el juego empatado 5-5 y hombres en primera y tercera, el jardinero Dirks pegó un sencillo para remolcar la carrera de la ventaja y los Leones conquistaron su segundo campeonato en las últimas tres temporadas.

Al igual que toda la serie al mejor de nueve juegos, este encuentro estuvo lleno de alternativas para ambos equipos.

Las Aguilas comenzaron mejor con el dominio del abridor cubano Raúl Valdés, que hacía su tercera presentación de la final con sólo dos días de descanso. Trabajó seis entradas de sólo una carrera con siete hits y siete ponches. Agotó 123 lanzamientos por tercera vez en la final dominicana.

Las Aguilas cayeron debajo 0-3 en la serie para ganar los siguientes tres partidos e igualar la serie. Los Leones ganaron dos de los siguientes tres para sumar el 14to campeonato en su historia.

El antesalista Héctor Luna y el intermedista Miguel Tejada conectaron jonrones consecutivos en la segunda entrada para que las Aguilas tomaran una ventaja de 2-0 ante el abridor de los Leones Jordan Norberto.

Tras la salida de Valdés luego de seis entradas, las cosas comenzaron a cambiar.

Con el juego 4-1, Mauro Gómez disparó un kilométrico cuadrangular en la séptima entrada ante el relevista Angel Castro y el juego se puso 4-2.

En la octava entrada, Pablo Ozuna conectó un hit remolcador de una carrera, Dirks conectó un elevado de sacrificio para la carrera del empate y Pedro Ciriaco cometió un error en tiro ante un batazo de Julio Lugo. Los Leones se fueron arriba 5-4.

En la novena entrada, el mexicano Jesse Gutiérrez disparó un cuadrangular ante el cerrador Fernando Rodney, que perdió su segunda oportunidad de salvamento de la final al permitir el empate.

Sin embargo, el cerrador de las Aguilas Miguel Batista, que lanzaba desde la octava entrada y también perdió su tercera oportunidad de salvamento de la final, se metió en problemas. Terminó con la derrota (2-1) al dar tres boletos y dos hits, con dos carreras, una limpia.

La victoria fue para Rodney (2-1) con una entrada de un hit y el jonrón de Gutiérrez.

Por los Leones, Gómez pegó un jonrón solitario. Andy Dirks remolcó un par de carreras, Pablo Ozuna y José Constanza tuvieron una impulsada cada uno.

Por las Aguilas, Héctor Luna, Miguel Tejada y Jesse Gutiérrez con un jonrón cada uno. Francisco Peña y Joaquín Arias con una empujada cada uno.

Pocos han logrado despedirse tras vestir un uniforme‏

Cuando el receptor boricua Jorge Posada anunció su retiro, el argumento fue obvio: Prefirió despedirse que jugar por otro equipo.

"Nunca podría ponerme otro uniforme", dijo Posada. "Siempre seré un Yankee".

Ese sentir ayudó a hacer emotiva su decisión. Pero en realidad, los dos sentimientos que expresó no dependen uno del otro.

Por ejemplo, al mexicano Fernando Valenzuela se le recuerda con el uniforme de los Dodgers. Pero la verdad es que lanzó para otros cinco equipos después de dejar Los Angeles e hizo su último lanzamiento en Grandes Ligas con los Cardenales.

Jeff Conine sigue siendo Mr. Marlin a pesar de que pasó por cuatro ciudades más antes de disputar su último partido en un uniforme de los Mets.

Pedro Martínez y Andy Van Slyke se retiraron como miembros de los Filis, pero Steve Carlton, Rich Ashburn, Larry Bowa, Darren Daulton y John Kruk no.

De hecho, hasta Babe Ruth -- el paradigma del "eterno Yankee" -- jugó su último partido en la Gran Carpa por los Bravos de Boston.

Lo que Posada hizo fue especial. Pero hasta los jugadores que no tienen la suerte de pasar toda su carrera con la misma organización pueden, y suelen ser, vinculados indeleblemente a una franquicia.

Por otro lado están los estelares que regresan a donde todo comenzó. En años recientes, nadie ha manejado una situación así con más aplomo que Jim Thome, quien firmó un contrato de un año con los Filis para el 2012.

Thome pudo haber optado por el retiro. Tiene 41 años de edad y suficientes credenciales para el Salón de la Fama. Pero su larga y cercana relación con el manager Charlie Manuel y los recuerdos de su primera estadía en Filadelfia lo hicieron volver. Eso, y la oportunidad de lograr una de pocas metas que aún no ha cumplido: Ganar la Serie Mundial.

"Eso es lo que hizo que fuera una decisión fácil y rápida", dijo Thome. "Los Filis se han puesto en una posición atractiva para cualquier jugador que busca una oportunidad de triunfar. (Manuel) jugó un papel clave en eso y, obviamente, el historial con los aficionados fue un factor.

"Disfruté mi tiempo allá. Fueron tres años de mi vida y una despedida de un lugar que de verdad disfruté. Entendí la situación en aquel entonces. Buscas otros horizontes y los negocios son los negociones, pero es especial como todo vuelve al principio y tienes la oportunidad de regresar".

 

Lo que hace única la situación de Thome es que también tuvo la oportunidad de rendir homenaje a la otra organización que jugó un papel bien importante en su vida.

Thome inició su carrera como profesional con los Indios y bien puede ser catalogado como el mejor primera base que jamás haya jugado para esa franquicia. Era un pelotero extremadamente popular entre la afición de Cleveland, alguien que se ganó a la gente con su genuina sinceridad y maravilló a todos con sus panorámicos cuadrangulares.

Thome pudo haber optado por terminar su carrera con la Tribu, excepto que cuando se convirtió en agente libre después de la campaña del 2002, los Filis le hicieron una oferta que no pudo rechazar. Muchos aficionados de Cleveland se sintieron decepcionados.

Eventualmente, Ryan Howard reemplazó a Thome en el lineup de los Filis. Thome fue enviado a los Medias Blancas, tuvo un paso relámpago por los Dodgers, y luego firmó con los Mellizos, con quienes conectó su HR No. 600 de por vida el pasado mes de agosto.

Después de eso los Mellizos, fuera de toda posibilidad de contender, le hicieron un favor a Thome. Lo colocaron en la lista de waivers, y terminó recibiendo la oportunidad de tener un viaje de despedida con los Indios, para agradecer a todas aquellas personas que lo ayudaron a principios de su carrera.

No todos los jugadores puden predestinar con qué equipo se despedirán. Pero algunos tienen suerte. Nomar Garciaparra firmó un contrato por un día con los Medias Rojas de Boston para retirarse con el equipo de sus amores. Lo mismo hicieron otros, incluyendo Mike Sweeney (Reales) y J.T. Snow (Gigantes).

Doug Glanville creció siendo fanático de los Filis en Teaneck, N.J. Asistió a la Universidad de Pennsylvania pero fue seleccionado en la primera ronda del Draft amateur de 1991 por los Cachorros. Glanville fue cambiado a Filadelfia antes de la campaña de 1998, y un año después bateó para .325.

Glanville posteriormente jugó para los Rangers, de nuevo con los Cachorros y una vez más con los Filis. Fue dejado en libertad por los Yankees en los entrenamientos primaverales del 2005 pero no quiso terminar su carrera de esa manera, por lo que firmó un contrato de un día con los Filis, luego anunció formalmente su retiro.

"Quería retirarme con el equipo que seguí desde que era niño, con la familia de béisbol que comenzó la pasión por este deporte", explicó Glanville. "Mi experiencia con los Filis como jugador sólo reforzó ese sentimiento, es por eso que fue un final feliz".

