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BEISBOL 007

Biografias deportivas

José Rijo y la Serie mundial del 90‏

José Rijo es quizás mejor conocido por su actuación en la Serie Mundial de 1990, cuando registró dos victorias en una barrida de cuatro juegos a cero sobre los contrincantes Atléticos de Oakland, incluyendo un two-hitter en el Juego 4.La actuación de Rijo le mereció el MVP de la Serie Mundial y  los Rojos ganaron su primer campeonato en catorce años.
  José Rijo demostro unas grandes condiciones para lanzar. Gran velocidad,control, buen repertorio. Cuando debuto con los Yankees tenia únicamente 18 años y el dueño Steinnbrenner quería tener
la contraparte de Dwigth Gooden de los Mets, pero Rijo no dio la talla y esa es la verdad. Lo enviaron a los Atleticos.


 José Antonio Rijo Abreu nació el 13 de mayo de 1965, y para 1983 era un lanzador muy reconocido en los sistemas de ligas menores. Ese año se convirtió en Jugador más Valioso de la Liga de Florida terminando con marca de 15-5 y efectividad de 1.68.  Sus primeros años como profesional en las mayores fueron turbulentos.
En 1984 los Yanquis querían a un lanzador novato dominante para contrarrestar la popularidad de Dwight Gooden, que había surgido como la nueva sensación de pitcheo por los Metros. Por eso apresuraron a Rijo a jugar con el equipo de Grandes Ligas, pero el experimento fue un fracaso. El dominicano demostró que aún no estaba listo para la liga tras ganar apenas dos partidos, por lo que fue enviado nuevamente a las menores.
Fue cambiado a los Atléticos de Oakland junto a varios jugadores, y durante tres temporadas con su nuevo equipo no logró mostrar el talento que había exhibido en las menores. Mostró un destello de lo que era capaz en 1986 cuando ponchó a 16 bateadores en un partido, pero fue enviado a los Rojos de Cincinnati tras finalizar la campaña de 1987. El conjunto de Cincinnati aún tenía esperanzas en él como prospecto.
Finalmente logró lo que se esperaba de él junto a los Rojos en la misma primera temporada con el conjunto. A pesar de que contaba con apenas 22 años de edad en 1988, ya era un veterano de cinco años en las mayores y supo aprovechar esa experiencia. Terminó la campaña con marca de 13-8 y efectividad de 2.39, abanicando un total de 160 oponentes en 162 entradas lanzadas.
A partir de ahí mostró una impresionante solidez como abridor. Logró llegar junto al equipo a la Serie Mundial en 1990, obteniendo dos victorias aplastantes frente a los Atléticos. Salió victorioso en el primer partido de la serie con resultado de 7-0, y los volvió a blanquear en el cuarto encuentro limitando a Oakland a sólo dos hits. Terminó la serie con efectividad de 0.59 y 15 ponches en 15.1 entradas, números que le permitieron obtener el premio de Jugador Más Valioso del Clásico de Octubre.
Tras varios años en los que fue reconocido por su consistencia, incluyendo la campaña de 1991 en la que fue líder de la liga en porcentaje de victorias, logró participar en el Juego de Estrellas representando a la Liga Nacional en 1994.
Durante la campaña de 1993 fue el mejor de la liga en aperturas, y encabezó la Liga Nacional en ponches esa misma campaña. Además le lanzó un partido de un solo hit a los Rockies de Colorado. Al año siguiente volvió a ser el líder de la liga en partidos iniciados.
En 1995 Rijo se vio forzado a salir de acción con una lesión de codo muy grave cuando contaba con apenas 30 años de edad. A pesar de que trato de regresar varias veces no logró hacerlo exitosamente, pasando cinco temporadas fuera del béisbol. Finalmente logró reintegrarse a la liga en el 2001, esta vez como relevista de los Rojos. Jugó hasta la campaña del 2002, en la que realizó cinco aperturas incluyendo una victoria en su primer partido de la campaña y más tarde en el último. Esa campaña recibió el premio Tony Conigliaro antes de retirarse de manera definitiva del béisbol.
Logros
Participó en el Juego de Estrellas de 1994
Fue miembro del equipo que ganó la Serie Mundial de 1990
Fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 1990
Recibió el premio Tony Conigliaro en el 2002
Encabezó la Liga Nacional en porcentaje de victorias en 1991
Encabezó la Liga Nacional en ponches en 1993
Fue líder de la Liga Nacional en ponches por nueve entradas en 1993
Encabezó la Liga Nacional en partidos iniciados en 1993 y 1994

De Clarence a Cito, una vida por el béisbol.

Bob Elliot, Toronto Sun. 28-09-2010 

En su época juvenil y de novato de Grandes Ligas era conocido como Clarence Gaston. 
En aquellos tiempos, su hogar estaba en el 239 de Belmont Street, lado oriental de San Antonio, Texas, a seis minutos en carro del Álamo. Clarence tenía cinco hermanas. Ellas principalmente lo llamaban "hermano". 
Aquí, en Toronto, donde Gaston dirigió por 13 temporadas, y ganó dos Serie Mundiales seguidas en 1992 y 1993, es conocido como Cito, de lejos el manager más importante que han tenido los Azulejos. 
Sólo ha habido unos pocos. 
Jim Fregosi destacó en el Serra High School de San Mateo, Calif. 
Su escuela produjo a los grandes ligas Barry Bonds, Gregg Jefferies, Check Lofgren y Dan Serafini; las estrellas de fútbol americano (NFL) Tom Brady y Lynn Swann; el entrenador John Robinson de USC; el inquilino del Salón de la Fama de CFL Tom Scott, y "el mejor atleta de todos en Serra", de acuerdo a Fregosi … "¡Yo!" 
Las raíces del ex-manager Jimy Williams llegan hasta los Bulldogs de Fresno de Cal State University. 
Su escuela produjo a los grandes ligas Matt Garza, Tom Goodwin, Dan Gladden, Bobby Jones y Terry Pendleton; los jugadores de futbol americano (NFL) David Carr y Trent Dilfer, el entrenador de NFL Mike Martz junto a los entrenadores universitarios Lane Kiffin y Jerry Tarkanian. 
John Gibbons fue una antígua primera escogencia en el draft de 1980 de la secundaria Douglas MacArthur en San Antonio. 
Los Brahmas de MacArthur tambien produjeron a los grandes ligas Jerry Grote, Ken Pape y Jason Szuminski 
Otro manager de los Azulejos jugó softbol rápido para el Álamo Bank en Bankers League y después jugó béisbol con los Welders de Cardona. 
Clarence "Cito" Gaston es el único miembro del Àlamo Bank y los Welders de Cardona que jugó en Grandes Ligas y después tambien fue manager. 
"¿Ustedes creen que batear aquí es difícil? Traten de batear una pelota de softbol rápido lanzada a 15 metros de distancia", dice Gaston. "Ellos pueden hacer que la bola suba y se hunda, o tirar la pelota desde los tobillos y hacerla subir hasta el pecho". 
En 1961, después de destacar como estrella de tres deportes en la secundaria Holy Cross de San Antonio y en la Solomon Coles de Corpus Christi, Gaston trabajó estacionando carros en un garaje del centro. 
Un amigo, que jugaba para los Welders de Cardona, invitó a Gaston para que jugara con su equipo. Los Welders competían en la Spanish-American League, fundada en 1927, esta produjo a los grandes ligas Joel Hoerner y Gary Bell. 
Los Welders tienen una tradición de familia y lealtad. 
En 1920, Lupe Cardona abrió una tienda de herrería en el 1823 de South Brazos St., en San Antonio. Martin, el hijo de Lupe, quién a menudo apostaba a los Welders cuando Gaston estaba en la alineación, eventualmente se hizo cargo del negocio de la familia. Èl se lo pasó a John, quién administró a los Welders por 31 años. Y ahora, John Jr. está a cargo de la tienda. 
En Cardona Welding, reparan, arreglan, ajustan piezas. 
Justo lo que hizo Johnny Cardona cuando le entregó a Gaston sus primeros zapatos de ganchos. 
"La fotografía de Clarence está colgada en la oficina desde el momento en que me la dio", dice Cardona. 
¿Clarence Gaston? 
Nadie lo llama Clarence ahora, excepto el presidente de los Azulejos Paul Beeston. 
En la oficina de Cardona en South Brazos hay una fotografía de 15 por 40 pulgadas, con el autógrafo de Clarence Gaston, en la misma realiza una atrapada con el uniforme de los Padres de San Diego. La fotografía es la única en la pared, está enmarcada con un bate Adirondack que tiene 'C.Gaston' troquelado en el barril y en un Louisville slugger, con otra firma 'C.Gaston' en su barril. 
"Tengo enmarcados en la casa mi camiseta de los Azulejos de Cito Gaston y mi bate autografiado por los campeones de las Series Mundiales de 1992 y 1993", dijo Cardona. "No quiero que nadie me los robe". 
Cardona dice que Gaston no ha cambiado. 
"Cito es el mismo hombre tranquilo de cuando jugaba con nosotros". 
Cardona, quién ha visitado Toronto y Dunedin los dos últimos años, habla por teléfono desde su tienda cuando sus palabras se ahogan de repente. 
"Discúlpame", Cardona dice cuando el ruido disminuye. "Un muchacho está haciendo una soldadura". 
Dentro del baño de la tienda de Cardona hay fotografía de los Astros de Houston. 
"Los clientes me preguntan por qué tengo fotografías de jugadores mexicanos y de Cito en el frente y de los Astros en el baño", Cardona dice con una sonrisa. "Les digo que traeré a los Astros al frente cuando ganen una Serie Mundial". 
Cardona voló a Tampa hace dos años. Cuando llegó a Dunedin, los Azulejos estaban jugando. Se dirigió a la taquilla y le dijo a la mujer que él era "un amigo de Cito". 
"La dama llamó a Cito y Cito dijo: 'John Cardona puede venir las veces que quiera'" 
Si el scout de los Bravos de Milwaukee, Al Lamacchia hubiese realizado su ruta como la había planificado una tarde dominical nublada en marzo de 1964, podría no haber dos pendones de Serie Mundial colgando en el Rogers Centre. 
Con la amenaza de lluvia, Lamacchia optó por observar un juego más cercano, antes que manejar más lejos por el autopista para ver un juego que podría ser suspendido por lluvia. 
El scout detuvo su carro a un lado de la línea de tercera base en el Olmos Park para echar un vistazo. 
"Ellos tenían a este muchacho grande y flaco en el centro, lo vi perseguir una línea a su izquierda, atraparla y lanzar a segunda". Nos dijo Lamacchia hace unos años. "La primera vez, lo medí en 4.2 segundos de home a primera. Dos positivos. La segunda vez, largó un estacazo a nueve millas. Ahí fue donde me bajé del carro". 
Lamacchia descubrió un diamante en bruto en aquel diamante destartalado. Y Gaston no tenía 25 años como el resto de los peloteros. "Tenía cara de niño", dijo Lamacchia. 
Gaston, quién se había graduado en la secundaria hacía dos veranos, tenía 19 años y trabajaba con un camión de basura. 
"Si Al no se hubiera parado allí, nunca hubiéramos hallado a Cito", dice el embajador de los Azulejos Jim Fanning, quién, para la época era el director de scouts de los Bravos. 
Gaston, el muchacho grande con el bate explosivo, firmó aquella noche con los Bravos y jugó con Bobby Cox en el Austin AA, y brevemente con los Bravos, antes de ir a San Diego por seis temporadas. 
Regresó a los Bravos, ahora en Atlanta, en 1975. Como manager de los Bravos, Cox despidió a Gaston en la primavera de 1979 en West Palm Beach, Fla. 
"Nunca dije ni una palabra cuando Bobby me dijo que me estaba despidiendo, quería hacerlo, pero nunca lo hice", dice Gaston. "Me senté con mis lentes de sol puestos, nunca me los quité. Bateé sobre .300 esa primavera, pero me senté y escuché". 
"Nunca se deben quemar los puentes". 
En 1982, Pat Gillick empleó a Cox como manager de los Azulejos y Cox contrató a Gaston como instructor de bateo de los Azulejos. 
"He conocido a Cito durante casi toda mi carrera", dice Cox, quién también esta colgando sus zapatos de manager esta temporada. 
"Sentí que sería un gran coach por su ética de trabajo y resultó que fue un gran manager. Èl es clase a parte". 
Cox dijo que el no recordó haber despedido a Gaston tres primaveras atrás. "He tenido pocas de esas conversaciones a través de los años". 
Cuando el coach Clarence llegó a Dunedin, era conocido como Cito Gaston. 
Su barajita de 1969 de Topps #340 dice: "Clarence Gaston" como tambien dice en su Topps #208 de 1979 con los Piratas de Pittsburgh. 
En su primera barajita con los Azulejos, la foto del equipo, está identificado como Cito Gaston. 
¿Cómo Clarence se convirtió en Cito? 
Carlos Thompson le puso a Gaston el apodo en San Antonio porque pensaba que se parecía a un luchador mexicano llamado Cito. 
Gaston avanzó a otra esfera el 15 de mayo de 1989, sustituyendo a Williams con quién los Azulejos habían arrancado con marca de 12-24. En su primer juego como manager interino, Gaston llevó a los Azulejos a una victoria 5-3 sobre los Indios de Cleveland en Exhibition Stadium. 
Los Azulejos ganaron siete de sus próximos once juegos y el 29 de mayo, estando en Cleveland, Beeston y Gillick quitaron la etiqueta de "interino". 
Gaston era su hombre. 
La selección no fue sencilla. 
El coach de los Mets de Nueva York, Bud Harrelson, rechazó una entrevista con los Azulejos, dos semanas antes de la contratación de Gaston. 
El coach de los Medias Blancas de Chicago, Terry Bevington, el manager del Syracuse AAA Bob Bailor y el comentarista de los Yanquis de Nueva York, Lou Piniella también fueron entrevistados para el cargo. 
El dueño de los Yanquis, George Steinbrenner quería a dos del trío de David Wells, Duane Ward y Todd Stottlemyre para dejar ir a Piniella. 
"Este va por ellos", dice Gaston brindando con una cerveza después de un juego al comienzo de una serie en casa. 

