40 años de una leyenda llamada "Kid Pambelé"
Un hombre al que muchos llaman ‘Pambelé’ hizo que la historia del deporte en Colombia cambiara rotundamente.El primer título mundial en boxeo conseguido para este país por parte de un humilde palenquero que había vendido cigarrillos y que se dedicaba a embetunar zapatos en Cartagena, sorprendió a país entero.
Eso fue el 28 de octubre de 1972, cuando con sus poderosos puños despojó del título mundial de los welter junior (140 libras) al istmeño Alfonso “Pepermint” Frázer en el Gimnasio Nuevo Panamá. (Lea más sobre Pambelé)
Desde entonces, hace 40 años, sus nocauts quedaron en retina y su nombre en la memoria de quienes saben lo que significó para Colombia y para el mundo: Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, el más grande boxeador colombiano de todos los tiempos, sin duda el deportista del siglo pasado y lo que va corriendo de éste.
Cuando el editor de deportes de este diario, Andrés Frías, me designó escribir sobre esta gloria del boxeo, de inmediato se me vinieron a la mente dos situaciones que me hicieron casi decirle que no: la primera es que por ser vecino del Pambe, en Turbaco, sé cómo se porta cuando a veces se siente perseguido por los periodistas.
Y la segunda, cómo podía escribir algo de lo cual yo no viví, como sí muchos colombianos lo hicieron y lo saben describir siempre como lo más grande para el deporte nacional. “Eso debería escribirlo alguien que sí vivió la época y que de seguro le llegará al lector”, fue lo que dije para dentro de mí mientras Frías me miraba.
Al día siguiente me llama a mi celular y me dice: “Ajá, ¿vas a hacer el reportaje?, pero si lo tienes de papayita”, a lo que le respondí: “No hay problema, cuenta con eso”.
Lo más difícil para mí era saber bajo qué condiciones lo podía encontrar, pues muy a pesar de que Pambelé está alejado de las drogas y su esposa Carlina lo cuida con ‘marcación estricta’, sus reacciones cuando ya siente el asedio periodístico lo alteran y en ocasiones se niega a responder.
Llegué a su pequeña finca en el barrio Los Laureles, en Turabco. Amigablemente doña Carlina me reconoció y de inmediato y me saludó. “Siéntate, que él está por allá por el patio”, me dijo.
Al instante veo donde aparece, en pantaloneta y sin camisa. “Qué más, cómo te ha ido. Ya por aquí han venido un poco de periodistas a buscarme”, sentenció algo mal humorado, por lo que enseguida pensé, “ya estará aburrido de tanta preguntadera. Cómo haré para convencerlo”.
Doña Carlina lo nota, se acerca y me dice: “No te preocupes, ahorita le preguntas”.
Ya con un suéter puesto vuelve y le insisto. ‘Toño’ cómo estás, le pregunté nuevamente. “Pues muy bien, gracias a Dios. Estoy recuperándome, aquí en la casa bien juicioso”.
Y cuéntame, qué vas a hacer para estos primeros 40 años de tu primer título mundial, volví a preguntar como para seguir rompiendo el hielo. “Hasta ahora nada, como te digo, estaré aquí en la casa con la familia”, de inmediato se levantó y se fue caminando de forma acelerada y haciendo una serie de movimientos en su cuerpo de manera involuntaria.
Meses atrás se llegó a decir que Pambelé sufría de mal de Parkinson, pero exámenes médicos diagnosticaron que esos “movimientos raros” eran producto de unos medicamentos que se le estaban suministrando, según el informe divulgado por José Luis Cervantes, uno de sus hijos.
Algo que tenía claro era no hablar de los grandes problemas que ha tenido el Pambe producto de las drogas y el alcohol, pues desafortunadamente eso es lo que más sabe la gente de Antonio Cervantes, incluso más allá de las 18 defensas de título mundial que hizo.
“Ese día es algo que nunca podré olvidar. Eso no solamente fue bueno para mí, fue bueno para mi pueblo y para Colombia”, expresó el único pugilista de Colombia en el Salón de la Fama del Boxeo.
Hoy hace 40 años
Quienes recuerdan ese día lo relatan como histórico, un momento prolongado de gloria nunca antes festejado en Colombia, además porque no hubo transmisión por televisión, sino tres días después, relata el periodista de El Colombiano, Santiago Hernández.
El panameño era local y el favorito de todos, pero en el décimo round y luego de caer Alfonso ‘Pepermint’ Frazer en tres oportunidades, fue derrotado de manera categórica y de inmediato una leyenda llamada ‘Kid Pambelé’ se abría paso ante muchos incrédulos de la época. El palenquero venía de sufrir una derrota ante el argentino Nicolino Locche.
En el 73, el pegador ‘gaucho’ quiso enfrentar nuevamente al colombiano y éste vio como nacía el ‘Rey del Boxeo’ en Colombia y fue testigo de cómo se coronaba por segunda vez nuestro máximo campeón tras recibir una paliza, en la categoría welter junior.
“Fue una noche grande y salí a ganar, pese a que ‘Peppermint’ había sido mi compañero de cuerda en Venezuela y estaba en buena condición. Cada quién peleaba por su patria. Tabaquito Sánz y mi apoderado Ramiro Machado tenían la seguridad de la victoria. No cruzamos ni una palabra dentro del ring, pero lo acabé con tres nocauts”, le relató al veterano comunicador paisa Pablo Arbeláez.
Estewil Quesada, periodista de El Tiempo y una “biblia” del boxeo en Colombia aseguró que “fue los más maravilloso que le sucedió al país y además le enseñó a ganar a los colombianos. Cualquier país del mundo no tiene un Pambelé y ojalá se haga un gran escenario que lleve su nombre”.
Grande el Pambe
Pambelé ganó el título mundial después de competir en 48 peleas.
Defendió su trono en diez ocasiones, durante más de tres años, pero en la undécima, en julio de 1976, perdió el título, por puntos, ante el boxeador puertorriqueño Wilfredo Benítez, quien al no querer darle la revancha a Cervantes, fue despojado del fajín.
Un año después Pambelé recuperó el título al vencer en Maracaibo al argentino Carlos María Jiménez. En esta etapa defendió su título en seis oportunidades, durante otros tres años, al cabo de los cuales, en julio de 1980, lo volvió a perder en Cincinnati (Ohio), ante el norteamericano Aaron Pryor.
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