A cualquiera le gustaría tener un final feliz. Y, como nos dimos cuenta, hay más de una forma de llegar ahí.

Paul Hagen / MLB.com

 

 

 

DAVID  CONCEPCIÒN  :  19 temporadas con los "REDS"

Mayagüez se corona campeón en Puerto Rico‏

MAYAGUEZ, Puerto Rico -- Los Indios de Mayagüez se alzaron el miércoles con el título del beisbol profesional puertorriqueño al derrotar 5-2 a los Criollos de Caguas en el octavo partido de la serie final.

Mayagüez, que ahora tiene 17 títulos en su haber, fabricó un racimo de tres carreras en la tercera entrada y otras dos en la octava para asegurar el encuentro con un soberbio cuadrangular de Martín Maldonado, quien se fue de 4-2 con tres empujadas.

Los Indios representarán a Puerto Rico en la serie del Caribe que se llevará a cabo del 2 al 7 de febrero en República Dominicana, en busca de su tercera corona en el clásico caribeño.

Caguas produjo la primera carrera del partido en la parte alta de la tercera entrada en las piernas de Luis Montañez, quien se había embasado por doble, pasó a la antesala tras batazo de Luis Figueroa por el cuadro y llegó al home impulsado por doble de Rey Navarro.

En el cierre de ese mismo inning, Mayagüez arrancó con sencillos consecutivos de Daniel Ortiz y Eddie Rosario, además de un boleto a Irving Falú. Con las bases congestionadas, Sergio Miranda sonó un doble a la izquierda que remolcó a Ortiz y Rosario.

Con un corredor en tercera, Gotay entregó el primer out y Jeffrey Domínguez fue embasado intencionalmente, antes de que Martín Maldonado despachara un sencillo al centro para impulsar a Falú con la tercera carrera de los Indios.

Los Criollos descontaron con una anotación en el sexto episodio. Danny González se apuntó un batazo de doble mérito y Johnny Monell se encargó de guiarlo al plato con inatrapable a la izquierda, después de que Jorge Padilla y Edgardo Báez fueran puestos out.

Mayagüez aseguró el partido en el cierre del octavo tramo con un enorme cuadrangular por la banda izquierda de Martín Maldonado, que encontró a un compañero en circulación para estampar el 5-2 definitivo en la pizarra.

El abridor Bobby Livingston se llevó la victoria en un solvente trabajo de cinco entradas y dos tercios, lapso en el que toleró cinco imparables, le hicieron dos carreras, cedió una base y abanicó a dos adversarios.

Matt DeSalvo cargó con el revés en una actuación en la que le anotaron tres veces en tres entradas completas, le conectaron tres hits y regaló dos boletos. Justin Thomas salvó.

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Urbano Lugo celebra 25 años de su juego sin hits ni carreras‏

Este martes 24 de enero se cumplen 25 años de la histórica hazaña del juego sin hits ni carreras que propinó el lanzador venezolano Urbano Lugo Jr. vistiendo la camiseta del equipo Leones del Caracas ante los Tiburones de La Guaira, en el partido de la gran final de la temporada 1986-1987 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Lugo, uno de los mejores pitchers del beisbol venezolano, es recordado no sólo por este emblemático logro, sino también porque con ese triunfo el conjunto Leones de Caracas se tituló campeón en el cuarto juego de la final de la campaña 86-87.

Además, emuló a su padre Urbano Lugo, quien también lanzó un juego sin hits ni carreras en el año 1973, justamente contra el equipo Tiburones de La Guaira.

De esta forma padre-hijo compartieron la hazaña de lanzar un no hit no run en el beisbol venezolano.

Otro dato relevante es que tanto el padre como el hijo, lanzaron sus respectivos juegos ante el mismo receptor venezolano, el desaparecido Baudilio Díaz.

Al transcurrir 25 años, el legendario lanzador falconiano recuerda con satisfacción esa fecha en la que escribió con letras doradas su nombre en la historia del beisbol venezolano.

"Es un hecho gratificante por varios aspectos, entre ellos y el más importante que emulaba la hazaña de mi papá, quien siempre admiré, y el hecho de convertirnos en la primera pareja padre-hijo que lanzaba un no hit no run en el beisbol venezolano me llenó de orgullo como lanzador y como hijo", expresó Lugo vía telefónica.

Acotó Lugo Jr.: "Entre las cosas valiosas que tiene esta hazaña, es el cariño de la gente, que todavía recuerda la labor como pelotero y todo lo que uno hace en función del beisbol del país. Me ha pasado que cuando estoy en la calle las personas se acercan y aun te habla de ese juego, y en verdad que eso llena".

En 16 años de carrera en el beisbol profesional venezolano, Urbano Lugo vistió la camiseta de los Leones del Caracas, en los cuales lanzó en 152 juegos, 114 de ellos fueron como abridor, ganó 52, perdió 36 y salvó tres, para dejar una efectividad en su carrera de 3.29 como lanzador estelar.

GLOBOVISION

 

 

 

Hace 24 años Urbano Lugo Jr hizo historia al lanzar no hit no run en juego final de la LVBP

 

Caracas, 24 Ene. AVN .- Recordado por el juego sin hits ni carreras que le propinó al equipo Tiburones de La Guaira para coronar a Leones del Caracas en la temporada 1986-1987, Urbano Lugo Jr. es sin duda, uno de los mejores lanzadores en la historia del beisbol venezolano.

El ex serpentinero criollo logró una hazaña en la pelota local al emular a su padre Urbano Lugo, hazaña que conquistó en el año 1973, para convertirse de esta manera en la pareja padre-hijo en lanzar un no hit no run en la liga local, justamente el 24 de enero de 1987, hace 24 años.

Vistiendo durante toda su carrera el uniforme del cuadro capitalino, Urbano Lugo Jr. vivió grandes momentos ytuvo la dicha de jugar en el mismo equipo y con el mismo número de su padrem, la franela (Nº 8).

Oriundo de Falcón, Urbano siempre se decantó por el beisbol y en su niñez jugaba las populares caimaneras de pelotica de goma y cuenta que en las noches previas a los juegos dormí­a con el uniforme puesto.

“Comencé a jugar a los ochos años porque en Falcón no habí­a categorí­as compoticas, sino desde infantil en adelante pero siempre con Criollitos de Venezuela hasta la categorí­a juvenil”.

“La pelotica de goma no podí­a faltar, ya que todos los peloteros en alguna ocasión jugamos con pelota de goma, eso era algo fijo”, asevera el ex lanzador, quien jugó el campocorto durante sus inicios.

Urbano jugó beisbol menor hasta la temporada 1980-1981 cuando cerró su ciclo en un nacional realizado en el estado Bolí­var y de allí­ se trasladó a la capital para jugar, hasta que en la 1981-1982 fue contratado por la novena melenuda.

Años dorados

Tras jugar en un equipo amateur, en el cual su padre era coach, Urbano se decidió por ser lanzador en vez de seguir jugando en el infield como campocorto, a pesar que su progenitor no confiaba en su talento como serpentinero.

“Mi papá me decí­a que yo no serí­a lanzador, pero poco a poco fui mejorando y le prometí­ que yo también conseguirí­a un no hit no run para ser la única pareja de padre-hijo que lo lograra y ambos con un mismo receptor que fue Baudilio Dí­az”, indicó.

“Fue la decisión correcta, yo jugaba en el campocorto y era un buen bate pero creo en verdad que fue la mejor decisión que tomé. Me gustaba ser lanzador y querí­a igualarlo”" enfatizó.

Una joya

“Esa tarde fue especial. Agradezco a Dios por haber logrado esa hazaña y lo mejor es que fue para darle el campeonato al equipo. Mejor no pudo haber sido”.