Para entender a Gaston, se necesita saber de donde venía. 
Conocimos a la madre de Gaston en junio de 1989, después que se convirtió en el manager a tiempo completo de los Azulejos. 
Gertrude tuvo tres hijos con su primer esposo Russell Gaston: Mary, Marjorie y Clarence. 
Después que se divorciaron en Bakersfield, Calif., Gertrude regresó a San Antonio con su prole y después se casó con Sam Collins. Gertrude dio a luz a Mattie y unas gemelas, Bettie y Barbie. 
Sentada en su casa de Belmont Street, era obvio que Gertrude, una mujer alta, había dejado emerger sus expresiones faciales. La madre reía de corazón, como lo hacían Collins y Barbie, al leer los periódicos de Toronto del día anterior. 
Su Clarence iba a tener que "hacerse duro y patear traseros", así lo leyeron, ahora que reemplazaría a Williams como manager. 
Clarence Gaston: ¿pateador de traseros? 
"Nunca importaba cuan cansado podía estar, cuando regresaba a casa él animaba a todo el mundo", dice Barbie. 
"Me agarraba por un brazo y una pierna cuando era una niña, me daba vueltas y vueltas hasta que me mareaba". 
Gertrude iba a la iglesia East St. John tres veces a la semana, allí era la secretaria de la iglesia, lider de los monaguillos y enseñaba en la escuela dominical. 
Ahora, Gertrude ha fallecido. 
Marjorie murió en 1989, Mary dos años después…y Mattie el año pasado. 
Bettie y Barbie todavía viven en San Antonio. 
Nuestro viaje a San Antonio incluyó una visita a Lambert Field con Chon Cantu (antíguo manager de los Welders) y Cardona. 
"Mira hacía allá, no hay cerca", dijo Cantu. "Los jardineros le jugaban a Clarence en los árboles, Clarence bateaba la pelota sobre los árboles". 
Ambos se alternaron contando historias de Gaston, los Welders de Cardona, y los enfrentamientos ante los odiados Indians de Kerville. 
Y entonces silencio. 
Nos volteamos. 
Un hombre sacó su pañuelo para secarse los ojos 
El otro tenía lágrimas en las mejillas. 
Ninguno pudo continuar. 
Cardona dice que él y Gaston siempre hablan de "los buenos viejos tiempos", cuando jugaban juntos. 
"Del equipo en el que Gaston solía jugar hemos perdido a siete muchachos. El mes pasado, Johnny Villeneuva, mi tercera base, murió", dice Cardona. 
"Antes que él murió Joe Guerrero, mi pitcher estrella". 
Cardona habla de un shortstop, un neoyorkino, destacado en Fort Sam Houston, Ron Thomas, quién jugó en 1960-62 antes de completar el servicio militar.
Thomas es fanático de los Yanquis, va al Bronx con regularidad. Cardona le preguntó si había visto jugar a los Azulejos. Thomas dijo que si y la conversación se desarrolló así: 
"¿Viste a Cito?" 
"¿Qué Cito?" 
"Cito Gaston, de nuestro viejo equipo". 
"No me digas que Clarence Gaston es el manager de Toronto". 
"Si, nuestro Cito". 
Cardona tiene 75 años. 
Tiene vívidas sus memorias. 
También tiene metas. 
"He estado en el beisbol amateur manejando un equipo o como ejecutivo por 56 años", dice, alza la voz. "Hay una cosa que quiero hacer antes de morir". 
"Quiero que la ciudad de San Antonio le de el nombre de Cito a alguno de sus lugares. Presiono a la ciudad todo el tiempo. Todo lo que dicen es, 'Mañana, mañana'". 
Cardona sugirió nombrar la calle detrás de su tienda, o la vía que lleva al Wolf Stadium, casa del equipo AA Missions de San Antonio, Cito Gaston Way. 
"Parques y recreación nombrarán un nuevo parque con el nombre de un don nadie, ¿Por qué no Cito?", pregunta Cardona. 
Gaston no ha sido ignorado completamente por su ciudad natal, en 2006 fue inducido al Salón de la Fama de los Deportes de San Antonio, junto con Bob Bass y Sean Elliot de los Spurs de San Antonio, el antíguo mariscal de campo de los Sooners de Oklahoma Thomas Lott, Mary Nan West de San Antonio Livestock Association, y el antíguo tercera base de los Filis de Filadelfia Pinky Whitney, quién jugara 14 temporadas en las Grandes Ligas. 
"Me paré frente a la placa de Cito y lloré mientras la leía", dice Cardona. "Decía 'Jugó para los Welders de Cardona'. Mi nombre está en el Salón de la Fama de San Antonio". 
"Mis nietos y sus nietos pueden ir y leerlo". 

Gaston de 66 años, no está seguro de cómo reaccionará el miércoles, cuando será homenajeado por los Azulejos, antes de su último juego en casa como manager del equipo. 
"No me han dicho lo que han planeado", dice. 
"He llorado al escuchar a Tony Fernández, es muy sincero", agrega Gaston. 
"Podrían traicionarme las lágrimas". 
Con 13 años dirigiendo a los Azulejos y otros 10 como su coach de bateo, a Gaston le está permitido reaccionar como prefiera. 

Los mejores 5 momentos de Cito. 
1. La temporada de 1989. 
Hablar de los Azulejos con registro de 12-24, alcanzar a los Orioles para ganar la división Este de la Liga Americana en el juego 161 con un rally de tres carreras en el octavo inning contra Baltimore. Luego de comenzar el inning con dos boletos, Gaston ordenó el toque con Lloyd Moseby para adelantar los corredores. Mookie Wilson y Fred McGriff empujaron carreras con sencillos antes que George Bell trajera la rayita ganadora con elevado de sacrificio. 
2. El jonrón de Roberto Alomar en el cuarto juego de la Serie por el Campeonato de la Liga Americana en 1992. 
Dennis Eckersley terminó el octavó inning de los Azulejos ponchando a Ed Sprague, luego simuló disparar una pistola imaginaria hacia Sprague y el dugout de los Azulejos. Devon White inició el noveno con sencillo y Alomar descargó un jonrón de dos carreras por la derecha el 11 de octubre. Los Azulejos ganaron en 11 innings para ponerse arriba 3 juegos a 1. 
3. La apertura de Dave Stewart en el sexto juego de la serie por el Campeonato de la Liga Americana en 1993. 
Stewart lanzó 7.1 innings y permitió dos carreras, cuatro imparables y cuatro boletos mientras los Azulejos vencían 6-3 a los Medias Blanca de Chicago en Comiskey Park el 12 de octubre para avanzar a la Serie Mundial. Stewart ganó el premio al Jugador Más Valioso de esa serie. 
4. El jonrón de Joe Carter en el sexto juego de la Serie Mundial de 1993. 
Match Williamas hizo lucir mal a Carter con un mal swing para llevar la cuenta a 2-2. Carter bateó el próximo envío de línea sobre la barda de la izquierda para un jonrón de 3 carreras el 23 de octubre, la primera vez que un equipo que va perdiendo el juego, ha ganado la serie con un swing. 
5. El doble de Dave Winfield en el sexto juego de la Serie Mundial de 1992. 
Después que los Bravos anotaron en el noveno ante Tom Henke, el roletazo caliente de Dave Winfield pegado a la almohadilla de tercera base pasó a los jardines y permitió las carreras de White y Alomar para que los Azulejos vencieran a los Bravos, el 24 de octubre, 4-3 en 11 innings. 

Los peores 5 momentos de Cito. 
1. La Serie por el Campeonato de la Liga Americana de 1985. 
Los Azulejos ganaban la serie 3 juegos a 1 a los Reales de Kansas City, era el primer año que la Serie por el campeonato de la Liga Americana se cambió de 5 a 7 juegos. Danny Jackson ganó el quinto juego para los Reales en Kansas City, Mark Gubicza ganó 5-3 en el Exhibition Stadium y los Reales ganaban 2-1 el séptimo juego cuando Jim Sundberg bateó un triple de 3 carreras a Dave Stieb para que los Azulejos perdieran 6-2. 
2. La recta final de 1987. 
Los Azulejos ganaron los primeros tres juegos de una serie de cuatro contra los Tigres y estaban a tres outs de ponerse a 4.5 juegos faltando seis juegos. Pero Kirk Gibson jonroneó ante Tom Henke y bateó el hit de ganar ante José Nuñez en el undécimo para recortar la ventaja a 2.5 juegos. Los Azulejos perdieron tres seguidos en Milwaukee y tres seguidos en Detroit. 
3. La Serie por el Campeonato de la Liga Americana de 1989. 
Cuando Gaston se encargó del equipo estaban doce juegos por debajo de .500, los Azulejos terminaron 17 juegos por encima de .500. Pero enfrentaron a los Atléticos "cansados, mi equipo lo dejó todo para alcanzar a Baltimore". Los Atléticos ganaron en cinco juegos. 
4. La Serie por el Campeonato de la Liga Americana de 1991 
Los Azulejos eran favoritos para vencer a los Mellizos. El nudillista Tom Candiotti lanzó más curvas que nudillos en el juego 1 y obligó a Gaston a sacarlo. Henke era el relevo intermedio y venía de una lesión. Mike Pagliarulo jonroneó ante Mike Timlin en el décimo inning para ganar el tercer juego en el SkyDome y los Azulejos perdieron los próximos dos juegos. 
5. El 24 de septiembre de 1997 
La primera vez que Gaston fue despedido. El gerente general Gordon Ash le dio la noticia. Mel Queen dirigió los últimos cinco juegos. 
El equipo de todos los tiempos de Cito 
Pitcher derecho: David Cone. Pitcher zurdo: Jimmy Key 
Pitcher relevo: Duane Ward o Tom Henke 
C: Pat Borders 
1B: John Olerud 
2B: Roberto Alomar 
3B: Ed Sprague 
SS: Tony Fernandez 
Jardineros: George Bell, Devon White, Joe Carter 
Bateador designado: Paul Molitor o Dave Winfield 

Traducción: Alfonso L. Tusa C. 




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RECORDANDO AL GRAN THURMAN MUNSON‏

El 2 de agosto (1979) el mundo del béisbol se pintó de luto con la muerte del recepetor de los Yankees, Thurman Lee Munson a los 32 años de edad. La gran perdida la ocasionó un accidente de avión el cual Munson piloteaba. Su primer logro importante de su carrera ocurre en 1970 cuando es nombrado Novato del Año, bateó para 302 en 132 partidos. Posteriormente su gran carisma y un juego agresivo detrás del plato llevó a los Yankees a la postemporada en 1976, no lo lograban desde 1964.
 
En la Serie Mundial del 1976 contra los Rojos de Cincinati bateó para 529 demostrándole a la nación la clase de bateador que era. En 4 partidos que participó, tuvo 17 turnos, 9 hits, 2 anotadas, 2 dobles y 2 impulsadas. Durante la temporada regular promedió 302, 105 impulsadas, 186 hits, 17 jonrones y se robó 14 bases en 616 turnos al bate, numeros para ser nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Además durante esta temporada fue nombrado Capitán del Equipo, el primero desde Lou Gehrig.
 
Ganó tres Guantes de Oro consecutivos (1973-1975), su carrera se extendió durante 11 años, bateando 292 de por vida, 7 Juegos de Estrellas (1971-73-74-75-76-77-78), comenzó catcheando en tres (75-76-77). Visitó (3) Series Mundiales (1976-77-78), fue el primer Yankee desde Joe Dimaggio en impulsar (100) carreras y batear (300) en tres temporadas consecutivas (1975-1977).

 


Andrew “Rube” Foster ,verdadero pionero de las ligas Negras

Andrew “Rube” Foster nació en Calvert,Texas el 17 de septiembre de 1879. Su padre(adoptivo), también llamado Andrew, fue un reverendo y anciano de la local de American Methodist Episcopal Church. Mientras que su madre era una mujer respetuosa de Mississippi.Especulaciones sólo existe en cuanto a la razón del cambio en el nombre de Andrew A pesar de ser un miembro de la primera generación afro-americana que nació libre de la institución abominable de la esclavitud, la infancia de Foster era difícil y él y su familia buscaron todos los beneficios de la ciudadanía frente a los prejuicios existentes en esa época. Aunque Foster fue el cuarto de los niños de la familia, sólo él y dos de sus hermanos, Christiana (nacido en 1877) y Johnson (nacido en 1884) sobrevivieron hasta la edad adulta. La vida de los otros hermanos Foster fueron tomadas por la tuberculosis, una enfermedad que, sin duda, impactó en la juventud de Andrés y su pasión por el béisbol. Los médicos durante la infancia de Foster en realidad sentían que pasar tiempo al aire libre era la única manera para evitar la captura de la tuberculosis, la creencia de que sólo se confirmó interés de Foster en el béisbol.

Foster comenzó su carrera en el béisbol cuando era adolescente, dejando a la escuela después del octavo grado para tratar de ganarse la vida en el béisbol. Empezó a lanzar para los locales Chaquetas Amarillas Waco, una organización independiente afro-americanos del club. En 1902, Foster se unió a los Gigantes de Chicago de la Unión, de propiedad y gestión de Frank Leyland, los Gigantes de la Unión fue quizás el mejor equipo de negro en el medio oeste. Curiosamente, la primera aparición de Foster de Chicago no fue como lanzador, sino más bien como un bateador emergente. Foster, tuvo problemas en su temporada como profesional primero, y obtuvo su liberación del club, y luego de firmar con un semi inter-racial -equipo profesional en Otsego, Michigan.

Durante la temporada de 1904, Foster ganó 20 juegos en contra de toda la competencia (entre ellos dos juegos sin hit) y perdió seis.

Fue en Otsego donde Foster primero mostró su enorme capacidad, debido a su éxito en Otsego, Foster se unió al X-Gigantes para el inicio de la temporada 1903, e inmediatamente se convirtió en el lanzador as. En su primera temporada completa con el club, Foster ayudó a los X-Gigantes al campeonato de béisbol negro, derrotando a su futuro equipo, los Gigantes de Filadelfia. Mientras que la reputación de Foster como un lanzador excepcional comenzó a extenderse, las hazañas e historias que rodean la imposición de sus 6 ‘ 2 ” de estatura y 200 libras de peso, conviertieron al lanzador derecho en una leyenda.. Foster fue acreditado con un récord de 51-4 en la temporada 1905, aunque la evidencia para probar tal registro llamativo es confuso .

John McGraw, director de los magníficos Gigantes de Nueva York, supuestamente busco a Foster para instruir a los lanzadores de Nueva York. “Rube” supuestamente enseñó el futuro ganador de 400 juegos Christy Mathewson a lanzar la pelota. Si bien los cuentos alrededor de las hazañas de Foster puede ser de ficción, que sin duda se ganó el respeto de sus compañeros peloteros. Chance Franck, de los Cachorros de la fama, dijo de Foster “es el producto más acabado que he visto en la caja del lanzador”, mientras que Honus Wagner sugiere que Foster, era “uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos”.

Foster se casó con Sarah, con quien tendría dos hijos. Existe poca información sobre el matrimonio Foster, la mayoría de las biografías de Foster simplemente no hacen mención de su familia. El certificado de matrimonio de Rube y Sara todavía no se ha encontrado, así que no podemos tener la certeza de dónde o cuándo se casó con ella, pero parece probable que la boda tuvo lugar, ya sea en Texas o Illinois, ya sea en 1909 o 1910. Su esposa sabía muy poco sobre la carrera jugando Foster o empresas de béisbol y de negocios, porque no era un fan del juego mismo.

Asumiendo el cargo de manager-jugador de los Gigantes de Leland en 1907, Foster y su actuación de pitcheo ayudaron a los Gigantes a ganar un fenomenal 110 juegos y para capturar para la ciudad de Chicago el título de liga. Como gerente, Foster era famoso por su uso de “intimidación, la psicología, la velocidad y el toque de bola y de ejecución.” Por desgracia, Foster sufrió una lesión en la pierna durante la temporada de 1909, y tuvo que sentarse en el juego decisivo para el campeonato , dando lugar a una derrota de sus Gigantes. Sin embargo, los años de aspirar el campeonato no habían terminado, y trató de arrebatar el control de los Gigantes de Frank Leland durante la temporada baja 1909-1910. Foster, se separó de Leland y decidió formar su propio equipo para la temporada 1910. Él firmó los jugadores de los antiguos gigantes de Leland y los Gigantes de Filadelfia para formar a los Gigantes Americanos de Chicago. Con estrellas como John Henry Lloyd, la colina de Pete, y Home Run Johnson, Foster consideró que esto era “el talento más grande del béisbol se haya reunido jamás.”.

Foster Se las arregló y lanzó para los Gigantes, los lleva a un sorprendente record 128-6 . En la siguiente temporada de 1911, Foster buscado y obteniendo una alianza con el hijo del propietario de los medias Blancas Charles Comiskey, Schorling John. Schorling acordó permitir que el equipo de Foster jugara en el parque de los Medias Blancas,el viejo estadio del Sur, a través de esta alianza y la gestion de Fostery sus habilidades ,los Gigantes Americanos de Chicago se convirtió en el equipo negro de béisbol más destacados.

En 1915, Foster estaba lanzando muy poco, y comenzó a concentrar sus esfuerzos exclusivamente en la operación de los Gigantes.El equipo ganaba campeonatos seguidos y Foster tenia una gran reputacion de buen dirigente. Sin embargo, a pesar de todo su éxito personal, Foster cuenta de la clara falta de un campeonato nacional de béisbol negro y la falta de una liga nacional de béisbol negro.

Foster comenzó a tantear el terreno a otros propietarios , durante la década de 1910, pero pareció que los propietarios no pudieron llegar a ningún tipo de acuerdo. En 1919, Chicago fue en medio de violentos disturbios raciales que sólo demostró además para el Fomento de la necesidad de mejorar en la vida afroestadounidense, Foster se solidarizó con sus compañeros de los afro-americanos que se sentían maltratados a manos de los estadounidenses blancos. Los disturbios raciales estimularon a Foster para impulsar finalmente a través de la formación de una Liga Nacional Negra. Reunió a todos los propietarios en conjunto de Kansas City en la YMCA, y ayudó a negociar un acuerdo entre los propietarios.

la Liga Nacional negra fue fundada en 1920, a través de los esfuerzos incesantes de Foster, que había ayudado a formar la primera liga de béisbol negro. miembros iniciales de la nueva liga incluía equipos de Dayton, St. Louis, Detroit, Kansas City, Cincinnati, Indianápolis, y Foster con su propio equipo en Chicago. Elegido el primer presidente y el tesorero de la liga, Foster continuó dirigiendo a los Gigantes Americanos de Chicago, dando lugar a algunas quejas de que él se inclinaba las listas en su favor. Sin embargo, Foster era un líder muy respetado que se volvió la liga Negra de béisbol en una empresa exitosa, y su devoción a la liga fue increíble, y que a menudo ayudó a los equipos en las finanzas de los pobres a cabo mediante el pago de su nómina de su propio bolsillo.

Equipos como los Gigantes Americanos de Chicago y Kansas City Reyes a menudo eran más rentables que los equipos de béisbol blanco, lo que contribuyó a propagar ligas de béisbol negro en el sur y el este.

Si bien podemos decir que Jackie Robinson es considerado por muchos como el afro-americano que tuvo el mayor impacto en la integración del béisbol. Esta opinión es, por supuesto, comprensible, ya que Robinson rompiera la barrera del color en 1947 y es bien conocido en círculos muy lejos de béisbol.Pero tal vez la persona con el mayor impacto sobre los afro-americanos de béisbol es Andrew “Rube” Foster, considerado no sólo como uno de los mejores lanzadores y los gerentes de principios del siglo XX, sino también el arquitecto de la Liga Nacional Negra.

la vida de Foster en el béisbol ayudó a revolucionar el juego.

Foster murio el 9 de diciembre de 1930, Foster es enterrado en el cementerio de Lincoln en Blue Islands,Illinois .

En 1981, Foster fue elegido al Salón de la Fama. Él fue el primer representante de las Ligas Negras elegido como un pionero o un ejecutivo.

El 30 de diciembre de 2009, la oficina del Servicio Postal anunció que tenía previsto emitir un par de sellos en honor de Las ligas Negras de Béisbol . Foster fue ofrecida más adelante en un sello conmemorativo de primera clase que incluye su nombre y las palabras “Ligas negras de beisbol”.

 

Rube Foster

René González fue un Gigante en el Caribe......‏

 

El Cubano René González fue uno de esos peloteros que se encargo de "aterrorizar" a todas las ligas del Caribe donde jugo en las décadas de los 40 y 50tas. Sin temor a equivocarnos podemos decir que el "Gigante" Cubano ha sido uno de los mas poderosos que ha salido de la "Perla Antillana".
        En la temporada 50-51 de la liga profesional de Venezuela, Gonzalez es contratado por el equipo "Venezuela" del conocido comerciante y promotor deportivo Jose Antonio Yanez (Yanesito), quien trajo también a sus compatriotas Carlos Colas (receptor),Juan Noble,Martimon Garay y los lanzadores Santiago Ulrich y Anibal Navarrete (El Satchel Paige Cubano).
      René González se convierte de inmediato en la sensacion del campeonato gracias a sus potentes batazos y capacidad de traer corredores a la goma.
       La mejor actuación del "Gigante" Cubano fue un domingo 28 de enero de 1951,ese día batea de 4-4 e impulsa 4 carreras,conecta su décimo jonrón empatando con Frank Mancuso el liderato de cuadrangulares de dicho torneo.
       Esa temporada Gonzalez establece un nuevo record para la época con 57 carreras producidas para home y queda campeón jonronero empatando con Mancuso. Gran debut y actuación de Rene Gonzalez en Venezuela.
      El 6 de diciembre de 1950 es testigo de la extraordinaria actuación de su compatriota Carlos "Suset" Colas en el estadio del Cervecería Caracas (nocturno). Colas batea tres triple en un juego y Gonzalez ese día alinea de cuarto bate y precede a Colas en la alineación. Ese juego fue contra el equipo "Vargas".
      A pesar de la falta de documentacion sobre el béisbol romántico de esa época en especial, esto es lo que conseguimos sobre Rene Gonzalez, esperemos que sea del gusto y del agrado de los fanáticos del viejo béisbol:
     René González fue uno de los máximos exponentes cubanos. En la Liga Mexicana aparece entre los mejores bateadores de todos los tiempos con .328 de porcentaje. Durante nueve temporadas tuvo una brillantísima actuación en el circuito veraniego, con ocho de ellas superando los .300 de porcentaje.

       Su llegada al beisbol mexicano se dio en 1947 para vestirse el uniforme de los Tuneros de San Luis, pero su consagración se dio en 1951 conquistando el liderato de producidas con 79 compañeros remolcados al plato. Posteriormente tuvo una racha sensacional al ganar el título de bateo por tres años consecutivos, vistiendo el uniforme del Aguila.
En 1952 tuvo una temporada estupenda haciéndose acreedor a la triple corona de bateo con el equipo veracruzano. Sus cifras incluyeron .370 de porcentaje con 21 cuadrangulares y 84 carreras impulsadas. Todavía se dio tiempo para obtener otros dos lideratos a la ofensiva. En 1953 fue campeón productor con 63 remisiones al pentágono y al año siguiente obtuvo el cetro jonronero con 21 cañonazos a la tierra de nadie.  El afamado inicialista fue inmortalizado en 1993 y es uno de los ídolos legendarios de la pelota Mexicana.
   El lnicialista cubano que destacó en el beisbol azteca jugando nueve temporadas en el circuito de verano y dos en la Costa del Pacífico. Se caracterizó por su gran poder con el bate y por ello se convirtió en ídolo de la fanaticada en todos los clubes con los que alineó.
En 1947 se inició en la Liga Mexicana con los Tuneros de San Luis y a media temporada lo contrató el Veracruz.
Al año siguiente jugó con los Alijadores de Tampico y los Rojos del México, donde siguió demostrando su poder a la ofensiva. En 1949 volvió al San Luis y siguió imponente con el tolete bateando para .357.
Las temporadas de 1952, 53 y 54, jugando con el Águila de Veracruz fueron las de su consagración, al haber logrado en forma consecutiva los campeonatos de bateo de la Liga Mexicana y en 1952 la triple corona. 
Ocho de las nueve temporadas que jugó en el verano bateó arriba de .300, fallando únicamente en 1956, cuando participó con los equipos Nuevo Laredo y Monterrey, consiguiendo solamente .257.
En el libro de récords aparece con 956 hits conectados, con 170 dobles, 131 cuadrangulares y .328 de bateo global. 
En el circuito de invierno jugó la temporada 1953-54 bajo las órdenes del inmortal Melo Almada, con el equipo de Navojoa. Al año siguiente empieza nuevamente con los Mayos y termina con Tomateros de Culiacán.
Estos fueron sus números: 153 juegos, 591 veces al bate, 188 hits, promediando .314 como porcentaje de bateo en su primer año y .323 en el segundo. Retirado del beisbol se fue a su natal Cuba, donde los últimos años de su vida estuvo rodeado de familiares y amigos.   
   Uno de los momentos raros y emocionantes en la historia del béisbol mexicano aconteció el 10 de agosto de 1951, con René González recibiendo base intencional con la casa llena. 
El especial momento tuvo como escenario el parque Delta de la ciudad de México, en un encuentro nocturno entre los Azules del Veracruz que comandaba el magnate Jorge Pasquel y los Tuneros de San Luis, donde jugaba el espectacular cubano. 
La temporada fue dividida en dos mitades y los Tuneros ya habían ganado la primera de ellas, por su parte, los Azules peleaban arduamente en la segunda mitad tratando destronar a los Algodoneros del Unión Laguna que punteaban la liga. 
El duelo tuvo frente a frente a dos estupendos lanzadores. Por Los Tuneros subió al cerrito Francisco "Panchillo" Ramírez, para enfrentar al norteamericano Rufus Lewis, que lanzaba por los Azules. 
Estos se habían puesto arriba en el marcador con cuadrangular y sencillo impulsador del sonorense Angel Castro y para la cuarta entrada Panchillo era explotado del montículo con dos carreras. 
Una de ellas gracias a un toque perfecto de squezze play, realizado por Felipe "La Muñeca" Iturralde 
Los Azules ampliaron su ventaja en la sexta entrada con un rallie de cuatro carreras, despegándose en el marcador 8-0.
Alejandro Crespo y Pat Scantlebury conectaron imparables impulsadores aumentando la diferencia.
San Luis se acercó 8-1 en la octava entrada, entrando a relevar Juan "Bibi" Crespo, en lugar de Lewis, a quien le habían llenado la casa 
El gigantesco cubano René González hizo su aparición en el pentágono para enfrentar a Crespo y fue entonces cuando el manager Jorge Pasquel ordenó base por bolas intencional a pesar de tener el lunetario completo. 
El controvertido magnate decidió regalarle una carrera de "caballito" a los Tuneros, evitando un mayor acercamiento en caso de recibir un jonrón con la casa llena. 
El catcher Ramón Bragaña miró varias veces a la caseta, pero el coach Angel Abreu salió al terreno para ratificarles que Pasquel quería una base internacional con la casa llena.
"Increíble", dijo Bibi Crespo, el lanzador, pero Bragaña lo instó a cumplir la orden para no desatar la furia de Pasquel. 
Al final los Azules ganaron 8-5, pero fue así como los aficionados tuvieron la oportunidad de presenciar el único caso en la historia de la Liga Mexicana en que ha regalado base estando la casa llena.
   René González se destaco en todas las ligas donde jugo. Hizo su debut en las Ligas negras en 1950, donde apareció en una sola temporada para Los New York Cubans, fue un consistente bateador de 300 . Jugo en Cuba, Venezuela ,Nicaragua, aseries del Caribe, EE.UU hasta 1958.
   Nació el 6 de octubre de 1923 y falleció en su querida Cuba el 9 de mayo de 1982.
 