“Es bonito que la gente te reconoce por lo que uno hizo, es gratificante ver que la gente todaví­a te recuerda por ese juego y en verdad que eso se agradece porque uno se da cuenta que dejó una huella dentro del beisbol”, refleja satisfecho el falconiano.

Ese momento del no hit no run ante los escualos es muy importante en la vida de Urbano, no solo por el hecho como tal sino porque esa jornada del 24 de enero de 1987, tanto sus padres como su hija mayor estuvieron presentes en el estadio Universitario de Caracas.

Lugo alcanzó 50 victorias en el torneo de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y propinó un blanqueo a Cardenales de Lara para retirarse.

Formación de talentos

Tras su retiro, Lugo no se separó del beisbol y en la actualidad se mantiene trabajando desde las bases con clí­nicas deportivas a nivel nacional para niños y niñas desde hace unos 5 años junto con su padre.

“Estoy muy feliz por esta faceta, ayudar a todos esos niños y cada vez que vamos a los diferentes estados la gente se contenta por esas clí­nicas, nos bendicen y eso nos llena para seguir trabajando y seguir apoyando”, explica Lugo.

Hasta la fecha han dictado más de 400 clí­nicas en todo el territorio nacional, promoviendo este deporte en cada rincón del paí­s y desarrollando a centenares de niños y niñas que sueñan con lograr grandes cosas en el beisbol.

Ficha técnica

Nombre completo: Urbano Lugo
Lugar y Fecha de Nacimiento: Punto Fijo, 12 de agosto de 1962
Edad: 48 años.
Estado civil: Casado
Especialidad: Beisbol
Hazañas logradas: Lanzó un no hit no run en la temporada 1986-1987, emulando a su padre y alcanzó las 50 victorias de por vida en Venezuela.

http://www.noticias24.com/deportes/noticia/14575/hace-24-anos-urbano-lugo-jr-hizo-historia-al-lanzar-no-hit-no-run-en-juego-final-de-la-lvbp/

 

 

 

 

Récords insólitos; Día grande de Willie Mays‏

Lo  que  describimos  a  continuación  se produjo  iniciando  la  temporada  de  1961 (abril  30)  en  el  County  Stadium  de Milwaukee.

Uno  de  los  miembros  de  la  élite  del Salón  de  la  Fama  del  Béisbol,  WILLIE  MAYS,  jugó  muchos  partidos espectaculares  en  su  carrera,  pero  él  mismo  se  encargó  de  bautizar  este como  "fácilmente  el  día  más  grande  que  he  tenido".

Afirmó  que  hasta  superó  su  actuación  en  la  Serie  Mundial  de  1954  con  su tan  celebrada  atrapada  por  encima  de  la  cabeza  y  de  espaldas  al  plato en  lo  más  profundo  del  bosque  central  en  el  Polo  Grounds.

A  lo  que  se  refería  era  a  su  explosión  de  cuatro  vuelacercas  con  ocho impulsadas  en  un  juego,  igualando  una  marca  de  Grandes  Ligas.  Los Gigantes  trituraron  a  los  Bravos  de  Milwaukee  14 - 4.

De  esta  manera,  Mays  se  convirtió  en  ese  momento  en  el  noveno jugador  en  toda  la  historia  que  lograba  la  hazaña.  Los  otros  eran:  Bobby Lowe  y  Ed  Delahanty  (siglo  19);  Lou  Gehrig,  Chuck  Klein,  Pat  Seerey,  Gil Hodges,  Joe  Adcock  y  Rocky  Colavito.

Lo  de  Mays  sorprendió  a  todo  el  mundo,  incluyéndolo  a  él.  A  pesar  de su  gran poder  con  el  palo,  hasta  ese  punto  de  su  carrera  Mays  no  había conectado  más  de  tres  trancazos  en  un  juego.  Y  después  que  Warren Spahn  había  dejado  sin  hit  a  los  Gigantes  el  viernes  por  la  noche,  Mays se  había  vuelto  a  ir  en  blanco  el  sábado,  dejándolo  de  7-0  en  la  serie.

Willie  se  había  quejado  de  que  no  estaba  viendo  la  bola  bien  y  de  que su  bate  se  sentía  "pesado".  Incluso  algunos  de  sus  compañeros  le ofrecieron  sus  maderos.  Pero  cuando  comenzó  este  juego,  todo  pareció encajar.

Cada  martillazo  salido  del  bate  de  Mays  no  dejó  dudas  de  que  iba  a viajar  una  larga  distancia.  Ninguno  viajó  menos  de  400  pies.  Los  cuatro pantallazos  fueron  hacia  el  jardín  izquierdo  o  entre  el  izquierdo  y  el  central.

En  el  primer  episodio  le  despachó  una  recta  a  Lew  Burdette  que  cayó  a 420  pies  de  distancia.  El  propio  Burdette  fue  víctima  del  segundo trancazo,  esta  vez  sobre  un  sinker  y  viajando  a  400  pies,  en  el  tercer capítulo.

En  el  quinto inning,  frente  a  Moe  Drabowsky,  Mays  falló  con  línea  al central.  Pero  en  el  sexto  volvió  a  la  carga  y  le  dio  lo  suyo  a  Seth Morehead,  enganchándole  un  slider  y  depositándolo  a  450  pies.

En  el  octavo  episodio  atendió  a  Ed  McMahon,  atacando  un  slider  que salió  disparado  cayendo  a  430  pies  del  plato.

En  el  partido  estuvieron  Felipe  Alou  (4-1,  HR,  impulsada  y  anotada)  y Mateo  Alou  (entró  a  jugar  defensa  en  el  octavo).

 

 ¿UN  QUINTO  VUELACERCAS?

 

Mays  iba  a  ser  el  quinto  bateador  de  los  Gigantes  en  la  primera  parte del  noveno  episodio,  y  cuando  José  Pagán  abrió  con  sencillo  parecía que  se  abría  la  oportunidad.  A  fin  de  evitar  una  doble  matanza,  Billy  Loes se  sacrificó.  Chuck  Hiller,  que  ya  había  cepillado  tres  hits,  falló  con  un rodado,  del  short  a  primera.  Al  acercarse  Jim  Davenport  al  plato  y  Mays en  el  círculo  de  espera,  la  fanaticada  de  Milwaukee  se  emocionó  y comenzó  a  aplaudir,  con  la  esperanza  de  ver  a  Willie  batear  de  nuevo.

Sinembargo,  Davenport  también  se  arrastró,  de  segunda  a  primera, cortando  la  esperanza  de  que  Mays  tuviera  la  oportunidad  de  sacudir  un quinto  jonrón.  Los  fanáticos  abuchearon.

Ya  en  el  clubhouse,  Mays  dijo  que  realmente  no  pensaba  que  iba  a tener  oportunidad  de  un  nuevo  turno.  Expresó  que  comenzó  a  pensar  en un  quinto  cuadrangular  al  escuchar  la  explicación  que  se  hacía  por  los altoparlantes  del  County  Stadium.

Los  Gigantes  en  total  sacaron  ocho  pelotas  del  parque,  empatando  la marca  de  jonrones  en  un  juego  para  un  equipo  en  ese  momento:  Mays (4),  F. Alou (1),  O. Cepeda (1)  y  J.  Pagán  (2).

Con  la  ayuda  de  dos  bombazos  salidos  del  bate  de  Hank  Aaron (Bravos),  los  dos  conjuntos  se  combinaron  para  también  empatar  la marca  de  jonrones  de  la  Liga  Nacional  en  un  juego  (10).

Un  día  antes,  los  Gigantes  habían  soplado  cinco  cuadrangulares, dándoles  un  total  de  13  en  los  dos  encuentros.  Esto  sirvió  para  implantar un  nuevo  récord  en  la  Nacional  y  empató  la  marca  de  Grandes  Ligas que  todavía  perdura.

Aunque  San  Francisco  terminó  en  tercer  lugar  en  1961,  Mays  completó una  temporada  excelente  acumulando  40  trancazos  de  vuelta  completa, 123  impulsadas,  promedio  de  .308,  y  encabezando  la  liga  en  anotadas con  129.

Los  Gigantes  ya  tenían  la  marca  de  más  cuadrangulares  en  un  inning  (5). Lo  hicieron  el  6  de  junio  de  1939  cuando  destrozaron  el  pitcheo  de  los Rojos  de  Cincinnati  en  paliza  de  17-3.  En  ruta  a  fabricar  ocho  carreras  en el  cuarto  episodio,  Harry  Danning,  Al  Demaree,  Burgess  Whitehead, Manny  Salvo  y  Joe  Moore  bombardearon  jonrones,  todos  después  de dos  outs.

El  23  de  agosto  de  1961,  los  Gigantes  se  volvieron  locos  repartiendo tabla  y  conectaron  cinco  pantallazos  en  el  noveno  inning,  anotando  12 rayas  en  ruta  a  una  victoria  14-0  sobre  los  Rojos.

Filadelfia  sacó  cinco  bolas  del  parque  en  un  episodo  el  2  de  junio  de 1949.  En  total  alcanzaron  26  bases  en  el  inning  y  anotaron  10  carreras  en ruta  a  un  triunfo  de  12-3.

 

.....DEL  BAUL

El  14  de  septiembre  de  1987,  los  Azulejos  de  Toronto  sacudieron  10 vuelacercas  contra  los  Orioles  en  una  aplastante  victoria  de  18-3.  Fue  el mismo  juego  en  que  Carl  Ripken  Jr.  vio  cortada  su  racha  de  8,243 partidos  jugados  en  forma  consecutiva.  Otro  equipo  que  conectó  ocho cuadrangulares  en  un  juego  fue  el  de  los  Mellizos  de  Minnesota.  Lo hicieron  contra  los  Senadores  en  victoria  de  14-2  el  29  de  agosto  de 1963.

 

CANDELAZOS:  El  jardinero  agente  libre  Ryan  Spilborgs  podría  ser firmado  por  los  Indios. Es  representado  por  la  poderosa  The  Boras Corporation... YU  DARVISH  a  ser  presentado  al  mundo  por  los  Rangers después  de  su  firma  de  US$60 MM. Sus  agentes  Don  Nomura  y  Arn Tellem  negociaron  bonos  que  podrían  representar  otros  US$10 MM.  Será tremendo  atractivo  y  creo  que  la  inversión  vale  la  pena.  Su  equipo japonés  (Nippon  Ham  Fighters)  se  embolsilló  US$51,703,411... Ahora  Texas iría  tras  el  gordito  PRINCE  FIELDER  (Scott  Boras),  pero  no  quieren  hablar de  eso  públicamente.  Detroit  ha  dicho  que  también  estaría  interesado después  de  la  lesión  de  VICTOR  MARTINEZ... Jerry  Crasnick  (ESPN)  dice que  hay  gran  abundancia  de  bateadores  entrados  en  edad  que  han ganado  "pacas  de  cuartos"  y  a  los  que  los  contratos  de  dos  millones  o menos  por  campaña  no  atraen  para  nada... Los  Cachorros  firmaron  a RODRIGO  LOPEZ,  contrato  de  liga  menor... DOUG  MELVIN  dice  que  los Cerveceros  podrían  pasarse  de  los  90  millones  de  dólares presupuestados  para  el  2012.  Afirma  que  no  podrían  volver  a  firmar  a PRINCE  FIELDER  aún  si  este  quisiera  solamente  contrato  de  una temporada. Contrataron  al  jardinero  japonés  NORICHIKA  AOKI  por  dos años... Los  Indios  siguen  interesados  en  CARLOS  PEÑA  y  CASEY KOTCHMAN... Suena  que  YOENIS  CESPEDES  (Aguilas)  podría  aterrizar  en el  Este  de  la  Nacional  junto  a  PRINCE  FIELDER... El  asunto  de  cambiarse nombres  y  edades  podría  explicar  algunos  casos  en  que  un  jugador súbitamente  comienza  a  declinar... El  eterno  NELSON  FIGUEROA (Escogido),  que  ya  tiene  37  años,  tendrá  una  nueva  oportunidad,  ahora con  los  Azulejos  de  Toronto.  En  Triple  A  terminó  el  2011  con  efectividad de  6.05.

 

 

PREGUNTAS

¿Qué  equipo  de  Grandes  Ligas  tiene  la  marca  de  mayor  cantidad  de jugadores  con  20  ó  más  cuadrangulares  en  una  campaña?  (Juan  Brito)

Respuesta:  En  1996,  los  Orioles  de  Baltimore  sacudieron  257  jonrones para  así  romper  la  marca  que  tenían  los  Yankees  (1961).  Ese  año, Baltimore  tuvo  nueve  jugadores  con  20  ó  más  trancazos.

 

De  lunes  a  viernes  cada  tarde  a  las  5:00  estamos  en  "La  Voz  del Fanático"  (ESPN  radio)  104.5 FM  y  690  AM.  Me  puedes  seguir  en Tweeter: @CarlosAlmanzarR.

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Récords insólitos; Día grande de Willie Mays