 


   René González


Mariano Duncan: Un intermedista con grandes conocimientos del juego

 

Mariano Duncan nació el 13 de marzo de 1963 en San Pedro de Macorís, y jugó en las mayores como segunda base y campocorto a lo largo de 12 temporadas como jugador profesional.
Firmó originalmente con los Dodgers de Los Angeles como agente libre el 7 de enero de 1982, y jugó en el sistema de ligas menores durante tres temporadas destacándose por su velocidad consiguiendo 56 robos en 1983 y 41 en 1984. Hizo su debut en las mayores en 1985, año en que inició como segunda base regular del conjunto desde el mismo primer día y logró estafarse 38 bases. Esa temporada ocupó el tercer puesto en las votaciones para Novato del Año de la Liga Nacional.
Sin embargo su confianza fue afectada en los años siguientes, al punto que fue enviado a las menores en 1987. Regresó nuevamente a las mayores en 1989 como utility, para posteriormente ser cambiado a los Rojos de Cincinnati.
Con su nuevo equipo se convirtió en el segunda base titular durante la campaña de 1990, logrando el liderato de triples de la liga con un total de 11 y alcanzando su primer título de Serie Mundial. Al año siguiente fue enviado a los Filis de Filadelfia y se desempeñó en varias posiciones defensivas dentro del conjunto, la mayoría del tiempo como regular.
Su tiempo de juego disminuyó cuando los Filis consiguieron el título de la Liga Nacional en 1993, pero se mantuvo como un jugador de reserva desempeñando un buen papel. En 1994 fue movido a la antesala pero fue electo para participar en el Juego de Estrellas defendiendo la segunda almohadilla. Fue su única aparición en el clásico de mitad de temporada.
Se mantuvo como jugador de respaldo en el conjunto y fue cambiado más tarde a los Rojos durante la campaña de 1995. Firmó con los Yanquis como el segunda base titular en 1996 y terminó con promedio de .340 para el conjunto, que se alzó con el título de la Serie Mundial. Luego de perder su puesto como regular en 1997, Duncan se quejó y fue enviado a los Azulejos de Toronto antes de terminar esa temporada. No tuvo mucho éxito y decidió probar suerte en Japón al año siguiente.
Durante sus 12 campañas como profesional vio acción en 1,279 partidos, acumulando 4,677 turnos en los que conectó 1,247 hits, 233 dobles, 37 triples y 87 jonrones, acumulando promedio de bateo de .267. Terminó con un total de 491 remolcadas, 619 anotadas, 174 robos y 201 transferencias recibidas.
Tras terminar su carrera como jugador, empezó a desempeñarse como coach de primera y tercera tanto en ligas menores como en las mayores con los Dodgers de Los Angeles.
Logros
Ganó la Serie Mundial junto a sus respectivos equipos en 1990 y 1996
Participó en el Juego de Estrellas por la Liga Nacional en 1994
Encabezó la Liga Nacional en triples en 1990

 

Tony fue un grande del campocorto‏

 

   En  Venezuela siempre se pone a colación el tema de los buenos campocortos. Nuestros peloteros han brillado en esa posición. Desde Carrasquel,Aparicio,Concepcion,etc, y tantos otros nombres que hicieron del shorstop una arte.
    En infinitas ocasiones este tema ha sido motivo de discusión y polémica,porque es inagotable. Muchas veces nos olvidamos de los peloteros de otros países latinos que han brillado en las paradas cortas.
    la República Dominicana ha dado para las grandes ligas también una cantidad importante de campocortos de envergadura. si bien es cierto que el grueso de sus importantes peloteros han destacado mas en otras posiciones,también lo es que los contados shortstop han sido de tremenda factura y calidad.
     Tony Fernandez ha sido para este servidor uno de los mejores que he podido observar en un diamante de pelota. Fernandez fue un pelotero que se lucio con su gran defensa. En la década de los 80 sin duda fue uno de los mejores,tanto defensivamente como aportando con su bate.
   Bateaba desde ambos lados del plato, tenía una gran velocidad, contaba con un guante excepcional y era extremadamente paciente en el plato. Fue uno de los mejores campocortos de su época tanto a la ofensiva como en la defensa.
Octavio Antonio Fernández Castro, mejor conocido como Tony Fernández, nació el 30 de junio de 1962 en San Pedro de Macorís. En 1974, cuando apenas tenía 12 años de edad, captó poderosamente la atención del dirigente Tony LaRussa por su talento a tan corta edad. Sin embargo fue a través del escucha de los Azulejos Epy Guerrero que ingresó al béisbol organizado de los Estados Unidos, y fue firmado como agente libre.
Fernández fue subido a las mayores en 1983 y ya para 1985 era el campocorto titular del equipo. Fue una pieza clave para que el equipo lograra ese año su primer título de división, y en los siguientes años mantuvo su consistencia convirtiéndose en una de las estrellas del equipo, promediando cerca de 600 turnos de manera consistente.
En 1986 fue el líder entre los campocortos de la Liga Americana en outs sacados y en porcentaje de fildeo, y se convirtió además en el primer jugador de los Azulejos que logra una temporada de 200 hits, estableciendo también una marca de las mayores en ese momento como el campocorto con más hits conectados en el Siglo XX, tras lograr 212 de sus 213 imparables jugando esa posición.
Además de su gran talento, era un caballo de batalla. Jugaba con frecuencia sufriendo lesiones, y durante un momento de su carrera jugó en 403 partidos consecutivos estableciendo una marca para los Azulejos.
En 1987 sufrió una lesión de codo cuando restaban pocos días para terminar la temporada regular, lo que afectó bastante su juego la temporada siguiente. En 1989 recibió un bolazo en la cara de parte de Cecilio Guante tras conectar un jonrón con las bases llenas entradas antes. Regresó a la alineación del equipo luego de una cirugía reconstructiva en la cara y disparó un total de 11 jonrones, la mayor cantidad de su carrera.
Antes de iniciar la campaña de 1991, Fernández fue cambiado a los Padres de San Diego. Jugó dos buenas temporadas con el equipo y luego se unió a los Metros de Nueva York antes de iniciar la campaña de 1993. Inició la temporada con números por debajo de lo acostumbrado por lo que fue enviado a los Azulejos nuevamente. Jugó de manera impresionante durante el resto de la campaña y fue una pieza clave para que los Azulejos alcanzaran y ganaran la Serie Mundial. En la serie, Fernández remolcó nueve carreras estableciendo una marca en carreras impulsadas por un campocorto.
En 1994 jugó con los Rojos de Cincinnati defendiendo la tercera almohadilla, y en 1995 defendió la segunda base militando con los Yanquis de Nueva York mientras el prospecto Derek Jeter se preparaba para jugar con el equipo.
Sufrió una lesión en el codo que lo obligó a perder la temporada de 1996. Tras recuperarse firmó con los Indios de Cleveland en 1997 y llegó con el equipo a la Serie Mundial, pero cayeron ante los Marlins tras un error de Fernández en el séptimo encuentro que puso en base la carrera que más tarde le dio el título al conjunto de Florida.
En 1998 regresó a Toronto como utility del infield. Logró promedio de .321 y se ganó un nuevo contrato para jugar en la tercera base del equipo al año siguiente, en el que volvió a batear por encima de .300.
Durante la campaña del 2000 se fue a la Liga de Japón para jugar con los Leones de Seibu, y regresó a las mayores en el 2001 con los Cerveceros de Milwaukee pero regresó a Toronto esa misma temporada, que fue su última como jugador.
Fernández terminó su carrera con promedio de .288 en 2,158 partidos, y bateó para .327 de por vida en postemporada.
   Gustavo Hidalgo

 

RICARDO CARTY – SU CARRERA Y SUS PERCANCES‏

RICARDO CARTY – SU CARRERA Y SUS PERCANCES
Edwin “kako” Vázquez
Escritor e Historiador Deportivo
Edwinvazquezpr@yahoo.com
Edwin Cuando se comenta sobre peloteros nacidos en la República Dominicana una luz hace intermitencia sobre el nombre de Rico Carty. Carty un peloterazo desde a la "A" hasta la "Z" no las tuvo todas consigo a través de su carrera como beisbolista de las Grandes Ligas teniendo una serie de percances. Sus mejores años los tuvo con los viejos Bravos de Milwaukee, ya que en cada día pudo romper sus excesos, excesiva gloria o excesiva adversidad.


Al entrar de lleno en su vida como pelotero de Grandes Ligas vemos como en 1967, su segunda temporada con los Bravos de Atlanta participó lesionado y su promedio ofensivo fue de .255, el más bajito de su carrera. En la siguiente temporada nuestro amigo Carty se enfermó de tuberculosis y tuvo que ser internado en un hospital de la Florida, por algún tiempo. De esta manera comenzaban las pesadillas de los infortunios para este gran jugador que supo vencer los obstáculos y tejer su gran carrera como pelotero del circo mayor.


Después de su enfermedad, regresó triunfante al béisbol en 1969, castigando la "pelotita blanca" al son de .342, siendo la chispa que el mes de septiembre llevó a los Bravos de Atlanta la Serie Final contra los Mets de Nueva York. Carty no se amilanó y en 1970 tuvo su mejor campaña en las Grandes Ligas ya que fue el líder de bateo de la Liga Nacional con un promedio de .368 el más alto desde que Ted Williams, resultó ser el Campeón Bate de la Liga Americana en 1957.


Uyyyyyy amigos en 1971, en 1971 siguiendo un bombo de "Foul" durante un partido de la Liga Dominicana de Invierno chocó con "Matty" Alou y se lesionó la rodilla izquierda. Su mala suerte no lo abandonó cuando un restaurante de asar carnes que había montado en Ottawa, fue destruido por un fuego. Un problema con la policía le causó más daños, que el propio siniestro. Sin embargo mediante una investigación los tres policías envueltos en el altercado fueron expulsados por las autoridades de Atlanta.


Conocido por "El Gran Muchacho" Ricardo supo ganarse el cariño de la afición de Atlanta. Cuando su nombre falló en aparecer en la boleta del Juego de Estrellas de 1970, en la boleta de los jugadores apareció su nombre que no estaba oficialmente en la misma, consiguiendo entonces obtener amplia votación para abrir el juego. Toda esto se debió a la persistencia de sus seguidores que estuvieron de acuerdo sin organización para no olvidarlo y darle la oportunidad de aparecer en el clásico y ganar el derecho de abrir el choque anual.


Por si no lo sabían amigos lectores, Carty comenzó en el béisbol como receptor dentro de la pelota profesional. Después de actuar una temporada completa en esta posición la alta gerencia le indicó que sería removido a otra posición para aprovechar más su ofensiva. Luego de ser removido tuvo una temporada de ensueño con .327 de promedio y 27 cuadrangulares en Austin, Tejas. De esta manera los Bravos de Atlanta lo reclamaron convirtiéndolo en jardinero en 1964.


El chico de la República Dominicana se puso las pilas y respondió bateando para promedio de .320 con 22 cuadrangulares. En esa temporada fue derrotado para el premio de "Novato del Año" por otro superdotado del béisbol de Grandes Ligas el incomparable Richie Allen.


De 1963 a 1966 (Bravos de Milwaukee), del 1966 a 1972 (Bravos de Atlanta), 1973 (Rancheros de Tejas, Chicago Cubs y Atléticos de Oakland), 1974-1977 (Indios de Cleveland), 1978 (Toronto Blue Jays y Atléticos de Oakland) y 1979 (Blue Jays de Toronto).

Cuatro temporadas de 150 sencillos o más -(1964)-150, (1966)-170, (1970)-175 y (1976)-171.

Bateó 25 dobles o más durante 1964-(28), 1966-(25), 1976-(34) y 1979-(26).

Empujó sobre 80 carreras en 1964-(88), 1970-(101), 1976-(83) y 1977-(80).

Promedio de .300 o más en 5 temporadas-(1964-330), (1965-310), (1966-325), (1969-342) y (1970-366).

Uyyyyyy miren esto amigos lectores, el promedio de bateo de poder de este caballero-1965-(494), 1966-(468), 1967-(401), 1970-(549), 1972-(402), 1975-(504), 1976-(442), 1977-(432) y 1978-(481).


Ricardo Adolfo Jacobo Carty, nació en San Pedro de Macorís, en la República Dominicana, quien en un principio quería ser boxeador. Estudiaba en el Colegio San Esteban, en Santo Domingo la carrera de comercio, al firmar para jugar en Estados Unidos armó tremenda polémica puesto que cada escucha que le daba un papel que lo comprometía a jugar el estampaba su firma. El gran lío termino cuando en diciembre de 1950, Ted McMew estableció sus derechos de firma ante las Oficinas del Comisionado.


Su Hoja de servicio en Grandes Ligas nos muestra que participó en 1,651 juegos, 5,606 turnos al bate, 712 carreras anotadas, 1, 677 sencillos, 278 dobles, 17 triples, 204 cuadrangulares, 890 impulsadas, se ponchó en 663 ocasiones, 13 bolazos, bateó para doble jugada en 206 ocasiones, promedio de .299, 361 con hombre en base y  .464 bateo de poder. ¡Qué bárbaro!

El "Mono" Zuloaga /Biografias deportivas

 

Tener buenos lanzadores, ha sido lo más deseado por un manager de béisbol a lo largo de la historia, pues, en este departamento se basa el béisbol para que una divisa sea exitosa. Pero lo más difícil no es conseguir lanzadores efectivos (algo ya bien complicado para los caza talentos), sino encontrarlos zurdos. En los tiempos de antaño de nuestra pelota, era muy raro ver a un pitcher zurdo y los pocos que había no eran tan efectivos. Sin embargo, en el deporte siempre hay un jugador que supera el nivel de la liga y eso fue exactamente lo que ocurrió en la década de los cuarenta con la llegada de Luis “Mono” Zuloaga a la pelota profesional. 

Nació el 31 de diciembre de 1922 en la ciudad de Valencia, comenzó sus andanzas como jugador con el Cervecería Caracas en 1943 como lanzador. Siempre estuvo Caracas, tanto en su etapa de Cervecería y Leones, fue responsable del éxito rotundo que tuvo el conjunto caraqueño en la década de los cuarenta y comienzo de los cincuenta. Jugó once temporadas en el béisbol venezolano y aunque Caracas ganó cinco finales durante su estancia en el equipo, participó en una sola, por cierto, su mejor campaña.

EL AÑO DEL MONO

Era el año 1947, la campaña de ese año la abrirían Vargas y Magallanes, con victoria para los turcos; sin embargo, al final los protagonistas iban a ser otros, Cervecería Caracas. Fue una temporada redonda para Caracas que terminó ganando seis encuentros consecutivos en el mes de diciembre para terminar en el primer lugar con 25 victorias y 14 derrotas con un juego por encima de Vargas. Luis “Mono” Zuloaga fue pieza clave en la ronda regular y el mejor lanzador criollo de la liga, al conseguir 10 triunfos (líder en ese departamento), cuatro derrotas y una impresionante efectividad de 2.51, además lideró al equipo en juego iniciados con 16.

Sus diez victorias lo llevaron a formar parte del exclusivo club de lanzadores del Caracas con 10 laureles, que incluyen a Julio Bracho, Luis Tiant, Diego Seguí, Howie Reed, Omar Daal, entre otros. El 26 de diciembre de 1947, Zuloaga reafirmó el gran momento que vivía como lanzador. Fue un partido ante el Venezuela. Con una liga profesional muy joven, todavía no aparecía la primera gran exhibición de pitcheo, hasta ese momento. El zurdo enfrentaba Ed Surkont en el estadio San Agustín.

El segunda base de Jiquí Desouza era el primer bate y el responsable del primer hit del encuentro ante Zuloaga. Fue el último de ese juego, ya que nadie más le conectó imparables, nadie le llegó a la segunda almohadilla, apenas concedió dos boletos y ponchó a diez bateadores para blanquear a el Venezuela cinco carreras por cero.

También participó en la larga racha de 17 victorias del Cervecería Caracas en la temporada de 1951. Precisamente el triunfo 17 llegó a manos de Luis “Mono” Zuloaga, contra Vargas cuatro anotaciones por tres, por cierto, la única victoria de ese año para él. Todas estas hazañas lo convirtieron en uno de los mejores y más competidores zurdos de la liga profesional y como no serlo, si al lado estaban otros jugadores que hacían crecer la calidad de cualquier jugador.

Peloteros de la clase de Daiel (Daiel ó Daniel?) Canónico, Alfonso Carrasquel, Dalmiro Finol, entre otros, convirtieron a esta divisa en una de las más impresionante e imbatible de la historia del béisbol venezolano. Dejó números interesantes de por vida con 89 juegos lanzados, 52 encuentros iniciados, 17 juegos completos, 24 victorias, 14 derrotas y un promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve innings de 3.94.

En finales, obtuvo una victoria, sin derrotas con una excelente efectividad de 1.02. Podrán abundar como arroz lanzadores zurdos en la actualidad, pero muy difícil será encontrar un competidor y ganador de la clase de Luis “Mono” Zuloaga. 

JULIO CESAR AULAR
ESCRITOR VENEZOLANO



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Biografias deportivas / Alejandro Carrasquel

 

 
Alejandro “¨Patón” Carrasquel, primer venezolano en las Grandes Ligas

Texto: Anaida LarrealUn lanzador caraqueño: Alejandro “Patón” Carrasquel fue el que inició la senda de los venezolanos en las Grandes Ligas, al debutar el 23 de abril de 1939 con los Senadores de Washington.
Empezó contra los Yankees de Nueva York al reemplazar a Ken Chases en la cuarta entrada.
Retiró, luego de dos outs, al legendario Joe DiMaggio con rolling al pitcher.
La primera victoria la obtuvo el 3 de mayo de 1939 al vencer a los Carmelitas de San Luis 11-10. Trabajó durante dos entradas, permitió un hit y un boleto. Actuó como relevista.
Su mejor temporada fue en 1943 cuando ganó 11 y perdió 7 ayudando a su equipo a alcanzar el segundo lugar en la Liga Americana. Dejó una efectividad de 2,71 en 1945, que fue la tercera mejor de los Senadores y la duodécima de la liga.
El 2 de Enero de 1946, el “Patón” junto con el jardinero Fred Vaughn pasaron a los Medias Blancas de Chicago.
Estuvo ocho temporadas, siete con Washington y una con Chicago. Ganó 50 y perdió 39 con una efectividad de 3,73. Su mejor año fue en 1943 que gano 11 y perdió 7, como relevista gano 26, perdió 15 y salvo 16, todos con Washington
Antes de estrenarse en las mayores, “Patón”jugó con equipos como el Concordia, Royal Criollos, Pastora, también participó en Cuba, Republica Dominicana y Puerto Rico.
En Venezuela, Carrasquel comenzó en 1946 con Navegantes del Magallanes. Figura en el libro de records como el primer abridor de un juego de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional al ganar 4-2 el 12 de Enero de 1946 al Venezuela. Luego actuó con el Cervecería Caracas, otra vez Magallanes y se retiro con el Gavilanes de Maracaibo.
En la pelota criolla festejó 14 triunfos y 20 derrotas en 145 juegos. Tuvo efectividad de 4,60.
Nació el 24 de julio de 1912 y murió el 19 de agosto de 1969 en Caracas.

 

Un pitcher de fábula llamado Bob Feller

Un pitcher de fábula llamado Bob Feller

La noticia me sorprendió con dos imágenes. Aquel lanzador del que supimos por reportajes, historias y anécdotas había fallecido de leucemia aguda el 14 de diciembre de 2010. La primera tiene que ver con algo que leí en un artículo de John Kuenster, se jugaba el primer juego de la Serie Mundial de 1948 entre los Indios de Cleveland y los Bravos de Boston. El juego llegó 0-0 al octavo episodio. Feller había conversado con el short stop Lou Boudreau lo que iban a hacer cuando un corredor llegara  a segunda base. Bill Salkeld se embasó por boleto. Phil Masi corrió por él. Mike McCormick se sacrificó. Boudreau ordenó bolear a Eddie Stanky, Feller no quería pero siguió la estrategia del manager. Con Johnny Sain en el cajón de bateo, Feller se volteó y lanzó a segunda. Boudreau tocó a Masi antes que se deslizara. “Lo agarramos  como un metro fuera de la base pero el árbitro Bill Stewart lo cantó quieto”. Boudreau reclamó, pero Masi permaneció en segunda. Luego Feller dominó a Sain con elevado a la derecha. Pero Tommy Holmes dejó caer una bala fría detrás del tercera base Ken Keltner y de Boudreau para empujar a Masi. El juego terminó 1-0. Fue lo más cerca que Feller estuvo de ganar en una Serie Mundial. “Después Stewart reconoció que se había equivocado”.
 Como se lo contara a Joe Posnanski, Feller tuvo el primer campo de los sueños mucho antes de la película. Su padre Bill hizo uno para él en la granja de su propiedad y allí empezó a jugar con su hijo. Sin decirle que lo haría sabía que su hijo llegaría a las Grandes Ligas.
 A los 17 años Bob firmó con los Indios de Cleveland y en su primer juego de exhibición ante peloteros de Grandes Ligas, ponchó 8 Cardenales de San Luis en 3 innings. Cuando le preguntaron a Dizzy Dean si quería tomarse una foto con Feller, respondió. “Me parece que a quién le tienen que preguntar es a él”.
  En su primera apertura ponchó 15 Carmelitas de San Luis que eran dirigidos por Roger Hornsby.
  En el juego inaugural de 1940 lanzó un juego sin hit ni carreras ante los Medias Blancas de Chicago. En 1946 lanzó lo que el propio Feller llamó su mejor día en el béisbol al lanzar sin hits ni carreras ante los Yankees en Yankee Stadium.
 Satchell Paige dijo una vez: “Si alguien lanza más duro que Rapid Robert  el ojo humano es incapaz de seguir ese lanzamiento”.
 Aquella entrega y pasión de los jugadores de otros tiempos destilaban en cada gesto y palabras del muchacho que salió de una granja de Iowa. Como lo refirió James Houlihan en otro artículo. En los días previos a una ceremonia del Salón de la Fama, Houlihan llevó a su hijo Bryan de 9 años a conocer el museo y luego presenciar los actos de la inducción de ese año. Coincidieron en el hotel con muchos de los peloteros del Salón de la Fama. Cuando les tocó el turno de solicitar un autógrafo de Bob Feller, Bryan sorprendió a su padre al decirle a Feller: “Vi su uniforme hoy en el Salón de la Fama”. Bob le dijo: “Ah te refieres a mi uniforme de los Indios de Cleveland”. “No, su uniforme de la Segunda Guerra Mundial”. Feller dejó de firmar autógrafos y sostuvo una conversación de 15 minutos con Bryan. Por la noche escuché una voz. “Hola Bryan ¿Cómo te va?”. Era Bob Feller.
  Bob creció en una granja de Iowa durante la gran depresión. Ayudaba a mantener la familia cazando zorros por un premio de 10 dolares. Al día siguiente que los japoneses bombardearon Pearl Harbor, Feller se enlistó en la Naval. Le ofrecieron un cargo de preparador físico y lo rechazó, pidió que lo pusieran en el frente de batalla. Sirvió como franco tirador derribando aviones japoneses.
 Regresó al beisbol 4 años después y ganó 25 juegos en 1946, se estima que el tiempo que se ausentó pudo haber ganado unos 100 juegos.
 Tal como lo refiriera un editorial del Boston Globe, Feller fue un legendario lanzallamas que nunca necesitó que le mantuvieran el brazo con operaciones o límites de lanzamientos, ni mucho menos con relevistas en el bull pen en el sexto inning.
 La otra imagen tiene que ver con algo que leí en las páginas deportivas de El Nacional en referencia a que Feller una vez midió la velocidad de sus envíos contra una motocicleta. Tratamos de hacer el experimento en el solar de asfalto donde jugábamos béisbol. Lo más que conseguimos fue una bicicleta y el ciclista se cayó por querer salir antes de tiempo.
 
Alfonso L. Tusa C.

Ron Santo, el legendario antesalista de los Cachorros de Chicago, falleció el 02 de diciembre de 2010

Ron Santo, el legendario antesalista de los Cachorros de Chicago, falleció el 02 de diciembre de 2010

Cuando este viernes 03 de diciembre de 2010 escuché en la radio que Ron Santo había fallecido fue inevitable la imagen de aquella noche siguiendo el juego de estrellas de 1968. Aunque el juego terminó 1-0 y ninguno de los dos antesalistas tuvo injerencia determinante en el resultado, Felipe y Jesús Mario siguieron su disputa particular sobre los atributos de cada tercera base. También recordé todo el material hemerográfico que había coleccionado para escribir una biografía de Ron Santo.

 Ronald Edward Santo, nació en Seattle, Washington, USA, un 25 de febrero de 1940. Fue diagnosticado con diabetes a los 18 años. En 1959 la esperanza de vida para un diabético era 25 años. Se enteró de las consecuencias de esa enfermedad, leyó que los diabéticos podían quedar ciegos, desarrollar endurecimiento de las arterias, fallas en los riñones, gangrena. “También supe que mediante el ejercicio y la regulación de la insulina podía controlar la diabetes”

 Santo fue el único pelotero de posición que jugó una carrera completa de 15 años en Grandes Ligas y además dejó números sobresalientes. La gente le preguntaba como hizo para lograr eso. La respuesta. “Siempre fui un tipo positivo. Mi madre significó una gran parte de mi actitud positiva. Tenía dos trabajos. Trabajaba desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche. Siempre regresaba a casa con la mejor de sus sonrisas para mi hermana y para mí. Siempre nos decía que las cosas iban a salir bien. Mi papá nos abandonó cuando tenía 6 años. Mi mamá y mi padrastro murieron en un accidente de tránsito mientras viajaban para ir a verme jugar en los entrenamientos primaverales. Perdí un hermano a los 38 años. Pero hay que tener la fortaleza de asimilar los golpes y sobrevivir.”.

  Don Kessinger quién jugara short stop para los Cachorros de Chicago entre 1964 y 1975, y quizás quien haya visto mas que nadie a Santo jugar en tercera base dijo que lo que más recuerda de él es la intensidad con que salía  a jugar cada día. “Haber sido elegido al Salón de la Fama, habría sido muy significativo para Ron Santo”.

 Para Santo el béisbol y la familia eran la terapia que lo mantenía vivo. “Entre mis nietos y los aficionados al beisbol me hicieron olvidar el hecho de que iba a perder las piernas. Mi pasión por ellos me ha hecho vivir todos estos años”.

 Santo quién había terminado en septiembre de 2010 una carrera de 21 años como narrador de los juegos de los Cachorros de Chicago, falleció este jueves 02 de diciembre de 2010 en Arizona por complicaciones de cáncer de próstata.