Lo  que  describimos  a  continuación  se  produjo  iniciando  la  temporada  de  1961  (abril  30)  en  el  County  Stadium  de  Milwaukee.Uno  de  los  miembros  de  la  élite  del  Salón  de  la  Fama  del  Béisbol,  WILLIE  MAYS,  jugó  muchos  partidos  espectaculares  en  su  carrera,  pero  él  mismo  se  encargó  de  bautizar  este  como  "fácilmente  el  día  más  grande  que  he  tenido".Afirmó  que  hasta  superó  su  actuación  en  la  Serie  Mundial  de  1954  con  su  tan  celebrada  atrapada  por  encima  de  la  cabeza  y  de  espaldas  al  plato  en  lo  más  profundo  del  bosque  central  en  el  Polo  Grounds.A  lo  que  se  refería  era  a  su  explosión  de  cuatro  vuelacercas  con  ocho  impulsadas  en  un  juego,  igualando  una  marca  de  Grandes  Ligas.  Los  Gigantes  trituraron  a  los  Bravos  de  Milwaukee  14 - 4.De  esta  manera,  Mays  se  convirtió  en  ese  momento  en  el  noveno  jugador  en  toda  la  historia  que  lograba  la  hazaña.  Los  otros  eran:  Bobby  Lowe  y  Ed  Delahanty  (siglo  19);  Lou  Gehrig,  Chuck  Klein,  Pat  Seerey,  Gil  Hodges,  Joe  Adcock  y  Rocky  Colavito.Lo  de  Mays  sorprendió  a  todo  el  mundo,  incluyéndolo  a  él.  A  pesar  de  su  gran poder  con  el  palo,  hasta  ese  punto  de  su  carrera  Mays  no  había  conectado  más  de  tres  trancazos  en  un  juego.  Y  después  que  Warren  Spahn  había  dejado  sin  hit  a  los  Gigantes  el  viernes  por  la  noche,  Mays  se  había  vuelto  a  ir  en  blanco  el  sábado,  dejándolo  de  7-0  en  la  serie. Willie  se  había  quejado  de  que  no  estaba  viendo  la  bola  bien  y  de  que  su  bate  se  sentía  "pesado".  Incluso  algunos  de  sus  compañeros  le  ofrecieron  sus  maderos.  Pero  cuando  comenzó  este  juego,  todo  pareció  encajar.Cada  martillazo  salido  del  bate  de  Mays  no  dejó  dudas  de  que  iba  a  viajar  una  larga  distancia.  Ninguno  viajó  menos  de  400  pies.  Los  cuatro  pantallazos  fueron  hacia  el  jardín  izquierdo  o  entre  el  izquierdo  y  el  central.En  el  primer  episodio  le  despachó  una  recta  a  Lew  Burdette  que  cayó  a  420  pies  de  distancia.  El  propio  Burdette  fue  víctima  del  segundo  trancazo,  esta  vez  sobre  un  sinker  y  viajando  a  400  pies,  en  el  tercer  capítulo.En  el  quinto inning,  frente  a  Moe  Drabowsky,  Mays  falló  con  línea  al  central.  Pero  en  el  sexto  volvió  a  la  carga  y  le  dio  lo  suyo  a  Seth  Morehead,  enganchándole  un  slider  y  depositándolo  a  450  pies.En  el  octavo  episodio  atendió  a  Ed  McMahon,  atacando  un  slider  que  salió  disparado  cayendo  a  430  pies  del  plato.En  el  partido  estuvieron  Felipe  Alou  (4-1,  HR,  impulsada  y  anotada)  y  Mateo  Alou  (entró  a  jugar  defensa  en  el  octavo).          ¿UN  QUINTO  VUELACERCAS? Mays  iba  a  ser  el  quinto  bateador  de  los  Gigantes  en  la  primera  parte  del  noveno  episodio,  y  cuando  José  Pagán  abrió  con  sencillo  parecía  que  se  abría  la  oportunidad.  A  fin  de  evitar  una  doble  matanza,  Billy  Loes  se  sacrificó.  Chuck  Hiller,  que  ya  había  cepillado  tres  hits,  falló  con  un  rodado,  del  short  a  primera.  Al  acercarse  Jim  Davenport  al  plato  y  Mays  en  el  círculo  de  espera,  la  fanaticada  de  Milwaukee  se  emocionó  y  comenzó  a  aplaudir,  con  la  esperanza  de  ver  a  Willie  batear  de  nuevo.Sinembargo,  Davenport  también  se  arrastró,  de  segunda  a  primera,  cortando  la  esperanza  de  que  Mays  tuviera  la  oportunidad  de  sacudir  un  quinto  jonrón.  Los  fanáticos  abuchearon.Ya  en  el  clubhouse,  Mays  dijo  que  realmente  no  pensaba  que  iba  a  tener  oportunidad  de  un  nuevo  turno.  Expresó  que  comenzó  a  pensar  en  un  quinto  cuadrangular  al  escuchar  la  explicación  que  se  hacía  por  los  altoparlantes  del  County  Stadium.Los  Gigantes  en  total  sacaron  ocho  pelotas  del  parque,  empatando  la  marca  de  jonrones  en  un  juego  para  un  equipo  en  ese  momento:  Mays (4),  F. Alou (1),  O. Cepeda (1)  y  J.  Pagán  (2).Con  la  ayuda  de  dos  bombazos  salidos  del  bate  de  Hank  Aaron  (Bravos),  los  dos  conjuntos  se  combinaron  para  también  empatar  la  marca  de  jonrones  de  la  Liga  Nacional  en  un  juego  (10).Un  día  antes,  los  Gigantes  habían  soplado  cinco  cuadrangulares,  dándoles  un  total  de  13  en  los  dos  encuentros.  Esto  sirvió  para  implantar  un  nuevo  récord  en  la  Nacional  y  empató  la  marca  de  Grandes  Ligas  que  todavía  perdura.Aunque  San  Francisco  terminó  en  tercer  lugar  en  1961,  Mays  completó  una  temporada  excelente  acumulando  40  trancazos  de  vuelta  completa,  123  impulsadas,  promedio  de  .308,  y  encabezando  la  liga  en  anotadas  con  129.Los  Gigantes  ya  tenían  la  marca  de  más  cuadrangulares  en  un  inning  (5).  Lo  hicieron  el  6  de  junio  de  1939  cuando  destrozaron  el  pitcheo  de  los  Rojos  de  Cincinnati  en  paliza  de  17-3.  En  ruta  a  fabricar  ocho  carreras  en  el  cuarto  episodio,  Harry  Danning,  Al  Demaree,  Burgess  Whitehead,  Manny  Salvo  y  Joe  Moore  bombardearon  jonrones,  todos  después  de  dos  outs.El  23  de  agosto  de  1961,  los  Gigantes  se  volvieron  locos  repartiendo  tabla  y  conectaron  cinco  pantallazos  en  el  noveno  inning,  anotando  12  rayas  en  ruta  a  una  victoria  14-0  sobre  los  Rojos.Filadelfia  sacó  cinco  bolas  del  parque  en  un  episodo  el  2  de  junio  de  1949.  En  total  alcanzaron  26  bases  en  el  inning  y  anotaron  10  carreras  en  ruta  a  un  triunfo  de  12-3.  

 

 

Campeones año por año de las Series del Caribe‏

SERIEAÑOPAIS SEDEEQUIPODIRIGENTE
XIII1970VenezuelaMagallanes (Vzla)Carlos Pascual
XIV1971P. RicoLicey (R. Dom.)Manuel Mota
XV1972R. Dom.Ponce (P. Rico)Frank Verdi
XVI1973VenezuelaLicey (R. Dom)Tom La Sorda
XVII1974MexicoCaguas (P. Rico)Bobby Wayne
XVIII1975P. RicoBayamón (P. Rico)José Pagán
XIX1976R. DomHermosillo (Mex)Benjamín Reyes
XX1977VenezuelaLicey (R. Dom.)Bob Rodgers
XXI1978MéxicoMayaguez (P. Rico)René Lacheman
XXII1979P. RicoMagallanes (Vzla)Willie Horton
XXIII1980R. Dom.Licey (R. Dom.)Del Crandall
XXIV1982MéxicoCaracas (Vzla)Alfonso Carrasquel
XXV1983VenezuelaArecibo (P. Rico)Ron Clark
XXVI1984P. RicoZulia (Vzla)Rubén Amaro
XXVII1985MéxicoLicey (R. Dom.)Terry Collins
XXVIII1986VenezuelaMexicali (Mex)Benjamín Reyes
XXIX1987MéxicoCaguas (P. Rico)Ramón Avilés
XXX1988R. Dom.Escogido (R. Dom.)Phil Regan
XXXI1989MéxicoZulia (Vzla)Pete McKannin
XXXII1990Miami (USA)Escogido (R. Dom)Felipe Alou
XXXIII1991Miami (USA)Licey (R. Dom.)John Roseboro
XXXIV1992MéxicoMayaguez (P. Rico)Pat Kelly
XXXV1993MéxicoSanturce (P. Rico)Francisco Oliveras
XXXVI1994VenezuelaLicey (R. Dom.)Casey Parsons
XXXVII1995P.RicoSenadores (P. Rico)Luis Meléndez
XXXVIII1996R. DomCuliacán (Mex)Francisco Estrada
XXXIX1997MéxicoAguilas (R. Dom.)Mike Quade
XL1998VenezuelaAguilas (R. Dom.)Tony Peña
XLI1999Puerto RicoLicey (R. Dom.)Dave Jauss
XLII2000Rep. DomMayaguez (P. Rico)Francisco Oliveras
XLIII2001MéxicoAguilas (R. Dom.)Felix Fermín
XLIV2002VenezuelaCuliacan (Venz)Francisco Estrada
XLV2003Puerto RicoAguilas (R. Dom.)Felix Fermín
XLVI2004Rep.DomLicey (R. Dom.)Manny Acta
XLVII2005MéxicoMazatlan (Mex.)Paquin Estrada
XLVIII2006VenezuelaCaracas (Vzla)Carlos Subero
XLIX2007Puerto RicoAguilas (R. Dom.)Felix Fermin
XL2008Rep.DomLicey (R. Dom.)Héctor De la Cruz
--2009VenezuelaAragua (Ven)Buddy Bailey
 

Damaso Blanco anoto la carrera del gane en la primera serie para Venezuela

Davalillo nombrado Manager del Año en LVBP‏

CARACAS -- El manager de Tiburones de La Guiara, Marco Davalillo, recibió el 73% de los votos, del conclave de comunicadores que opinaron en la elección de "Los Grandes de la Temporada", quedando designado como MANAGER DEL AÑO de la presente campaña.

El estratega criollo está en su tercera incursión como dirigente, su segunda como titular y en ambas a cargado con el premio "Alfonso Chico Carrasquel" que entrega Line Up International al Manager del Año.

En la 2007-2008, el hijo del insigne Pompeyo Davalillo, debutó como manager al frente de Caribes de Anzoátegui, equipo al que condujo impecablemente hasta la postemporada.

Tras ser dejado libre en la siguiente zafra, Tiburones de La Guaira lo integra a su cuerpo técnico en la 2010-2011, junto a Carlos Subero y Phil Regan, manager y coach de pitcheo respectivamente. Subero es despedido el 3 de noviembre del 2010 y Phil Regan, quien lo sustituyó, el 15 del mismo mes. Marco Davalillo asume las riendas del conjunto litoralense, y aunque no logra el pase a la postemporada, su gestión termina con record positivo de 20-14 y un nuevo espíritu en el club house.

La directiva salada le da su respaldo para la 2011-2012 y Davalillo dirigió a Tiburones de La Guaira a una tempranera clasificación a la postemporada, y culminó en el primer lugar de la eliminatoria.

Por eso, 33 de los 45 votos posibles fueron para Marco Davalillo como MANAGER DEL AÑO; mientras que el resto de los votos los asumió uno de los sustitutos de la campaña, el manager de Águilas del Zulia Lipso Nava.

¿QUIÉN SERÁ EL ESCOPETERO DEL AÑO?
Son varios los candidatos para la distinción del PITCHER DEL AÑO de la presente temporada, pero sin duda que los nombres de Austin Bibens, Renyel Pinto y Eric Junge fueron de los más sonados durante el proceso de elección. Este viernes se despejará la duda y conoceremos al acreedor del premio "Carrao Bracho" que otorga Line Up International.

CRONOGRAMA DE ANUNCIOS (todos luego de las 2:30 de la tarde)
13 de enero Pitcher del Año (Premio "Carrao" Bracho)
14 de enero Regreso del Año
15 de enero Más Valioso (Premio Víctor Davalillo)

 

Elogios hacia Barry Larkin reflejan su calidad como jugador‏

NUEVA YORK - Lou Piniella asumió el puesto de manager de los Rojos de Cincinnati en 1990 y rápidamente se dio cuenta de que tenía en sus manos a un equipo con calibre de campeón. Su primer objetivo era tener a todos los jugadores en la misma página - su página.

Ahí es cuando acudió a Barry Larkin, el talentoso shortstop era el pelotero indicado para pasarle el mensaje a sus compañeros.

"Fue un jugador excepcional", le dijo Piniella a MLB.com momentos después de que Larkin fue elegido al Salón de la Fama el lunes. "Era un líder silencioso, pero los jugadores lo respetaban. Realmente significó mucho para los Rojos- y para mí".

Los Rojos barrieron a los Atléticos de Oakland en la Serie Mundial de 1990, con el joven campocorto bateando para .353.

De todos los elogios que Larkin recibió el lunes tras el anuncio, sin duda el mejor llegó de Piniella.

"Es uno de los jugadores más inteligentes que he dirigido", destacó Piniella desde su residencia en Tampa. "Conocía muy bien el juego. Estudiaba a los bateadores y siempre estaba en la posición correcta. Su alcance como shortstop era increíble".

Larkin rebozaba humildad. Después del anuncio el lunes dijo que "eso ha sido siempre parte de mi vida" y la principal razón por la que aprendió a jugar béisbol "de la manera correcta".

El ex campocorto agregó: "Me siento muy honrado por toda esta experiencia, y emocionado por convertirme en el miembro más reciente del Salón de la Fama".

Larkin fue llamado 12 veces al Juego de Estrellas, ganó tres Guantes de Oro, fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1995 y se adjudicó nueve Bates de Plata.

El problema para Barry Larkin fue que jugó a las sombras de aclamados campocortos como Cal Ripken Jr., Ozzie Smith, Derek Jeter y Alex Rodríguez. Nunca recibió el reconocimiento que merecía.

"Coincido en que fue opacado de alguna u otra manera por esos jugadores", reconoció Piniella, quien dirigió a A-Rod en Seattle. "Pero eso no debería restarle méritos a lo que significó para los Rojos y al gran talento que poseía.

"Decidió aprender a hablar español para así poderse comunicar mejor con sus compañeros".

Larkin se une a Johnny Bench y Bid McPhell como miembros del Salón de la Fama que jugaron toda su carrera con los Rojos. Es el inmortal No. 48 que jugó toda su carrera para un solo equipo.

Piniella cataloga la elección de Larkin como una buena historia.

"Creció en Cincinnati y fue aficionado de la Gran Maquina Roja", subrayó Piniella. "Es una gran historia".

Larkin, al igual que Ken Griffey Jr., asistieron a la Preparatoria Moeller y de hecho fue seleccionado por los Rojos un par de veces en el Draft. Rechazó un bono por firmar de $50,000 en 1982 para asistir a la Universidad de Michigan donde fue un All-American en dos ocasiones.

Los Rojos lo seleccionaron de nuevo en 1985 y se convirtió en su torpedero titular en 1987, reemplazando al venezolano David Concepción, uno de sus jugadores favoritos en Cincinnati.

Larkin es el primer jugador de Cincinnati en llegar a Cooperstown desde Johnny Bench, Joe Morgan y Tany Pérez, un trío que ayudó a los Rojos a ganar la Serie Mundial en 1975-76.

"Esto lo coloca entre la crema y nata en la historia de los Rojos", dijo Bench. "Se distinguió como un tremendo líder y un pelotero dominante".

O, como lo dijo Morgan: "La elección de Barry Larkin al Salón de la Fama llega en un momento en el que las estadísticas son tan importantes como la prueba visual, y Barry pasa ambas pruebas. Cuando lo veías jugar, sabías que era un pelotero especial".

Encaja perfectamente que Bench, Morgan y Pérez vayan a estar presentes en Cooperstown el 22 de julio cuando Larkin, junto al desaparecido Ron Santo (elegido en diciembre por el Comité de Veteranos) sea enaltecido al Salón.

Larkin le dio dolores de cabeza a los Bravos de Atlanta cada vez que los enfrentó, exhortando al legendario timonel Bobby Cox a decir que "Barry Larkin era un jugador de ensueño. Un tremendo líder con grandes habilidades físicas. Quizás uno de los dos o tres mejores shortstops de todos los tiempos".

Cox agregó que Larkin era la clase de pelotero que escoges "primero o segundo a la hora de armar un equipo de la nada".

Los adjetivos continuaron llegando de Piniella mientras buscaba las palabras correctas para describir a Larkin.