 Alguna vez trataron de compararlo con Brooks Robinson para justificar sus méritos para ser electo al Salón de la Fama. Santo respondió: “Tienen razón en algunas cosas, pero la comparación con Robinson es innecesaria, él fue el mejor. Nunca vi alguien mejor en esa posición. Fui bueno. Pero él fue el mejor. El merecía estar en el Salón de la Fama en su primera oportunidad”.

 Mike Krueger de 55 años, manejó desde su casa en Whiting , Ind. , para dejar una nota a la entrada de Wrigley Field donde los aficionados armaron una montaña de memorabilia en homenaje a Ron Santo. “Viví día a día la temporada de 1969. Vivía al norte de la ciudad y tomaba dos buses para ir a ver a los Cachorros con sus amigos. Todavía siente el dolor de la debacle de aquella temporada.

En una ocasión le preguntaron a Santo si tuviera la oportunidad de cambiar  algo en su carrera como pelotero que sería. “Cambiaría el mes de septiembre de 1969”.

 Ron Santo terminó su carrera con .277 de promedio al bate, 2254 hits, 342 jonrones, y 1331 carreras empujadas. También ganó el guante de oro 5 veces.

 Al final de aquella temporada de 1968, un año antes que los milagrosos Mets dejaran en la cuneta a los Cachorros, Jesús Mario hojeó un Sport Gráfico y le leyó a Felipe: “Ron Santo a la defensiva en 1968: 162 juegos, 1444.1 innings, 130 outs, 378 asistencias (lider), 15 errores, 33 dobleplays (lider), .971 promedio defensivo (lider).

Alfonso L. Tusa C.

Manny Mota /Biografias Deportivas

Manny Mota     /Biografias Deportivas

Durante sus años como jugador, muchos decían que podía levantarse un día cualquiera de invierno, agarrar un bate, pararse en la caja de bateo y conectar una línea de hit al primer lanzamiento. Y probablemente era cierto.

Manuel Rafael Mota Geronimo, conocido comunmente como Manny Mota y nacido el 18 de febrero de 1938, ha sido uno de los mejores bateadores emergentes en toda la historia de las Grandes Ligas. Jugó en los jardines para los Gigantes de San Francisco, los Piratas de Pittsburg, los Expos de Montreal y los Dodgers de Los Angeles, siendo este último equipo con el que más se destacó.

Cuando tenía apenas 19 años de edad, Mota mostró sus habilidades con el bate cuando jugó en las ligas menores con los Gigantes, que en ese momento tenían su sede en Nueva York. Cuando finalizó su temporada como novato en 1962, los Gigantes lo enviaron a los Colt 45 de Houston a cambio de Joel Amalfitano. Houston lo envió a los Piratas en un cambio por Howie Gloss en 1963, y bajo la tutela del dirigente Harry Walter rápidamente se convirtió en uno de los mejores bateadores de la liga. En las siguientes siete temporadas con el equipo, Mota logró promedio de bateo por encima de los .300 en seis de ellas.

Los Expos de Montreal seleccionaron a Mota en el sorteo de expansión de la Liga Nacional realizado en 1969, pero ese mismo año lo enviaron en un cambio a los Dodgers. Cuando llegó a Los Angeles, se convirtió en el bateador emergente por excelencia del conjunto y superó la marca de los .300 durante las siguientes cinco temporadas.

En esos años Mota se volvió un experto perfeccionando el arte de batear como emergente. Se vio obligado a hacerlo porque no bateaba con mucho poder y tenía pocas habilidades para la defensa, y el equipo contaba con mucho talento joven. Su única temporada con más de 400 turnos la consiguió con los Dodgers en 1970.

Mota logró diez o más hits como emergente en seis temporadas consecutivas, y 250 de sus últimos 309 turnos al bate fueron saliendo desde la banca. Cuando se acercaba el final de su carrera, frecuentemente iniciaba la temporada como coach y posteriormente era activado en la segunda mitad de la temporada.

Se retiró finalmente con promedio de bateo como emergente de .297, y terminó con el mejor promedio de bateo en la historia de los Dodgers de Los Angeles con .315 de por vida dentro del conjunto hasta ese momento, con un mínimo de 1,800 turnos tomados.

Mota se aseguró colocar su nombre en los libros de récords convirtiéndose en el líder de todos los tiempos en hits como bateador emergente en ese momento, acumulando un total de 150.

Ha sido coach de los Dodgers desde 1980, y la temporada del 2008 se convirtió en la número 29 de forma consecutiva en la que Mota ha desempeñado la función con el equipo. Es el coach que más tiempo ha pasado dentro de la organización de los Dodgers.

 

 

Debut en Grandes Ligas

16 de abril de 1962, Gigantes de San Francico

Último partido

1 de septiembre de 1982, Dodgers de Los Angeles

Estadísticas de por vida

Promedio .304

Hits 1149

Empujadas 438

Andrés Fleitas: Una vida hecha recuerdos

Andrés Fleitas: Una vida hecha recuerdos

Andrés Fleitas cumplio 94 años de edad, pero con los recuerdos intactos, sin los borrones del tiempo. En su mente, el legendario receptor del Almendares se ve joven, capaz de calzar los arreos y salir al terreno.

Su pasado lo impulsa para seguir vivo.

“Yo jugaba pelota por amor”, dijo Fleitas. “A veces gané mucho dinero, a veces sólo centavos. Pero siempre jugué con igual pasión. La memoria nunca muere”.

Como nunca han muerto para Fleitas las imágenes del campeonato más sensacional de la pelota profesional cubana ocurrido en 1946-47, cuando el Almendares derrotó al Habana.

Los Rojos, dirigidos por Miguel Angel González y con estrellas del nivel de Perico Formental, Cocaína García, Lou Klein, Leonard Pearson y Hank “La Ametralladora’’ Thompson, tenían ventaja de seis juegos en febrero. Pero les faltaban siete partidos, seis frente a los azules.

El mánager del Almendares era Adolfo Luque con luminarias como Roberto Ortiz, Fleitas, Santos Amaro, Héctor Rodríguez, Agapito Mayor, y Max Lanier.

Lanier y Agapito silenciaron a la artillería de los Leones y el Almendares se acercó al lugar de honor.

El 23 de febrero, el Habana superaba por juego y medio al Almendares. Y esa misma tarde se inició la serie de tres partidos entre ambos. Lanier se impuso a los Leones en el primero. El lunes 24 le tocó el honor al zurdo Mayor en un triunfo 2-1 en duelo con Fred Martin.

La carrera del triunfo llegó en el séptimo, cuando Fleitas se vistió de héroe al pegar un triple por la banda derecha con un hombre en base, obligando a un juego decisivo.

El piloto de los Rojos envió a la lomita a Lázaro Medina, el de los azules aceptó la petición de Lanier que le pidió la bola, y se la entregó con un día de descanso. ¡Y el milagro llegó para los Alacranes!. Lanier volvió a domar a los Leones y el Almendares logró la victoria 9-2 y el campeonato.

El mascara azul ganó el premio de Jugador Más Valioso.

Fleitas terminó su carrera con uno de los mejores promedios de bateo con .275, en un campeonato donde sólo 10 peloteros con más de 1,000 turnos al bate superaron la marca de los .300.

“Batear sobre .300 en Cuba no era fácil, pues era una pelota muy fuerte con sólo cuatro equipos y un pitcheo selecto”, indicó Fleitas.

Después de salir de las filas del amateurismo donde brilló con el Central Hershey y de actuar con el equipo Cuba en tres Series Mundiales donde en una de ellas ganó el título de bateo, el orgullo del Central Constancia en Las Villas, no sólo jugó con el Almendares, también firmó con Jersey City (Doble A), franquicia que pertenecía a los Gigantes de Nueva York.

En su primera temporada como jugador diario con Jersey City terminó con average de .260, al siguiente año sustituyó a Fermín Guerra como catcher del Almendares y bateó .313, siendo elegido al equipo Todos Estrellas. Ya Fleitas estaba en camino a las Mayores.

En dicha época, el multimillonario mexicano Jorge Pasquel compitió con las Grandes Ligas firmando a peloteros con salarios superiores a los que percibían. El cubano Lázaro Salazar, mánager del Monterrey, le habló a Pasquel sobre Fleitas y éste le ofreció $20,000 más $200 de gastos mensuales.

Dicho salario era el doble del que recibía Fleitas. Sin titubear, aceptó la oferta y comenzó a jugar con Monterrey donde terminó sobre .300 en tres campañas.

“Con ese dinero compré mi casa en Santa Fé’’, rememora Fleitas.

Las Grandes Ligas sancionaron a los peloteros que actuaron en México y a Fleitas no se le permitió jugar en Estados Unidos. Al cumplir la sanción, actuó con Chattanooga (Washington), Havana Cubans y Cubans Sugar Kings, pero lo hizo en las postrimerías de su carrera.

Terminó con average de .274 en las Menores y entre Cuba, México y Estados Unidos, incluyendo cuatro Series del Caribe, sólo se ponchó en 135 ocasiones.

El fue uno de los grandes héroes de los Alacranes Azules, el equipo que tenía como lema: “El que le gane al Almendares, se muere’’.

Cuando recuerda esa frase, Fleitas no puede menos que reír: “Parece que de tanto ganar con el Almendares…eso me ha dado mucha vida”.

 

AUTOR:  

Fuente: El Nuevo Herald

Por Marino Martínez

Destellos de la memoria / Jose Salazar

Destellos de la memoria /  Jose Salazar

Personajes de mi pueblo: Enzo Hernández

 

“Empaca tus problemas en la bolsa
y sonríe, sonríe, sonríe”
Ella W. Wilcox.

Desde que tengo uso de razón he sido aficionado al deporte de las 4 esquinas. Fui fanático de los “Tiburones de La Guaira”, hasta que se fundo la divisa “Caribes de Oriente”, hoy “Caribes de Anzoátegui. Por muchos años seguí, por radio, prensa escrita los juegos del béisbol (después llegó magia de la TV) y en esos tiempos era extraño que un jugador de estas tierras llegara al profesional, mucho menos a las grandes ligas, quizá por eso, cuando Enzo Hernández firmó al profesional, específicamente con los Tiburones, la emoción que nos embargó fue inmensa. Hizo el grado, se estableció, triunfo, brilló y se hizo estrella, a base de constancia, dedicación, empeño y espíritu deportivo. Enzo Hernández, se convirtió en uno de los mejores short stop de todos los tiempos de la pelota rentada venezolana. Esa historia es harto conocida.

Nuestro amigo Enzo Octavio Hernández Martínez, vino al mundo un día de la juventud en el año 1949, en el caserío el Guasimo, a 6 kms. de Valle Guanape, en la finca el “Trío” de su abuelo Pedro Rafael Valera, el popular “don Rubito”. . Sus padres Ricarte y Ramona Martínez de Hernández emigraron hacía San Tome, cuando el niño apenas tenía un año, ya que el señor era enfermero y había logrado empleo en el hospital de la Mene Grande Oil Company. En ese campo petrolero discurrió su niñez, estudio su primaria e inició sus estudios de secundaria en el Liceo Briceño Méndez, pasó al Liceo Guanipa y no concluyó la educación media, porque firmó para jugar béisbol profesional con Los Tiburones de La Guaira y Los Astros de Houston, cuando apenas alcanzaba los 17 años. El bono, increíble, Los Tiburones le dieron Bs. 3.000,oo por la firma y el contrato con los Astros, lo negociaron ellos sin consulta de ningún tipo. Eran las reglas de la época y punto. O te adaptas o pereces.

Cuando Enzo Hernández, promediaba los 10 años, su única experiencia como jugador de béisbol era la que poseíamos todos los niños a esa edad. Pelota de goma, caimanera y partidas entre chamos. En el año 1959, Francisco Pinto, gloria del béisbol amateur de Venezuela y orgullo de nuestra zona sur, organizó un campeonato de la categoría infantil que dio la oportunidad a Enzo de demostrar sus habilidades como short stop, Eso le permitió, ese mismo año, acudir al campeonato nacional que se celebró en Maturín. Dos años más tarde es seleccionado para conformar el equipo de la misma categoría para representar al estado Anzoátegui, esta vez en el nacional que tuvo como escenario la ciudad de Coro, en el estado Falcón. Luego vino una pausa de 4 años, que se dedicó a los estudios y a jugar en las caimaneras, que era su pasatiempo favorito ya que no había béisbol organizado en las categorías de júnior y juvenil, pero cuando cumplió los 16 años ingresó al equipo AA de La Mene Grande Oil Company y el siguiente año estaba jugando short stop en los juegos nacionales, con el equipo de Anzoátegui. Vocación, y calidad a toda prueba.

En esos juegos nacionales del año 1965 que se celebraron en Barcelona, el manager del equipo de Anzoátegui era nada más y nada menos que Alfonso “Chico” Carrasquel, quien tuvo la audacia de colocar a Enzo como regular y sentar a una de los mejores short stop de Anzoátegui que ya era todo un veterano en ese momento. Uvencio “La Ciega” Betancourt. Enzo, dio la talla y amainó la crítica que llovió sobre “Chico” Carrasquel. Es que desde el primer momento que “Chico” observó en las prácticas a nuestro personaje le entró el pálpito que estaba ante un extraordinario prospecto, que merecía una oportunidad para que demostrara su talento y clase. Nunca se equivoco y a pesar de las críticas de los managers de tribuna, técnicos y la prensa especializada, acertó. Las oportunidades difícilmente se repiten y Enzo supo aprovecharla. Capacidad, disciplina y vocación le permitieron pasar esa difícil y exigente experiencia. En el año 1966 asistió de nuevo al nacional de béisbol amateur y se negó a jugar por desavenencias con el manager de turno, Ángel “Pollino” Méndez, que se empeño en que se jugara segunda y Enzo no aceptó. Cuestión de dignidad cuando se tiene un puesto bien ganado que no da margen a prestarse para injusticias.