Finalmente, sin titubear, dijo: "Es uno de mis jugadores favoritos, de los mejores que he dirigido en mi carrera. Es un hombre excepcional -- dentro y fuera del terreno.

No hay más que decir.

 

 Hal Bodley / MLB.com





Barry Larkin, 47, spent his entire career in Cincinnati and was part of the Reds team that won the World Series in 1990.

 

Barry Larkin es un verdadero Inmortal del Béisbol‏

Yo pasé 14 años en la oficina central de los Rojos de Cincinnati, de 1990-2003, los últimos 11 como vicepresidente y gerente del equipo y me sentí bendecido de observar a Barry Larkin dominar el lado izquierdo del diamante como campocorto regular durante toda mi estancia. Fue un honor no solo porque Larkin era un futuro miembro del Salón de la Fama, sino porque él representó todo lo que era correcto en el béisbol dentro y fuera del terreno. Un hombre de gran carácter, Larkin fue un líder, un maestro, un motivador, gran hermano, y por encima de todo eso, un ganador. Todas esas cualidades se ven recompensadas hoy con la noticia de que Larkin ha sido electo al Salón de la Fama del béisbol.

En el terreno, ganó el JMV de la Liga Nacional en 1995, participó en 12 Juegos de Estrellas, se ganó nueve Bates de Plata y cuatro Guantes de Oro. En 1996, Larkin se convirtió en el primer torpedero en la historia del béisbol en conectar 30 cuadrangulares y robarse 30 bases en una misma temporada y solo otros dos torpederos han jugado en más Partidos de Estrellas -- Cal Ripken Jr. y Ozzie Smith.
Los Rojos de Cincinnati lo escogieron en el séptimo turno de la primera ronda del sorteo de 1985 procedente de la Universidad de Michigan. El escucha que lo firmó fue Gene Bennett, quien se refirió a él como un jugador de "siete herramientas", contrario a lo que usualmente dicen los escuchas de "cinco herramientas". Esto fue así porque Larkin lucia por encima del promedio en las siguientes categorías: correr, batear, batear con poder, lanzar, y fildear, al igual que presencia y liderato. De hecho, Larkin lo tenía todo en términos de forma física, control del cuerpo, alcance, rapidez en su primer paso, contacto con la zona buena, ritmo, seguimiento a la pelota, intelecto de béisbol e instintos.

A pesar de todas las estadísticas avanzadas y la sabermetría, todavía hay ciertos elementos del juego que no pueden definirse sin ver los partidos. Con un corredor en segunda y nadie fuera, y con Larking en el plato, yo siempre me podía ir a tomar una taza de café en mi suite de gerente, sabiendo que si Larkin no podia conseguir un hit, por lo menos podia hacer que se moviera el corredor a la tercera base con una roleta por el lado derecho.

Y su desprendimiento era evidente también en el camerino. Larkin fue un mentor para prácticamente todos los jugadores jóvenes durante su estancia, desde Aaron Boone a Sean Casey a Mike Cameron a Dmitri Young, entre otros. Él sabía cuando darle a un compañero una patada en el trasero, una palmada en la espalda, un discurso de motivación, una lección sobre la ética del trabajo o consejos para mejorar su fildeo, bateo, mecánicas de envíos o corrido de bases. Era un líder tan natural que lo nombré capitán del equipo.

Se tomó dicho nombramiento bien en serio y lideró con su ejemplo. Cuando se necesitaba que su voz fuera escuchada, ahí estaba él. Y cuando él sentía que necesitaba otra voz, su compañero Lenny Harris hablaba por él en algunas reuniones en el camerino. Cuando un jugador joven no sabía que ropa ponerse, Larkin se lo llevaba al centro comercial mientras estaban en la carretera y le compraba ropa nueva. Cuando un jugador no sabía como comportarse como profesional, Larkin le enseñaba. Cuando un jugador necesitaba trabajar con sus destrezas, ahí estaba Larkin temprano para trabajar con él. Como me dijo una vez Casey: Larkin era como tener un coach extra y un maestro en el terreno; siempre era el equipo primero, y Larkin segundo.

Como su gerente, Larkin me ayudó en muchas maneras. La franquicia siempre tenía problemas financieros y para poder competir tuvimos que firmar agentes libres baratos. Así que él me ayudó a reclutar agentes libres como Ron Gant, Tony Fernández y Benito Santiago y muchos más que terminaron firmando con los Rojos.

También yo consultaba con él algunas movidas de jugadores con el pasar de los años, porque siempre quería estar seguro que los jugadores que yo estaba pensando traer encajarían en el camerino, al igual que las evaluaciones básicas de los jugadores. Recuerdo una instancia temprano en mi mandato como gerente donde nos debatíamos por el valor de un jugador joven en particular porque nosotros tuvimos la oportunidad de hacer un cambio, pero yo no quería poner a ese jugador en la transacción. Larkin dijo que estuvo de acuerdo con mi evaluación inicial de que el jugador era un defensor por encima del promedio, capaz de conectar 25 jonrones y de remolcar 100 carreras en un año.

Sin embargo, él me djo que observara cuidadosamente al jugador en la octava y novena entradas en los partidos de una carrera para que viera lo que el jugador podia hacer tanto a la defensive como a la ofensiva, sugiriéndome que el jugador no podría hacer las cosas necesarias cuando más contaba. Observé a ese jugador con mucho cuidado por dos meses luego de nuestra conversación y eventualmente cambié a ese jugador. El acuerdo ayudó mucho a nuestro equipo, gracias al conocimiento y consejo de Larkin.

La lealtad cuenta
Larkin firmó una extension de contrato de cinco años y $25 millones con los Rojos durante el pico de su carrera aún cuando sabía que su valor en el mercado estaba cerca de los $30 millones. Él prefirió que el equipo invirtiera dicha diferencia en otros jugadores para darle a los Rojos mejores oportunidades de ganar. El campeonato de la Serie Mundial para los Rojos en 1990, junto con los banderines divisionales en 1994, 1995 y 1999 no habrían sucedido de no haber sido por el desprendimiento de Larkin.
Además mantuvo su character y siguió siendo leal al equipo, cuando en 1993 la dueña del equipo Marge Schott hizo unos comentarios racistas. Schott fue suspendida por esos comentarios, y Larkin, siendo de raza negra, fue asediado por varias organizaciones, como la NAACP, Major League Baseball, los fanáticos y la prensa.

De los 206 ex jugadores que han sido exaltados al Salón de la Fama, solo 47 de ellos pasaron toda su carrera con un solo equipo, y solo dos de ellos con los Rojos de Cincinnati, Johnny Bench y Bid McPhee. En dos ocasiones por separado yo traté de que se pusiera otro uniforme. Hacia el final de su carrera, con los Rojos sin esperanza de subir en la tabla de posiciones, el presidente del equipo me pidió que cambiara a Larkin. Orquesté un cambio con los Mets de Nueva York y dejé la decisión en manos de Larkin. Él adora a Nueva York; incluso le puso el nombre de Shea a uno de sus hijos en honor al viejo estadio de Queens. Luego de mucho pensamiento, rechazó el cambio por su lealtad a Cincinnati. Se graduó de la secundaria Moeller, que queda a 20 minutos del Riverfront Stadium.

Cuando me uní a los Nacionales de Washington en el 2004 como su gerente, fui donde Larkin para ofrecerle la oportunidad de finalizar su carrera como torpedero en la capital de la nación. De nuevo, tras darle serio pensamiento, decline la oferta, y en cambio se unió a mí como asistente especial del gerente, una posición que mantuvo hasta que se fue de comentarista para ESPN. Yo me alegro de que rechazara ambas ofertas; él se merece entrar al Salón de la Fama con una sola camiseta, una sola gorra y un solo legado para un solo equipo.