Ese impasse, no fue óbice para que el año siguiente estuviese firmando para el profesional, con Los Tiburones de La Guaira y los Astros de Houston, equipo que lo asigno al “Cocoa” Clase A, de su sucursal en el estado de La Florida, jugó la temporada completa, para volver el año siguiente e incorporarse en la Liga de Carolina del Norte, al equipo Greensboro clase A. En el año 1969 estando en Venezuela y cuando se disponía regresar al norte, es sorprendido por un cambio de peloteros entre los Astros y Orioles Baltimore que involucraba a Miguel Cuellar y el catcher estrella Curt Blefary, así como a varios de las ligas menores, donde lo incluyeron y producto de ese cambio fue incorporado a la organización de los Orioles de Baltimore. Su nueva organización lo asignó en el año 1969 en La liga de Texas al Dallas AA y terminó la temporada en la liga de La Florida con Los Marlins Florida, que para la época era clase A. En el 1970 vuelve al Dallas AA y concluye la temporada con el equipo Rochester AAA, antesala del equipo de los Orioles de Baltimore, equipo que ese año lo incluye en el roster de los 40, para protegerlo y cotizarlo mejor, ya que sabían del interés de los Padres de San Diego por adquirirlo y era clave en una negociación grande con esa divisa. Llegó el cambió dónde se vieron involucrados peloteros de la talla del pitcher estrella Pat Dobsón y el único de las ligas menores era Enzo Hernández. No hay mal que por bien no venga. Fue su último año en las menores.

Obviamente los Padres de San Diego tenían urgencia de un short stop y con Enzo Hernández, el mandado estaba hecho. Habían logrado. ¡Al fin! Un jugador que les cubriera con solvencia, brillantez y calidad inigualable el campocorto. Fueron 7 años de duro batallar que tuvo Enzo con el equipo de Los Padres, hasta que, comenzaron las molestias en la espalda que no le permitían desempeñarse en el campo con la agilidad, soltura, solvencia y la calidad que le caracterizaba, que le habían acrecentado su fama y prestigio en la grandes ligas y el béisbol profesional venezolano. Los médicos gringos le hicieron todos los estudios especializados y no encontraban ninguna patología grave que impidiera su desempeño como jugador regular. Fue un médico mexicano, amigo personal de Enzo, quién subrepticiamente sustrajo un informe médico que le entrego, donde se veía clarito que padecía de hernias díscales. El equipo de Los Padres de San Diego, no respondía ante la gravedad del asunto y contrariando de la opinión de los médicos del equipo, regresó a Venezuela en el año 1977 y se hizo operar por cuenta propia con el cirujano Rafael Castillo, operación que resultó un éxito temporal, ya que cuando regresó al norte, fue cambiado a Los Dodger de Los Ángeles, fue asignado a la sucursal triple A mientras se recuperaba, subió por 15 días y ante el peloteo de que era objeto en su condición de operado, decidió regresar a Venezuela y retirarse definitivamente como pelotero activo.

Enzo Hernández es hijo adoptivo de El Tigre. Una feliz casualidad lo conectó para toda la vida con esta ciudad que nació de manera aluvional al calor del oro negro un 23 de febrero de 1933. Resulta que, la familia del Dr. Antonio Caraballo, dueño de la Farmacia “Virgen del Valle” ubicada en la avenida Francisco de Miranda, era fanática en su totalidad de Los Tiburones de La Guaira, un día del año 1971, estaban esperando un familiar que venía de Mérida a Maiquetía y como había tiempo decidieron visitar las oficinas del equipo escualo en La Guaira. ¡Bingo! En ese momento por una eventualidad, coincidieron con el joven prospecto formado en San Tome que hacia las diligencias de rutina ante los ejecutivos de la novena y fueron presentados. Ellys y él se vieron y quedaron prendados. ¡Amor a primera vista! El tiempo pareciera confirmar esa hipótesis con creces. El 06 de octubre del 1972 contrajeron nupcias y hoy cuando ambos disfrutan el descanso del guerrero en la paz, alegría y armonía del hogar, también gozan de la inmensa satisfacción de contar con dos lindas hijas. Ellys María, TSU en relaciones industriales que labora en San Tome y Janet Virginia, Ingeniera Civil que ejerce libremente su profesión y la guinda más simpática del pastel está representada por la linda, coqueta y graciosa nieta Isabella que es la dueña del corazón de la familia.

Deliberadamente, hemos obviado, en está pequeña crónica, la carrera espectacular que desarrollo magistralmente Enzo Hernández con Los Tiburones de La Guaira, porque es historia bien conocida para los que somos fanáticos al béisbol, sin embargo, hay algunos detalles con los medios de comunicación social que marcaron la vida de este extraordinario pelotero venezolano, que me parecen interesantes ya que hasta hoy sintiera para el resto de su vida, no los tolera y mucho menos ojea, porque no los considera veraz e imparciales en el tratamiento de la información. Razones, veamos: Estando de novato con Los Tiburones de La Guaira, por razones personales, no durmió en la pensión, que incluso el mismo pagaba. Los medios se entraron y montaron un chisme de padre y señor mío. Enzo Hernández era un borracho de “aguardiente barata”, lo que le costó una suspensión por parte del equipo. En otra oportunidad escribieron que una hermana de Enzo, de nombre Maritza, había montado un espectáculo bochornoso en las tribunas estando ebria y escandalosa. Enzo Hernández es abstemio y no tiene hermana llamada Maritza. ¿Maledicencia? Toda una mentira imperdonable. Esos horrores y falta de ética profesional de esos comunicadores, lograron que nuestro excelso jugador le tenga aversión a los medios de comunicación social. El que está picado de Macagua cuando ve bejuco se espanta.

La cuestión no se queda allí. Cuando Enzo Hernández comenzó a sentir las molestias que le producían las hernias discales, muchos dijeron que no tenía nada, pura pantalla, decían y aprovechando perversa matriz de opinión, un periodista tituló: “Misteriosa lesión aqueja a Enzo Hernández” y ese mismo día, estando en la sala de masajes del equipo, el tipo se le acercó y le preguntó ¿Cómo te sientes Enzo? y este le contesto. “Misteriosamente” el tipo montó en cólera para nunca perdonarle la salida irónica, pero llena de realismo. Ahora cuando el gobernador, por iniciativa propia, propone su nombre, en un acto de justicia, para el estadio de El Tigre, que remodelo totalmente para convertirlo en sede alterna de Los Caribes de Anzoátegui, una cadena radial local que orbita en la marisma fecal y que está, bien desprestigiada por cierto, se ensaño contra su persona cuestionando que esa moderna instalación deportiva lleve su prestigioso nombre. Gajes del oficio para un político, pero no para un deportista de la talla, categoría y bien ganado prestigio de nuestro amigo Enzo Hernández. No olvidéis. No hace daño el quiere sino el que puede y quien podrá demoler el muro .ético, moral, conductual y deportivo de Enzo. Se quedaron y quedarán con los crespos hechos.

Enzo Hernández el torpedero estrella de Los Tiburones de La Guaira y Los Padres de San Diego está retirado de los diamantes, vive en El Tigre rodeado del calor familiar y a pesar de todos los avatares sigue sembrado en el corazón de los fanáticos del béisbol como uno de sus ídolos de todos los tiempos. En la grama corta, a pesar de mediana estatura fue un gigante que supo brillar con luz propia y colocó bien en alto del pabellón regional y nacional.

Nuestro prodigioso pelotero, hijo adoptivo de la ciudad, como tituló el diario El Nacional, cuando reseñó la reinauguración del estadio de El Tigre, que orgullosamente lleva su egregio nombre “Enzo Hernández no será olvidado”, no porqué nuestro moderno estadio lleve su nombre, sino cuando se hable o escriba la historia del béisbol en Venezuela y los mejores jugadores de nuestra patria en las más bellas páginas, estará inscrito con letras doradas el nombre del grandes ligas número 20 venezolano. No hay un ápice de dudas.

Enzo Hernández, a pesar de los problemas de salud, la maledicencia de algunos mercenarios del micrófono, empaca sus problemas en la gran mochila de éxitos que alcanzó en su fructífera vida como deportista, que cosecha como ejemplar padre de familia y excelente ciudadano, para sonreírle a la vida, a los envidiosos y enemigos gratuitos. Valió y vale la pena vivir ya que la vida es una larga lección de humanidad. Ya lo dijo el poeta Antonio Machado “Caminante no hay camino se hace camino al andar” Ayer con la velocidad requerida, hoy despacio, Enzo, sigue caminando y haciendo camino.
Autor: JOSÉ “CHEO” SALAZAR LUGAR: EL TIGRE, ANZOÁTEGUI, VENEZUELA

Nació en El Tigre ubicado en el Estado Anzoátegui de la República Bolivariana de Venezuela, el 21 de enero de 1952. Ha ocupado los siguientes cargos públicos: Jefe de Fiscalizaciones del Concejo Municipal del Municipio Simón Rodríguez, Concejal, Auxiliar docente en el Instituto Universitario José Antonio Anzoátegui, Presidente Municipal En ejercicio, Diputado a la Asamblea Legislativa del estado Anzoátegui como Primer Vice-presidente y como Presidente encargado.

Ariel Prieto :El Gladiador Cubano

No es fácil deslumbrar a un manager que ha ganado 2,638 juegos y dos Series Mundiales.

Se necesita mucho para impresionar a Tony LaRussa, quien ha dirigido a peloteros de la talla de Rickey Henderson, Mark McGwire y Albert Pujols.

Y eso lo logró Ariel Prieto, un lanzador cubano que a mediados de los años 90 llegó a los Atléticos de Oakland con una recta cercana a las 100 millas por hora.

 

De hecho, Prieto fue el primer serpentinero en marcar 100 millas por hora cuando se instaló el velocímetro en las transmisiones de béisbol de la televisión cubana.

 

Perteneciente al equipo de la Isla de la Juventud, el derecho de 6,3 de estatura y 220 libras de peso salió de Cuba por vía legal, reclamado por su suegro, a diferencia de la mayoría de sus colegas que escaparon durante viajes a torneos en el extranjero.

Desde que debutó en las Series Nacionales, a Ariel se le vio madera de gran tirador, a pesar de no gozar del mejor control sobre sus envíos.

Pero se las arreglaba para ser un pitcher ganador en un equipo habitualmente perdedor, a pesar de lo cual era desechado una y otra vez de las selecciones nacionales.

Y es que en Cuba no basta con tener habilidades atléticas para ser tomado en cuenta para representar al país en competencias internacionales.

De hecho, en ocasiones eso es lo de menos. Hay que ser políticamente confiable y estar integrado al proceso de la Revolución.

Ariel no gozaba de la confianza de los dirigentes. Era considerado, en el mejor de los casos, inmaduro, medio alocado.

Quizás por eso tuvo por una semana en el bolsillo trasero del pantalón un cheque por 1.2 millones de dólares que le dieron los Atléticos de Oakland como bono por firmar, como si fuera un simple papel sin importancia.

Al verse marginado una y otra vez en Cuba, hizo un intento infructuoso por escapar en balsa y el 7 de abril de 1995 salió rumbo a Miami, vía Gran Caimán.

A partir de entonces, todo se volvió un torbellino para el entonces joven de 25 años.

Su agente Gus Domínguez se movió rápido en busca de presentaciones para que Prieto expusiera su talento, mientras la temporada retrasaba su inicio hasta el 25 de ese mismo mes, debido a la huelga de peloteros que obligó a cancelar parte de la campaña anterior, incluida la Serie Mundial.

 

 

 

 

Ariel Prieto Atléticos de Oakland

 

 

 

 

Cazatalentos de varios equipos lo vieron lanzar su bola rápida y al final fue Oakland el que se lo llevó en el draft amateur, siendo uno de los pocos jugadores contratados en 1995 y que ese mismo año debutaron ya en las Mayores. Los Atléticos lo prefirieron por delante de Todd Helton, aunque en la distancia ahora se vea como una decisión errónea.

El domingo 2 de julio, ante 17,415 espectadores en el Oakland Coliseum, el cubano se paró por primera vez en una lomita de Grandes Ligas y tiró dos innings en blanco, con un ponche, en función de apagafuegos ante los Angelinos de California.

Fue apenas el segundo cubano en subir a la Gran Carpa después de que el también pitcher René Arocha destapara la caja de Pandora en 1991 y abriera la brecha de las deserciones.

Pero lo que se vislumbraba como un futuro luminoso pronto se eclipsó por la sombra de las lesiones.

Primero la espalda, luego el hombro varias veces y después el codo.

A lo largo de su permanencia en Grandes Ligas, que se extendió hasta el 2001, Ariel pasó al menos cuatro veces por el salón de operaciones, limitándole su tiempo de trabajo y lacerando sus resultados.

Su marca final de 15 victorias y 24 derrotas, con efectividad de 4.85, no reflejan su calidad real como lanzador.

La gerencia de Oakland vio el afán que ponía ante cada caída para levantarse otra vez mediante dolorosas rehabilitaciones en buscar de volver. El inmaduro, el alocado, resultó ser un gladiador luchando, más que contra los bateadores rivales, contra sus propias dolencias, mientras la prensa se lo comía vivo y lo calificaba como una decepción. Y ese tesón recibió su premio, al ser incluido como parte de la organización como entrenador de pitcheo en las Ligas Menores.

Y a pesar de su fugaz paso por el mejor béisbol del mundo, Prieto se siente como el judío que escapó de la Europa antisemita y llegó a la Tierra Prometida de Israel.

Muchos otros, la mayoría, jamás llegaron a pisar un terreno de Grandes Ligas.