AUTOR:  Jim Bowden/ ESPN

http://espndeportes.espn.go.com/blogs/index?entryID=1445094&name=jim_bowden&cc=5800

 

 

 

Barry Larkin fue elegido al Salón de la Fama‏

El ex torpedero de los Rojos de Cincinnati, Barry Larkin, fue elegido al Salón de la Fama por la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés).

Larkin jugó 19 temporadas, de 1986 al 2004. Tres veces ganador del Guante de Oro y 12 veces convocado al Juego de Estrellas, bateó .295 de por vida, con 198 cuadrangulares, 960 empujadas y 1,329 anotadas, para acompañar un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .815.

Fue campeón con los Rojos en 1990.

 

 

Braun fue elegido JMV de la Liga Nacional‏

NUEVA YORK -- Ryan Braun se consagró el martes como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional tras una temporada en la que fue vital para que los Cerveceros de Milwaukee conquistaran su primer título de división en casi 30 años.

Braun obtuvo 20 de las 32 menciones de primer lugar en las papeletas y totalizó 388 puntos dentro de la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica.

Segundo quedó el jardinero central de los Dodgers Matt Kemp, quien estuvo a un tris de completar la Triple Corona de bateo, al recibir 10 votos de primero y acumular 332 puntos.

El primera base Prince Fielder, compañero de Braun, figuró tercero con 229 puntos. Cuarto fue el jardinero de Arizona Justin Upton con 214.

Braun encabezó el Viejo Circuito con un promedio de slugging de .597 y fue segundo en bateo (.332). También pegó 33 jonrones, con 111 remolcadas y 33 bases robadas.

Kemp lideró la Nacional en jonrones y remolcadas y fue tercero en promedio.

 

 

 

Verlander elegido JMV de la Liga Americana‏

NUEVA YORK -- Justin Verlander ganó el lunes el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, el primer lanzador abridor que obtiene el galardón en un cuarto de siglo.

Verlander, el as de los Tigres de Detroit, completó un doblete de trofeos: la semana pasada fue consagrado con el Cy Young.

El derecho recibió 13 de los 28 menciones a primer lugar y acumuló 280 puntos en la votación de la Asociación de Escritores de Béisbol de Nortamérica.

Jacoby Ellsbury, jardinero de Boston, quedó segundo con 242 puntos. José Bautista, jardinero de Toronto, figuró tercero con 231 puntos.

La elección de Verlander desafió la corriente de opinión que en los últimos tiempos había dejado fuera de consideración a los lanzadores por el Jugador Más Valioso.

Pero su actuación en 2011 fue fuera de serie, al redondear la Triple Corona de pitcheo con marca de 24-5, 2.40 de efectividad y 250 ponches.

El último pitcher abridor en salir como el más valioso fue Roger Clemens de Boston en 1986. El último lanzador que había ganador el premio fue el relevista Dennis Eckerlsley de Oakland en 1992.

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Justin Verlander gana el Cy Young en forma unánime‏

El as de los Tigres Justin Verlander se adjudicó el martes el premio Cy Young de la Liga Americana en forma unánime.

Luego de una temporada en la que completó la Triple Corona de pitcheo, el derecho acaparó el primer lugar en las 28 papeletas y totalizó el puntaje perfecto de 196 en la votación de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica.

El triunfo de Verlander era ampliamente esperado y el único suspenso era sobre si lo haría por unanimidad.

Su temporada fue sencillamente excepcional al lograr la Triple Corona con sus 24 victorias, efectividad de 2.40 y 250 ponches.

Cubrió 251 innings en 34 aperturas. También lanzó el segundo juego sin hits de su carreras y varias ocasiones coqueteó con la gesta en los últimos episodios.

Semejante actuación ha levantado la expectativa de que quizás pueda conseguir suficiente apoyo para obtener el laurel al Jugador Más Valioso de su circuito, que se anunciará el 21 de noviembre.

Verlander es el primer lanzador de Detroit que consigue el galardón desde el relevista puertorriqueño Guillermo ``Willie'' Hernández en 1984 y el cuarto en la historia. Denny McLain se impuso consecutivamente en 1968-69.

El derecho de los Angelinos Jered Weaver (18-8 y 2.41) fue mencionado en todas las papeletas para quedar segundo, seguido por James Shields de los Rays, CC Sabathia de los Yanquis y el cerrador dominicano de los Tigres José Valverde.

Esta fue la novena vez que el ganador del Cy Young de la Americana lo hace con un voto unánime. El último fue el venezolano Johan Santana (Mellizos) en 2006.

 

 

 

 

Robert Pérez supero a Teolindo.......¡‏

El jardinero Robert Pérez llegó a la cifra de 1.290 imparables para colocarse segundo en la lista de todos los tiempos en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional luego de conectarle el hit al relevista Víctor Moreno de los Tigres de Aragua el domingo en una semana sensacional para el veterano de 42 años con 8 incogibles en 18 turnos (.444) que lo deja solamente por detrás de Víctor Davalillo (1.505) en ese renglón. La primera semana positiva de los cardenaleros con balance de 4 victorias por 2 derrotas.

Pérez ha cambiado su manera de batear, prefiere chocar la bola, poner la bola en juego en vez de hacer swing de gradas y le ha dado resultado. "Yo lo único que quiero es ayudar al equipo, los números llegan solos, trato de ser el mismo de siempre, trabajo duro para lograr todo lo que he hecho pero lo primordial es conseguir las victorias que nos permitan meternos en los cinco primeros", declaró el nativo de Ciudad Guayana.

Son 24 temporadas (3ro) con la camiseta de Cardenales de Lara y todavía le queda una más luego de estampar su firma en un contrato de dos años. Pérez es el bateador derecho con mayor cantidad de inatrapables en la historia de la Liga pero es el de mayor cantidad de caudrangulares (119), empujadas (689) en 1.192 juegos (3ro) y 4.545 turnos (2do).

"Como lo dijo Luis Aponte, yo sentado aquí, he visto pasar a mucha gente. Muchos llegan, otros se van y yo siempre estoy sentado aquí. No voy a decir que soy el líder, para ser líder soy muy callado, pero soy el hombre que todos respetan, cuando me piden un consejo, se los doy, me piden opinión, se las doy. Ahora, líder hay muchos, Celestino López es un líder, César Izturis es un líder", afirma Pérez cuando habla de su vida en estos 24 años con el uniforme de los pájaros rojos donde ha visto pasar muchos jugadores, inclusive algunos de sus compañeros ahora son sus coachs (Prada, Moreno, Escobar, Peraza).

"Me he sentido cansado pero a mí me inculcaron que mientras más duro entrenara, más beneficios tengo. Cuando me poncho cuatro veces o cuando no doy el hit, es cuando más duro le doy a los entrenamientos. Siempre me he dedicado al béisbol", asevera.

Luego de dar el incogible 1.290 la noche del domingo que sirvió para la remontada del equipo frente a los Tigres, fue sustituido por el prospecto Mario Yépez quien entró en carrera por el boleto recibido por Oswaldo Navarro. El toletero sabe que estará en el line up siempre que pueda aportar con el madero y más en este momento que existe una sequía ofensiva importante pero con la inclusión de otros compañeros suyos como Hernán Iribarren y José López, los resultados fueron positivos la semana anterior donde los equipos de abajo estrecharon las posiciones.

Lo que resta de campaña es seguir aportando por parte de Pérez quien es el único miembro de los cuatro roster de campeonato de la organización (1990-91, 1997-98, 1998-99, 2000-01) y busca un quinto anillo para dejar el terreno como jugador activo por la puerta grande.

Rinolfo Quintero