 


Jorge Morejón el béisbol es mucho más que un deporte para Jorge Morejón. Es su religión. Por más de 20 años se ha dedicado a esta pasión, primero en Cuba y desde 1998 en Estados Unidos. Ha sido columnista de El Nuevo Herald, Univision.com y FOX Sports en Español, así como presentador de deportes en el canal Telemundo Internacional. Consulta su archivo de columnas.

Regino Otero /Biografias deportivas

Regino Otero   /Biografias deportivas

’’ El maestro de la defensiva entre todas las primeras bases cubanas, Regino Otero, nació en La Habana el 7 de septiembre de 1915 y falleció de un ataque al corazón en la ciudad de Hialeah, Florida, el viernes 21 de octubre de 1988.

Debutó en la pelota organizada de los Estados Unidos en 1936, jugando para el Trenton de la Liga New York-Pennsylvania. Después lo hizo para el Greenville (1939-40), Sprinneld (1941), Utica (1942), Los Angeles de la Costa del Pacifico (1944-45). Al final de la campaña del 1945, ascendió a los Cachorros de Chicago en la Liga Nacional, donde bateó para un average de .391 en 14 desafíos, producto de 9 hits en 23 veces al bate.

En 1946-47 regresó a Los Angeles. En 1950 ingreso al Portsmouth de la Piedmont League, finalizando con promedio ofensivo de .352. Debemos agregar que en 1942 cuando vistió los colores del Utica en la Eastern League, resultó el campeón bateador del circuito.

Regino se inicio como amateur con el Club Acción Republicana y posteriormente participó en 480 partidos de la desaparecida Liga Profesional Cubana de 1936 hasta 1953, con las novenas del Habana (1936-37), Santa Clara (1939-40), Cienfuegos (1945-46, donde también jugó con el Almendares), Havana Reds en el torneo de la Federación Nacional en el estadio La Tropical (1946-47), Cienfuegos (1947-53). Otero, quien no intervino en las justas cubanas de 1937-39 y 1940-41, actuó en un total de 13 temporadas, donde bateó a un ritmo de por vida de .242, como resultado de 499 imparables en 2,068 veces al bate, con 177 carreras impulsadas.

El mago del mascotín se distinguió posteriormente como manager en la liga Cubana y en México, pero donde realmente alcanzó los más altos honores lo fue en Venezuela, pues en ese país se convirtió en el manager mas ganador en la historia de la liga, al lograr conquistar SIETE campeonatos, incluyendo dos seguidos en par de oportunidades diferentes.

Ganó guiando las riendas del Valencia (1955-56, 1957-58,1958-59); Caracas (1961-62,1963-64, 1966-67 1967-68).

Ni siquiera un héroe de la pelota venezolana como José A. Casanova con cuatro, pudo liderar en mas campañas que Regino.

Lo más decepcionante durante la corta carrera de Otero en las Grades ligas en 1945, es que una demora de ocho horas lo convirtió en inelegible para jugar en la Serie Mundial de ese año contra los Tigres de Detroit. Regino llegó a los Cachorros procedente de Los Angeles en la Costa del Pacifico, a principios de septiembre, para sustituir a Phil Cavaretta que estaba lesionado del hombro. Además de batear .391, su fildeo en la inicial fue tan brillante, que el manager del equipo Charlie Grimm, dijo que Reggie era el mas elegante y seguro fildeador derecho que había visto en su vida. El caso es que Otero reportó al Chicago ocho horas mas tarde del limite de tiempo para ser elegible y de ahí la tristeza del cubano. Se le había ido el avión en Los Angeles, teniendo que esperar al próximo. Su único consuelo fue que recibió una porción de tres cuartas partes del dinero de la Serie, en reconocimiento a la ayuda prestada en el momento en que necesitaron sus servidos. Después de eso, Regino permaneció deambulando por las Ligas Menores por darse el caso que Cavaretta aun jugó por muchos años y en aquella época solamente jugaban 16 equipos en las Grandes Ligas y era difícil encontrar un puesto en uno de ellos.

Leyendas del Juego : Sandy Koufax

Sandy Koufax
Lefthanded Pitcher; Brooklyn & Los Angeles Dodgers 1955-1965

 




Sandy KoufaxSandy Koufax dominated the pitching mound for five consecutive seasons with his explosive fastball and sharp breaking curveball.  From 1962 thru 1966, Koufax won five consecutive ERA Titles and compilied an unheard of record of 111-34, a winning pct of .766. He was picked for six straight All-Star games. Koufax led the league in wins, ERA and strikeouts for three consecutive seasons. In 1963, he hurled 11 shutouts and had a record of 25-5, pct of .833, he seemed unbeatable in the mid-1960. 

Sandy Koufax dominated the World Series games with his curve as he struckout 15 New York Yankees in game one. He came back to win game four with a 2-1 victory and helped the Dodgers sweep the Yankees in four games. In 1965, he won his second Cy Young Award, as he went 26-8 and set the major league record by stricking out 382 would be hitters, ( Nolan Ryan broke this awesome record by fanning 383 in one season ).  Koufax also pitched his fourth career no-hitter and had 8 shutouts.

Koufax pitched his first seven years in the majors without much fanfare and his record of 54 wins and 53 loses bears this fact out. He credited Dodgers catcher, Norn Sherry and others with changing his pitching delivery, which improved his control, and he changed his grip on his curveball to make it break away from the hitters.  An arm injury forced Koufax to retire early.  Many sports writers rate Koufax as the best pitcher of all time - for a five year period.

Sandy Koufax career highlights include a 165-87, a pct of .655.  He started 314 games and completed 137.  Koufax struck out over a batter an inning with 2396 K’s in 2324 innings. He threw 40 shutouts and had a career ERA of 2.76.

Biografias deportivas: Pedro Formental

Pedro Formental frase: "A mi me dicen Perico 300", se hizo tan popular que muchos comenzaron a llamarlo por ese apodo. Sobre todo, después que se llevó el campeonato de los bateadores de la Liga Cubana, durante el torneo de 1949-50 con .336 de average, vistiendo el uniforme de los Rojos del Habana.

Formental quien bateaba y tiraba a la zurda, nació el 19 de abril de 1915 en el Central Macabí, Banes, provincia de Oriente.

 

 

 



 

 

 

 

 


Se inició jugando con el equipo del Central Baguanos en 1939 hasta 1941. En 1942 lo hizo en la Liga Semiprofesional con la Pasiega. Ese mismo año debutó en la Liga Invernal Cubana con el Cienfuegos, hasta la campaña de 1945-46 cuando pasó a los Leones del Habana, donde militó hasta parte de la temporada de 1953-54, la que finalizó con el Marianao. Sin embargo, al año siguiente regreso con el conjunto de la Habana dirigido por Miguel Angel González.

Sus totales en 13 años y 678 encuentros en el profesionalismo criollo, fueron de .274 de average, producto de 746 hits en 2,720 veces al bate, incluyendo 431 anotadas, 106 dobles, 47 triples y 56 jonrones, la mayor cantidad conectada por un bateador zurdo en la historia del circuito. La marca para un bateador derecho pertenece a Rafael Noble que disparó 71 en 15 campanas.

Perucho finalizó su carrera empatado con Alejandro Crespo, como los mejores impulsadores con 362, pero Noble posteriormente aumentó el record a .372. Formental estableció una marca de anotaciones empujadas con 57 en 1952-53, la que fue empatada por Rocky Nelson en 1954-55. Sus mejores promedios ofensivos los logró en 1949-50 (.336) y 1952-53 (.337).

De 1943 a 1946 hizo valer su nómbrate de "Perico 300" en la Liga Mexicana donde bateó a un ritmo de .312 (1943), .345 (1944), .362 (1945) y .384 (1946), vistiendo la franela del Tampico (1943), Veracruz (1944-45) y San Luis de Potosí (1946). Su total en la tierra azteca fue de .345 en cuatro campeonatos y 304 partidos.

 

 



 


Jugó por varios años con los Medias Rojas de Memphis (1947-50), en las ligas Negras de los Estados Unidos, donde consiguió sus mejores averages en 1949 (.341) y 1950 (.363).
En el verano de 1954 y 1955, actuó para los Cubanos Reyes del Azúcar de la liga Internacional, Triple A, con los que finalizó con idéntico promedio ofensivo de .293. También jugó durante el invierno en Venezuela y la Republica Dominicana, donde lideró a todos los jonroneros en 1951 con 13 jonrones y "slugging" con .704.

Participó en tres Series del Caribe consecutivas con el Habana. En 1951 en Caracas, Venezuela; 1952 en Panamá y 1953 en La Habana. Jonroneó en la primera de ellas y conquistó la corona de los bateadores en la ultima, donde abusó de los lanzadores rivales al conectar para .560 de average, producto de 14 hits en 25 viajes al plato. Perucho asesinó en especial a los serpentineros de Venezuela, a los que bombardeo bateando de 4-4 en las dos oportunidades que se les enfrento.

De Formental se cuentan muchas anécdotas y una de ellas es que jugando para el Memphis de las Ligas Negras, fue a comer a un restaurante de blancos en Dallas, Texas y cuando le negaron la entrada, sacó un pasaporte cubano y metió un "berrinche de padre y muy señor mío". Se podrán imaginar que tuvieron que dejarlo comer. Entre otras cosas Formental dijo: "Ustedes podrán discriminar a los negros americanos, pero yo soy CUBANO y a nosotros no nos puede discriminar nadie en el mundo entero".

 

 



 

 

 


En otra ocasión, después de llevarse el campeonato de los bateadores en 1949-50, se postuló para representante por el Partido Acción Unitaria (PALJ) de Fulgencio Batista, y se fue a una gira por la provincia de Oriente al frente de una selección llamada "Estrellas de Formental". La misma incluía a jugadores como Juan "Cachano" Delís, Homérico Soto, Cheito Bustamante, Amado Ibáñez y otros. Pero es el caso que al no poderse celebrar un desafió programado en el Central Baguanos, situado en la costa norte Oriental debido a torrenciales aguaceros, tuvo que permanecer en San Luis, donde el posteriormente narrador de los Angelitos de California en la Liga Americana, Ulpiano Cos Villa, quien entonces jugaba con los equipos locales de ese pueblo, le dio la idea de jugar en la cercana Palma. Se trasladaron a ese lugar donde Cos logró que le cedieran gratuitamente el terreno del Club Deportivo Palma. Entonces Cos realizó una promoción de 9 de la mañana hasta las 12 del mediodía, recorriendo la ciudad en un camión dotado de un altoparlante, para anunciar el choque entre un combinado del pueblo contra las Estrellas de Formental.

Cuando Perucho se enteró que los socios del club no iban a pagar sus boletos de admisión por haber cedido gratuitamente el terreno, se negó a jugar. Finalmente accedió al darse cuenta de la situación, no sin que su "ego" lo hiciera comentar: "Por esta vez esta bien, pero en la próxima, todos los socios al igual que el publico asistente van a tener que pagar para ver en acción a Perico trescientos"

 



 

 


 

Recordando al gran Pirata Ralph Kiner

Como aficionado, no se puede dejar de preguntarse lo que este gran toletero habría podido lograr si una lesión en la espalda no se le obligó a retirarse a los 32 años.

En cada uno de sus primeros siete años en las Grandes Ligas, el jardinero de los Piratas de Pittsburgh lideró la Liga Nacional en jonrones. Kiner nombre es sinónimo de los Piratas de registros ofensivos de todos los tiempos junto con Willie Stargell. Como Willie fue la mayor amenaza ofensiva desde el lado izquierdo del plato, Kiner era su mayor amenaza desde la derecha del home. Sus 10 años de carrera estadísticas hablan por sí solos: dos veces bateó más de 50 jonrones, remolcó 100 carreras o más en seis ocasiones, ocupó el primer lugar en porcentaje de slugging en tres ocasiones, con un promedio de más de 100 paseos. En 1949 su 127 carreras impulsadas fue el mejor en la liga.  la  carrera acortada Kiner fue completa en 1975 con su inducción al Salón de la Fama del Béisbol Nacional.


Nombre completo: Ralph Kiner McPherran 
Nacido: 27 de octubre de 1922 en Santa Rita, Nuevo México 
Altura: 6'2 " 
Peso: 195 libras 
Batea: Derecho 
Lanza: Derecha 
Posición: Jardinero 


¿Sabías que? 
Se dijo que cada vez que se paró en el plato, Kiner estaba pensando en golpear la bola fuera del parque. 
Él es el único jugador en liderar la liga en jonrones cada una de sus primeras siete temporadas en la liga. 
Por cada 100 turnos al bate, promedió 7,1 jonrones. Ese porcentaje sólo es superado por Babe Ruth. 
En su carrera de 10 años, promedió 37 jonrones y más de 100 carreras impulsadas por temporada. 
Kiner tuvo su mejor temporada en 1949 cuando lideró la liga en jonrones con 54, carreras impulsadas con 127, 117 y camina con él golpeó un .310. 
Fue el primer jugador de la Liga Nacional para pedir un salario de 100.000 dólares. 
Fue elegido al Salón de la Fama en 1975. 
Kiner tiene el récord de la Liga Nacional para la mayoría de estaciones consecutivas como rey de la liga de jonrones (7). 
Él es la única persona que batear jonrones en tres juegos consecutivos de las Estrellas (1949, 1950, 1951).

Ralph Kiner


Left fielder
Born: October 27, 1922 (age 87)
Santa Rita, New Mexico
Batted: RightThrew: Right 
MLB debut
April 12, 1946 for the Pittsburgh Pirates
Last MLB appearance
September 25, 1955 for the Cleveland Indians
Career statistics
Batting average    .279
Home runs    369
Runs batted in    1,105
Teams
Career highlights and awards
Member of the National
Empty Star.svg Empty Star.svg Empty Star.svg Baseball Hall of Fame Empty Star.svg Empty Star.svg Empty Star.svg
Induction    1975
Vote    75.41%